sábado, 23 de julio de 2011

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

LA DECADENCIA DE LA MENTIRA
Al más puro estilo crítico, en su obra narrativa “La decadencia de la mentira”,  Oscar Wilde intenta convencernos de la tesis de que la mentira es la base de sustentación del arte, y que de esta manera  vida y naturaleza imitan al arte, y no en sentido contrario, como otros pensadores han venido postulando a lo largo de la historia. Parafraseando al inmortal cuentista inglés, yo utilizaría el título de su obra para tratar de entender qué decadencia  viene asociada a la   tendencia   de nuestra sociedad mexicana del tercer milenio, a ejercer la mentira cual si fuera una  práctica cotidiana en  los más diversos ámbitos.  Como si hubiera un oscuro interés de unos cuantos,  para que a fuerza de recurrir a ella de manera repetida,   los ciudadanos comunes   dejemos de registrar ciertos elementos de la realidad en un plano consciente.  Esto es, que  no concedamos la gravedad  real  que tienen ciertos fenómenos  que han puesto en crisis a nuestra sociedad.  Vaya, como si a alguien le interesara que no  visualizáramos con mirada crítica los graves  problemas sociales  que nuestro país está sufriendo en este momento.
   Nuestro México actual presenta una gran proporción de sus problemas más graves  con el recurso del eufemismo.  De primera intención  tratamos al eufemismo  con indulgencia, sin alcanzar a adivinar las intenciones que se ocultan tras él;   un ejemplo, en la jerga de la delincuencia organizada “le dieron piso” significa que lo mataron, que lo asesinaron, que muy probablemente  se valieron de métodos crueles y sangrientos para hacerlo. Pero dicho así, le dieron piso,  le resta gravedad al asunto,  se oye menos feo, y nos hace suponer que la cosa no fue para tanto, y  que en realidad no pasa nada.
   En los reality shows televisivos de la PGR, cuando presentan  a los supuestos integrantes de las células delictivas,  se habla de “ejecuciones”,  nunca de asesinatos.  De acuerdo al diccionario de la Real Academia el verbo ejecutar deriva de una raíz latina que tiene que ver con consumar o cumplir; esto último, cumplir, lleva implícito el mandato de un superior, por lo que nuevamente la trampa del lenguaje invita a restar gravedad al asunto. Lo  “levantaron” para significar que lo secuestraron, minimiza los hechos terribles que  implica privar a una persona de sus más elementales derechos, torturarlo a él o a su familia, y quizás asesinarlo. Algo similar sucede con “cobrar derecho de piso”,  la palabra “derecho” implica los términos “justo y legítimo”,  y la modalidad de extorsión bajo amenaza de muerte  no es ni justa ni legítima.
   “Daño colateral” es quizás el eufemismo más terrible del combate al narcotráfico.  A la fecha lo constituyen cincuenta mil seres humanos, en su gran mayoría civiles inocentes,  incluyendo mujeres y niños, cuyo pecado fue estar en el lugar equivocado,  en el momento equivocado… Bajo este término de daño colateral los muertos no tienen cara ni nombre; no tienen historia ni sueños truncados; no tienen  viudas  o huérfanos, ni padre o madre que los lloren.   Así queda  cuando mucho con una ficha anónima de registro en alguna fosa común, y nuevamente, el delito parece  poco grave.
   Pasando a otros asuntos, la televisión comercial anuncia aplicaciones para teléfonos celulares, una  es el escáner que desnuda, y otra  es “mujeres sexy”.  Nuevamente volvemos a la trampa verbal,  los comerciales están una y otra vez con la misma cantaleta de “desnudo”, “sin ropa”, “desnuda”… Por su parte el anuncio de las mujeres sexy muestra fotografías de mujeres en lencería con mensajes provocativos… Habría entonces qué plantearnos a qué están apelando estos anuncios: ¿Al onanismo de los anunciantes?  ¿A la desvalorización de la relación sexual? ¿A la misoginia?... Con este estar con lo mismo una y otra vez recuerdo algún método de tortura utilizado en la Segunda Guerra Mundial: Introducían al prisionero  en una celda de mínimas dimensiones y le fijaban la cabeza para que no pudiera moverla en absoluto.  Posteriormente colocaban  encima un grifo por el cual caía de manera constante una gota día y noche; el efecto de esa gota de manera ininterrumpida terminaba por desquiciar a los prisioneros.  Algo similar sucede con estas trampas del lenguaje cuyo fin se logra a base de repeticiones,   accionadas desde la oscuridad por intereses,  comerciales sin lugar a dudas, pero además    con cierto ánimo perverso.  Se adivina una turbidez de intenciones encaminada probablemente hacia la generación de  una tolerancia  de la sociedad en general frente a fenómenos que hasta hace poco eran calificados como   terribles y a todas luces graves.  Habrá qué  averiguar  quién está detrás de todo esto, y qué se  persigue con ello, y por lo pronto evitar caer en el hoyo de la palabrería arrolladora que termina por llevarse de encuentro los valores fundamentales de una sociedad.

COSAS NUESTRAS por Jorge Villegas






Ladrillos
Pusimos a soñar a un grupo de estudiantes de Derecho.
Imagínense que ya pasaron 15 años de su graduación como abogados.
¿Cómo se imaginan vestidos, comiendo en dónde, con qué tipo de trabajo?
¿Se imaginan viajando por el mundo, con negocios internacionales?
¿Con familia cariñosa, en un buen barrio, con una buena casa?
Ahora reflexionen sobre lo que tienen qué hacer hoy para alcanzar esa imagen idílica.
Ser los mejores, hablar idiomas, cultos, espirituales, empeñosos.
O sea: Soñar catedrales pero por lo pronto juntar ladrillos.
jvillega@rocketmail.com

IMAGINANTES con José Gordon: "El Maestro de los Sueños" de Roger Zelazni

Para el escritor nada es imposible.  Leer nos convierte parte de esa magia que cruza cualquier frontera de la imaginación:

Reflexión por Brian Dyson frente a universitarios



Discurso del ex-director ejecutivo de la Coca Cola: De las cinco bolas  que mantienes en el aire toda tu vida, sólo puedes tirar una. 

Imagina la vida como un juego en el cual mantienes en el aire cinco bolas.  Éstas son el trabajo, la familia, la salud, los amigos y el espíritu. Y  debes de mantenerlas todas en el aire.
Pronto comprenderás que el trabajo es una bola  de hule.  Si la tiras rebota y regresa a ti.  Pero las otras cuatro, la familia, la salud, los amigos y el espíritu, están hechas de  vidrio.  Si tiras una de ellas resultará despostillada, resquebrajada, estrellada, o inclusive se hará pedazos.  Y nada será nunca  igual. 
Trabaja eficientemente durante las horas de oficina y retírate  cuando el reloj marque la hora.  Concede el tiempo  apropiado a tu familia y a tus amigos, y tómate un descanso adecuado. 
Debes entenderlo y procurar un equilibrio.  Aprecia  lo que tiene más valor en la vida.

UNA VERDADERA AMISTAD; De la película Zeus y Roxana

POESÍA CUBANA: La niña de Guatemala de José Martí



Quiero, a la sombra de un ala,
Contar este cuento en flor:
La niña de Guatemala,
La que se murió de amor.


Eran de lirios los ramos, 
Y las orlas de reseda
Y de jazmín: la enterramos
En una caja de seda. ...


Ella dio al desmemoriado 
Una almohadilla de olor:
El volvió, volvió casado: 
Ella se murió de amor. 


Iban cargándola en andas 
Obispos y embajadores: 
Detrás iba el pueblo en tandas, 
Todo cargado de flores. 


...Ella, por volverlo a ver, 
Salió a verlo al mirador:
El volvió con su mujer:
Ella se murió de amor. 


Como de bronce candente 
Al beso de despedida 
Era su frente ¡la frente 
Que más he amado en mi vida! ...


Se entró de tarde en el río, 
La sacó muerta el doctor: 
Dicen que murió de frío: 
Yo sé que murió de amor.


Allí, en la bóveda helada, 
La pusieron en dos bancos: 
Besé su mano afilada, 
Besé sus zapatos blancos. 


Callado, al oscurecer,
Me llamó el enterrador: 
¡Nunca más he vuelto a ver 
A la que murió de amor!

VIDEO MUSICAL: Música maya; Xet Kewel.