sábado, 27 de agosto de 2011

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo

LAS DOS SOPAS
Casino Royale, un antes y un después. La delincuencia organizada asume la forma del terrorismo y acaba, así como así, con más de sesenta adultos, en su mayoría del sexo femenino, quienes se hallaban dentro de un casino regiomontano al momento en que fue rociado con gasolina e incendiado.

Sobre el escenario vemos desfilar los elementos que componen este drama: Un giro negro cuyos dueños aún no dan la cara. Un grupo de extorsionadores que cobran “derecho de piso”, mismo que a la vuelta del tiempo los dueños se niegan a seguir pagando. La imposición de un castigo ejemplar por la decisión de no pagar. Una autoridad civil que determina la clausura del local, y un juez que permite que se viole dicha clausura mediante un amparo. Unas instalaciones que no se supervisan para detectar que sus salidas de emergencia están canceladas. Un final esperado…

¿Qué se les puede decir para consolarlos a los familiares de quienes murieron dentro? ¿Que no sufrieron porque todo fue muy rápido? ¿Que esas cosas pasan? ¿Que se actuará hasta las últimas consecuencias?... ¿Será suficiente decretar luto nacional, prometer, y a la vuelta de semanas o meses olvidar? …

El telón de fondo viene siendo el mismo que se repite en las grandes tragedias de los últimos tiempos. Grupos criminales que actúan con absoluta libertad movidos por intereses económicos. Un gobierno que emprende una estrategia que simplemente no está funcionando, esto es, un ataque armado directo que hasta la fecha contabiliza sesenta mil muertos entre la población civil.

El problema no es tratar de encarcelar a todos los delincuentes, simplemente no alcanzarían todas las cárceles que existen. Lo que vivimos es un problema con múltiples aristas, y en la medida en que no se aborden todas ellas, los resultados de la lucha serán, no solamente pobres, sino contraproducentes. Ahí tenemos los grupos paramilitares surgidos de las propias fuerzas armadas del país, convertidos en sanguinarios homicidas.

Colombia ha tenido buenos resultados en su tratamiento al problema del narcotráfico que se dimensiona como lo que es, un cáncer social. En la medida en que no se desactive su esfera patrimonial, que implica por una parte corrupción y por otra lavado de dinero a través de empresas legales, el problema seguirá. Simplemente aumenta la cotización de los personajes que hay que comprar. En tanto haya dinero, la máquina delincuencial no se para, en un giro sin fin, pues el dinero compra conciencias y voluntades. Es lo que Edgardo Buscaglia denomina “la paradoja de la represión”, un mecanismo a través del cual, a mayores intentos por combatir el problema, más se agrava éste.

En tanto no se desarrollen áreas de oportunidad que permitan que los niños más pequeños de los grupos vulnerables puedan librarse de entrar al mundo de la delincuencia organizada, los pequeños seguirán entrando al mundo de la delincuencia organizada. Mientras no se apueste por una educación de calidad, transformadora, congruente, capaz de enseñar los valores de obra y no de palabra, lo que hagamos se perderá en el desierto.

A nosotros como sociedad civil nos corresponde alzar la voz para exigir a nuestras autoridades que actúen con eficacia y eficiencia en el diseño de estrategias inteligentes para abordar el problema como lo que es, un problema social. Pues aún si tuviéramos una máquina para fabricar policías, sería imposible insertar uno entre cada dos ciudadanos, para que nos vigilen a todos. Hacerlo nos robaría el espacio vital para movernos y actuar.

En Medicina el cáncer se ataca a fondo y en el corto plazo, antes de que se disemine a todo el organismo. En el caso de la delincuencia el problema se ha manejado con dos elementos, tibieza y visceralidad; no ha habido una limpieza al interior de las estructuras de poder, de manera que la bestia simplemente pide más, cada vez más.

A partir de nuestra inserción el mundo globalizado quedaron atrás los rasgos que caracterizaban a nuestro pueblo. Ahora recuerdo uno de los personajes de Canasta de Cuentos Mexicanos de Traven: El canastero al que un norteamericano quiso poner a producir para él, sin embargo el artesano elaboraba cada una de las canastas con tanto esmero, lo que implicaba tiempo, y por ende pérdida de dinero, al punto que el norteamericano terminó por ver frustrado su negocio potencial. Así era nuestro México del siglo veinte, que al incursionar en la Globalización contaminó sus aguas claras para siempre jamás, de manera que nuestros afanes se ven hoy corrompidos por asuntos de dinero que han derivado en una problemática social grave.

Si queremos salvar al México de nuestros hijos, tenemos que actuar todos de inmediato, sin que falte ninguno. No hay de otra sopa, sólo ésta y la que ya se acabó con Traven.

http://contraluzcoah.blogspot.com

COSAS NUESTRAS por Jorge Villegas

Nabuco
Usted seguramente conoce “el Canto de los Esclavos” de La Ópera Nabuco, de Verdi

Para los italianos se convirtió en el himno contra el invasor en otros siglos .
Una noche de marzo pasado la presentaron en la Ópera de Roma.
En el programa, el alcalde de Roma hizo público reproche al presidente Berlusconi.
Le reclamó en su cara el mutilar el presupuesto para la cultura.
Cuando se escuchó el estremecedor coro de los esclavos, la gente estalló en gritos .
Emocionados, cantaron de nuevo, artistas, coro y público, el lamento por la “patria bella y perdida”.
Cuando conocimos esta historia , pensamos en México, otra patria bella y perdida.
jvillega@rocketmail.com

UN VIDEO DE LA TERCERA EDAD.

ORACIÓN CRISTIANA: Calma mis pasos, Señor


Calma mis pasos, Señor,
desacelera los latidos de mi corazón, 
calmando mi mente.

Disminuye  mi ritmo  presuroso 
con una visión de la eternidad del tiempo.

En medio de las confusiones del día a día,  
dame  la tranquilidad de las montañas.

Retira  la tensión de mis músculos y nervios 
con la música tranquilizante de los ríos de aguas constantes 
que viven en mis recuerdos

Ayúdame
a conocer el poder mágico 
y reparador del sueño

Enséñame
el arte de tomar pequeños descansos:
reducir mi ritmo para contemplar una flor, 
charlar con un amigo, acariciar a un niño, 
leer un poema, oír una música preferida.

CALMA MIS PASOS, SEÑOR, 
para que yo pueda percibir en medio de la incesante labor cotidiana,
de los ruidos, luchas, alegrías, cansancios o desalientos
TU PRESENCIA constante en mi corazón

Calma mis pasos, Seño, 
para que yo pueda entonar el cántico de la esperanza,
sonreír para mi prójimo 
y callarme para escuchar tu voz.

Calma mis pasos, Señor, 
e inspírame a enterrar mis raíces en el suelo de los valores duraderos de la vida,
para que yo pueda crecer hasta las estrellas de mi destino mayor.

Gracias Señor
por el día de hoy, 
por la familia que me diste,
por mis hermanos de la vida, mi trabajo,
y sobretodo por tu  presencia en mi vida.
Amén

Wilferd A. Peterson


Tomada de la página http://www.reflections-online.net/

VIDEO: Jackie Evancho, Niña cantando precioso

POESÍA de Javier Sicilia, Premio Nacional de Poesía Aguascalientes 2009



Gozo

I

No sólo el río, tiempo incontenible,
sino la carne es un hermoso dios desnudo,
un puente edificado entre el allá y el acá,
débil, a veces fuerte y, no obstante, pleno en sus límites
como un ave tendida en el viento,
un signo en el abismo,
no una mera consecuencia de los dioses,
sino Dios mismo en su hueco,
en su presencia retraída
como un canto que emerge de los excavamientos del tiempo
y nos permite ser, habitar en un abismo;
ahora un enigma a descifrar,
un puente roto,
un problema de ingeniería genética,
no una presencia, un signo,
sino una maquinaria dejada ahí para ser usada como se interpreta el átomo;
y, sin embargo, cuánta alegría hay en ella aún,
más dichosa y alegre que la delicia de Él en su articulación de luz,
en su divinidad en flor:
polen de su decir,
tumultuosa delicia de las delicias,
aparecer de Sí hecho carne
que igual que el río arrastra memorias, recuerdos olvidados, vestigios de la luz:
el Edén, la manzana, los fósiles, las eras,
los glifos y los templos,
las infinitas voces del tiempo y sus distancias
que nos hacen sentir lo inaprensible,
el sabor de su amor en su hueco excavado,
porque la carne tiene muchas voces, que ya pocos escuchan,
muchos rostros y voces donde se dice Él en su decir sin fin incapturable
como el silbo del barco entre la niebla
o el restallar del mar bajo la noche.

VIDEO: "De panzazo"

Interesante video de "Mexicanos Primero", a propósito del regreso a clases.