domingo, 2 de noviembre de 2014

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

OTRA LECTURA
Dentro de las actividades del Taller de Historia de la ciudad de Piedras Negras, que me honro en presidir, contamos esta semana con la participación del profesor Pedro César Castro Escobedo, entusiasta historiador y periodista, quien nos compartió sus reflexiones personales acerca de eventos que han marcado nuestra historia como país.  Ningún momento más apropiado que el actual para emprender la lectura obligada que nos anime, como sociedad civil,  al necesario cambio  hacia la urgente reparación de nuestra nación.
Lamentable, lo que inició como un conflicto  municipal en Iguala no fue atendido con oportunidad, creciendo hasta alcanzar dimensiones extraordinarias.  En la búsqueda de los normalistas desaparecidos se viene destinando una importante cantidad de recursos en una tarea que a ratos se antoja ociosa; el tiempo y lo infructuoso de la búsqueda apuntan a señalar que los 43 normalistas hayan muerto desde el principio, en un monstruoso crimen de estado al cual no encuentran ahora las autoridades cómo dar salida, y que ha trascendido a instancias internacionales.
Como la punta del iceberg,  pone de manifiesto dos fenómenos que por desgracia se han vuelto poco menos que la constante a partir de la complicidad –voluntaria o forzada- que vienen teniendo los diversos órdenes de gobierno con la delincuencia organizada; corrupción e impunidad, que a la vuelta del tiempo han generado una serie de fenómenos “satélite” que acabaron de dañar el ya deteriorado tejido social.
Se va cayendo con el tiempo en  la falacia de “si todos lo hacen, ¿por qué yo no?”, actitud que afecta las diversas interacciones de la sociedad civil.  Un ejemplo,  al circular en un vehículo sin placas, obtengo dos beneficios: Me ahorro el costo del plaqueo, y me  salvo de una infracción por  no obedecer los señalamientos de tránsito, pues no pueden indentificarme. Ergo: Sólo los estúpidos están al corriente en sus derechos vehiculares.
Trato de sacar ventaja de mi posición, sea cual fuere, pues nada más un tonto no lo haría.  Por tanto, el actuar honestamente es signo de debilidad.
Evito cualquier gesto de amabilidad y respeto; por el contrario, soy poco o nada cortés, y “ganón”,  haciendo ruidoso alarde de mis influencias.
Busco a toda costa una posición  que me permita enriquecerme en el corto plazo.  Y claro, la nula rendición de cuentas, y el mantener una política de apariencias, me facilita lograrlo, recordando que estamos en un país donde no pasa nada y todo se arregla de una u otra forma.
La verdad ha caído en  desuso, cuando la función de la palabra es utilitaria, en la medida en que  me genere beneficios personales.  Se trata de convencer a toda costa, así sea con una ristra de falsas verdades o absolutas mentiras.  Se ha perdido por completo la honorabilidad que sellaba pactos con el solo valor de la palabra.
Ayotzinapa tiene un lado positivo: Como sociedad nos está obligando a salir del pasmo y la molicie, y actuar.  Para hacerlo tenemos dos caminos, el violento que sería el menos recomendable, o el fortalecimiento de las instituciones a partir de nosotros, la sociedad civil, convencidos de que somos los dueños y administradores de la nación.
Volviendo al Taller de Historia, hablaba el profesor Castro de un personaje muy inspirador, Don Ignacio Madero, abuelo paterno de Francisco I. Madero, quien se desempeñó con total probidad y rectitud a lo largo de su existencia, viendo de igual manera por sus intereses personales como por los de sus trabajadores, convencido de que la verdad, la rectitud y la búsqueda del bien común son la mejor manera de actuar, tanto en la vida privada como en la función pública.
Es momento de comenzar a actuar, todos y cada uno, en el cumplimiento de las pequeñas cosas.  En ocasiones nos falla este rubro,  nos esmeramos a cumplir cuando las luminarias nos enfocan, pero descuidamos esos pequeños actos, esas omisiones, que a la larga erosionan el tejido social igual o más que los grandes actos de corrupción.
Respetar las leyes como un principio de orden general, teniendo la lucidez para  entender que es a través del cumplimiento de todos y cada uno, como se genera una paz duradera.
Comenzar a proceder con calidad humana en nuestro trato hacia otros, ayudando de esta manera a desterrar la idea de que actuar bien es signo de estupidez.
Dejar de ser tibios en hacer valer nuestros derechos frente a quienes detentan el poder de manera inapropiada. 
Proceder con tolerancia frente a los errores de otros, pero no así frente a los añejos vicios del sistema que tanto nos han perjudicado.

La ética significa hacer el bien por convicción.  Nunca va a lograrse por la vía de la militarización, sino apelando al ideal de ciudadano que llevamos dentro: La otra lectura a la Historia de México.

COSAS NUESTRAS por Jorge Villegas

Mentiras
El de los suplementos alimenticios es un negocio que vale miles de millones de dólares.
En México son el principal anunciante en todos los medios electrónicos y escritos.
Conste, advierten en su propaganda que no son medicina ni curan nada, pero a lo mejor curan todo, desde un cáncer hasta una uña enterrada.
Su propaganda se aprovecha de la credulidad de sus consumidores, que suponen lo que no se les dice abiertamente.
Ahora se venden en farmacias que por lo general venden medicinas; a diferencia de ellas no tienen contraindicación.
Cada producto da una garantía increíble: Si no le satisface le devuelven su dinero.
Pregunten a cualquier vendedor por correo cuántos consumidores reclaman y piden la devolución de su dinero.
Calculan que uno de cada treinta mil se toma ese trabajo, y por el que se va quedan 29,999. Negocio redondo.
jvillega@rocketmail.com

Tradición de calaveritas de azúcar para el Día de Muertos.

Las manos mágicas de México en otra de sus facetas: A partir de agua, azúcar y un poco de limón se crean "calaveritas" para recordar a nuestros difuntos los días 1 y 2 de noviembre, y al término de la celebración, ¡para disfrutarlas como postre!

"Lo poco que sé de la vida" por Risto Mejide


Lo poco que sé de la vida está en los libros que nunca leo. Lo poco que sé de la vida está en las líneas que no escribí. Lo poco que sé de la vida se cuenta tomando un café, se entiende tomando una copa y se olvida tomando dos.

Que nadie se me emocione ni albergue falsas esperanzas, porque con lo poco que sé de la vida, a duras penas se llena un corazón, por pequeño que sea. Sí, sobrino, va por vos.

Empiezo por lo que sé con toda seguridad. Sé que, con suerte, te vas a morir una vez. Así que procura no morirte más veces por el camino. No hay nada peor que esa gente que se va muriendo antes de morirse del todo. Para evitarlo, te regalo un método infalible. Mientras tú vayas decidiendo, todo está bien. El día que dejes de decidir, ese día, cuidado, porque la habrás palmado un poco.

Ten siempre más proyectos que recuerdos, es la única forma que conozco de mantenerse joven. Olvídate de la patraña esa de ser feliz, ya te puedes dar con un canto en los dientes si llegas a ser el único dueño de tus propias expectativas.

Que un euro se ahorra, y un polvo se pierde. Para siempre. Que hay que dedicarse a algo de lo que jamás te quieras jubilar. Por mucho que te cueste pagar las facturas. Por mucho que en las reuniones de antiguos alumnos te miren mal. Es mejor dedicarse toda una vida a algo que te divierte pese a no llegar a fin de mes, que pasarte un solo día trabajando únicamente por dinero.

Entre lo poco que sé de la vida, también te diré que nada de todo esto vale la pena sin alguien que te haga ser incoherente. Ni flores, ni velas, ni luz de luna. Ése es el verdadero romanticismo. Alguien que llegue, te empuje a hacer cosas de las que jamás te creíste capaz y que arrase de un plumazo con tus principios, tus valores, tus yo nunca, tus yo qué va.

Ojalá ames mucho y muy bueno, incluso a riesgo de ser correspondido. Que te despojen de todo, que hagan jirones de tus ganas y que te veas obligado a remendarlas con el hilo de cualquier otra ilusión. Que desees y seas deseado, que se frustren todas tus esperanzas y que acabes descubriendo que la única forma de recobrar el primer amor, que es el propio, es en brazos ajenos. Dos emociones inútiles asociadas al pasado, arrepentimiento y culpa, y una emoción inútil asociada al futuro, la preocupación. Cuanto antes de desprendas de las tres, antes empezarás a apreciar lo único que tienes.

Qué más. Ah sí. Sé que al menos un amigo te va a traicionar, otro será traicionado por ti, y que te pongas como te pongas, los que no hayas hecho antes de los 30, ya jamás pasarán de buenos conocidos. Cuenta sólo con los tres principales, porque a partir de ahí, todo es mentira.

Para terminar, y hablando del tema, déjame que te presente a tu mejor enemigo. Se llama miedo. Quédate con su cara, porque va a estar jodiéndote de ahora en adelante. Miedo al fracaso. Miedo al qué dirán. Miedo a perder lo que tienes. Miedo a conseguirlo. Miedo a saber poco de la vida. Miedo a tener razón.

Gracias, Moisés por tu sugerencia.

OK Go: Grupo de danza en monociclo.

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez

El cuerpo humano tiene esa asombrosa posibilidad de recuperarse de enfermedades graves, de soportar mutilaciones, compensar discapacidades.

Esta habilidad, requiere de un espíritu sano, completo, bien nutrido, que sin tibiezas ni mediocridad mantenga a un cuerpo desvalido en pie para seguir viviendo y poder sublimar sus deficiencias.

Un espíritu que fortalecido por la fe y la voluntad nos impulse a encontrar los valores reales.

Que no caiga en vicios de exagerada vanidad, que no se pierda en el cuidado excesivo del empaque en donde el contenido sea de la peor calidad.

Es mas fácil superar una falla física que una espiritual, un espíritu sano puede hacer a un cuerpo sobrellevar enfermedades y discapacidades.

Es tiempo de darle importancia a nuestra salud espiritual. Trabajar por vencer ese cáncer de superficialidad, de banalidad, de indiferencia al dolor ajeno.

Basta ya de mantener esa carrera continua por el tener, sin preocuparnos por el ser.
Sean cuales sean nuestra creencias, siempre es recomendable dedicar un tiempo a la higiene espiritual.

23 amistades fuera de protocolo

Hay momentos como estos, cuando las especies vivas que consideramos inferiores a la humana, nos dan lecciones sobre convivencia. Amigo Rafael, gracias por el aporte.