Adoración
Por escrúpulo republicano Dios está proscrito en los asuntos familiares y hasta cívicos.
Pero la necesidad de adorar a instancias superiores persiste en la sociedad y los individuos.
A falta de un Dios soberano ese ímpetu de adoración se traslada a sujetos mortales, prescindibles.
Quítele el sonido a un concierto de rock o de Paquita la del Barrio, para ver un estado de exaltación colectiva con canto a coro y adoración con brazos levantados.
La espiritualidad sustituida por la fama efímera y casi siempre inmerecida de las estrellas.
No queremos ni imaginar la sociedad descreída que generarán estos acólitos de los nuevos cultos.
jvillega@rocketmail.com
Una red social cuyo propósito es contribuir a enaltecer la calidad humana, la sensibilidad ciudadana y la autoestima. Un pequeño espacio que aliente, reconozca y difunda los valores de los diversos ciudadanos del mundo. Que nos impulse a cuidar del planeta, y a edificar la sociedad justa y buena a la que todos tenemos derecho.
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