Año veintitrés y el día
Once del corriente marzo
Murió en la vela que ardía
Don Ignacio López Tarso.
Ya su figura y su voz
Gozan del imaginario
La eternidad de Macario
del diablo, la muerte y Dios.
Tuvo por gracia de Cirse.
Su estrella de actor primero
Como del alba el lucero
Resplandor al despedirse
Fuego de cirio descalzo
Que en la neblina de un hilo
Va comportado y tranquilo
Rumbo a la luz de otro espacio.
Ave canora de ocaso
Cenzontle que nadie encierra
Di que ha muerto López Tarso
El histrión de nuestra tierra.
Una red social cuyo propósito es contribuir a enaltecer la calidad humana, la sensibilidad ciudadana y la autoestima. Un pequeño espacio que aliente, reconozca y difunda los valores de los diversos ciudadanos del mundo. Que nos impulse a cuidar del planeta, y a edificar la sociedad justa y buena a la que todos tenemos derecho.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario