domingo, 31 de diciembre de 2023

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

 TREGUA Y LUZ

El mundo no fue hecho en el tiempo, sino con el tiempo. San Agustín

Hoy termina un año que, en muchos sentidos, ha resultado agitado, portador de grandes cambios.  Tanto en lo social y económico a nivel mundial, como en lo político de nuestro país, y en muchos casos, dentro del seno del hogar, el 2023 ha representado un período que nos marca: En nuestra forma de pensar; en nuestros sentimientos; en el trazado de proyectos personales.  Tal vez, más que otros años, el que termina ha significado un período de incertidumbre, de avance sin retorno.

Hoy es un buen momento para hacer una tregua, tanto dentro de nosotros como en derredor.  Un poner en paz la agitación que tantas veces nos lleva a decisiones precipitadas que luego lamentamos.  Es  hora de sentarnos en la santa paz de mí conmigo a analizar cómo ha sido nuestro actuar a lo largo de los 365 días que hoy concluyen; revisar cuáles han sido las consecuencias de nuestro proceder, y proponernos una mejor manera de hacer las cosas.

Estar con vida hoy es un gran privilegio.   Muchos compañeros de camino no lo han logrado.  Cerraron su ciclo de vida, algunas veces como final de un proceso que ya se veía venir; otras tantas a causa de una situación intempestiva, que corta de tajo la existencia en un tiempo  no previsto.  Hay que recordar que ningún ser vivo tiene el tiempo comprado, y que en cualquier momento puede morir.   Más que vivir angustiados pensando en ello, habría que hacerlo gozosos día con día, minuto a minuto, propuestos a libar las mieles de la vida a toda nuestra capacidad.

Hay ocasiones cuando nos miramos frente al entorno y suponemos que los demás son más afortunados que nosotros; que la vida les ha sonreído de mejor manera a ellos.  En una segunda mirada podremos descubrir que las cosas no son precisamente de ese modo y que es la sensación de satisfacción interna la que proyecta al exterior esa mayor felicidad.  Y si vamos al fondo de las cosas, en el corazón de esas personas que percibimos como afortunadas, hay un motor llamado: “vivir la vida con sentido”.  Esto es, levantarse cada mañana con gratitud en el alma, sintiendo la fortuna de seguir en el planeta, y buscando una razón para poner todas las ganas durante las siguientes 24 horas. 

Hoy es un buen momento para sincerarnos frente a nosotros mismos y revisar cuánto  hemos desperdiciado; todo lo que hemos dejado de hacer o de compartir.  Analizar el sustrato de esos tiempos muertos: ¿No actuamos por falta de motivación? ¿Porque esperábamos que los demás nos animaran y no lo hicieron?... Conviene recordar que a lo largo de la vida nos acompaña siempre un mejor amigo, y ese mejor amigo se llama “yo mismo”.  Es un querido compañero al que hay que descubrir, amar y alimentar.  Es el más leal de todos, el que nunca nos abandona, y el que seguirá ahí, fiel a nosotros, por más que lo despreciemos.  Eso sí, entre mejor tratemos a “yo mismo”, mejor nos la vamos a pasar.

Tiempo de proponernos un proyecto para el 2024.  Uno  que vaya más allá de la propia persona; un propósito factible y planificado, que podamos ir cumpliendo por etapas.   Es hora de someter esos demonios internos que nos llevan al desánimo  y a la molicie; esos que nos hacen creer que, si no es por estímulo de personas externas a nosotros, nada vamos a lograr.

Buena hora para dar gracias al cielo por lo que tenemos.  Para hacerlo, primero habremos de descubrir cada uno de los elementos con que contamos este año.  También habremos de dar gracias por las limitaciones y las dificultades; situaciones contrarias que nos obligaron a sacar lo mejor de nosotros mismos para superarlas.  Darnos cuenta, en ello, de qué somos capaces.

Bendecir el amor de la familia y los amigos. Entender que tal vez no fue un amor perfecto, al fin humano.  Y luego de ello, preguntarnos a nosotros mismos qué dimensiones tiene nuestro amor a ellos, para aprender acerca de la humildad y la empatía.   De los demás, cada uno  ha dado lo mejor que tiene para dar, así no empate nuestras expectativas.  Hemos, pues, de recibir ese amor con profundo agradecimiento.  

Hoy, último día del año, nos damos una tregua personal.  Nos serenamos con nosotros mismos y con la vida, y nos alineamos hacia la luz, para comenzar un año renovados en el interior y cargados de entusiasmo.  Manifestamos nuestra gratitud y nos disponemos a actuar conforme a ello cada día que sigamos sobre el planeta.  Afinamos nuestros sentidos para percibir y nuestro corazón para dar. El mayor beneficio recae sobre nosotros mismos y nuestros seres queridos.  Ya en consecuencia, lo hace sobre el resto del mundo.

Muy feliz inicio del 2024. Que sea, en la vida de cada uno de nosotros, un año muy singular, cargado de profundos cambios y grandes satisfacciones, para goce propio y bienestar colectivo

CARTÓN DE LUY

 


HAUSER - Especial de Navidad 2023

REFLEXIÓN ATRIBUIDA A GANDHI

 - Voy a seguir creyendo, aún cuando la gente pierda la esperanza.

- Voy a seguir dando amor, aunque otros siembren odio.

- Voy a seguir construyendo, aun cuando otros destruyan.

- Voy a seguir hablando de Paz, aun en medio de una guerra.

- Voy a seguir iluminando, aun en medio de la oscuridad.

- Y seguiré sembrando, aunque otros pisen la cosecha.

- Y seguiré gritando, aun cuando otros callen.

- Y dibujaré sonrisas, en rostros con lágrimas.

- Y transmitiré alivio, cuando vea dolor.

- Y regalaré motivos de alegría donde solo haya tristezas.

- Invitaré a caminar al que decidió quedarse.

- Y levantaré los brazos, a los que se han rendido.

- Porque en medio de la desolación, siempre habrá un niño que nos mirará, esperando algo de nosotros.

- Y aun en medio de una tormenta, por algún lado saldrá el sol.

- Y en medio del desierto crecerá una planta.

- Siempre habrá un pájaro que nos cante, un niño que nos sonría y una mariposa que nos brinde su belleza.

Agradezco al gentil Doctor Ignacio León su acertada sugerencia.

"Volver a lo básico, filosofía de vida", la reflexión del Dr. José Anton...

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez



En estas fechas uno busca reencontrarse con los demás, reforzar lazos de unión con nuestros seres queridos. Afloran los buenos deseos, los mensajes positivos, amalgama de sentimientos entre nostalgias, alegrías, reencuentros y desencuentros, sentimentalmente vulnerables.

Difícil sustraerse a manifestar nuestra sensibilidad especialmente en estas fechas, fechas que nos marcan de una u otra manera, a veces llevándonos a una profunda tristeza, otras a una inmensa alegría, pero siempre dejando huella en nuestro corazón.

Quizá porque además, es tiempo del recuento de lo vivido, es la aproximación de un nuevo año, en el que voluntaria o involuntariamente hacemos balances y que en muchas ocasiones no son positivos. Unos deseosos de salir del presente año, como si al cambiar un número en la fecha nos augurara un mejor destino, a veces quisiéramos saltar y de un brinco encontrarnos en el siguiente, como si por acto de magia esto nos resolviera conflictos, o nos mitigara dolores.

Para otros es solo desear continuidad en el bienestar que se ha tenido, es alegría por los logros obtenidos y mucho que festejar por un año que nos deja un sabor a éxito que se desea conservar.

A veces Navidad es un alto en el camino tan solo para meditar, para agradecer, para inspirar profundo y llenar el alma de las más nobles intenciones, que se conviertan en acciones y emociones dignas de ser parte de nuestra vida.

Entretejer anhelos con realidades; tristezas con alegrías, y vacíos con plenitudes, sin dejar un solo espacio que no sea llenado por el amor.

UN DESEO NAVIDEÑO

 
Se activan y traducen subtítulos

domingo, 24 de diciembre de 2023

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

 

CRISTINA PARA NAVIDAD

La vida es algo así como una travesía que habremos de cumplir, desde el primer momento de nuestra existencia.  Para algunos es muy breve, para el resto el puerto se avizora a diversas distancias, y conforme avanza nuestra edad comenzamos a verlo de forma más evidente.  Un final innegable para todos los vivos que, finalmente, se asimila de muy distintas maneras.

Los mexicanos nos caracterizamos por hacer burla de la muerte.  Nuestro folclor está cargado de expresiones que dan cuenta de que la muerte “nos hace los mandados”, como se diría en la jerga popular.  Sin embargo, muy en el fondo, más allá de las artes y artesanías que hacen mofa de la muerte, dentro de cada uno de nosotros existe la certeza del propio final.  Sabemos que, por más que le hagamos “guasa”, no vamos a escaparnos.

Durante la semana que termina falleció Cristina Pacheco, periodista, cronista y presentadora que hizo historia en el mundo de la palabra escrita.  Su formación académica como licenciada en Letras Españolas en la UNAM y la cercanía a su esposo, el gran José Emilio Pacheco influyeron en gran medida en su estilo de contar la vida.  Más allá de esas influencias Cristina Pacheco imprimió una pátina muy personal a su labor periodística: Sus temas –invariablemente—tocaron el corazón humano.

En sus distintas etapas, desde las iniciales como reportera de calle, hasta las últimas en su estudio, la periodista abordó un sinfín de personajes con historias de lo más variado.  Si algo la distinguió fue la empatía con el entrevistado.  En palabras de mi maestra Magali Tercero: Se metía bajo su piel para sentir como los propios entrevistados.   Con toda seguridad fue esta identificación entre entrevistador y entrevistado lo que más será recordado cuando se hable de ella.

Hace unas cuantas semanas Cristina Pacheco, al final de un programa televisivo, dio la noticia de que se retiraba “al menos por un tiempo”.   Su estado anímico traicionó el tenor de sus palabras; lo dijo con voz entrecortada, sabiendo que el regreso no sería posible.  Un problema de salud que al momento de detectarse se encontraba en una fase avanzada, puso fin a su vida.  Hay que decirlo, a su vida física, porque el espíritu con que imbuyó su impecable crónica urbana, la hará seguir presente para futuras generaciones.

Un último guiño de su generosidad: Cristina Pacheco muere en vísperas de la Navidad. Me hizo recordar a mi abuela paterna quien partió a mediados de diciembre, precisamente para, dada la cercanía de la Nochebuena, evitar ser evocada con tristeza.  Cristina nos deja un legado inspirador: Para ella nunca hubo entrevistados de primera o de segunda.  Halló la profunda sabiduría que movía las manos del artesano, del zapatero remendón o del organillero.  A través de su palabra cinceló el material verbal de sus entrevistados, para presentárnoslos de manera más que original  y poner en evidencia que cada oficio es único en nuestra sociedad.  Su labor periodística dignificaba cualesquiera tareas en las que se enfocara.

Un creador nunca muere.  Queda su obra como testimonio que se renueva cada vez que los sentidos de quien se aproxima a ella son tocados por la magia de su creador.  Tomar elementos tan simples como la palabra en su expresión oral, para crear catedrales del amor por la vida, es una forma de trascender, de seguir en este mundo, navegando en las aguas por las que todos emprendemos nuestra personal travesía.  Son obras que hacen las veces de salvavidas, o de faros, o de islas, para que el cansado navegante se reponga, antes de continuar.

¡Qué bello regalo nos deja Cristina Pacheco: la enseñanza de ver a nuestro amado México con ojos de amor! Nos llama a descubrir lo trascendente en lo nimio; lo profundo en lo más leve, y el verdadero sentido de nuestra existencia cada mañana, ahora cuando nuestro sol invernal emerge de oriente como brasa viva, inflamando todo lo que toca.   Los dichos de la artista de la palabra nos llevan a sentirnos más que privilegiados de vivir en donde vivimos, y dar gracias al cielo por ello.

Descanse en paz un gran ser humano a quien habremos de recordar cada vez que fijemos la mirada en personajes  de apariencia modesta, en  los que se encierran grandes maestros en el arte de vivir.  Mucho nos deja ella a todos acerca del uso de  la palabra para descubrir, exaltar y agradecer por el hecho de haber nacido aquí.

Felices fiestas.  Vivámoslas con la sencillez y el asombro de un niño pequeño que forja memorias para toda la vida.  Gocemos con agradecimiento lo que hoy tenemos en nuestra vida y en nuestra mesa, y en la medida de lo posible, compartamos con quien menos tiene.  Que, en ese generoso acto de dar, se acrecienta nuestra propia alegría.

¡Gracias, Cristina, ¡por tu enseñanza de vida para México!

CARTÓN de LUY

 


Feliz Navidad de paz 2023 por las Reales Escuelas Inmaculada

El Cuarto Rey Mago: Leyenda popular

 LA LEYENDA DEL CUARTO REY MAGO

Hay una leyenda que, sin ser parte de la Revelación, nos enseña lo que Dios espera de nosotros: Se cuenta que había un cuarto Rey Mago de nombre Artabán, que también vio brillar la estrella sobre Belén y decidió seguirla. Como regalo pensaba ofrecerle al Niño un cofre lleno de perlas preciosas. Sin embargo, en su camino se fue encontrando con diversas personas que iban solicitando de su ayuda.

Este Rey Mago las atendía con alegría y diligencia, e iba dejándoles una perla a cada uno. Pero eso fue retrasando su llegada y vaciando su cofre. Encontró muchos pobres, enfermos, encarcelados y miserables a los que no podía dejar desatendidos. Se quedaba con ellos el tiempo necesario para aliviarles sus penas y luego continuaba su marcha, que nuevamente era interrumpida por otro desvalido

Sucedió que cuando por fin llegó a Belén, ya no estaban los otros Magos y el Niño había huido con sus padres a Egipto, pues el Rey Herodes quería matarlo. El Cuarto Rey Mago siguió buscándolo, ya sin contar con la ayuda de  la estrella que antes lo guiaba.

Buscó y buscó y buscó… y dicen que estuvo más de treinta años recorriendo la tierra, buscando al Niño y ayudando a los necesitados. Hasta que un día llegó a Jerusalén justo en el momento en que la multitud enfurecida pedía la muerte de un pobre hombre. Mirándolo, reconoció en sus ojos algo familiar. Entre el dolor, la sangre y el sufrimiento, podía ver en sus ojos el brillo de la estrella. ¡Aquel miserable que estaba siendo ajusticiado era el Niño que por tanto tiempo había buscado!

La tristeza llenó su corazón, ya viejo y cansado por el tiempo. Aunque aún guardaba una perla en su bolsa, ya era demasiado tarde para ofrecérsela al Niño que ahora, convertido en hombre, colgaba de una Cruz. ¡Había fallado en su misión! Y sin tener a dónde más ir, se quedó en Jerusalén para esperar que llegara su muerte.

Apenas habían pasado tres días cuando una luz aún más brillante que la de la estrella, llenó su habitación. ¡Era el Resucitado que venía a su encuentro!

El Rey Mago, cayendo de rodillas ante Él, tomó la perla que le quedaba y extendió su mano mientras hacía una reverencia. Jesús le tomó tiernamente y le dijo:

“Tú no fracasaste. Al contrario, me encontraste durante toda tu vida. Yo estaba desnudo, y me vestiste. Yo tuve hambre y me diste de comer. Tuve sed y me diste de beber. Estuve preso, y me visitaste. Pues yo estaba en todos los pobres que atendiste en tu camino."

"¡Muchas gracias por tantos regalos de amor, ahora estarás conmigo para siempre, pues el Cielo es tu recompensa!"

Tomado de la red


CHARLA con el Dr. Lozano Díez: Recuperar la ilusión

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez

A pesar de que estas épocas que para la mayoría son de alegría, a mí me provocan una sensación de tristeza y melancolía, contra lo cual ya no lucho. He aprendido a lidiar con ella sin sumergirme en la tristeza, pero tampoco colocándome una máscara que la encubra. Procuro no contagiar; por el contrario asimilar un poco de la felicidad y el ánimo que fluye a mi alrededor.

Lo que nunca he perdido es esa maravillosa fantasía de que más allá de esta algarabía, de pensar en el pavo, en los regalos, el arbolito, las posadas, nos llegue interiormente un deseo vehemente de prolongar esta emoción que la Navidad nos trae, de que nuestros sentimientos más nobles que emergen al reunirnos con nuestros seres queridos, sea magia que no desaparezca al paso del tiempo.

Mi fantasía es que permanezca el amor, la paz, la armonía familiar. Que si acaso se quebrantó, se restituya, que recobremos el legado de fraternidad que se nos dejó por nuestros padres, que la amistad se preserve más allá de fronteras y del tiempo.

Mi realidad me exige, sin embargo, aceptar que en mí no están todas las soluciones, que desearlo no lo hace necesariamente posible, que el inicio es en mí misma, en aceptarme tal cual soy y sin máscaras, sin ir en contra de lo que realmente pienso, sin intentar agradar yendo aún en contra de mi conciencia y mis deseos, aceptar entonces que no tengo que competir por un lugar privilegiado en la vida de nadie, y que cuando se me sea dado, a cambio no me quedará sino agradecerlo, corresponderlo, sin que pierda de vista que los sentimientos son energía que en cualquier momento y bajo circunstancias diversas, se transforman.

Saber apreciar los afectos, pero también saber que como seres falibles, podemos perderlos, por errores propios, por malentendidos, por percepciones equivocadas.

Entre mi fantasía y mi realidad, deseando que todos y cada uno de nosotros, tengamos en este tiempo por lo menos unos minutos para meditar lo que realmente nos lleve a dejar que la vida transcurra sin añadirle nosotros momentos de infelicidad. Provocar los momentos buenos, los malos nos llegan solos.

Mi deseo, nacido de un corazón que ama y lucha por mantener vivo el amor dentro de él, para todos, amigos, familia querida, es que tengamos una "FELIZ NAVIDAD"

CORTOMETRAJE ANIMADO: Regresa para Navidad.

domingo, 17 de diciembre de 2023

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

 

RECUERDOS DE TEMPORADA

Diciembre es una buena época para ponernos en contacto con nuestra propia sensibilidad; dejar que nuestras memorias nos asalten, para descubrir cuán afortunados hemos sido.

La infancia es el núcleo de esa vida que más delante habremos de emprender por cuenta propia, hasta el último aliento.  Como niños no alcanzaríamos a medir la trascendencia de esa época.  No es hasta que somos adultos que entendemos cuánto hay implícito en esos días en los que todo parece transcurrir sin mayores sobresaltos.

Cada uno de nosotros tiene  memorias como tesoro personal y único que, en temporadas como la que hoy estamos viviendo, aflora en su máxima expresión.

El ser humano nace y crece en circunstancias muy diversas, pero a final de cuentas, en la generalidad de los casos, todos transitamos por escenarios similares: Tenemos una o más figuras de padres, varios abuelos, hermanos y una familia extendida que puede variar en tamaño.  Los recuerdos que evocan esas experiencias en torno a la Navidad están provistos de una magia particular.  Como niños somos arropados por un cariño muy manifiesto, que difícilmente habrá de expresarse de igual modo más delante en nuestra vida.

Recuerdo mis primeras cenas navideñas en casa de la abuela materna.  Viuda y con las hijas casadas, vivía sola en una casa de estilo muy tradicional en el centro de Torreón, sobre la calle Morelos.  Penetraba uno a un largo zaguán provisto de blancos macetones altos cubiertos por pedacería de espejo, rematados  en lo alto por helechos de un verde muy vivo.  Dicho zaguán desembocaba en un espacio amplio y luminoso, en el que habitualmente recibía a sus invitados.  Cosa curiosa, cada vez que escribo alguna narrativa que involucra una casa habitación, no puedo dejar de imaginar que se trata de esa casa y el amplio recibidor de la abuela. Provista de un patio central, en torno al cual se distribuían cuartos a ambos lados: hacia la derecha una salita, la recámara de mi abuela, un baño con tina, el antecomedor y al fondo la cocina.   Hacia la izquierda una oficina seguida por una recámara que yo ocupaba durante mis visitas de fin de semana; más delante un baño con azulejos verdes en dos tonos, y el comedor.  En ese último salón se preparaba la cena navideña después de misa “de gallo”.  Mis recuerdos  son intermitentes.  La abuela murió antes de que yo cumpliera los cuatro años, por lo que, la corta edad y la siesta previa a la misa y el desvelo, no  generan las mejores memorias.

Otros personajes con funciones de abuelas eran las vecinas frente a la casa paterna: Doña Herlinda y Delfina, mujeres mayores  que atendían un estanquillo que vendía de todo: Cada sábado de invierno preparaban tamales para venta, y tenían una vitrina repleta de alfeñiques.  Con un peso de entonces podían comprarse 5 tamales o 5 alfeñiques. ¡Tiempos aquellos! Para diciembre desocupaban una habitación completa para instalar un nacimiento de figuras de barro que escenificaba, desde la Creación hasta el nacimiento del Niño Jesús.  Su negocio estaba a un costado de la Catedral del Carmen, en donde cada tarde, iniciando el día 16, se llevaban a cabo las posadas, que congregaban a toda la chiquillada de los alrededores.  Hacíamos la procesión cantando las tradicionales estrofas, llevando una velita encendida que no pocas veces amenazaba con apagarse por efecto del viento.

Hay un sinfín de historias que llegan como destellos, escenas de episodios que vivimos en épocas navideñas en familia.  La constante en todos ellos era estar dispuestos a pasarla bien. Los tiempos actuales nos empujan a vivir a tal velocidad, que no tenemos ocasión, ni de disfrutar momentos así de mágicos ni de recordar los que vivimos siendo niños.  Todo resulta en una carrera por ser los más rápidos en llegar quién sabe a dónde, privándonos de esos pequeños goces que más delante atesoramos como valiosos abalorios.

Fiestas decembrinas: Una buena oportunidad para recordar que el motivo de celebración es el amor, no la billetera.  Que lo más valioso que un ser humano puede dar a otro, suele no tener un precio en el mercado: Una llamada, una visita, hacerse presentes para así, sembrar memorias que luego puedan atesorarse.  Dar el mejor de los regalos comenzando por nosotros, recordar que al primero que hay que amar es a uno mismo.  Reconocerlo, apapacharlo y animarlo a seguir más delante.  Y luego a los demás.  Evocar esos momentos luminosos que contribuyeron a ser lo que ahora somos, y descubrir que, finalmente, lo más valioso está en el corazón.

Terminamos con unas sabias palabras de la actriz inglesa Joan Winmill  Brown: Cuando llega el día de Navidad, nos viene el mismo calor que sentíamos cuando éramos niños, el mismo calor que envuelve nuestro corazón y nuestro hogar.

CARTÓN de LUY

 


La verdadera historia de la navidad | Documental History Cannel

POESÍA de Héctor Olveda

TREGUA DE PERROS

Cuando mediar no consigo
siquiera un pleito de perros,
ser los mejores amigos
de ellos mismos, les sugiero
agregando que el humano
aunque de serlo se precie,
se vuelve contra su hermano
y el resto de las especies.
Que si te estima valiente
le asombras agradecido,
a quien hallar no ha podido
tal virtud entre la gente.
Gocen pues del preferente
sitio por ser fieles canes
de nosotros los "humanes",
dicho en lenguaje incluyente.
Y que por siempre transforme
tu slogan de perro y ser
"Mejor amigo del hombre
Pero más, de la mujer".





"Tu actitud es tu vida": Charla con el Dr. José Antonio Lozano Díez

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez



La vida transcurre velozmente, no da tiempo siquiera a conocernos bien a nosotros mismos, menos a los demás. Tenemos una senda que se nos marca desde el nacimiento, bajo la tutela de unos padres que siguen patrones de conducta con los que fueron educados, con más o menos enmiendas según consideren les fueron adversos, inadecuados.

Y seguimos el camino trazado, muchas veces equivocado, porque ni siquiera nos percatamos de que interiormente no nos satisface, pero sí llena las expectativas de lo que de nosotros se espera, otras veces con la fortuna de que nos satisfaga y permita que llevemos una vida equilibrada, plena.

Es difícil seguir el constante vaivén de la vida, caminos a veces tan intrincados que nos obligan a improvisar, a echar mano de habilidades para mantener el rumbo, a veces para cambiarlo, porque habíamos tomado la ruta equivocada.

Saber a donde y con quien queremos seguir el viaje, dejando a un lado ese equipaje emocional que nos confunde, que nos nubla la mente, la razón. Aquello que duele y quita espacio a llevar con nosotros tan solo lo que arrope el alma, que alimente el espíritu y nos mantenga lo más sanos posibles en mente, cuerpo y alma.

A veces el cuerpo derrama el sobrepeso de tanto dolor contenido, apareciendo como cascada una serie de malestares que no son sino respuesta a lo que interiormente se ha dañado.

He dicho ya antes que la vida es constante aprendizaje, nunca dejamos de sorprendernos de nuestras actitudes y las ajenas, a veces tardamos demasiado en reconocer que cada quien somos responsables de nuestras vidas, que con hacernos cargo de eso y evitando dañar vidas ajenas, ya estamos logrando lo suficiente.

Dedicar más tiempo a sanar heridas, a no hacer a los demás víctimas de nuestros traumas, a impedir serlo nosotros mismo, siendo conscientes de que únicamente somos instrumento para que descarguen en nosotros rencores, resentimientos añejos en los que poco o nada tenemos que ver.

Empatía que no nos lleve a involucrarnos al grado de afectarnos, solidaridad que no implique entrometimiento, respeto, tolerancia, amor al prójimo sin dejar a un lado el amor propio. Aspirar a que la vida nos alcance para no morir antes de tener la sabiduría para vivir y dejar vivir en paz.

Canción para campanas para 5 Cellos: Grupo Pentatonix

domingo, 10 de diciembre de 2023

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

 


ESPERANZA RENOVADA

Vengo regresando de un viaje maravilloso a Guadalajara.  Asistí a la 37ª edición de la Feria Internacional del Libro, evento que reúne autores, editoriales y lectores de toda Iberoamérica y más.  En esta ocasión la invitada fue la Unión Europea.

De entrada, se antoja imposible imaginar que los casi 120,000 metros que tiene  la área de la Expo Guadalajara vaya a ser ocupada por instituciones del más diverso orden, que tienen que ver con la palabra escrita.   A ratos resulta  sofocante la cantidad de personas que circulan en uno u otro sentido por los largos pasillos señalados con letras y números, tanto en el área nacional como en la internacional.   Conforme el programa se puede asistir a presentaciones de libros, conversatorios, mini talleres y espectáculos artísticos, todo de manera gratuita.  El boleto de 25 pesos da derecho a entrar a cualquiera de ellos, siempre y cuando haya cupo.

En esta oportunidad mi asistencia a la FIL tuvo dos motivos: El primero fue el goce de asistir; el segundo fue la emoción de participar en la presentación de una antología que escribimos 8 talleristas a lo largo de más de dos años, en reuniones virtuales con un gran maestro que nos coordinaba desde España, dentro de una plataforma que se ha consolidado como una de las más importantes del país. Habíamos desarrollado una amistad tan estrecha, que ese primer encuentro presencial entre quienes tuvimos ocasión de asistir –afortunadamente la mayoría del grupo--  fluyó como el agua, como si nos conociéramos de toda la vida.

Lo que más me sorprendió de la experiencia y que motiva mi colaboración de hoy, es la enorme asistencia y el entusiasmo de niños y jóvenes a lo largo de los días que pude estar presente en la FIL: Algunos en grupos escolares o de niños exploradores organizados por adultos.  Otros muchos  adolescentes que, al parecer, acudían por cuenta propia.  Me sorprendió gratamente percibir su interés en distintos títulos; las preguntas hacia los encargados y su asistencia a presentaciones de obras.  Podían haber estado haciendo cualquier otra cosa, pero estaban ahí, echándose un clavado en los exhibidores de las distintas casas editoriales.  Esas imágenes quiero conservarlas muy frescas, para esos ratos cuando declina el ánimo pensando en que la juventud es indiferente ante el entorno y sus desafíos.

Resultó muy grato poder participar en la presentación, en el módulo del INE, de un libro escrito por Andrés Acosta.  Se intitula: “Más que un día de campo”.  De una forma divertida, con el apoyo de ilustraciones, el autor facilita la creación de la conciencia ciudadana y la razón por la que un sistema requiere de tres poderes para mantener el equilibrio y alcanzar la justicia.  Encuentro que es una obra que merece tener amplia difusión entre los grupos escolares para lograr que los Tres Poderes de la Unión no sean letra muerta en los textos escolares (si es que la NEM no los ha eliminado de sus páginas), sino que se entiendan como un mecanismo de pesos y contrapesos que facilita que la maquinaria del sistema funcione de manera idónea.

Me alegra que dicha presentación haya contado con la asistencia de muchos niños y jóvenes, y que esas palabras del escritor se siembren en la tierra fértil de sus frescas conciencias.  

El valor de la lectura es inconmensurable.   Los autores nos invitan a un paseo por sus percepciones; lo hacen desde la libertad, nunca desde el adoctrinamiento.   Como lectores estamos en capacidad de decidir si atendemos o no la invitación que nos hacen.  Es, además, una lectura a través del tiempo y del espacio.  En las páginas de un libro conocemos los hábitos y costumbres de otras épocas y regiones.  Llegamos hasta el origen de los principios que han impulsado a la humanidad en distintos momentos.  Podemos emprender una lucha al lado de personajes que han cambiado la historia, o acompañar a los vencidos hasta entender las razones que se han incubado en su corazón.

La lectura es un elemento generador de conciencia; sus alcances son mayores, de ahí su valor.   Con un lápiz y un papel se puede cambiar al mundo, como dijera Malala Yousafzai; en cada texto mora un  maestro capaz de moldear a la humanidad; descubrir nuevos senderos, y trazar rutas por conquistar.   Es una pena que parte de la población perciba la lectura como un quehacer obligatorio y aburrido. Sucede porque no han tenido los mejores maestros, unos que los animen a hallar en las páginas de cada libro un mundo nuevo por descubrir, un viaje tan interesante como el que más, por emprender.  En ello la función de los cuentacuentos es fundamental.  Si quien lee una historia lo hace inyectando magia a sus palabras, el niño comenzará a apreciar las cosas de otra manera.

Hoy regreso de la FIL23 con la esperanza renovada

CARTÓN de LUY

 


NAVIDAD con Hauser Primera parte

POESÍA de Leticia Rojas, escritora venezolana

SI YO TUVIERA UNA ESTRELLA


Si yo tuviera una estrella

que brille como en Belén,

alumbraría a mi patria

Para verla renacer.

 

Le pido al niño bendito,

al Dios que está por nacer

que nos regale el milagro

de resucitar como él.

 

Y que esta tierra grandiosa

--como en sus días lo fue—

vuelva a brillar y a ser libre

y a recuperar la fe.

 

Que sea un país de optimismo

y que impere la honradez.

Que pueda más la confianza

que el miedo a vivir en él.

 

Si yo tuviera una estrella

que brille, como en Belén

¡Alumbraría a mi patria

para verla renacer!


Discurso sobre la vida por parte del Senador Juan Pablo Adame Alemán

 
El Senador falleció el día 5 de diciembre, a causa del cáncer (DEP)

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez


Uno aprende de los errores, más de los propios que de los ajenos.

Errar es de humanos, herrar es para animales, si yerro es por que falible soy, por eso no soy juez de hierro cuando de juzgar a otros se trata.

¡Mala yerba nunca muere!, hoy lo oí y aunque me hierva la sangre, mucho tiene de cierto, porque aún en el desierto sigue siendo esto verdad.

Y malhaya quien no comprenda, que aunque haya sido muy bueno, la muerte lo halla porque lo halla, y hasta al más allá lo lleva.


Y si el hubiera no existe, créanme que menos el "haiga".

VIDEO acerca de la bondad

lunes, 27 de noviembre de 2023

VIDEO navideño sobre la empatía

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

 

UNA MISMA NAVE

El mensaje emitido por la Presidencia de Norteamérica con motivo del Día de Acción de Gracias me resultó altamente inspirador.  Da cuenta de una nación que, más allá de las personales convicciones  de los individuos, trabaja por la unidad.  A pesar de vivir en una ciudad fronteriza  por varias décadas, la fecha no es tan representativa como resulta para muchos otros.  Con seguridad ellos pertenecen a familias que se han dispersado a través del Río Bravo y comparten muchas tradiciones.  No es mi caso, a pesar del tiempo que tengo en esta ciudad.

Habiendo dicho esto, me quedo con una reflexión en mi interior: México ha sido un país que nació mestizo de origen.   Los pueblos originarios mezclaron su sangre con la de  conquistadores españoles para dar pie a una nueva raza, llamada por Amado Nervo “raza de bronce”, poseedora de rasgos de uno y otro lado del Atlántico para conformar una identidad única, que tradicionalmente ha descollado en el arte, artesanía, gastronomía, y minería, por citar algunas.  Ese mestizaje de origen que se fundió en un color de piel como el bronce, dio magníficos resultados desde hace poco más de medio siglo.  Para la Unión Americana la inmigración tuvo otros patrones, tal vez más tardíos y segmentarios.   Los pueblos originarios quedaron limitados o desaparecieron, y las influencias fueron fundamentalmente europeas, en particular  británicas, y ya más delante de pueblos cuyas raíces se hallaban en el continente africano y el asiático. 

La integración de poblaciones procedentes de otros puntos geográficos en la Unión Americana, al momento actual, se antoja más armónica que lo que sucede en México.  La 4T ha apelado a marcar diferencias cada vez más notables en terrenos en los que, hasta hace algunos años, lográbamos armonizar sin problema.  La polarización y el enojo nos ha puesto unos contra otros, y nos impele a tomar partido.  La idea de procurar un entendimiento entre dos posturas distintas es vista como traición a la patria, orillando a asumir posturas maniqueas.  Como las películas de indios y vaqueros, somos “buenos” o “malos”, sin un natural término medio.  Y es a partir de esas posiciones extremas como se busca conducir al país.   Al que ha tenido menos oportunidades se le victimiza, y al que ha tenido más se le señala con dedo de fuego.  Viene a mi memoria aquella frase atribuida a Abraham Lincoln sobre el sistema económico. Sabiamente dice: “No se puede ayudar al pobre destruyendo a los ricos”.

El ideal de justicia de una nación lleva implícito el reconocimiento a las necesidades de todos los ciudadanos.   Parte  del libre ejercicio para la mejora de la economía doméstica de las familias, siempre y cuando se desarrolle en un clima de ética y respeto.   Además, es menester tomar en cuenta que todo derecho lleva su correspondiente deber.  Tal es el caso del pago de impuestos, obligaciones fiscales frente al estado, que nos permite  gozar los derechos que marca la Constitución.  Un sistema en el cual unos aporten para que todos reciban, no es autosustentable en el largo plazo, pues los recursos terminan por agotarse.   Además, hay que decirlo, el llevar a cabo un trabajo para obtener un salario, permite al individuo sentirse realizado como persona.  Abona a su dignidad y amor propio.

Cualquier sistema político llevado al extremo es perjudicial.  El Capitalismo llevado al extremo ha condicionado élites con un gran potencial económico sobre una base poblacional  limitada en recursos financieros.  La forma de resolver la ecuación radica  en capacitar, con particular énfasis en  los ciudadanos de esos estratos económicamente más débiles, con el propósito de que mejoren sus condiciones de vida.  Procurar que por ellos mismos salgan adelante en forma progresiva, hasta convertirlos en ciudadanos capaces de emprender lo propio.

Este 2023 el jueves de Acción de Gracias me ha dejado una importante enseñanza: Es menester cohesionarnos como sociedad; conocer y reconocer lo que somos y tenemos; enorgullecernos por ello, y comenzar a salir de ese marasmo emocional con ocasionales brotes sulfurosos, para integrarnos como nación.  Una nación con raíces, principios, valores y propósitos, para la cual el límite sea el que ella misma se proponga desde dentro y no a partir de  condiciones externas.  Un crisol de ciudadanos distintos, capaces, propositivos, dispuestos a dar lo mejor de sí mismos para el bienestar de todos.   Y así como los estadounidenses dan gracias en una fecha específica por sus condiciones de vida, poder nosotros comenzar a agradecer nuestra cuna mestiza, con todas sus maravillosas potencialidades.  Que lejos de estar enfrentándonos como hemos venido haciéndolo, encaminarnos en la búsqueda de acuerdos, dado que todos vamos en la misma nave.

domingo, 26 de noviembre de 2023

CONFETI DE LETRAS

 

De nada sirve cambiar la forma en que ves la vida si solo la percibes a través de la vista.

Diría e zorro en el libro del Principito: "Solo se ve con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos". Contrariamente a ello reza el refrán que ojos que no ven, corazón que no siente.

¡Miserable corazón aquél que solo se nutra a través de imágenes recibidas por los ojos! Percibe la vida con el alma y aún con los ojos cerrados ¡encontrarás en ella maravillas!

Las heridas de la infancia en la edad adulta: Marian Rojas Estapé

POESÍA de Xavier Villaurrutia

 Soneto de la esperanza

Amar es prolongar el breve instante
de angustia, de ansiedad y de tormento
en que, mientras espero, te presiento
en la sombra suspenso y delirante.

¡Yo quisiera anular de tu cambiante
y fugitivo ser el movimiento,
y cautivarte con el pensamiento
y por él sólo ser tu solo amante!

Pues si no quiero ver, mientras avanza
el tiempo indiferente, a quien más quiero,
para soñar despierto en tu tardanza

la sola posesión de lo que espero,
es porque cuando llega mi esperanza
es cuando ya sin esperanza muero.

Tomado del blog "Zenda" de Arturo Pérez-Reverte

CARTÓN de LUY

"Ave Maria": Voces increíbles desde el claro de una escalera

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

 

EDUCACIÓN Y RESPETO

En fechas recientes tuve la oportunidad de participar en una sesión  con el comunicador Andreu García Molina.  Habló sobre la vida y obra de María Montessori.   Tomé mis apuntes digitales, para resguardar los elementos clave de la presentación, para después  repasarla ya con más tranquilidad.  Hallé cosas muy interesantes que hoy quiero compartir.  Es buen momento para repasar los principios de este método de enseñanza para niños y jóvenes.

Estamos viviendo unos tiempos en que el rubro “educación” sufre constricciones y moldeamientos que  distancian al estudiante de la posibilidad de emprender su propio proceso educativo, desde la libertad.  A ratos pareciera que las cabezas de los estudiantes son embudos a través de los cuales el sistema se propone inyectar contenidos prefabricados, como quien llena un saco de granos.  El maestro se concreta a volcar en el entendimiento del alumno una serie de fórmulas, datos históricos y procesos matemáticos apelando a la memorización.  Ello no permite al ser humano que mora dentro de cada estudiante generar su propio proceso de pensamiento.  Lo enseñamos a manejarse según  lo establecido por mero protocolo, sin darle la libertad para diseñar o elegir su propio camino.

Mi hijo nació con una particular inteligencia lógico-matemática que le facilita dichas materias desde muy pequeño.   De niño le enseñaban en el aula un modo de resolver un problema, pero él aplicaba otro camino para llegar al mismo resultado.  Nunca hubo dificultades  hasta que entró a preparatoria, nivel en el que el maestro de álgebra casi lo reprueba en un examen por no haberse apegado al método que él les enseñó para resolver los problemas.  En su terrible decepción porque su libertad había sido coartada, entendí que los métodos tradicionales maniatan el modo de pensamiento del joven para someterlo a la borregada.

En esta ocasión, repasando vida y obra de María Montessori me quedó muy claro que su metodología reconoce la individualidad del alumno y le faculta para actuar con libertad.  Ello no implica que el chico haga lo que quiera en clase, pero sí le permite hacer uso de opciones que vuelvan atractivo y divertido el proceso de aprendizaje, para llegar finalmente al mismo destino.

Es notable descubrir que María Montessori emprendió grandes cambios en el proceso educativo hace poco más de un siglo, cuando la mujer estaba sujeta a normas sociales muy conservadoras.  Ella probó en los campos de la ingeniería y la medicina antes de descubrir que su pasión estaba en las áreas educativas, las cuales revolucionó.  Además, se apoyó con métodos antropológicos y psicológicos, que le otorgaron una panorámica más amplia de la situación.  Aplicando el método científico comenzó a observar a niños de casas hogar, con diversos grados de retardo mental, los que detentaban un comportamiento marginal.  Su proceso de seguimiento de ese grupo de niños fue de larga duración, lo que le permitió plantear hipótesis e ir ensayando métodos, hasta que diseñó uno que le facilitó llevar la conducta de esos niños silvestres a emparejarse con los estándares que exigía la sociedad de principios del siglo veinte.

A partir de esa experiencia inicial, comenzó el diseño de un método para la educación estandarizada de niños libres de problemas de marginalidad, obteniendo resultados extraordinarios.  En 1907 implantó exitosamente el primer centro de educación para niños. A partir de ese momento su método fue solicitado por los sistemas educativos de diversos países.  Durante la Primera Guerra Mundial se desplazó a la Unión Americana, en donde fundó centros escolares  al lado de Alexander Graham Bell y Margaret Wilson. Y así como fueron de exitosos, más delante decayeron, por cuestiones meramente políticas.  En los Estados Unidos se debió a la aparición de un libro de un educador de apellido  Kilpatrick, que desacreditaba los principios del método. Algo similar ocurrió con el auge y caída en la Italia de Mussolini y la Alemania Nazi. En 1936 el advenimiento de la Guerra Civil Española  llevó a la educadora a la India, en donde estableció importantes vínculos con la Sociedad Teosófica.  En 1946 regresó a Europa, específicamente a Países Bajos, en donde falleció en 1952.

A diferencia de los métodos tradicionales, el  Montessori provee al chico de la libertad para elegir cómo aprender, partiendo del principio de que la libertad de elección fomenta la concentración.  Permite al chico escoger, siempre y cuando se haga responsable de las consecuencias de sus propios actos, desarrollando así la conciencia social y  respeto por los demás y por el planeta.

“El niño es el padre del hombre”: Frase de María Montessori que simboliza la profundidad del concepto educación.  Buen momento para revisar cómo andamos.

CARTÓN de LUY

 


“FANTASÍA GRIEGA”, Conjunto Loktev.

CONMOVEDORA IMAGEN OTOÑAL

 

¡Qué difícil debe ser tener hambre, tener frío, tener miedo, y no ser capaz de expresarlo!

CHARLA DEL DOCTOR LOZANO DÍEZ: El sosiego: una filosofía de vida

 
Dentro de todas las charlas del Doctor, siempre estupendas. ¡esta me pareció excepcional!

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez

Se da por hecho que con los años uno adquiere sabiduría. Una de las fortalezas de la vejez es la de ser capaces de aconsejar, porque la vida nos da la experiencia y la confiabilidad.

Quizá por mi profesión de pediatra, tengo la inercia a aconsejar, a dirigir en cierta forma conductas de vida y sentirme satisfecha de hacerlo, porque generalmente me hizo ganar afectos y agradecimiento. Pero sembrar en diferentes terrenos con la misma técnica no funciona, sentir que podemos seguir siendo factores de cambio en la vida de los demás, sin tomar en cuenta hacia quien o quienes nos dirigimos, y sintiendo además que podemos mejorar la vida de los demás marcando pautas de vida acorde a la nuestra, como si fuéramos un modelo a seguir, con una crítica velada que se queda atrás de un acto, quizá de buena intención, pero de modificar lo que a nuestra manera de pensar o de ser no está bien, y que finalmente termina siendo una agresión y no una acción que se agradezca, porque ni siquiera fue solicitada.

Saber cuándo, a quién, y cómo prestar ayuda, sin la soberbia de creer que tenemos la sabiduría para resolver todo problema, sin sentirnos modelo a seguir, con la prudencia para dejar a cada quien vivir a su manera sin entrometernos, respetando, sin considerar que hay una sola forma de hacer las cosas y que la mejor es la propia, porque la vida se vive en formas distintas sin que ello signifique que sea mejor o peor que la que uno decidió.

A veces se tiene que tocar fondo, para lograr aprender la lección que la vida te está dando, aprender a través de personas que quizá fueran las que menos pensaras en medir tus palabras, en no dar consejos no solicitados, en que amor significa acompañar cuando se solicita tu compañía, ser humilde para reconocernos con tantas carencias y errores que no nos es dado señalar patrones de vida.

Vencer la inercia a ser guía, y dedicar los años que de vida me queden a guiar la propia, aprender de cada desencuentro sin que esto dañe los afectos y los vínculos de amor que nos mantiene el alma encendida.

Vejez definitivamente no es sinónimo de sabiduría, pero creo que sabio si es reconocer errores, "resetear el alma" dejar vivir y vivir en paz.

Los animales más divertidos del 2023

domingo, 19 de noviembre de 2023

POESÍA DE HÉCTOR OLVEDA

Fábula del camaleón

Espejo universal, perjuro entorno.
Sensual embaucador, una falacia
que a la vista se pierde y fuera gracia
de no tener virtudes como adorno.
Las que a veces delatan su contorno
granulado reptil, que Damasquina
lleva la piel y un rabo sin bochorno
igual que una rizada serpentina.
De la giba que tiene su cabeza
a la sierra que pasa por su espalda
brilla un cielo color azul turquesa
y una veta carnosa de esmeraldas.
A la parodia que inventa de lo cierto
no escapa ni telón, ni utilería
cuando disfraza la sublime cobardía
el recurso teatral de su pigmento.
Talento que brota a sus escamas
como lunar que viene de familia
igual imita la angustia de una rama
que un pétalo feroz de buganvilia.
Se aleja, de sitios y de gente
camuflaje de tedio y de fantasma
y del aire que corre se le plasma
El inocuo color del trasparente.
Camaleón; te pareces a Dali y
a Mata Hari.
A la obra de arte de un espía.
Al Fakir, al ojo del vidente
Y al vagón de un prehistórico
tranvía.
Copista magistral, cara de asceta.
Divina majestad de los contrastes
tienes por dentro rendida la paleta
Del Greco, de Rembrandt, de Velázquez.
Criatura inerte, de pronto se oscurece
y el color de su mágico holograma
se prodiga fastuoso en una llama
como el astro que de luz se desvanece.
A la fábula jamás desencantada
del camaleón, no falta moraleja
“Quien a un mundo de sombras se asemeja
Se confunde tan solo con la nada."

PUBLICACIÓN DE EDITORIAL SEXTO PISO ESPAÑA

 

Valeria Luiselli se convierte en la primera escritora latinoamericana seleccionada para la Biblioteca del Futuro (@futurelibraryno)

🌲 La Biblioteca del Futuro, ideada por la artista Katie Paterson en 2014, invita cada año a un escritor a contribuir con un manuscrito que permanecerá sellado, inédito y sin leer durante un periodo de 100 años. En 2114, las obras recopiladas se publicarán en forma de antología.
@valeria_luiselli: «Mi hija pequeña tendrá noventa y tres años en 2114. ¿Debo escribir tendrá o tendría? Mi hija mayor podría tener ciento cinco. Son matemáticas difíciles de pronunciar en voz alta, un horizonte difícil de imaginar. Estoy segura de que ahí estarán las montañas. Habrá vastos desiertos, selvas enmarañadas, vientos y tormentas. Habrá micelio. Los océanos estarán allí, hinchándose y retirándose como llevan haciendo tanto tiempo. Estoy bastante segura de que las aplicaciones y los códigos QR se habrán vuelto tan obsoletos como lo son ahora las máquinas de fax y los beepers. Y es un alivio imaginar eso. Quizá no haya fronteras nacionales, ni directores ejecutivos, ni cáncer. Y eso también es bueno imaginarlo. Estoy segura de que habrá curiosidad, y gente que se enamore perdidamente, y largas conversaciones. No es tan difícil de imaginar. Acepté esta hermosa invitación para formar parte de la Biblioteca del Futuro porque espero, con toda mi fuerza y anhelo y capacidad de imaginar, que en el año 2114 abunden las partituras musicales, los caballos salvajes, los coros a capella, las pinturas al óleo, los baobabs, las predicciones astrológicas, las ballenas jorobadas, las lenguas antiguas y nuevas, los saguaros en flor, las manos que escriben y los ojos que leen». 
🌲 Luiselli, décima autora seleccionada, presentará su manuscrito en el bosque en mayo de 2024, siguiendo los pasos de Margaret Atwood, David Mitchell, Sjón, Elif Shafak, Han Kang, Karl Ove Knausgård, Ocean Vuong, Tsitsi Dangarembga y Judith Schalansky.
🌲 Se plantan 1000 árboles en la Nordmarka de Oslo. En 2114 los textos se imprimirán en papel fabricado con estos árboles.
¡Enhorabuenísima, Valeria!

Tomado de la página de Fb de mi querida Margarita Aguilar.

miércoles, 15 de noviembre de 2023

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

 

EL BUEN BUEN FIN

Como viene sucediendo desde hace varios años, en estos días se lleva a cabo la serie de promociones comerciales englobadas bajo el término “El buen fin”, que se adelanta cronológicamente a su equivalente norteamericano denominado “Black Friday”.

La historia norteamericana del Black Friday está asociada al Día de Acción de Gracias, celebrado desde  1863 cuando el entonces presidente Abraham Lincoln proclamó el jueves 26 de noviembre de ese año como una fecha nacional para dar gracias.  Décadas después, al finalizar la etapa de la Gran Depresión en la Unión Americana, Roosevelt ajustó la fecha para facilitar las compras por parte de los ciudadanos que apenas comenzaban a recuperar su economía familiar, fijando el tercer jueves de noviembre y no el cuarto, como Día de  Acción de Gracias.  Finalmente, un par de años después, la fecha regresó a su original cuarto jueves del penúltimo mes del año, dando con ello por iniciada la temporada navideña.  Otro factor que se atribuye para bautizar la fecha como “viernes negro”, tiene que ver con las finanzas.  Los comercios intentan mantenerse en números negros y evitan los números rojos, que señalarían pérdidas.

Fue a partir del 2011 que México organizó su equivalente denominado “El buen fin”, evento que cada año adquiere mayor relevancia.  Se fija el viernes previo a la conmemoración de la Revolución Mexicana y cumple funciones similares de descuento en mercancía y promociones.

Como sucede en algunas otras ocasiones, las ofertas de finales de noviembre ponen a prueba nuestra templanza comercial.  Los clientes  sabios han planificado a lo largo del año los productos que planean adquirir en esos días, de manera que su economía doméstica se mantenga estable el resto del año.  Hay, por otra parte, quienes se lanzan hasta en forma irracional, movidos por la atracción hacia la mercancía en oferta, llegando a endeudarse para el resto del año.   Para acabar de complicar las cosas, ese gancho comercial de “meses sin intereses” los atrapa como peces hambrientos.  Tal vez pasadas dos o tres semanas la emoción de la compra se ha extinguido y el entusiasmado cliente se da un frentazo con la dura realidad, y eso que aún no cae la primera parcialidad de cobro de la tarjeta de débito o crédito.

Dado que vivimos en un mundo cien por ciento mercantilizado, esta es una buena oportunidad para analizar nuestros propios hábitos de consumo. ¿Qué elementos nos activan esas ansias por comprar, aun lo que no necesitamos y nunca usaremos? ¿Es una forma de demostrar nuestro poder, aunque sea por un ratito, sin importar que más delante estemos sufriendo para pagarlo...?

Es muy interesante estudiar a la clientela mexicana de todos órdenes de acuerdo con su forma de responder a las ofertas.  Está aquel al que le brillan los ojos frente a los aparadores y simplemente, plástico en mano, se lanza a comprar sin pensarlo.  A tal grado le seducen las mercancías que es capaz de adquirir cosas que ni siquiera son para su persona.  Lo hace con la mentalidad de que, es tan fantástica la oferta, que hay que comprar y ya luego se buscará a quién regalar.   Otro cliente de este grupo es el eterno dietético que compra prendas de vestir dos tallas menores a su talla actual, asegurándose a sí mismo que, teniendo frente a sí ese bello traje, bajará porque bajará de peso… Tal vez lo consiga, lo que sucede en el menor número de casos.  La mayoría de ellos baja a un ritmo tan lento, que para cuando finalmente entran en la prenda, ya está pasada de moda.  O el que, no habiendo logrado su objetivo de pérdida de peso se fastidia de ver la indumentaria esperando ser estrenada, y la lanza hasta el fondo de su closet de un solo golpe, con una mezcla de frustración y enojo.  Algo similar sucede con adornos, utensilios de cocina o enseres para pesca.  Como si se estableciera un circuito pupila-cartera que nos impele a gastar de una manera en cierto modo compulsiva.

En este escenario tenemos dos posibilidades: La del mal buen fin, ese que nos hipnotiza y nos lleva a la hecatombe.  Y por otro lado tenemos  el buen buen fin, ese que se aprovecha de manera planificada y racional, para  comprar aquello que conscientemente determinamos que hace falta, y gastamos con moderación, de modo de no representar una carga en nuestro presupuesto familiar.

¿En qué fila se apunta, mi querido lector?

domingo, 12 de noviembre de 2023

CARTÓN de LUY

 


CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

 

REGALO DE VIDA

En el curso de la semana que termina se conmemoraron 99 años de la primera transfusión sanguínea segura de humano a humano, llevada a cabo por el doctor Luis Agote en Argentina, un 9 de noviembre de 1914.

Como algunos otros temas de nuestra sociedad, la donación de sangre y/o sus derivados es un tema que no acaba de prender bien a bien.  Los donadores ideales, individuos jóvenes y sanos, no parecen externar mayor interés en hacerlo.   Lo primero que viene a mi mente para explicarlo es la falta de cultura médica.  Este grupo de población no posee los recursos para abarcar lo que una emergencia de salud representa, situaciones en que la vida de un paciente pende de un hilo, y la falta de sangre puede llevar a la muerte.

Un segundo elemento podría relacionarse con la escasa familiaridad hacia el tema: Si ninguno de nuestros seres queridos ha necessitado nunca sangre y/o sus derivados, no se ha vivido la angustia que pasan los familiares tratando de conseguir el producto.  Más apremiante todavía cuando el grupo y Rh del paciente son de los poco frecuentes.

Un tercer elemento corresponde al temor ante el procedimiento: Hoy en día la recolección de sangre es realizada por profesionales, con equipo y material estériles.  La aguja que se utiliza es de diámetro un poco mayor que el de las utilizadas para  toma de muestras de laboratorio.  Molesta un poco más, pero para nada es dolor insoportable.

Respetando la normatividad internacional de los Bancos de sangre, el volumen extraído (habitualmente 500 mililitros) es restituido por nuestro propio organismo en un lapso de semanas.

El factor por descarte es la simple indiferencia.  La molicie. Decir “que otros lo hagan”, como una muestra de esa falta de empatía tóxica que nos invade.

Mi llamada de atención nace justo esta semana, cuando, además de la conmemoración  he visto en redes dos mensajes urgentes buscando donadores.   Contrasto este apremio con el escenario ideal:  Si todos los jóvenes hombres y mujeres, entre 18 y 30 años se registraran como donadores altruistas, estas urgencias no existirían.  Lo ideal sería acudir a donar dos o tres veces por año, pero es probable que la capacidad de los Bancos de Sangre del Sector Salud no pueda atenderlos.   Entonces, qué tal si en  los centros de educación media superior y superior, y en los centros de trabajo se norma que existan bases de datos de donadores altruistas. Así todo se facilitaría.

La razón para publicar lo anterior corresponde a dos realidades personales: Años atrás, con motivo de una cirugía de extrema urgencia, requerí de una unidad de sangre O negativo. Hace un año, por hospitalización, me solicitaron una unidad que finalmente no se ocupó.  Quienes tenemos este tipo de sangre sufrimos una gran maldición: No podemos recibir sangre más que de nuestro mismo grupo y Rh.  Por otro lado, somos los donadores universales: Cualquier receptor puede recibir sangre de nuestro tipo.

Sensibilizada por mi formación médica, desde los años de universidad hasta que terminé mi especialidad tuve la oportunidad de donar en una treintena de ocasiones.  Las primeras veces fue en tiempos cuando los donadores recibían retribución.  Convencida de que el dinero invalidaba la  justicia social de donar lo que la naturaleza me obsequiaba, nunca acepté pago.  Más de una vez me tacharon de tonta por no aceptar la retribución, siendo que en ese entonces sí era legal.  Las dos ocasiones cuando yo requerí sangre y hubo corazones altruistas para donarme, sentí que la vida me estaba correspondiendo  lo que yo alguna vez había hecho.

Un buen ejercicio  para nuestros jóvenes: Animarlos a acercarse al Banco de Sangre del Sector Salud para registrarse como donadores voluntarios.   Ejercicio para las escuelas de educación superior: Integrar ficheros de sus alumnos y maestros donadores altruistas. Lo mismo para centros de trabajo de los que, afortunadamente, a la fecha algunos ya lo hacen. Estos son modos de amar a México de la mejor manera: Ofreciendo un regalo de vida.

CARTÓN de LUY

 

Luy nos hace reflexionar: Si el vuelo de una mariposa genera cambios en todo el universo, ¿Qué tanto daño no provocará la tala de un solo árbol en el cosmos?

Los sonidos del silencio de Simon & Garfunkel. Interpreta Stephanie Jones

POESÍA DE Louise Glück (+), premio Nobel de Literatura 2020


El iris salvaje

Al final del sufrimiento
me esperaba una puerta.
Escúchame bien: lo que llamas muerte
lo recuerdo.
Allá arriba, ruidos, ramas de un pino vacilante.
Y luego nada. El débil sol
temblando sobre la seca superficie.
Terrible sobrevivir
como conciencia,
sepultada en tierra oscura.
Luego todo se acaba: aquello que temías,
ser un alma y no poder hablar,
termina abruptamente. La tierra rígida
se inclina un poco, y lo que tomé por aves
se hunde como flechas en bajos arbustos.
Tú que no recuerdas
el paso de otro mundo, te digo
podría volver a hablar: lo que vuelve
del olvido vuelve
para encontrar una voz:
del centro de mi vida brotó
un fresco manantial, sombras azules
y profundas en celeste aguamarina.

Poeta y ensayista norteamericana fallecida hace unas semanas.
Tomado de la revista digital cubana "El estornudo".

DEJAR IR, GENTILMENTE: Green Reinassance

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez

Nunca será demasiado poco lo que nos quede para construir un hoy.

Todo por servir se acaba, reza el refrán, pero mientras por eso se acabe, bien habrá valido la pena, si lo usamos de la mejor manera. Con el material que se nos ponga a la disposición, mucho, poco, de mayor o menor calidad, siempre con la mejor actitud, siempre pensando en optimizar los recursos. 

Reciclar, maravillosa oportunidad de darle uso a aquello que habíamos dejado empolvarse, pero que puede convertirse en herramienta de suma utilidad, con tan solo un poco de voluntad. En las peores catástrofes es quizá, cuando conservar la vida hace reconocer el valor de ésta, así se haya perdido todo. Aquél que tenga un alma fortalecida por la fe, alimentada por el amor, podrá ser capaz de recuperarse a sí mismo y de proyectar su energía incluso más allá de sí mismo, convertirse en inspiración para aquellos que se desmoronan ante el más mínimo embate de la vida. 

Siempre hay de que y de quien valernos para poder salir del más profundo abismo. A veces ese algo, ese alguien lo encontramos en nosotros mismos. En nuestro esfuerzo, en nuestro deseo de reconstruirnos, en abastecer nuestro almacén emocional quebrantado, nutrimento espiritual que nos permite volver a sentir, a alcanzar la plenitud. Que nos acerca a la orilla de tierra firme y más allá de eso, nos invita a ser generosos y compartirlo, deleitarnos así con el exquisito sabor del agradecimiento a esta vida, al amor, a esta oportunidad de regresar a nosotros mismos, aun extraviados en el peor de los laberintos del sufrimiento.