domingo, 9 de abril de 2017

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

FRENTE A LA MUERTE
La muerte no es más que un cambio de misión. Leon Tolstoi
      Esta semana acabo de perder a mi mejor amigo, un ser humano maravilloso con el que me unían lazos de sangre, pero muy por encima de estos una profunda amistad, que en el recuento final es uno de los mayores tesoros en mi vida.
     Ahora me encuentro aquí, tratando de digerir esa realidad que no tiene vuelta de hoja, la que se planta con todo su rigor y sus voces de “nunca jamás” en medio de quienes lloramos su partida.
     Cuando alguien se va, y aun antes de que se disipen los últimos polvos que levantaron sus pies por el camino, comenzamos a  vislumbrar lo que fue su ruta de vida.  Entonces, cuando ya nada estorba a la mirada,   vamos descubriendo aquello que deja como legado.
     Quien a lo largo de su existencia tocó muchos corazones nos enseña que la grandeza del ser humano está en dar, y que a través de ello la vida cobra sentido, y de ese modo  la muerte representa un  puerto hacia el cual se encauza la nave en las tormentas de alta mar.
     Aquel que a lo largo de su permanencia en esta tierra supo enfrentar los escollos con voluntad y entusiasmo nos lleva a entender que de eso está hecha la ruta del crecimiento, de retos frente a los que hay que ir siempre dispuesto a conquistar.
     Hay personas cuyo camino luce angosto, porque en su corazón no hubo espacio para albergar  más que a ellos mismos.  En cambio hay personas –como mi amigo—cuyo amplio sendero indica que  siempre estuvo rodeado de compañeros de ruta que en diversas etapas  lo procuramos  para andar  el camino.
Mi amigo fue  una persona que actuó con excelencia en cada una de las esferas de su vida, humano como todos lo somos, con aciertos y errores, pero abrazando en todo momento el propósito de alcanzar la santidad.
     ¡Cuán afortunada fui de poder compartir con él una parte del camino! Como dice el refrán, mil veces haberlo conocido a pesar del gran dolor de perderlo ahora, que no haberlo conocido.  A todos los que tuvimos la fortuna de avanzar a su lado, nos queda un ejemplo a seguir y la cristiana esperanza de un reencuentro.
     Frente a la muerte se descorre el velo para entender que  pasar la existencia con ansias de poseer y dominar, es algo así como morir en vida. Nunca las posesiones van a ser suficientes, nunca el poder apagará nuestra sed de dominio.  En esos casos la alegría y el entusiasmo se alejan como mariposas en  búsqueda de aire fresco.
     La palabra “compromiso” es un traje que  suele quedarnos grande.  Entonces, ver la forma como un ser humano se ciñe a esta palabra contra viento y marea, nos lleva a creer que el espíritu es capaz de cosas que ni siquiera imaginamos, y que cuando él llega al final del camino estará en condiciones de partir ligero, sin cuentas pendientes con la vida.
     Amar en los hechos, amar a quien no puede corresponder, hacerlo cuando nadie observa, dar sin que la mano izquierda sepa lo que hace la derecha, lejos de las palabras, al margen del anuncio.  ¡Qué hermosa forma de testimoniar el amor de Dios!
      Frente a la muerte de un ser querido nos invade la tristeza, nos taladra  el cerebro la palabra “jamás” que da cuenta de todo aquello que no volverá a presentarse como antes a raíz de su partida física. A ratos  surge la inquietud de preguntarnos si hicimos lo necesario por acompañarlo en el camino como él lo merecía, o –mejor dicho—como él  hubiera hecho con nosotros.   ¡Los ociosos “hubiera” rondan como aves de la noche en un tiempo cuando ya nada puede hacerse por cambiar las cosas!
     Como él  querría que yo hiciera, hoy frente a la muerte cuento mis bendiciones, la vida, la salud, el aire, la música. Doy gracias por mis sentidos, la inteligencia, la voluntad.   Afortunada de tener una familia, amigos,  personas por cuya presencia tengo la oportunidad de trabajar para ser mejor.
     Ante el rigor de la inevitable partida de mi gran amigo,  me siento privilegiada de haber andado en su compañía una parte del camino, de modo que ahora cuando ya no está, me corresponde trabajar por ser una buena compañía para quienes vienen detrás y que en algún momento emparejarán su marcha con la mía.
     El día en que muere un hombre de profunda fe, y lo vemos partir sereno,   comenzamos a entender que cuando el Padre es el viento que dirige la barca, no hay derrotero malogrado.
     A ti, mi querido amigo quiero decirte gracias desde el fondo de mi corazón, por tu presencia, por tu cariño, por tu ejemplo, por enseñarme a creer en mí, pero muy en especial, por enseñarme a creer en Dios.       Ahora habrás de continuar tu misión de amor en esa nueva dimensión que  estrenas y que yo no alcanzo acaso a imaginar.

     Descansa en paz. Te extrañaré siempre.

VIÑETAS por María del Carmen Maqueo Garza


CÍRCULO SIN FIN
La vida se abre camino contra todos los obstáculos.
Un día llega y se instala, se hace presente
a través del grito atronador
que rompe el silencio tenso de la espera
por ese nuevo ser que nace al mundo.

Inicia la vida con todas las promesas bajo el brazo,
como un libro impoluto
en el cual habremos de escribir –día tras día--
una historia propia y única.

Y así del mismo modo una noche la vida se marcha,
recoge su tapiz de colores,
acalla sus cantos, detiene el movimiento,
llega entonces el reposo absoluto, la paz total,
ni la menuda yerba es acaso agitada por el viento.
El mismo llanto de los deudos se pasma ante el silencio de muerte…

En otro escenario muy distinto
una vez más, como ya lo ha hecho,
la vida se abre camino
contra todos los obstáculos.
Llega y se instala, se hace presente
a través del grito atronador
que rompe el silencio tenso de la espera
por ese nuevo ser.

Él nace a un mundo que nosotros ni acaso imaginamos.
De júbilo el ambiente, se prepara una fiesta para recibirlo,
una fiesta a la cual nosotros --con nuestro duelo de muerte--
no estamos invitados.

Ave María versión Leo Rojas

Soy libre porque no pertenezco al cuerpo.
Soy libre porque soy el pájaro alma que vuela hacia el Cielo Infinito.
Soy el alma de niño que  sueña en el regazo del Rey Supremo.
Si asomas dentro de tu corazón ahí me encontrarás.

"Otro cielo" Poema de Mario Benedetti


No existe esponja para lavar el cielo
pero aunque pudieras enjabonarlo
y luego echarle baldes y baldes de mar
y colgarlo al sol para que se seque
siempre faltaría el pájaro en silencio

no existen métodos para tocar el cielo
pero aunque te estiraras como una palma
y lograras rozarlo en tus delirios
y supieras al fin como es al tacto
siempre te faltaría la nube de algodón

no existe un puente para cruzar el cielo
pero aunque consiguieras llegar a la otra orilla
a fuerza de memoria y pronósticos
y comprobarás que no es tan difícil
siempre te faltaría el pino del crepúsculo

eso es porque se trata de un cielo que no es tuyo
aunque sea impetuoso y desgarrado
en cambio cuando llegues al que te pertenece
no lo querrás lavar ni tocar ni cruzar
pero estarán el pájaro y la nube y el pino.

Agradezco a Javier González de Dios esta sensible sugerencia.

La historia de la perrita Sissy

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez


Ser capaz de infundir ánimo, de provocar una sonrisa, de mitigar el dolor de alguien es una de las mayores satisfacciones que como seres humanos podemos tener.
     En mi vida, a lo largo de ella y en momentos en que me rebasaba el dolor, siempre hubo alguien a mi lado, que a través de sus palabras, su presencia, su actitud lograra hacerme sabe que por intrincado que pareciera el camino, por largas que fueran las noches siempre había alguien a mi lado en quien pudiera confiar y con quien pudiera contar. Contar mis penas, contar con ellos, contar con que esto pasaría y que reencontraría de nuevo una felicidad distinta a la que debía vestir con bellos recuerdos y en la que siempre permanecerían ellos, que podían hacer de mi dolor el propio y compartir conmigo sus esperanzas. 
     Gran significado ha tenido tanta gente en mi vida que a veces estoy segura no ha sabido agradecer lo suficiente, o ni siquiera un poco, por el curso acelerado de la vida, porque simple y sencillamente la vida no me dio la oportunidad o por desidia, ésta última quizá la más injusta para aquellos que de forma desinteresada me han cobijado con su cariño y sus consejos. Sensible como hoy estoy, por la pérdida de dos grandes afectos, solo espero que a ellos les haya hecho patente mi respeto, mi admiración y agradecimiento por su presencia en mi vida.
     Tan solo resta esperar, que aunque no siempre exista reciprocidad en las acciones, uno haya podido ser parte de una cadena humana que refuerce,que transmita el amor al prójimo, la solidaridad, que seamos como puentes sobre aguas turbulentas -haciendo mención a esa bella melodía-, que permitan cruzarlas sin ser arrastrados por ellas. Porque siempre podamos contar con el afecto que nos dé la analgesia que el alma necesita cuando nos embarga la angustia. Cuando la vida se torna cual negra noche, que siempre haya un ser de luz que nos guíe y nos haga recuperar la fe si se extraviara.

"Queda prohibido" por Ricardo Darín

Reflexión de Alfredo Cuervo Barrero
Paty: Gracias por tu acertada sugerencia.
Para más información sobre el texto: http://amuchahonra.blogspot.mx/2009/06/queda-prohibido-es-de-alfredo-cuervo.html