domingo, 29 de junio de 2014

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

LA OTRA VISIÓN
Acaba de celebrarse el natalicio de Helen Keller (1880-1968), escritora, activista política y conferencista norteamericana. Durante los primeros dos años su vida fue como la de cualquier otra niña, en el seno de una familia de clase media alta,  emparentada con dos grandes personajes norteamericanos: Robert E. Lee y Charles W. Adams.  Su padre, quien había servido en el ejército de los confederados, se dedicaba a la empresa editorial.  A corta edad contrajo lo que posiblemente fue una meningitis, que dejó como secuela la pérdida de dos sentidos fundamentales: La vista y el  oído.  De este aislamiento fue rescatada inicialmente por una trabajadora doméstica de la casa paterna, y más delante, luego de que desarrollara serios problemas de conducta, quedó por orden médica  bajo los cuidados de Anne Sullivan, quien a partir de entonces, y  durante el resto de su vida, fue su compañera en la tarea de comunicarse con otros.
   Por cuestión de espacio no tendría oportunidad de extenderme más en lo que respecta a la vida de Helen Keller, pero pueden encontrar el pdf en Internet del libro autobiográfico “La historia de mi vida” (en papel lo ubiqué disponible en España solamente). Pero en fin, vayamos a lo que interesa, a contrastar la vida de esta gran pensadora de principios del siglo veinte, con lo que vivimos en estos días.
   Algún especialista en el tema de la comunicación mediada por computadora asentó que la comunicación actual es fundamentalmente visual.  Claro, otros recursos como el auditivo también intervienen, pero es a través de la vista como solemos informarnos de lo que sucede en distintas partes del mundo, y es también visual la forma como transmitimos a otros nuestros pensamientos, emociones y estados de ánimo.  Sin embargo de alguna manera hemos exagerado en la utilización de estas formas de comunicación, y llega un punto en el cual ya no alcanzamos a distinguir con claridad hasta donde algo es real o virtual, y van para ello algunos ejemplos:
   Diversos caricaturistas han ilustrado de manera por demás simpática la incongruencia que llega a existir entre la persona real que está frente al teclado, y la imagen que ella misma busca proyectar a través de Internet.  De alguna manera nos reinventamos, y nos  “photoshopeamos”, para presentar, en el mejor de los casos,  la versión corregida y hermoseada de nosotros mismos, y en otros casos una imagen que nada tiene que ver con nuestro ser real.
   Esto sería el caso anecdótico que dibujan con gracia los “moneros”, aunque claro,  adquiere tintes trágicos cuando se trata de pedófilos que asumen un perfil falso para engatusar a niños y jóvenes y aproximarlos a sus prácticas perversas.
   Este mismo principio mediático es el que priva en la política: Se destinan enormes partidas presupuestales en promover la imagen de un individuo o de su obra, cuando los hechos deberían hablar por ellos mismos, y esas fuertes sumas de dinero destinarse a donde corresponde, a subsanar los problemas más graves que hay en servicios básicos como salud, alimentación, educación e infraestructura.
   Se publica la fotografía de muchas familias recibiendo despensas, aunque los alimentos que las conforman tengan dos años de haber caducado, como pasó en Irapuato con la Cruzada Nacional contra el Hambre.  Se llenan estadios y plazas con acarreados, quienes muchas veces van obligados por sus líderes, y/o movidos por la promesa de un beneficio económico que jamás se les entrega, como sucedió hace un par de años en la sierra chihuahuense.
   Lo importante es la imagen, la impresión, la proyección. Estas ilusiones, se utilizan para vender un producto llamado candidato o partido, y se gastan en ello grandes cantidades de recursos del pueblo.  Y este engaño se repite cada vez que es políticamente necesario hacerlo, y se realiza con dinero de las arcas públicas, que debiera optimizarse y destinarse a fines de verdadera justicia social.
   Hellen Keller, dijo hace cien años: “Los menos poseen las mayores riquezas,  puesto que son dueños de los medios de vida  de todos… El país se gobierna a favor de los más ricos, de las grandes corporaciones, los banqueros, los terratenientes, y quienes explotan  a los trabajadores.  La mayor parte de la humanidad es gente trabajadora.  En tanto sus justas demandas –su independencia y sus medios de vida—se anulen, no puede haber derechos, ni de hombres ni de mujeres.  La mayor parte de la humanidad está sobajada por la opresión industrial con el fin de que los menos vivan de manera más cómoda.”
   Encuentro de lo más oportuno recordar justo en estas fechas esa otra visión, la de Helen Keller, más allá de los sentidos, que clama por la verdad y el bien común. 

COSAS NUESTRAS por Jorge Villegas

Para atrás
La tecnología transformó nuestra forma de comunicarnos, de aprender, de hacer negocios.
La economía globalizada nos viste con camisas de Vietnam, con trajes de Shangai.
Nuestros hombres de negocios y los estudiantes viajan por el mundo.
Donde sí dimos un salto para atrás fue en nuestra comunicación cara a cara.
Campean en la mesa de café, de negocios, vocablos vulgares del Siglo 19.
Jóvenes y damas de sociedad hablan como mecapaleros de mercado o parroquianos de pulquería.
Al grado de legitimar con gentilicios el wey y el puto.
jvillega@rocketmail.com

¿Qué tienes entre las manos?

"Espejismos" por Silvio "Picheto" Correa de Córdoba, Argentina.

Espejismos
Que no quiebre tu luz
este oscuro de fuego.
Que no viva tu voz
esta noche de muerte.
Ojalá que de luna
se me vuelva el poema.
Ojalá se me vuelva
de pájaros la angustia.
Que no pierdan tus ojos
de tierra la mirada.
Que no raye de sombra
la mariposa del alma.
Ojalá que no quede
de olvido el ojalá.
Ojalá se me llueva
de lágrimas el sol.
Que no vaya lo que va
en los pasillos del ocaso.
Que no tiemble el amor
cuando toquen tus manos.
Ojalá y que no
los espejos del miedo
retumben en el eco
de ese hueco de dicha
que despide la risa
                    calavera y cruz.
Ojalá y que si.
Tomado de la revista Mapuche, No. 68, Invierno 2014:  http://revistaliterariamapuche.blogspot.com/  
Contacto con el autor:   jpicheto@yahoo.com.ar              

Carpe Diem de Walt Whitman, en voz de Feneté.

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez

El mundo es ese maravilloso planeta en el que unos pocos encuentran el lugar idóneo para complacer sus más sofisticados caprichos, en tanto  muchos otros solo tienen un lugar para vivir siendo víctimas de los caprichos de esos pocos. 
Me pregunto, ¿cómo se repartió el mundo?...
¿Cómo nació antes el deseo de apoderarse de él y no de compartirlo?..
¿Cómo, habiendo tantas religiones con el propósito común de mostrarnos el camino de la humildad, del amor al prójimo,de la caridad, de pugnar porque el hombre tenga como prioridad ser y no tener, predicamos con el ejemplo totalmente contrario y somos víctimas del consumismo, de sistemas políticos donde el principal cometido es mantener las descomunales diferencias entre las clases sociales, en dónde los ideales se diluyen e impiden que lleguen a fundirse con las realidades?
Todos somos iguales a los ojos de Dios, seguramente así es, pero para nuestra óptica mortal eso es realmente incomprensible. 
El sol sale para todos, pero para unos alumbra y para otros quema, para unos es el inicio de un nuevo día, para otros un penoso día mas. 
Las penas con pan son menos, que un día todos podamos tener el pan nuestro de cada día.

Kenzie baila con su papá en un festival escolar.

Una clara muestra de que el amor de padre no tiene qué ver con nada más allá del corazón.  La conexión entre Kenzie, una pequeña con necesidades especiales, y su padre, es una expresión del amor más grande sobre la tierra: