domingo, 6 de julio de 2025

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

 POR UNA CULTURA DE PAZ

En la semana que termina, en la población de Arteaga, Coahuila, arrancó un programa de cultura de paz y mediación escolar intitulado: “Impulsores de paz”, mismo que se tiene contemplado llevar a toda la entidad federativa.  Participan en él la Secretaría de Educación, la Fiscalía General del Estado, el Poder Judicial y el DIF Coahuila.  Viene a cubrir un renglón fundamental en lo que a ciudadanía se refiere.  Estamos viviendo unos tiempos de precipitación, en los cuales un resultado frecuente es la violencia.

Recuerdo haber tocado someramente el tema de la paz en colaboraciones anteriores.  Hoy, ante el arranque de este prometedor programa, no está por demás recordar lo relativo a conflicto y procuración de paz, frente al fenómeno de la violencia.

Johan Galtung (1930-2024) fue un sociólogo y matemático noruego, gran promotor de paz. Fundó el Instituto de Investigación para la Paz de Oslo (PRIO), y en 1969 fue nombrado titular de la primera cátedra en el mundo sobre estudios de paz. Logró colocarlos como una disciplina académica, que a la fecha se imparte en diversos institutos y a distintos niveles.  Galtung prestó sus servicios para la ONU en diversas dependencias; su trabajo ha sido continuado por otros estudiosos del tema, y cobra mayor vigencia cada día.

Según el modelo del noruego, lo contrario a la paz no es la guerra, sino la violencia.  Esta surge cuando un conflicto no ha alcanzado un buen acuerdo entre las partes.   Aparece cuando hay incompatibilidad de metas, fundamentalmente en lo relativo a necesidades básicas; unos buscan una cosa y otros buscan una distinta, y ninguno parece dispuesto a ceder. Sobreviene el conflicto, que podrá ir creciendo con el tiempo. No necesariamente en el primer momento surge la violencia. Todo puede permanecer en aparente calma por mucho tiempo, aunque por debajo de la superficie las cosas se van caldeando. Intervienen factores como la arquitectura social, la cultura y duración del conflicto, para que surja la violencia.  Ya cuando surge, es bastante más complicado mediarlo.

Con relación a las necesidades básicas, estas son de dos tipos: Materiales e inmateriales. Entre las primeras están el alimento, la vivienda, la salud, la educación y el sustento. Las segundas son libertad e identidad. En la medida en que el conflicto afecte a unas u otras, la reacción escala hasta la violencia.  Las medidas que la procuración de paz busca implantar son el diálogo, la mediación del conflicto y el logro de la reconciliación.  No siempre se logra zanjar un conflicto hasta llegar a la reconciliación; lo que se busca es prevenir la violencia, y ello se hace con un diagnóstico temprano de los síntomas de alerta.

Galtung diseñó para la ONU el “Método Trascend” encaminado a la formación de habilidades para mediadores adultos de conflictos. A partir de este método, un par de estudiosos noruegos diseñaron el “Método Sabona” que se utiliza con niños, para enseñarles a identificar el punto de origen de un conflicto, las consecuencias que este provoca; los momentos agradables que se han vivido al lado de quienes hoy fungen como contrarios, y el estado ideal que se persigue alcanzar al superar el conflicto.  Por este camino los niños aprenden a manejar un conflicto grupal y a desenvolverse como parte de ese grupo.  Los resultados son variables, pueden ir desde un panorama donde una parte sale ganando y la otra pierde, algo que no es justo ni perdurable. Otra posibilidad es que no gane ninguno. El escenario ideal es en el que ambos salen ganando. La cuestión es hallar una salida al conflicto para evitar el surgimiento de la violencia.

Conocemos al gobernador Manolo Jiménez por su trabajo. Estoy cierta de que para este programa tendrá planificado capacitar al personal que va a participar en el diagnóstico y abordaje de conflictos, para así garantizar los mejores resultados.  Me permito sugerir desde este espacio los materiales de preparación para la Paz que lleva a cabo el Galtung Institut y la cátedra UNESCO en Ética, Cultura de Paz y Derechos Humanos con sede en el ITESM, campus Ciudad de México, coordinados por el Dr. Fernando Montiel. A través de sus diversos módulos el alumno aprende el concepto de paz y de conflicto, la forma de abordaje en los diversos ámbitos, y la manera de transmitir su manejo en las aulas, tanto para los grandes problemas socioeconómicos de nuestro entorno, como en los pequeños ambientes como el doméstico, el escolar y el laboral, por citar algunos.

Deseo el mayor de los éxitos a este innovador programa. Y que nosotros, como sociedad, lo entendamos como un esfuerzo más que necesario para todos, en el que, precisamente, corresponde a cada uno poner su granito de arena para un resultado que contribuya al bienestar global.

CARTÓN de LUY


 

HAUSER interpreta "Meditación", intermezzo de la ópera Thais de Massenet

REFLEXIÓN DEL DR. CARLOS SOSA

 EL PODER LIBERADOR DEL PERDÓN

Hay una mentira muy popular que se repite como mantra de autoayuda: que pedir perdón te libera. Que alcanza con decir “perdón” para que el alma quede livianita como pluma. Mentira piadosa, o egoísta, según quién la diga.
Porque no libera pedir perdón. Libera perdonar.
Y no hablo del perdón de postal, el que se entrega con la cara tiesa y la voz impostada, como si fuera un trámite burocrático. Hablo del perdón que sangra, el que raspa por dentro, el que te parte el orgullo como si fuera pan viejo. Ese sí.
Hay almas que caminan con tanto resentimiento a cuestas, que si uno las ve bien parecen mochilas humanas: cargan el insulto que no
devolvieron, el abandono que no entendieron, la traición que no vieron venir. Caminan hacia abajo, sin levantar la mirada, porque el alma no les da para mirar el cielo.
Y no es castigo divino, es física emocional: nadie puede elevarse con piedras en el pecho.
Pero si uno perdona de verdad —no desde los labios sino desde las tripas—, algo empieza a cambiar. No en el otro, en uno. De repente ya no duele tanto el recuerdo, ya no escuece el nombre, ya no amarga la foto vieja.
Es como si una mano invisible (que algunos le llaman Espíritu y otros le llaman terapia) te sacara el yunque de la espalda.
Hay quien escuchó decir una vez que si uno no perdona, se convierte en esclavo del otro. Que el que no suelta, se ata. Y yo no sé si eso lo dijo un rabino, un psiquiatra o un carpintero que caminaba sobre aguas, pero suena a cielo.
A ese cielo que no se toca con los dedos, sino con la liviandad del alma.
Así que no, no es pedir perdón lo que te alivia.
Es cuando vos, con el alma rota pero entera, decidís no seguir pagando la deuda que otro dejó.
Y ahí, justo ahí, sin aviso ni aplausos, es cuando empezás a volar...

Charla con la escritora Rosa Montero sobre la importancia de la literatura.

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez


Hoy quiero compartirles un capítulo reciente de mi vida. Hace un mes estuve de viaje, un viaje planeado desde hace casi un año con amigos de toda la vida, mi hija y las hijas y yerno de una pareja amiga,

Ya casi concluido todo el proceso, se me presentó un problema que me impedía con frecuencia caminar, Decidí no ir y así se los hice saber, mi mayor preocupación era dañar la dinámica del viaje

No me lo permitieron, y por el contrario me instaron a ir, no les quiero decir los argumentos que usaron, porque hubo de todo, todavía recuerdo uno de ellos y muero de risa. Pues sin remedio, con miedo y muchas dudas de si lo debía hacer, emprendí el viaje con ellos. No fue fácil físicamente, porque mi movilidad estaba dañada, pero no hubo barreras que entre todo el grupo no sortearan para que yo no me perdiera lugar alguno. Caminos difíciles, estrechos, con pendientes bien inclinadas, de tierra, de piedra, madera, hubo de todo, pero en silla de ruedas me transportaron a todos los lugares. He de decir que fue mínimo a o que no accedí. Todos con empatía, con cariño, haciéndome de lo que yo había contemplado tan difícil y penoso, algo hasta divertido. Nunca creí que llegara a reír a carcajadas por las situaciones que enfrentábamos con la silla de ruedas. Haber podido estar frente a la Acrópolis en Atenas y en la casa de la Virgen María en Éfeso con elllos me emocionó hasta las lágrimas,

Fue un viaje maravilloso, elegido en parte para que yo pudiera, como lo pude hacer, participar de todo. Lugares enigmáticos, cuya influencia en la historia de la humanidad reviste tanta importancia.
Por otro lado un crucero, donde se dio la convivencia del grupo, en el que jóvenes y nosotros los adultos mayores, compartimos con risas, charlas, y un excelente humor, sobre todo, con cariño añejo que nos ha permitido conservar por más de 5 décadas nuestra gran amistad.

Agradecida con Dios, con la vida, con este grupo con el que se hizo posible este ansiado viaje. Gracias, por impedir que desistiera de hacerlo, por su apoyo, por su cariño, por su paciencia, por su solidaridad. Son joyas que la vida me ha dado, y no me voy a preguntar si las merezco o no, pero las valoro y he cuidado manteniéndolas en el lugar más seguro, donde no las dañe ni el tiempo, ni la distancia, ni los malentendidos, ni la soberbia o la apatía, siempre en mi corazón al cobijo de un amor fraterno de toda una vida.

La hora del te: Animación de ESMA

 
No logré activar subtítulos en español. En realidad no los requiere, se entiende muy bien con las puras imágenes.