sábado, 28 de agosto de 2010

CONTRALUZ Agosto 29, 2010



700 METROS


María del Carmen Maqueo Garza

Nuestro foco de atención  esta semana ha sido la lamentabilísima ejecución de setenta y dos inmigrantes ilegales quienes pierden la vida en su paso por nuestro país, en su propósito de alcanzar el sueño americano.  Nuevamente es la delincuencia que hace alarde de su enorme capacidad destructora y los ejecuta uno a uno, para rematarlos con el tiro de gracia. Algún comentarista  calificó dichos actos de bestiales;  desde esta  humilde tribuna pido respeto para las bestias mamíferas cuadrúpedas.  Ninguna actúa de esta manera infrahumana y contranatural, ni siquiera los chacales o las hienas.
En torno a  tal acontecimiento se levantan muchas voces: Las embajadas de los cuatro países afectados  expresan su dolor, piden cuentas y con justa razón.  Nuestros funcionarios se muestran terriblemente afectados por el suceso, y por su parte con mucho acierto varios comunicadores se sorprenden  con su reacción cuando en los últimos años ha sido una realidad  de esas que gritan por sí solas aunque no se admitan por las  vías oficiales, el grave maltrato a  aspirantes a ilegales por parte de nuestras propias autoridades.  Además la condición de testigo protegido del único sobreviviente ha sido arrancada por los afanes imprudentes de los medios de comunicación, y ahora él y su familia están en riesgo de muerte.
En otro orden de ideas, las imágenes televisivas no  son totalmente desesperanzadoras; desde la Mina San José en Chile llegan testimonios cargados de esperanza; de fortaleza, de solidaridad.  Al ocurrir un derrumbe, han  quedado atrapados  treinta y tres  mineros a setecientos metros de profundidad, en un enclaustramiento que los especialistas pronostican pueda prolongarse por espacio de tres meses.   La zozobra de  los primeros días se transformó en gran alegría al poder constatar diecisiete días después que todos los trabajadores se encuentran con vida.   Desde   las entrañas de la mina  hasta el exterior de la misma se ha establecido un sistema de comunicación,  mediante una sonda que permite llevar en uno u otro sentido los elementos necesarios para que los mineros se mantengan en lo que cabe sanos y serenos, y sus familiares puedan estar apoyándolos desde fuera.  Obvio, vendrá la depresión en las siguientes semanas, pero en todos campea la esperanza de  que saldrán con vida para diciembre.
La imaginación me jugó una chanza y quise adivinar   cómo me sentiría si yo fuera uno de esos mineros atrapados a setecientos metros bajo tierra,  por varias semanas.   Comencé a repasar mentalmente muchos de los asuntos que en este momento ocupan mi mente, mi corazón, mi economía, y me quitan el sueño.  Bajo este tamiz los   fui filtrando uno a uno,  hasta comprender –claro, todo en mi fantasía— cuántas cosas hay por las cuales nos desgastamos, cuando en verdad no tienen mayor importancia. Visualicé las muchas cuentas pendientes con la vida, con la familia, con los amigos.  Los afanes insensatos que  me quitan salud, energía y tiempo.  Y todos aquellos  resentimientos inútiles que no hacen más que anclar  mis pasos a la tierra.
Si verdaderamente me encontrase a esa profundidad --vuelvo con mi imaginación-- me haría el propósito de regresar poniendo orden en mi vida, y en mi casa, y en mis pertenencias.  Desechando todo aquello que vengo arrastrando desde tiempo atrás, y que no hace más que entorpecer la marcha.   Emergería con una mente clara y limpia, dispuesta a trazar planes con propósito, con un propósito que vaya más allá de mi entorno personal.   Planearía cosas  en las que interviniera la generosidad  desalentando mi egocentrismo; desprendería  mis brazos de los costados para extenderlos y comenzar a abrazar la vida.
Si yo estuviera viviendo ese confinamiento tendría oportunidad de medir verdaderamente cuál es mi fin en este planeta, y estoy cierta de que comprendería que poner mi vida a girar en torno a un fajo de billetes verdes, amarillos o variopintos   no le da a ésta un sentido de trascendencia.  Y que medirme a mí misma y a otros partiendo de cuánto tengo o tienen, no me va a generar en lo absoluto  experiencias que finalmente enriquezcan  mis arcas interiores.
Todo este juego de la imaginación se dio mientras seguía por televisión los rostros marcados por el mineral de aquellos topos forzados; cubiertos de una pátina oscura, a través de la cual resalta el brillo de sus ojos y la blancura de su sonrisa: Ciertamente tienen la esperanza de volver; cuentan con el amoroso apoyo de los suyos, y el respaldo de una nación que no los ha dejado solos.
Gran ejemplo; en lo personal una buena propuesta de ejercicio mental para replantearme dónde estoy y hacia dónde me dirijo, antes de que el tiempo me robe la oportunidad  para darle  un sentido auténtico y verdadero  a mi vida.

COSAS NUESTRAS: Jorge Villegas. Sábado 28, 2010

Ancianos
Ni los yins ni el tinte disimulan la llegada a la vejez; a la "Tercera Edad".
Hay signos inequívocos, visibles, más allá de las arrugas y las canas.
Se nos olvidan los nombres, hasta los más conocidos.  Los recordamos cuando ya no importan.
Ya no somos sujetos de crédito, menos candidatos para otro empleo.
Los nietos suponen que conocimos a los dinosaurios y que vivíamos hasta sin celulares.
Ya nos resignamos: No vamos a saltar del bungee ni a montar en motocicleta.
Vemos a los amigos en los funerales, más que en reventones o piñatas.
Nos tratan como reliquias; nos quieren en un nicho, no estorbando en la pasada.
jvillega@rocketmail.com

OCTAVIO PAZ: Vuelta

POETAS ESPAÑOLES DEL SIGLO XX: DÁMASO ALONSO

POETAS ESPAÑOLES DE LA GENERACIÓN DEL 27 o Generación del 25, según Luis Cernuda, es un grupo de poetas, generalmente admitidos como diez: Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Dámaso Alonso, Federico García Lorca, Vicente Aleixandre, Luis Cernuda, Rafael Alberti, Emilio Prados y Manuel Altolaguirre.  Participaron juntos en diversas revistas y publicaciones y mantuvieron durante los años que llevan hasta el comienzo de la Guerra Civil española una estrecha amistad entre ellos. A partir del final de la guerra, se puede decir que el grupo se disuelve como tal y la visión poética de cada uno empieza a discurrir por caminos diferentes.

DÁMASO ALONSO (tercero de izq. a der, columna inferior en la fotografía).
Nace en Madrid el 22 de octubre de 1898, y fallece en la misma ciudad en 1990. Estudia Derecho y Filosofía y Letras. En 1945 ingresa en la Real Academia de la Lengua, de la que llegará a ser director a partir del año 1968 hasta 1982, año en el que es nombrado Director Honorario.
Como académico su tarea se centraría en el esfuerzo en organizar encuentros periódicos con las academias americanas con el fin de trabajar en común y evitar la temida fragmentación de la lengua española.

Considerado como el principal crítico de la Generación del 27, en 1977 recibe el Premio Cervantes de Literatura.

Como poeta está a menor nivel que sus compañeros de Generación, comenzó dentro de la poesía pura con "Poemas puros; Poemillas de la ciudad" (1921), pero tras la guerra civil desgarra el panorama literario con sus "Hijos de la ira" (1944), obra fundamental de la posguerra española.
En seguida un ejemplo de su obra poética: La primera da cuenta de su poesía de inicio; la segunda pertenece a la  obra del segundo período:

 
VIDA
Entre mis manos cogí
un puñadito de tierra.
Soplaba el viento terrero.
La tierra volvió a la tierra.

Entre tus manos me tienes,
tierra soy.
El viento orea
tus dedos, largos de siglos.

Y el puñadito de arena
-grano a grano, grano a grano-
el gran viento se lo lleva.

 
TERCERA PALINODIA: DETRÁS DE LO GRIS

Ah, yo quiero vivir
dentro del orden general
de tu mundo.
Necesito vivir entre los hombres.

Veo un árbol: sus brazos ya en angustia
o ya en delicia lánguida
proclaman su verdad:
su alma de árbol se expresa,
irreductiblemente única.

Pero el hombre que pasa junto a mí
el hombre moderno
con sus radios, con sus quinielas, con sus películas sonoras
con sus automóviles de suntuosa hojalata
o con sus tristes vitaminas,
mudo tras su etiqueta que dice «comunismo» o «democracia» dice,
con apagados ojos y un alma de ceniza
¿que es?, ¿quién es?

¿Es una mancha gris, un monstruo gris?

Monstruo gris, gris profundo,
profundamente oculta sus amores, sus odios,
gris en su casa,
gris en su juego,
en su trabajo, gris,
hombre gris, de gris alma.

Yo quiero, necesito,
mirarle allá a la hondura de los ojos, conocerle,
arrancarle su careta de cemento,
buscarle por detrás de sus tristes rutinas.
Por debajo de sus fórmulas de lorito
real (¡Pase usted! ¡Tanto gusto!),
aventarle sus tumbas de ceniza
huracanarle su cloroformo diario.

Un día llegará en que lo gris se rompa,
y tus bandos resuenen arcangélicos,
oh gran Dios.

Dime, Dios mío, que tu amor refulge
detrás de la ceniza.
Dame ojos que penetren tras lo gris
la verdad de las almas,
la hermosa desnudez de tu imagen:
el hombre.

HAROLD LLOYD: Compilation. Mrs. Bluecat

Harold Lloyd, una estrella norteamericana del cine mudo. Lo notable del actor es que todas sus escenas peligrosas (como algunas que se incluyen en este video) las filmó él mismo y en situaciones de elevado riesgo. Nunca admitió que lo doblaran. Esta compilación que me encontré en la red es una joya, ¡divertidísima!

EL DIFÍCIL ARTE DE LA FE: Leticia Thompson


Tener fe es eliminar de la vida el "¿Y si...?" Caminando con la cabeza erguida, sin volver la vista atrás ni hacia los lados; es tener la convicción de que suceda lo que suceda, el objetivo será alcanzado.
Habrá quien piense que tener fe es aventarse a un pozo oscuro, sin saber lo que le espera allá abajo; pero es exactamente lo contrario.
Quien tiene fe, sí se avienta a un pozo oscuro, pero sabiendo, a través de los ojos espirituales lo que le espera y, no duda de ello; construye su arca con la seguridad de que la lluvia vendrá; abre los ojos a la promesa y cierra los oídos a los que intentan hacerlo desistir con dudas; anda sobre las aguas y siente tierra firme bajo los pies; ve salidas y continúa caminando donde otros desistieron.
Tenemos fe cuando contamos con la certeza absoluta de que no estamos solos. Sabemos que una mano nos guía, brazos que nos esperan y eso nos reconforta.
Perdemos bendiciones porque en medio del camino, principalmente si es largo, comenzamos a cuestionar. No es fácil para nadie mantenerse en posición de fe cuando todo parece contrario a lo que se espera.
Las personas más próximas a Jesús dudaron. Pedro comenzó a hundirse al andar sobre las aguas, todos los discípulos entraron en pánico por causa de una tempestad, aún sabiendo al maestro a su lado y Tomás quiso tocar la herida con sus propias manos.
Así somos, incrédulos, porque somos demasiado materialistas. Si fuéramos más espirituales nuestra vida sería diferente. Quien sólo cree en aquello que ve, solo experimenta aquello que ve. En cambio quien cree en Dios, experimenta la diversidad de bendiciones que Dios coloca a nuestra disposición.
La fe es un ejercicio diario de confianza en Dios y es el resultado de la convivencia con Él. Sólo que Dios no es un Dios que se impone. Corresponde a nosotros la búsqueda.
Quien ya tiene fe, planta en desiertos y ve campos floridos.
Quien no la tiene, pida, que Dios da con alegría.

JACKIE EVANCHO: NIÑA QUE CANTA

Para los que batallen un poquito con el Inglés, en la primera parte Jackie habla de su edad, su vida, su familia, y la preparación que ha venido teniendo para cantar. Platica sobre  sus patos y los patitos, como cualquier niña normal. ¡Ah, pero cuando canta!... ¡Son palabras mayores! ¡No dejen de ver el video completo!

domingo, 22 de agosto de 2010

CONTRALUZ Agosto 22, 2010

RECONSIDERE, CARDENAL
María del Carmen Maqueo Garza
Nací en un hogar católico, practico mi religión al igual que mis dos hijos adultos. Por diversas circunstancias desde pequeña he tenido ocasión de adentrarme en otros credos religiosos. A través de ello he podido discriminar entre estos y el mío propio, e identificar desde fuera aquello que a nosotros nos está fallando.
Para la Iglesia Católica Romana ha sido motivo de constante preocupación el número de fieles que desertan para cambiar de denominación. Las causas son múltiples; algunas que alcanzo a identificar, en primer lugar que no conocemos a fondo nuestra religión; segundo, la escasa o nula calidez que nos prodigamos entre laicos. Tercera, y posiblemente la más importante, una falta de congruencia entre el dicho y el hecho: Hablamos preciosamente de Dios, pero nuestros actos distan mucho de ser testimonio vivo de su palabra.
Hace poco leí un párrafo iluminador: "Cuando oramos le hablamos a Dios; cuando leemos su palabra él nos habla". Por desgracia los católicos no tenemos la costumbre de una lectura sistemática de las sagradas escrituras, entonces no nos damos la oportunidad de que Dios nos hable, y no lo conocemos. En buena medida nuestra práctica consiste en cumplir fórmulas, quizás acudimos al templo como actividad social, o bien circunscribimos nuestro acercamiento a Dios a los momentos de dificultad. Somos indiferentes frente a las necesidades de nuestros hermanos, y triste reconocerlo, gastamos quinientos o mil pesos en bagatelas, pero para el óbolo dominical andamos juntando cambio suelto, como si cualquier billete se nos hiciera muy grande para ofrendarlo.
Escándalos como los casos de pederastia surgidos al interior de la Iglesia Católica no ayudan en nada para convencer a los dubitativos de que se queden. Conductas terribles de abuso sexual por parte de prelados, y el ocultamiento que la jerarquía católica hizo de tales delitos durante mucho tiempo, terminaron por desanimar a un buen número de hermanos que finalmente cambiaron de fe.
Ahora con el asunto de las uniones legales entre personas del mismo sexo, y la posibilidad de que adopten niños, los pronunciamientos de la jerarquía católica han sido de rechazo absoluto. Yo como ciudadana veo un trasfondo populista en dicha legislación; como católica ciertamente no la apruebo, y como pediatra tengo muchas dudas de las repercusiones que vaya a generar este tipo de familias atípicas en el desarrollo psicosexual de los hijos. De hecho, hay grandes inquietudes al respecto dentro de la Pediatría organizada de todo México.
Al margen de lo anterior surgen comentarios desafortunados como el del Cardenal Juan Sandoval Iñiguez, arzobispo de Guadalajara, quien asegura que la aprobación de la ley obedece a actos de corrupción entre el gobierno del Distrito Federal y la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Lo expresa categóricamente, sin que hasta el momento haya exhibido pruebas que sustenten su dicho; ante esto Marcelo Ebrard interpone una querella de carácter civil por daño moral y lo que resulte. Además le exige que se retracte y pida perdón, a lo que Sandoval responde de forma terminante que no lo hará. Durante una entrevista, al expresar su opinión respecto a la adopción de menores por parejas del mismo sexo, el cardenal se refirió a los homosexuales de manera peyorativa rayando en lo soez, algo que no corresponde a una figura pública, y menos aún a su alta investidura religiosa.
Este es un claro ejemplo de las incongruencias que nos señalan con índice de fuego los desertores del catolicismo: Un jerarca de la iglesia que denuesta, humilla y discrimina a sus semejantes por razón de su conducta, que él califica como inmoral. Recordemos, del evangelio de Juan el pasaje de la mujer sorprendida en flagrante adulterio, y el conflicto en que escribas y fariseos intentan poner a Jesús: "Ella ha pecado, de acuerdo a la ley de Moisés debe morir lapidada, ¿tú qué dices?" Él sereno contesta: "El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra", lo que ocasiona que todos se vayan retirando, comenzando por los más viejos. Y Mateo 12: "Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado."
La actitud insensible de Sandoval Iñiguez no tiene semejanza con las enseñanzas de Jesús quien nos instruyó a ser piadosos y caritativos. Que muestre las pruebas que dice tener, o que tenga la humildad de pedir disculpas. Hasta este momento el cardenal no nos deja nada bien parados a los católicos.
"Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio" (Mt 11:28). Cardenal Sandoval, como líder espiritual reconsidere su actitud; por esas incongruencias mayúsculas entre la palabra de Dios y nuestros actos, es que los templos se nos están quedando vacíos.

COSAS NUESTRAS: Jorge Villegas. Agosto 12, 2010

Amigos: Es pretensioso de mi parte intentar editar a Don Jorge Villegas. Todas sus editoriales son inmensamente valiosas. Este se me quedó en el tintero la semana pasada, y contrario a mi costumbre de seleccionar una de la misma semana para subir al blog, ahora subo la que se me quedó pendiente. Me resulta de un gran valor humano, si no chequen por ustedes mismos:
Nick Vujicic
Ejemplo
El protagonista, un hombre joven, es optimista e hiperactivo.
El video lo muestra tirándose de un alto trampolín, bajando veloz en un resbaladero acuático.
Aparece manejando un extraño automóvil, y sobre todo en lo suyo.
Lo suyo es motivar a los jóvenes para que celebren lo que tienen.
A no frustrarse por las pequeñas carencias, por los fracasos modestos.
Los muchachos lo escuchan arrobados y le creen.  Hasta se levantan a abrazarlo.
Porque el joven es una lección viva, estremecedoramente real, de lo que predica.
No tiene brazos ni piernas.  Es apenas un bulto que se ufana de las bendiciones de su vida.
jvillega@rocketmail.com

Facundo Cabral: No estás deprimido, estás distraido.

SI AMAS A TU HIJO: Haydee Gulli

Contéstale, no le informes.
Protégelo, no lo cubras.
Ayúdalo, no lo reemplaces.
Abrígalo, no lo tapes.
Ámalo, no lo idolatres.
Acompáñalo, no lo lleves.
Muéstrale el peligro, no lo atemorices.
Incorpóralo, no lo aísles.
Aliéntalo en sus esperanzas,
No lo desencantes.
No le exijas ser el mejor, pídele que sea
bueno y dale tu ejemplo.
No le prodigues amor, rodéalo de amor.
No le enseñes a ser, sé tu como quieres que él sea.
No le dediques la vida, vivan todos.
Recuerda que tu hijo no te escucha, te mira.
Y finalmente, cuando se rompa la jaula del
canario, no compres otra jaula,
Enséñale a vivir sin puerta.

Tomado del blog http://diarios.izcallibur.com/siguelboim/
de Susana Sigelboim. Tel Aviv, Israel.

MAR PRECIOSO por Patrus

Para un rato de absoluto relajamiento durante el día, clava tu mirada en estas imágenes y déjate llevar por la dulce música. Es un regalo para el espíritu.


ALFONSINA STORNI: Vida y obra.


Nació en Capriasca, Suiza, en 1892,  pero desde los cuatro años fue llevada a Argentina, país que la acogió
con su nacionalidad. Desde muy niña empezó a trabajar como maestra, escribiendo sus primeros poemas bajo el pseudónimo de TaoLao.
Poeta de enorme sensibilidad, obtuvo importantes premios literarios, destacándose entre sus obras, «Languidez», «El dulce daño» y «La inquietud del rosal».
Se quitó la vida en 1938.

 


"Amo los cielos claros, los pastos frescos,
los campos dorados, las delicadas manos,
las frentes amplias, las almas pulcras..."

Carta lírica a otra mujer
Vuestro nombre no sé, ni vuestro rostro
conozco yo, y os imagino blanca,
débil como los brotes iniciales,
pequeña, dulce... Ya ni sé... Divina,
en vuestros ojos, placidez de lago
que se abandona al sol y dulcemente
le absorbe su oro mientras todo calla.

Y vuestras manos, finas, como aqueste
dolor, el mío, que se alarga, se alarga,
y luego se me muere y se concluye
así, como lo veis, en algún verso.

Ah, ¿sois así? Decidme si en la boca
tenéis un rumoroso colmenero,
si las orejas vuestras son a modo
de pétalos de rosa ahuecados...

Decidme si lloráis, humildemente,
mirando las estrellas tan lejanas
y si en las manos tibias se os duermen
palomas blancas y canarios de oro.

Porque todo eso y más, vos sois, sin duda
vos, que tenéis el hombre que adoraba
entre las manos dulces, vos la bella
que habéis matado, sin saberlo acaso,
toda esperanza en mí... Vos, su criatura.

Porque él es todo vuestro: cuerpo y alma
estáis gustando del amor secreto
que guardé silencioso... Dios lo sabe
por qué, que yo no alcanzo a penetrarlo.

Os lo confieso que una vez estuvo
tan cerca de mi brazo, que a extenderlo
acaso mía aquella dicha vuestra
me fuera ahora... Sí, acaso mía...

Mas ved, estaba el alma tan gastada
que el brazo mío no alcanzó a extenderse:
la sed divina, contenida entonces,
me pulió el alma....Y él ha sido vuestro!

¿Comprendéis bien? Ahora, en vuestros brazos
él se estremece y le decís palabras
pequeñas y menudas que semejan
pétalos volanderos y muy blancos.

¡Oh, ceñidle la frente! ¡Era tan amplia!
Arrancaban tan firmes los cabellos
a grandes ondas, que a tenerla cerca,
no hiciera yo otra cosa que ceñirla!

Luego dejad que en vuestras manos vaguen
los labios suyos; él me dijo un día
que nada era tan dulce al alma suya
como besar las femeninas manos...

Y acaso, alguna vez, yo, la que anduve
vagando por afuera de la vida,
-como aquellos filósofos mendigos
que van a las ventanas señoriales
a mirar sin envidia toda fiesta-

me allegue alguna vez a vuestro lado
y con palabras quedas, susurrantes,
os pida vuestras manos un momento,
para besarlas, yo, cómo él las besa...

Y al recubrirlas, lenta, lentamente,
vaya pensando: aquí se aposentaron
¿cuánto tiempo, sus labios, cuánto tiempo
en las divinas manos que son suyas?

Oh, qué amargo deleite, este deleite
de buscar huellas suyas y seguirlas
sobre las manos vuestras tan sedosas,
tan finas, con las venas tan azules!

Oh, que nada podría, ni ser suya,
ni dominarle el alma, ni tenerlo
rendido aquí a mis pies, recompensarme
este horrible deleite de ser mío
un inefable, apasionado rastro...

Y allí en vos misma, sí, pues sois barrera,
barrera ardiente, viva, que al tocarla
ya me remueve este cansancio amargo,
este silencio de alma en que me escudo,

este dolor mortal en que me abismo
esta inmovilidad del sentimiento,
que sólo salta bruscamente cuando
nada es posible!
 
Dientes de flores, cofia de rocío...
Último poema antes de suicidarse.
Dientes de flores, cofia de rocío,
manos de hierbas, tú, nodriza fina,
tenme prestas las sábanas terrosas
y el edredón de musgos escardados.

Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.
Ponme una lámpara en la cabecera;
una constelación, la que te guste;
todas son buenas, bájala un poquito.

Déjame sola; oyes romper los brotes...
te acuna un pie celeste desde arriba
y un pájaro te traza unos compases

para que olvides... Gracias... Ah, un encargo:
si él llama nuevamente por teléfono
le dices que no insista, que he salido.


BIBLIO-BURRO COLOMBIANO

Amigos queridos: La grandeza del hombre es tanta, que él es capaz de plantarse por encima de  toda  circunstancia y crear.   Para ello es necesario salir del letargo; sacar las manos de los bolsillos, y ponerlas bien pegaditas al   corazón.  Si no, vean esta historia increíble de los burros  Alfa, Beto y su dueño el maestro Luis Soriano.