domingo, 27 de enero de 2019

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

YALITZA Y LA SILLA
Lamentable lo  ocurrido en Tlahuelilpan, Hidalgo.  Las imágenes  quedan para la historia.  Me recuerdan   al Guernica de Picasso. Instantáneas en blanco y negro que inmortalizan  una colorida  fiesta popular que devino en tragedia.   
     Contra  mi habitual dificultad para ponerle nombre al niño cada semana, esta vez el título llegó por delante,  jalando a sus hermanas --las letras no natas-- a salir a la luz y plasmar  por escrito, lo que me venía dando vueltas en la cabeza.  Hace unos cuantos días se dieron a conocer  las nominaciones al Óscar, entre las que queda con una honrosa décupla la cinta “Roma” de Cuarón.  Muy en particular me emocionó que Yalitza Aparicio  quedara  dentro de las candidatas a mejor actriz  protagónica.  El mensaje que percibo  es que, contra los prejuicios que pesan sobre los grupos étnicos originales, esta vez el talento  ha  triunfado.
   Quiero contrastar esta parte gloriosa de mi texto con lo sucedido en el estado de Hidalgo, ese mismo prejuicio que insinúa  que el mexicano no tiene modo de salir adelante por su cuenta.  Como destello vino a mi mente una memoria de mis dos años de vida, caminaba distraída, me golpeé con una silla, y mi querida Mila se vino  contra la silla, la regañó  y le dio  varios golpes, como nalgadas, en tanto se dirigió a mí para decirme: “Fue culpa  de la silla, no tuya.”  Recuerdo aquella sensación de consuelo, convencida  de que en lo ocurrido, yo no tenía  responsabilidad alguna.  Poco duró la magia del momento, pues detrás  de la  nana  apareció  mi madre para sentenciar: “Te golpeaste porque ibas distraída, no es culpa de la silla, es  responsabilidad tuya.  Para la siguiente ten más cuidado”. Debo decir que  no recuerdo haber vuelto a escuchar a mi nana adjudicando a cajones, puertas o mesas la responsabilidad de algún golpe que me hubiera dado, por más severo que fuera.  Incluso un par de veces que terminé con el  médico por accidentes de consideración, lo hice consciente de que la única responsable había sido yo.
     Así como muchas voces pretenden demeritar la actuación o la nominación de Yalitza por prejuicios, del mismo modo muchas otras claman por justicia ante una tragedia de la que se sienten víctimas y no responsables.  Se aplica ese mecanismo tan  habitual en nuestro México: “Si el muchacho roba, o se droga, o no trabaja, no es su culpa, es culpa de los amigos, o de la tele, o del raeggeton”.  Lo mismo sucede esta vez, si los adultos andaban con sus bidones o garrafas, algunos de ellos acompañados de niños, hay un sinfín de razones que se esgrimen para  deslindarse de culpa: “Fue a asomarse por pura curiosidad” o “Iba pasando”.   En seguida viene lo más terrible,  desplazar cualquier carga de responsabilidad fuera de ellos mismos: “Si los soldados hubieran actuado con determinación no habría ocurrido la tragedia.”  El ejército estuvo varias horas intentando disuadirlos, y la reacción de los pobladores hacia los militares  fue hasta  violenta.  ¿Entonces qué deberían haber hecho --según los afectados--? ¿Haber disparado al aire? Un disparo, en medio de una nube de combustible volatilizado, habría precipitado lo que sucedió horas más tarde y por otro mecanismo. La necesidad  era hallar alguien ajeno a la propia  persona y desplazar la culpa.
     Hay mucho por hacer en nuestro vapuleado México, dolorosamente polarizado en elites multimillonarias que han hecho su fortuna dentro de la función pública con un cinismo  despreciable.  Ya he mencionado, yo no voté por López Obrador, pero reconozco que es el presidente electo, al que habrá que respaldar en sus decisiones, y si no nos parecen, expresarlo por conductos civilizados.  Él y su gabinete están poniendo todo el interés en resolver una enfermedad grave y paralizante llamada “corrupción”.  Nosotros como ciudadanos necesitamos trabajar en   lo que nos corresponde.  No hay de otra.
     Freud habla  de la  proyección como un mecanismo de defensa a través del cual se busca adjudicar a elementos externos a la propia persona, un suceso determinado.  Es justo lo que hemos venido haciendo los mexicanos desde largo tiempo atrás, y se vuelve a intentar ahora: La comisión de un ilícito --huachicoleo--  provocó una explosión en la que más de un centenar  han muerto y otros tantos, --si sobreviven-- tendrán una calidad de vida lejana a la ideal.   Esto no es responsabilidad del gobierno en turno.  No corresponde esperar que  las familias que  resultaron afectadas porque uno de sus miembros sufrió quemaduras por la explosión, sean victimizadas ahora. Por doloroso que resulte de entrada, hoy es momento  para tirar a la basura ese razonamiento anacrónico  que tanto daño hace.  
     Mi  tropiezo no fue  culpa de la silla. Gracias, madre, por la lección.

VIÑETAS por María del Carmen Maqueo Garza


Los ojos del mundo puestos en Málaga. La oración en vilo.

Padres y madres; hermanos;  abuelos y abuelas, siguiendo día a día los acontecimientos de Totalán.

Trece días.  Trescientos hombres y mujeres.  Una voluntad de hierro que jamás  cejó.

Grandes empresas de nivel mundial  volcadas en el rescate de la pequeña figura que lograba adivinarse en el fondo del pozo. 

Ocho mineros heroicos  que arriesgaron la vida al introducirse por aquella honda  bocaza.

"Ningún minero se queda en la mina"; Dicho y cumplido.

Julen: El minero más pequeño de la aldea.  Esperabas en el fondo. Los sueños en pausa.  Abrigado por las alas de un ángel.

Partiste cualquiera de esas noches estrelladas que atestiguaron los alcances que  llega a alcanzar la voluntad humana. 

En muy corto tiempo --un puñado de meses--, cumpliste tu misión de vida: Hoy el mundo es mejor gracias a ti. 

En la tarea de localizarte ha florecido la seca higuera.

¡Feliz eternidad, pequeño mío!

Niño espontáneo interpreta la sonata Weldstein de Beethoven

POESÍA de Eugenio Montejo

La poesía

La poesía cruza la tierra sola,
apoya su voz en el dolor del mundo
y nada pide
ni siquiera palabras.

Llega de lejos y sin hora, nunca avisa;
tiene la llave de la puerta.
Al entrar siempre se detiene a mirarnos.
Después abre su mano y nos entrega
una flor o un guijarro, algo secreto,
pero tan intenso que el corazón palpita
demasiado veloz. Y despertamos.

https://digopalabratxt.com/2017/06/05/19-diez-poemas-de-eugenio-montejo-caracas-1938-valencia-2008

Tres amigos en el mundo animal

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez


Aún con los ecos de buenos deseos de un ¡feliz año! se deja sentir un inicio vertiginoso del año nuevo. Nuestro continente se agita, humanidad y naturaleza parecieran responder vociferando, para ser escuchados, para mover conciencias, mostrando su coraje por años acumulado.

Ëxodos, rebeliones, enfrentamientos, muertes, manifestaciones multitudinarias, saqueos, violencia, divisionismo entre los pueblos, pobreza, inconformidad, polarización...

Teniendo tanto mundo, ¿cómo entender que no seamos capaces los seres humanos de vivir en paz? Si para todos alcanza, si en cada lugar hay más de lo necesario para más que cubrir nuestras necesidades.

¿Qué nos lleva a desear más y arrebatarlo? ¿Qué nos hizo creer que contra todo principio religioso y espiritual, el tener más nos hace superiores y define el éxito de nuestra existencia?

¿Por qué querer todo el pastel, si no alcanzará el apetito para engullirlo solos? No es posible tener que buscar la posibilidad de vida en otros planetas, porque nuestra falta de conciencia y una ambición patológica nos lleve a una sobre explotación del propio y de nuestros semejantes.

Habría que medir nuestras necesidades y reconocer las ajenas, para hacer de este mundo, uno que sea suficiente y con oportunidades para el desarrollo de todos.

La verdadera caridad, no es darles un poco de lo que nos sobra a los pobres; es la búsqueda de un mundo donde la pobreza no tenga cabida. Nuestro destino no puede ser la autodestrucción, tenemos mucho más que conduzca por el buen camino a la razón y agite por causas nobles nuestro corazón.

De corazón a corazón: Un conmovedor mensaje

Quise agregarle subtítulos en español, pero youtube no me lo permitió. Se los platico, una chica norteamericana falleció accidentalmente. Su corazón fue donado y salvó la vida de un paciente que no hubiera salido adelante sin el trasplante. Ahora el papá de la chica hace un recorrido en bicicleta por la Unión Americana. El video fue tomado el día cuando llega a la población donde vive el receptor del corazón, el cual le ofrece un estetoscopio al padre para que pueda escuchar el corazón de su hija. Conmovedor. Nos recuerda que la donación de órganos es un regalo de vida.