sábado, 23 de marzo de 2013

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza



EL PAPA DE LA ESPERANZA
Antes de iniciar la presente colaboración  leí con detenimiento el texto correspondiente a  la homilía del Papa Francisco durante la misa que marcó el inicio del Ministerio como Obispo de Roma.  Aún cuando la “juventud acumulada” me ocasiona períodos de insomnio que esta vez resultaron afortunados, pues pude seguir en plena madrugada la transmisión en vivo desde el Vaticano, para ahondar en los conceptos vertidos en la  homilía, bendita tecnología de la información, conseguí el texto íntegro casi de inmediato.
   En lo personal, debo  reconocer que hice clic instantáneo con el Papa Francisco desde sus primeras palabras aquel 13 de marzo, cuando de la manera más sencilla pidió “oren por mí”, y en el curso de los días han  surgido nuevos detalles que encuentro auténticos y cautivadores. Uno de  ellos   tiene que ver con su atuendo en extremo sencillo: Ha utilizado para esa misa solemne los mismos zapatos con los que llegó al cónclave como cardenal: Negros, algo gastados, de suerte que ni  el mejor betún  alcanzó a disfrazar las marcas   que miles de pasos han dejado en ellos.  Algo así lo pinta de cuerpo entero.
   Quizás uno de los grandes problemas de la religión (de cualquier religión, no solamente la católica), es que aspiramos a  hallarnos tan cerca de Dios,  hasta sentir que podemos tocarlo desde nuestra burbuja impoluta,  en tanto que nos vamos aislando totalmente del resto del mundo.  Pretendemos vivir la religión desde la perspectiva de: “Dios y yo”, y  tendemos a desatender cuanto suceda más allá de nuestro entorno inmediato.
   El mensaje del Papa fue muy claro e incluyente, invitó a hombres y mujeres a leer con realismo los acontecimientos que nos rodean, como en su momento  hizo José.  Nos  conminó a tener respeto por todas las creaturas de Dios, y por el entorno en el que vivimos.  Lo que nos permite leer entre líneas algo así como: “dejemos de destruir el mundo que Dios nos dio para construir la vida eterna desde la tierra”.
   Más delante nos llamó a custodiar a la gente con amor, en particular a nuestros niños y ancianos, pero también dejó muy claro que debíamos velar por aquellos que se quedan en la periferia de nuestro corazón, y por quienes –acotación mía—en ocasiones sentimos hasta desprecio.  Tan simple como esto, cuando  nos enteramos de que hubo un enfrentamiento armado entre  miembros de dos  bandas delincuenciales y que muchos murieron, nos asalta el pensamiento de decir “pues ellos se lo buscaron, para qué andan en eso”, actitud muy alejada de la propuesta que nos está haciendo el Papa a todos.
   Francisco hace especial énfasis en la custodia por parte de la familia, los cónyuges uno del otro, luego padres a hijos, y más delante en sentido contrario, cuando los hijos se convierten en custodios de los padres ancianos.
   No dejó de sorprenderme que el pontífice se refiriera a las amistades  haciendo un llamado a cuidarlas en el respeto, la confianza y el bien.  Hemos generado un mundo muy apegado a las cosas materiales, en el cual la amistad no siempre  se valora más allá  de la utilidad que  pueda reportarnos.
   Francisco lo dice con claridad: Todo está confiado a la custodia del hombre, y cuando no nos preocupamos por la creación y por los hermanos, gana terreno la destrucción y el corazón se queda árido.   ¡Cuánta luz hallé en estas palabras! Custodiar es vigilar sobre nuestros sentimientos, nuestro corazón, porque de ahí provienen las intenciones, tanto constructivas como destructivas.
   ¡Qué duro golpean esas dulces sentencias cuando nos hemos dejado   seducir por lo inmediato,  la búsqueda de satisfacciones, el propio placer antes que nada! Tanto así  que nos la creemos  y lo justificamos.
  El Papa conoce el corazón del hombre,  no está ajeno a entender el modo como se ha desvirtuado el concepto “persona”  a causa de ánimos destructivos.  Nos llama a permitirnos albergar la bondad, a no temer a expresar la ternura advirtiendo que lejos de que esta última represente un signo de debilidad, es fortaleza de ánimo, empatía, y finalmente amor.
   Como parte de esa reflexión acerca de la naturaleza del hombre actual y las ambiciones que lo mueven,  nos recuerda que el verdadero poder está fincado en el servicio, y que sólo el que sirve con amor será capaz de custodiar aquello que Dios nos ha encargado a todos.
   “Apoyado en la esperanza, contra toda esperanza”.  Con base en la fe de Abraham nos llama a plantar la mirada más allá de los nubarrones, de manera de abrir un resquicio de luz y llevar el calor de la esperanza.
   “Protejamos con amor lo que Dios nos ha dado.” Respeto al derecho que todos tenemos de una vida digna, para construir  una escalera al cielo.


COSAS NUESTRAS por Jorge Villegas

Jardinero
Un pastor solicitó el apoyo del arzobispo de Buenos Aires para una gestión.
Se trataba de declarar un Día Nacional de la Biblia en Argentina.
El prelado accedió de inmediato.  La Biblia es lo que necesita nuestra nación, dijo.
Antes de despedirse, el arzobispo le sugirió que oraran.
El pastor esperaba un rezo solemne y memorizado.
Su sorpresa fue mayor ante una oración sencilla, casi íntima con Dios.
El arzobispo le contó: Todos los miércoles oro una hora con mi jardinero, que es evangélico.
Ahora ese sacerdote es el Papa Francisco.
jvillega@rocketmail.com

EL MEJOR REGALO

En esta vida las cosas no son necesariamente como parecen a primera vista. Para muestra, va un botón. Nota: Para seguirlo en Español, activar ícono de subtítulos, y luego el de traducir subtítulos, eligiendo Español.

EL DECÁLOGO DEL OPTIMISTA por Antonio Gallo




1.Los optimistas se aman, procuran un alto nivel de autoestima, se valoran y aprovechan lo mejor posible sus talentos personales innatos.

2.Los optimistas aceptan a los demás como son, y no malgastan energías queriendo cambiarlos, sólo influyen en ellos con paciencia y tolerancia.

3.Los optimistas son espirituales, cultivan una excelente relación con Dios y tienen en su fe una viva fuente de luz y de esperanza.

4.Los optimistas disfrutan del "aquí" y el "ahora", no viajan al pasado con el sentimiento de culpa ni el rencor, ni al futuro con angustia. Disfrutan con buen humor y con amor.

5.Los optimistas ven oportunidades en las dificultades, cuenta con la lección que nos ofrecen los errores y tienen habilidad para aprender de los fracasos.

6.Los optimistas son entusiastas, dan la vida por sus sueños y están convencidos de que la confianza y el compromiso personal obran milagros.

7.Los optimistas son íntegros y de principios sólidos, por eso disfrutan de paz interior y la irradian y comparten, aún en medio de problemas y crisis.

8.Los optimistas no se desgastan en la crítica destructiva y ven la envidia como un veneno. No son espectadores de las crisis
sino protagonistas del cambio.

9.Los optimistas cuidan sus relaciones interpersonales con esmero, saben trabajar en equipo y son animosos sembradores de fe, esperanza y alegrías.

10.Los optimistas también tienen épocas difíciles, pero no se rinden ni se dejan aplastar por su peso, ya que saben que aún la noche más oscura tiene un claro amanecer y que por encima de las nubes más densas sigue brillando el sol; que todo túnel, por más largo y oscuro que sea siempre tendrá otra salida y que todo río siempre tiene dos orillas.

¿QUÉ PASARÍA SI LA FAUNA SILVESTRE CONSUMIERA COMIDA RÁPIDA?

Un video muy ilustrativo del efecto que provoca el hábito de consumir comida rápida.

LA LENGUA CASTELLANA por José Mercado, poeta boricua

¡Lengua inmortal que hablaron mis abuelos,
un bardo triste tu hermosura canta!
tú me recuerdas el amante arrullo
de una madre infeliz; tú de mi infancia
evocas el recuerdo; tú revives
de mi niñez sin sol vagos fantasmas,
mis horas de placer, que fueron cortas,
mis horas de dolor, que fueron largas,
mi titánica lucha por la vida,
mis tributos breves, mis derrotas vastas.

¡Lengua inmortal que hablaron mis mayores,
tan bella como tú no hay lengua humana!
por tus frases enérgicas obtuve
el hermoso concepto de la Patria,
y sé por ti que Dios, bondad suprema,
sobre los hombres su piedad derrama;
y al abrir de la Historia el libro inmenso,
supe que fueron tuyas las palabras
que pronunció Colón mirando al cielo,
al descubrir la tierra americana.

Lengua inmortal, idioma de Cervantes,
el colono de ayer tu gloria canta.
Eres raudo torrente. Te despeñas
y caes en deslumbrante catarata,
llenando de sonidos el espacio
y de notas de fuego, que se apagan
con ese ritmo vago y misterioso
de un suspiro de amor. Sonora y clara,
expresas la pasión, y el pensamiento
por ti se viste con brillantes galas.

¡Lengua inmortal, tesoro de armonías,
honor a ti, del mundo soberana!
son tuyos el apóstrofe brillante
que hiere como el filo de la espada,
y la frase de célica ternura
con que forma la Virgen su plegaria,
y el acento melódico que tiene
la dulce voz de la mujer amada,
la que rayos de Sol lleva en los ojos,
nieve en la frente y en los labios grana.

¡Lengua inmortal, a tu existencia unida
por siempre esté mi tierra borincana!
Tronó el cañón, soldados extranjeros
aquí pusieron su atrevida planta,
y se cumplió una ley inexorable,
y su gran infortunio lloró España
con la misma amargura y tristeza,
llena de luto y de dolor el alma,
que otro gran infortunio lloró un día
el último rey moro de Granada...

¡Ese lazo que ayer rompió la fuerza,
átalo tú, mi lengua castellana!
mensajera perenne de concordia,
cruza el inmenso mar que nos separa,
y lleva de la América española
y la nación que puebla nuestra raza,
con el pobre cantar del bardo triste
el beso fraternal de nuestras almas:
¡que se puede cambiar una bandera,
pero los sentimientos no se cambian!

Una relación muy completa de las Letras de Puerto Rico: http://www.proyectosalonhogar.com/escritores/Literatura_de_Puerto_Rico.htm

J.S. BACH Solo para cello No. 1 BMW 1007. Interpeta Pablo Casals

Esta semana que termina celebramos el natalicio de J.S.Bach. Aquí una extraordinaria interpretación de su música por el inmortal Pablo Casals.

domingo, 17 de marzo de 2013

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza


EL PAPA FRANCISCO Y LA IGLESIA
Para  buena parte de la población mundial esta semana se ha vivido un momento de gran trascendencia  en  los últimos tiempos.  La elección del Papa Francisco significa  una oleada de esperanza para el mundo católico.
   Como institución la Iglesia Católica Romana ha experimentado una serie de crisis en los pasados lustros.   Desde la elección de Juan Pablo I y su inesperada muerte, hasta la renuncia de Benedicto XVI, la Iglesia ha debido sortear grandes dificultades que, entre otras cosas, ha generado una disminución, tanto  en el número de creyentes como en las vocaciones sacerdotales y religiosas.
   Su carácter tradicionalista ha debido enfrentarse con las tendencias propias de la modernidad, lo que en mayor o menor grado ha provocado conflictos y deserción.  Temas como el control de la natalidad por métodos artificiales, el aborto, o la ordenación sacerdotal de mujeres son tópicos frente a los cuales la Iglesia Católica ha definido una  postura muy clara de rechazo.  A quienes hemos vivido dentro de esta fe no nos extraña, y de alguna manera asimilamos y aceptamos que así son las cosas.
   Yo me atrevería a afirmar que  más que deserción estos temas han ocasionado el surgimiento de corrientes dentro de la misma Iglesia, como es para España y Latinoamérica el caso de “Católicas por el derecho a decidir”, quienes siguen considerándose católicas, aunque definen su postura particular en asuntos de planificación familiar y aborto, entre otros.
   Sin embargo, quizás el tema que ha ocasionado mayor desencanto y rechazo en los últimos cuarenta años, sea el relativo a  los casos de conductas sexuales inapropiadas por parte de sacerdotes, y muy en particular los casos documentados de pederastia, y lo que hasta ahora  se percibe  como un encubrimiento por parte de las autoridades eclesiales, al menos para quienes tratamos de entenderlo como laicos.
   Por desgracia el mensaje que llega a interpretarse es el siguiente: No tengo por qué responder  si ejercito mi sexualidad  de un modo  que perjudique a otros, en particular a niños pequeños  a los que someto  en razón de la autoridad que ejerzo sobre ellos.  
   Surgen las primeras voces de denuncia, pero pronto son acalladas.  En distintos países las voces son cada vez más, pero debieron de pasar muchos años para que la propia Iglesia las atendiera.  Y en diversos casos pareciera que al tener conocimiento de un caso, lejos de obligar al sacerdote a responder por ello, solamente se le  cambió de lugar de residencia, y el abuso continuó.
   Esos silencios cómplices han cobrado un precio muy elevado en términos de fe.  No es de extrañar que así suceda cuando a quienes, en función de su jerarquía eclesial  debían de servir de modelos,  descubiertos sus actos inapropiados, se les encubrió, y se les mantuvo  en posición de seguir cometiéndolos.
   Llega el Cardenal Jorge Mario Bergoglio contra todos los pronósticos.  El primer jesuita, el primer latinoamericano, no considerado esta vez entre “los papables”,  con una historia de una vida sencilla y humilde en su natal Argentina.  
   De alguna manera los ojos del mundo estaban puestos sobre él desde el primer momento,  cuando  se conoció que asumía el nombre de “Francisco” y apareció en el balcón papal.  Hasta ahora cada uno de sus actos ha resultado simbólico, tiene una interpretación dentro del imaginario colectivo de los católicos, y resulta como una fresca oleada de esperanza.
   Confiamos en que haya cambios sustanciales para la Iglesia.  Que ocurra un cambio a favor de los más necesitados, dejando de lado   todo signo de ostentación.  El Papa Francisco, al menos en estos primeros días ha dado cuenta de un ser humano íntegro, humilde,  con sensibilidad social; lo manifiesta a través de sus primeros actos públicos, y da cuenta de ello su biografía.
   Existe la urgente necesidad de una iglesia incluyente aunque firme.   Una iglesia que llame a las cosas por su nombre, y que no se deje seducir ni doblegar.  Necesitamos una iglesia cuyo llamado sea interpretado como auténtico, un llamado hecho por un clero que reconoce su vocación de santidad, y actúa en consecuencia.
   A nosotros como laicos nos corresponde también actuar de manera consistente, entendiendo que nada queda por encima del Evangelio, ni la comodidad, ni el dinero, ni los intereses particulares.
   Entender que Cristo nos hace un llamado único: “Amaos los unos a los otros como yo os he amado”.  Y que el amor no es la condición aséptica y lejana, sino que implica ensuciarnos manos y pies con el barro que pisan  los pies desnudos de nuestros hermanos más necesitados.
   Dios bendiga y guarde al Papa Francisco, y que nos conceda a todos  nosotros vivir el amor de Dios de la única manera verdadera, como sagrada misión, a través de las pequeñas obras de cada día. 

COSAS NUESTRAS por Jorge Villegas

Juárez
Mi padre me inspiró respeto y admiración para Benito Juárez.
Aún me estremecen sus cartas mientras peregrinaba por el desierto.
Su escrupuloso apego a la medianía en ingresos y honres.
Con todo y eso no comprendo el feriado por su natalicio.
¿Por qué lo celebramos con descanso obligatorio?
¿Por qué no los natalicios de Hidalgo, Morelos, Madero?
Mucho me temo que es así para fastidiar a los conservadores.
Respetamos su natalicio pero no sus leyes de avanzada.
jvillega@rocketmail.com

REAL DEL MONTE Video con Alberto Ruy

CARTA DE DANIEL GONZÁLEZ AL PAPA FRANCISCO



¿Vas a trabajar, Francisco?

¿Quién eres tú, Francisco I? ¿Por qué me sorprende tanto verte? ¿Por qué es tanta la expectativa a tu alrededor? ¿Qué es lo que vas a hacer? ¿Vas a trabajar?

Todas las mañanas, cuando llevo a mi hermana a la escuela, rezamos un Padrenuestro y luego un Ave María. No conozco muchas más oraciones, y de hecho, son esas las que más nos gustan, por su sencillez y su universalidad. Las puede rezar cualquiera.

Por eso, hoy que estaba en mi casa, viendo al nuevo Papa, sentí algo muy extraño cuando escogió rezar exactamente lo que yo, y millones de católicos rezamos a diario. Sentí algo muy extraño cuando me di cuenta que el nuevo Papa me estaba haciendo orar, no sólo gritar o vitorear su nombre. Sentí algo muy extraño cuando me pidió que yo, lo bendijera y pidiera por él, al igual que mis demás hermanos, antes incluso de darme la bendición. Sentí algo muy extraño al verlo salir sin tantos adornos, sencillo, con gestos no de celebridad, sino de siervo. Con una sonrisa que esconde tantos años de trabajo. Y vaya, que hoy, sentí que a mis 23 años, cuanto me hace falta trabajar.

Bienvenido Francisco, a una Iglesia que está en crisis, pero que lo ha estado desde el primer día que fue instituida y que lo estará hasta el día que se termine el mundo. Bienvenido a un mundo que te atacará, lleno de gente que no piensa como tú, y gente que odia lo que tu crees. Bienvenido a un pueblo que te juzgará, inclusive dentro de tu misma casa. Bienvenido al trabajo.

Hoy Francisco, quiero trabajar contigo. Quiero seguir tu ejemplo, quiero quitarme mis adornos y salir por el balcón a servir a la gente. Quiero lanzarle una sonrisa al mundo. A los que esperan mucho de mí, poco, o nada, quiero servirlos a todos. A los que no opinan como yo, quiero servirlos. A los que he lastimado o lastimaré, quiero servirlos. Quiero trabajar contigo desde mi hogar, en las cosas que puedo hacer desde hoy. No quiero imponer mi opinión religiosa, quiero compartir la verdad: que todos somos hermanos. Que el amor, nos ama. Que ese amor es un Padre.

Hoy Francisco, quiero ser el último en la fila. Quiero ser el del último lugar del estacionamiento, y el último en servirse de comer. Quiero poder superar mis miedos y vencer mis malos hábitos, pero además quiero pasar desapercibido. Quiero que la gente se de cuenta que mi Iglesia no está para conquistar al mundo, sino para servirle. Quiero que Evangelizar a todos los pueblos, se traduzca en caridad para todas las naciones.

Y se que tú trabajarás conmigo. Se que no estoy sólo porque el representante de mi Iglesia se despertará todos los días muy temprano para trabajar. Se que orarás y contemplaras, y al mismo tiempo actuarás. Se que te haces de cocinar todos los días. Se que viajabas en metro en tu país. Se que naciste de padres humildes. Y se que no flaquearás. Se que te atacaran, igual que todos los días nos ataca nuestra pena cuando decimos ante un público tan tímidamente: ‘somos católicos’.

Hoy salgo de ese balcón y le grito al mundo que soy católico, no porque quiera presumirlo, y tampoco porque quiera demostrar un punto. Lo hago porque el mundo necesita que me deje de dar pena decir que voy a servirlo. Me acordaré que soy católico la próxima vez que me de flojera hacer mi trabajo. La próxima vez que quiera mentirle a un cliente. La próxima vez que quiera copiar en un examen. Me acordaré también cuando en una fiesta ofrezcan droga, esa que a tantas familias destruye. Me acordaré el día que me asalten, o me secuestren y tenga que perdonar a los que me ofenden. Me acordaré el día que me insulten o critiquen y tenga que preocuparme por ellos. Me acordaré que soy católico el día que ya no quiera ver a mi familia, o el día que prefiera divertirme en lugar de ir a un evento de mi hermana. Me acordaré que existes tú Francisco, como tantos antes de ti, que también tuvieron que luchar contra si mismos. Que también tuvieron que aguantar tanto. Que también tuvieron que trabajar tanto.

Hoy salgo de ese clóset en el que vivo cada que me da pena compartir un estado de facebook donde se mencione a Dios. Hoy salgo de esa ignorancia tan palpable en mi vida donde no conozco nada de mi religión. Hoy me doy cuenta que no soy católico porque sea el mejor. Hoy me acuerdo que Jesús vino a sentarse con prostitutas e hipócritas y por eso mismo está sentado en mi vida.

Hoy Francisco, te agradezco por aceptar el papado, te agradezco que te rieras. Te agradezco que salieras tan humilde, que te inclinaras para ser bendecido por tus fieles. Te agradezco que recordaras al Papa pasado. Te agradezco que hables mi idioma, y que te guste el fútbol. Te agradezco que hoy, me hayas puesto a rezar un Padrenuestro y un Ave María. Porque así de sencillo, hoy me has abierto los ojos.

Francisco, a partir de hoy, yo trabajaré contigo.

Daniel


Tomado del Fb http://www.facebook.com/PildorasdeFe  Fuente original http://www.elobservadorenlinea.com/

¿FICCIÓN O REALIDAD? El auto del futuro.

Amigos: ¿La ficción es realidad, o la realidad es ficción?... Vean este video de un futuro que nos alcanza. Gracias Benito por compartirlo.

POESÍA DEL URUGUAYO RUBÉN BELLO TRAVERSO

Serie "Grafismos" "Esquina de arena" de Rubén Bello Traverso
XXXII
Aquí
los niños no crecen
nacen adultos
adultos de miedo
de hambre y olvido
el viento se calla
hay un niño dormido
el sol tiene miedo
el sol se ha escondido
la luna ha dejado
otro niño dormido
el cielo entristece
con lágrimas dulces
que queman la carne
el mar enfurece
le duelen las olas
le duele el ombligo
la luna ha dejado
en la arena caliente
el llanto profundo
de un niño perdido.


VIVALDI A CAPELLA

Primer movimiento (Primavera) de la Sinfonía "Las Cuatro Estaciones" de Antonio Vivaldi. Interpreta el quinteto vocal israelita "Carmel A-Capella"