domingo, 28 de enero de 2018

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

SONIA DE NORUEGA Y YO
Hace poco vi en un canal español un documental que me pareció muy interesante,  acerca de  Sonia, reina de Noruega.  De entrada debo reconocer que no conocía al personaje, como tampoco la interesante historia de una plebeya que conquistó el corazón de Harald V, entonces  futuro rey, al grado que este se rebela en contra de las disposiciones de su señor padre, hasta conseguir la aprobación  para casarse con ella.  Después de varios años de noviazgo y de una deliberación por parte de los principales consejeros del reino, finalmente se autoriza la unión matrimonial que en agosto cumplirá cincuenta años.   El documental nos condujo por las zonas montañosas de Noruega en una de las muchas excursiones que emprende la reina con grupos de amigos para recorrer esos parajes naturales, y nos muestra  la sorpresa que se llevan pobladores de pequeños lugares cuando se topan de frente con la reina quien los aborda para conocer las costumbres locales.
     Debo decir que con cierta malicia, quise imaginar un evento similar en nuestro país.  La caminata estaría perfectamente planificada,  blindada, apegada a un  protocolo previamente establecido; el estado mayor enviaría su avanzada para explorar el terreno, valorar riesgos y plantar vigilancia.  Nada podría suceder de manera espontánea, los habitantes de los diversos poblados visitados por la reina, acá estarían previamente escogidos, aleccionados y controlados, sin una pizca de espontaneidad.  Serían incondicionales del partido oficial que inundarían el ambiente de porras y aplausos de acuerdo a lo estipulado.
     Tal vez se pregunten el  por qué de  este parangón, y la razón es la siguiente.  Me entristece un país en el que se destinan tantos dineros del pueblo para asuntos protocolarios que nada tienen que ver con las urgentes necesidades de primer orden.  Ahora se acaban de entregar los resultados del aprovechamiento escolar en alumnos de tercer año de secundaria, los cuales dejan mucho que desear.  Se detecta que lo que hace falta, una vez que ya han sido evaluados los maestros, es capacitarlos para aplicar adecuadamente los conocimientos adquiridos, y así lograr que los alumnos despeguen, y que no tengamos un nivel de matemáticas de  quinto año de primaria en los alumnos que están por ingresar a preparatoria.
     Es lamentable el criterio discrecional de utilización de recursos para etiqueta, protocolo y seguridad de funcionarios en un país con índices alarmantes de pobreza alimentaria.  Además del dispendio queda claro que a través de esos manejos se coloca a los “servidores públicos” totalmente alejados de las necesidades reales del pueblo.
     Habrá que suponer sin mucho margen de error que esos gastos en seguridad de los funcionarios se generan porque –lamentablemente—vivimos en un país con elevados y crecientes  índices de inseguridad.  Pero además porque la misma cúpula gubernamental conoce el descontento del pueblo, al que se niega a escuchar envuelto en su burbuja mercadológica de “todo está bien” y “vamos avanzando”.
     Todo lo anterior viene a raíz de lo acontecido hace un par de días en Gómez Palacio, Durango, en donde se bloqueó el paso de la Caravana por la Dignidad encabezada por Javier Corral, proveniente de Chihuahua,  orillando a sus integrantes a desviarse por un camino que los volvía vulnerables.  Obra de agitadores del PRI, encabezados por el regidor Uriel López Carrillo, inicialmente impidieron la llegada de vehículos a la ciudad, y posteriormente boicotearon un acto público convocado por la Caravana. 
Javier Corral pretende con la Caravana señalar actos de corrupción y exigir  la extradición de César Duarte por los 11 delitos que se le imputan.  El atropello de que fueron objeto en Gómez Palacio  nos habla de las malas mañas de un partido,  coartación de la libertad de expresión, bloqueo de la pluralidad y temor a que se dé a conocer por boca de Corral una información  que ya todos conocemos y la mayoría reprobamos.  Atendiendo al viejo modo de manejar las cosas del PRI, “lo que no se dice, no existe”.  Tal vez por ello su urgencia de acallar las voces que  señalan los desvíos.
     La reina Sonia de Noruega se siente aceptada entre los suyos, a pesar de que se las vio difíciles cuando su esposo quiso concederle el título de reina y las cámaras no estuvieron muy de acuerdo.   Ahora ellos cuentan con la bendición de la iglesia como rey y reina, y Sonia dedica parte de su tiempo libre al montañismo, la fotografía y las artes plásticas, pero lo hace como una noruega más, ajena a todos esos blindajes que tanto se utilizan en México y se pagan con nuestros impuestos.  Sentí franca envidia de los noruegos quienes tienen monarcas de carne y hueso que no temen codearse con el pueblo, pues se saben ampliamente aceptados y aprobados por él.

Reflexión sobre la felicidad


El globo rojo: Película


Esta película la vi por primera vez a escasos años de estrenada, al lado de mi mamá. Ahora la vuelvo a ver 60 años después de su estreno al lado de mi hija. El tiempo parece haberse detenido en un relato que recrea  la magia de la infancia en un escenario parisino como Montmartre. ¡Preciosa!
Agradezco al youtuber Miguel Ángel Diomede la fidelidad con que la presenta.

Poesía de Nicanor Parra

Nicanor Parra, físicomatemático y controversial poeta chileno, conocido como el antipoeta por excelencia, falleció este pasado martes 23 de enero a los 103 años de vida.
De su amplia obra literaria este un fragmento de su libro "Poemas y Antipoemas", ganador del Premio Concurso Nacional de Poesía, Chile, 1954.


Hay un día feliz
A recorrer me dediqué esta tarde
Las solitarias calles de mi aldea
Acompañado por el buen crepúsculo
Que es el único amigo que me queda.
Todo está como entonces, el otoño
Y su difusa lámpara de niebla,
Sólo que el tiempo lo ha invadido todo
Con su pálido manto de tristeza.
Nunca pensé, creédmelo, un instante
Volver a ver esta querida tierra,
Pero ahora que he vuelto no comprendo
Cómo pude alejarme de su puerta.
Nada ha cambiado, ni sus casas blancas
Ni sus viejos portones de madera.
Todo está en su lugar; las golondrinas
En la torre más alta de la iglesia;
El caracol en el jardín, y el musgo
En las húmedas manos de las piedras.
No se puede dudar, éste es el reino
Del cielo azul y de las hojas secas
En donde todo y cada cosa tiene
Su singular y plácida leyenda:
Hasta en la propia sombra reconozco
La mirada celeste de mi abuela.
Estos fueron los hechos memorables
Que presenció mi juventud primera,
El correo en la esquina de la plaza
Y la humedad en las murallas viejas.
¡Buena cosa, Dios mío!; nunca sabe
Uno apreciar la dicha verdadera,
Cuando la imaginamos más lejana
Es justamente cuando está más cerca.
Ay de mí, ¡ay de mí!, algo me dice
Que la vida no es más que una quimera;
Una ilusión, un sueño sin orillas,
Una pequeña nube pasajera.
Vamos por partes, no sé bien qué digo,
La emoción se me sube a la cabeza.
Como ya era la hora del silencio
Cuando emprendí mi singular empresa,
Una tras otra, en oleaje mudo,
Al establo volvían las ovejas.
Las saludé personalmente a todas
Y cuando estuve frente a la arboleda
Que alimenta el oído del viajero
Con su inefable música secreta
Recordé el mar y enumeré las hojas
En homenaje a mis hermanas muertas.
Perfectamente bien. Seguí mi viaje
Como quien de la vida nada espera.
Pasé frente a la rueda del molino,
Me detuve delante de una tienda:
El olor del café siempre es el mismo,
Siempre la misma luna en mi cabeza;
Entre el río de entonces y el de ahora
No distingo ninguna diferencia.
Lo reconozco bien, éste es el árbol
Que mi padre plantó frente a la puerta
(Ilustre padre que en sus buenos tiempos
Fuera mejor que una ventana abierta).
Yo me atrevo a afirmar que su conducta
Era un trasunto fiel de la Edad Media
Cuando el perro dormía dulcemente
Bajo el ángulo recto de una estrella.
A estas alturas siento que me envuelve
El delicado olor de las violetas
Que mi amorosa madre cultivaba
Para curar la tos y la tristeza.
Cuánto tiempo ha pasado desde entonces
No podría decirlo con certeza;
Todo está igual, seguramente,
El vino y el ruiseñor encima de la mesa,
Mis hermanos menores a esta hora
Deben venir de vuelta de la escuela:
¡Solo que el tiempo lo ha borrado todo
Como una blanca tempestad de arena!

Criaturas marinas con música de Kevin McLeod

No logro activar subtítulos en español. Como quiera vale la pena verlo, por las imágenes.

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez


Me ha estado dando por vivir últimamente. Por realmente darme la oportunidad de disfrutar las sensaciones placenteras que vienen en cada amanecer. 

He dejado a un lado la crítica, el juicio sobre las actitudes ajenas, y me dedicado más a analizar las mías.

He dejado de condenarme por mis fallas, he decidido perdonarme por ellas sin que eso me permita seguirlas cometiendo irreflexivamente. 

He decidido tomarme en serio y eso empieza por reconocer que no tengo tanto tiempo como para desperdiciarlo en banalidades, he recorrido más de lo que me falta, quiero pensar que sea cual sea el trayecto que me reste, sabré sumarle a cada día felicidad. 

Me ha dado por robarle minutos a cada hora para recrearme con la magia de las flores, del cielo, del canto de los pájaros, en la belleza de un poema, de la sonrisa de un niño, de la maravilla de un corazón noble, de la mano amiga, de la esperanza de un mejor mañana que la mayoría abrigamos y por el que rogamos y luchamos día con día. 

Ahora me regocijo en la fe que veo reflejada en una mirada, en la que nace de mi espíritu y me permite tener el alma en paz o reconquistarla cada día. 

Me ha dado por vivir, con ese sentido de plenitud que da tener la visión del alma, la emoción de un corazón joven, la sabiduría que solo se alcanza con el tiempo y con la virtud. La virtud de haberle encontrado en este mundo algo mucho más significativo que la materia, un encuentro con el verdadero motor de nuestra existencia, donde se alcanza la paz y se venera al amor. 

Me ha dado tanto ahora por vivir, que sé que mi mi espíritu me permitirá volar, aún cuando mis pies no sean ya capaces de permitirme caminar.

Divertida ejecución con los hermanos Marx