domingo, 2 de marzo de 2014

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza.

CHAPOMANÍA
A nueve días, la noticia de la aprehensión de Joaquín Guzmán Loera, dista mucho de ser agotada. En torno a la detención del poderoso capo de la droga tenido como el criminal más buscado del mundo por las autoridades norteamericanas, ha habido de todo: Se le ha satanizado, se han dado a conocer situaciones personales y familiares suyas hasta antes desconocidas, como el hecho de que poseyera una flotilla cercana a cincuenta vehículos de lujo. Comienzan apenas a calcularse los alcances de sus actividades ilícitas en el trasiego y venta de droga en todos los continentes, mediante redes de corrupción y complicidad, y casi trescientas empresas “fachada” en diversos países, que además le permitieron lavar grandes cantidades de dinero.
    El periodista Luis Alemany le ha llamado “el Steve Jobs de la cocaína”, insinuando que el propio capo propició su captura, para prevenir que un enroque en los mandos del cártel que comandaba hasta el momento de su aprehensión, con el poder que dicha posición supone, fuera a terminar en su propia muerte. Ello refuerza la hipótesis de un personaje sumamente inteligente que decidió entregarse pues se sabía en riesgo de muerte, restando en gran medida mérito a sus captores.
   Por otra parte Ramiro Padilla en una colaboración digital habla del Síndrome de Estocolmo colectivo, para explicar el surgimiento de marchas a favor de la liberación del Chapo en varias ciudades de Sinaloa, en los que participaron familias enteras, aclamándolo como líder, como benefactor social, y hasta queriendo colocarlo en camino a la santidad. De otra manera no se explica a cabalidad la fascinación que ha causado este personaje en redes sociales.
   De manera casual, aunque tengo un amigo que afirma que las casualidades no existen, estoy terminando un libro del sociólogo Zygmunt Bauman intitulado “Vida de consumo” (FCE, 2007), cuyas palabras me ayudaron en buena medida a entender los fenómenos que han surgido en torno a la figura del Chapo. Según el autor, en lo relativo a nuestra identidad en los tiempos del Internet, hay una cuota de intimidad que debemos pagar para sobrevivir. De muy diversos modos la red nos obliga a la desnudez, y la dilución de las barreras de lo propio. Por todo ello es que detalles hasta íntimos del Chapo y su familia, han estado circulando sin pudor en la red.
   El autor habla del mar de consumidores como una superficie gris desde la cual es menester destacar para no morir, y el que logra hacerlo, se convierte en un elemento digno de admiración. ¡Vaya! No importa la causa por la cual destaque, lo importante es que haya logrado sobresalir del resto. Además, en un mundo que se rige por el lema de “tengo, luego existo”, si el personaje en cuestión simboliza el “status” económico ideal que el propio consumismo propone, la admiración es doble Como señala el autor de manera acertada, “en la era de la información la invisibilidad es sinónimo de muerte”.
    Dentro de una sociedad de consumo los seres humanos somos a la vez consumidores y productos de consumo. Los rasgos como la riqueza, la belleza, el poder o la sensualidad nos otorgan una calificación como productos de consumo en un mundo dispuesto a comprar, lo que explica esos afanes más allá de lo sensato por mantenerse cercanos al ideal. Elementos como la fealdad, la mala figura, las arrugas o las canas nos alejan de la posibilidad de ser deseados, deseables y rentables. De manera tal, que el sueño de convertirse en un producto admirado, y por ende codiciado, se persigue a toda costa, y entonces habrá qué transformarse en aquel producto ideal, para colocarnos en el camino de cumplir nuestros más anhelados sueños. Eso es lo que nos vende el propio consumismo, y lo que solemos comprar.
    Por ello la figura del Chapo genera esos sentimientos exaltados a favor, porque en mucho representa para el inconsciente colectivo la personificación del campesino poco instruido que por mérito propio consiguió una envidiable posición a nivel internacional, que amasó una fortuna reconocida por la revista Forbes, y que alcanzó el potencial para mandar matar a cualquiera. Es el empresario que ha logrado codearse con gente de los puestos más elevados, comprar vidas y conciencias, y ser un genio del escapismo.
    La “chapomanía” que ha venido dándose en estos días refleja en buena medida una pobreza de ideales y de arquetipos dentro de nuestra sociedad. Al igual que el avestruz, dejamos de fijarnos de dónde provino su fortuna, absortos en admirar a cuánto asciende; restamos importancia a lo que significa haber mandado matar a tres mil seres humanos, y nos negamos a imaginar el daño que esas drogas habrán provocado en sus consumidores.
    La “chapomanía”, doloroso decirlo, es un espejo fiel de nuestra descomposición social.

COSAS NUESTRAS por Jorge Villegas

Global
Visto ropa hecha en Indonesia, Filipinas, Vietnam.  Zapatos chinos o italianos.
Los jeans de Guess los maquilan en Parras, los disfraces de Disney en Michoacán.
En la televisión nos hacen vivir las trifulcas de Ucrania, los motines de Egipto.
En cualquier momento hay cientos de nuestros estudiantes en el extranjero.
No batalla usted para hallar aquí cursos de chino, japonés, alemán.
Y si no, pues ahí está la red virtual para estudiarlos a distancia.
Ahora sí que vivimos en la aldea global, aun sin asomarnos a la puerta.
jvillega@rocketmail.com

Mariposa Monarca. México. Audiovisual de Chico Sánchez

REFLEXION del Papa Francisco


SOLO SIGUE ADELANTE
No llores por lo que perdiste. Lucha por lo que te queda.
No llores por lo que ha muerto.  Lucha por lo que ha nacido en ti.
No llores por quien se ha marchado.  Lucha por quien está contigo.
No llores por quien te odia.  Lucha por quien te quiere.
No llores por tu pasado.  Lucha por tu presente.
No llores por tu sufrimiento.  Lucha por tu felicidad.
Con las cosas que nos van sucediendo aprendemos que nada es imposible de solucionar.
¡Solo sigue adelante!

Pequeña directora de orquesta

La sensibilidad musical: ¿Nace o se desarrolla?...No se pierdan esta hermosa muñeca en su propio mundo de fantasía, dirigiendo la orquesta. Gracias, Benito por compartirla.

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez.


24 de febrero
Hoy es día de nuestro lábaro patrio, o sea para nosotros, los de confianza, la Bandera. 
El presidente muy temprano izó la bandera, como siempre a última hora, y la noticia con falta de ortografía, no entiendo por qué no la hacen antes, pero en fin así dice en las noticias, y a toda hasta porque es día de fiesta. (Les informo, es  asta, sin h, así se escribe). 
Pobre bandera, ya no luce como antes, pareciera que el verde esperanza se destiñe y que la franja roja se extendiera substituyendo a la blanca. 
El águila harta de la tremenda hazaña de estar posada en superficie espinosa y luchando por devorar un venenoso reptil parece querer emigrar, emprender el vuelo, aspirar a alcanzar montañas de gran altura, ¿quien va a querer quedarse sobre un nopal? 
Ése sí que es un símbolo patrio, representante de una gran mayoría de mexicanos que con con espinas hasta en el alma, en la búsqueda de alimento solo encuentran mortal ponzoña.
¡Que lejos estamos de que sea cierto el tantas veces repetido por innumerables generaciones, "Juramento a la Bandera"!
Bandera de México: Legado de nuestros héroes,

símbolo de la unidad de nuestros padres y de nuestros hermanos,
te prometemos ser siempre fieles a los principios de libertad y justicia
que hacen de nuestra patria la nación independiente, humana y generosa
a la que entregamos nuestra existencia".
Hoy mi querida Bandera, te abrazo y con ello abrazo la esperanza de que México reencuentre la unidad.

Naturaleza: Cómo los lobos cambian los ríos.

Quienes deseen subtítulos en Español, activen el botón CC, y ahí ponen "traducir subtítulos" y opción "Español". La traducción es bastante legible. Gracias, Guillermo por tu aportación.