domingo, 2 de octubre de 2022

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

 

¿SUBIMOS O BAJAMOS?

No ha dejado de sorprender la manifestación de mujeres en Irán, en contra del uso obligatorio del velo.   Tras el severo castigo que recibió una de ellas por llevarlo mal colocado, se organizaron las mujeres en una protesta muy civilizada: Salir a lugares públicos sin el velo.   No conozco la religión musulmana para saber qué significado tiene el uso del velo, en ocasiones ocultando el rostro de las mujeres.  Es evidente que, sea cual fuere el principio religioso de ello, las doctrinas  tienen que ir avanzando conforme lo hace el mundo.

En días recientes veía un documental de las protestas ocurridas en la ciudad norteamericana  de Los Ángeles hacia 1992, tras el juicio de cuatro uniformados que torturaron y mataron a un afroamericano llamado Rodney King, pese a que obraba evidencia audiovisual que los implicaba. Lo que inició como una protesta tras el veredicto, se convirtió en una secuencia de actos de violencia urbana y saqueos a grandes comercios, cuestiones que desvirtuaban completamente el sentido original de la protesta.  Había detrás de lo ocurrido un escenario de segregación racial que, en su momento, lesionó profundamente a norteamericanos de un origen distinto al anglosajón, y que en cierto sentido aún continúa vigente.

Ahora bien, en nuestro país se conmemoró el octavo aniversario de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.  El dolor original de los familiares se ha ido revistiendo, año con año, con capas de intereses ajenos al sentido inicial.  El asunto se va politizando, y lo utilizan muchas facciones para su propio interés. El presidente se atrinchera.  Hay evidencia de los desmanes que los supuestos marchistas vinieron realizando a lo largo de todo su recorrido, y las pintas que llevaron a cabo en el pedestal del monumento a la Independencia. Con los rostros cubiertos y la violencia en las manos, no existe congruencia con el sentir original de los papás de los desaparecidos.

Viene dos días después la marcha por el Día de la Acción Global a favor del Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Simultáneamente se corrió el rumor de que la senadora por MORENA Martha Lucía Mícher  preparaba una propuesta para permitir la interrupción del embarazo hasta el término de la gestación, procedimiento que sí existe en otras latitudes.  Médicamente equivale al homicidio de un  recién nacido que cuenta ya con todas sus capacidades para sobrevivir, y es entrar a asesinarlo antes de que vea la luz fuera del aparato reproductor femenino.

Si hacemos un poco de memoria recordaremos la forma como los espartanos  procuraban la eugenesia.  Recién nacido que presentara una malformación externa, era lanzado desde el Monte Taigeto en el Peloponeso, al sur de Grecia, para que muriera.  Dicha tradición volvió a surgir en la Europa del siglo XIX y se agravó dentro de la Alemania Nazi, donde los experimentos del Doctor Mengele, a favor de la pureza de la raza aria, provocaron tantas desgracias.  Sigue ocurriendo en la China Roja a partir del decreto de que la pareja podía tener un solo hijo.  Al nacer niña, bien podrían deshacerse de ella sin mucha dificultad.  Afortunadamente en fechas recientes el permiso para tener hijos en China se amplió a dos.

Viene pues la profunda reflexión que estamos obligados a hacernos como humanos: ¿Hacia dónde vamos? ¿Qué principios estamos transmitiendo a las nuevas generaciones? Como diría Galeano, no estamos terminados en nuestra confección, y queda mucho por hacer  —o por retomar, o por corregir.

Quienes hemos tenido la fortuna de estar en contacto con niños, vemos las cosas de otro modo.  Yo pasé los últimos veinte años de mi ejercicio institucional manejando recién nacidos, y aún el prematuro extremo que luchábamos por sacar adelante, iba dando muestras de su temple, de su fortaleza, de sus ganas de vivir.  Los recién nacidos al término de la gestación eran todos unos personajitos con los cuales yo podía comunicarme de una forma única.  Más de una vez hubo quienes me cuestionaron mi gusto por la Pediatría, a lo que yo replicaba que es más sencillo interpretar los datos clínicos de un pequeño que los de un adulto.  Y sí, desde la etapa de recién nacidos ellos se manifiestan para expresarse.   No me imagino el dolor para el niño en formación, cuando van y lo arrancan con violencia  de lo que hasta ese momento ha sido su hogar.  Menos todavía si su sensibilidad está perfectamente desarrollada al término del embarazo.

Logramos que un artefacto creado por el hombre impacte un asteroide  para desviar su curso y evitar un posible daño a nuestro planeta.  Hay grandes avances científicos y tecnológicos por el mundo.  Un acceso absoluto a lecturas que nos humanizan.   Mi pregunta final sería: ¿Estamos moralmente a la altura de nuestras creaciones?

CARTON DE LUY (lo que todos queremos para México)


 

Canta por el clima desde Bélgica- www.singfortheclimate.com

 
Agradezco a mi querida Cristy tan acertada sugerencia.

POESÍA de María del Carmen Maqueo Garza

 

GOLPE A GOLPE

Caes a tierra, sabino majestuoso. Aún

con los años a cuestas hay vigor en tu savia.

Tú que has sido testigo

del nacer de estas tierras.

De tronco portentoso, formado por anillos

que hasta hoy  contaron una historia

que ya  jamás será contada.

Veo sangrar tu corteza-piel

que cada golpe  desgaja.

Diáspora de ardillas, no aciertan a saber

qué rumbo tomar. Se apartan  temerosos

mil gorriones, su canto enmudecido.

Golpe tras golpe van perdiendo la vida

ellos y tú. Lo mismo mi esperanza.

Escucho tus lamentos de  criatura inerme.

Surge en mis ojos un profuso llanto

Maldigo a aquellos que te matan

para siempre,

     para tantos

          para mi alma.

 


La vida con otra mirada | Mario Guerra | TEDxJardínZenea

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez





Solo se tiene la oportunidad de dar una vuelta por esta vida, un viaje sin retorno que tiene un destino conocido. Nadie es advertido del tiempo con el que cuenta, sabemos fecha de inicio solamente.

Se nos marca también que camino seguir, no hay improvisación, hay un patrón de vida señalado, y lo hacemos convencidos que no hay otra opción que pueda considerarse "normal". Están aquellos desertores que rompen esquemas, esos locos que piensan y actúan diferente, o que crean mundos paralelos. Porque, ¿quién en su santo juicio decide buscar rutas alternas, cuando ya no se requiere más que seguir las indicaciones de lo que se tiene concebido como una vida digna y feliz?
Romper esquemas es una audacia que pocos estamos dispuestos a afrontar, que nos resulta muchas veces incomprensible y destinada al fracaso. Nos cuesta entender otras formas de pensar y de actuar, poder reconocerlas como válidas, ni siquiera inteligentes, porque tenemos instrucción desde niños de lo que es correcto, criterios estrechos que norman a las mayorías.

Me ha sorprendido en lo personal que dichas alternativas no resultan en fracasos pronosticados. Por el contrario, sin que llegue a ser totalmente comprensible para mi, porque soy totalmente apegada a las normas preestablecidas, convencionales, me maravilla saber que se puede encontrar otras formas de ser feliz, quizás de alejarse de este consumismo, de este materialismo al que se nos conduce. A dejar de ser manipulados por lo que una élite minoritaria pero poderosa, nos marca como modelo a seguir a través de publicidad y de arquetipos que intentamos a toda costa imitar. A veces habrá quien lo logra y en eso cifra su meta, en otras quizás encuentre la frustración de no lograrlo.

Me encanta saber que hay gente que no teme al desafío, que va por caminos alternos, encontrando valores que a la mayoría solo nos queda presente en frases inspiradoras que nunca llegan a convertirse en acciones. Vivir experiencias distintas que encierran mayor introspección, conocimiento de nuestra naturaleza humana, desafíos que no van solo en busca de satisfacción material.

¿Que sería de este mundo sin esos lunáticos que nos dan la oportunidad de saber que existen mundos paralelos, en los que también es posible alcanzar el éxito y para los que éxito significa mayormente la felicidad?

DOCUMENTAL: ¿Cómo ven los animales?