domingo, 2 de octubre de 2022

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez





Solo se tiene la oportunidad de dar una vuelta por esta vida, un viaje sin retorno que tiene un destino conocido. Nadie es advertido del tiempo con el que cuenta, sabemos fecha de inicio solamente.

Se nos marca también que camino seguir, no hay improvisación, hay un patrón de vida señalado, y lo hacemos convencidos que no hay otra opción que pueda considerarse "normal". Están aquellos desertores que rompen esquemas, esos locos que piensan y actúan diferente, o que crean mundos paralelos. Porque, ¿quién en su santo juicio decide buscar rutas alternas, cuando ya no se requiere más que seguir las indicaciones de lo que se tiene concebido como una vida digna y feliz?
Romper esquemas es una audacia que pocos estamos dispuestos a afrontar, que nos resulta muchas veces incomprensible y destinada al fracaso. Nos cuesta entender otras formas de pensar y de actuar, poder reconocerlas como válidas, ni siquiera inteligentes, porque tenemos instrucción desde niños de lo que es correcto, criterios estrechos que norman a las mayorías.

Me ha sorprendido en lo personal que dichas alternativas no resultan en fracasos pronosticados. Por el contrario, sin que llegue a ser totalmente comprensible para mi, porque soy totalmente apegada a las normas preestablecidas, convencionales, me maravilla saber que se puede encontrar otras formas de ser feliz, quizás de alejarse de este consumismo, de este materialismo al que se nos conduce. A dejar de ser manipulados por lo que una élite minoritaria pero poderosa, nos marca como modelo a seguir a través de publicidad y de arquetipos que intentamos a toda costa imitar. A veces habrá quien lo logra y en eso cifra su meta, en otras quizás encuentre la frustración de no lograrlo.

Me encanta saber que hay gente que no teme al desafío, que va por caminos alternos, encontrando valores que a la mayoría solo nos queda presente en frases inspiradoras que nunca llegan a convertirse en acciones. Vivir experiencias distintas que encierran mayor introspección, conocimiento de nuestra naturaleza humana, desafíos que no van solo en busca de satisfacción material.

¿Que sería de este mundo sin esos lunáticos que nos dan la oportunidad de saber que existen mundos paralelos, en los que también es posible alcanzar el éxito y para los que éxito significa mayormente la felicidad?

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