domingo, 11 de octubre de 2020

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

 

CARTA A  MARIO MOLINA

Apreciable Doctor: Sumo mi voz a la de muchos mexicanos  que lamentamos su partida: temprana, absurda, irreemplazable.  La de un científico que destacó a nivel mundial por su trabajo, logrando poner muy en alto el quehacer de los investigadores nacionales, y que –para orgullo de todos nosotros—fue galardonado con el premio Nobel de Química.

Tanto usted como yo hemos pertenecido a una generación maniquea, que gracias a sus cánones nos permitió saber siempre dónde estábamos parados.  Las cosas eran o no eran; se cumplían o dejaban de cumplirse; no había intenciones ocultas ni contaminación de corte político, tal y como sucede ahora.  Usted decidió estudiar ciencias y lo hizo en la UNAM; más delante fue avanzando en sus estudios de especialización en el extranjero, en diversos países, conformando una experiencia multidimensional que lo llevó a ser lo que fue.   Paradójico, Don Mario, se le ocurre morirse el mismo día en que México vive la atroz cancelación de muchos fideicomisos vitales, entre ellos los que tienen que ver con ciencia y tecnología.

Mi hijo es científico como usted.  Salió de la provincia chica a estudiar su licenciatura en la UANL, en la ciudad de Monterrey.  Más delante, mediante una beca CONACYT partió al extranjero a hacer su maestría.  Ha migrado de nueva cuenta fuera del país para su doctorado, esta vez con apoyo de la universidad que lo aceptó.  Cuando estuvo barajando opciones, Don Mario, y a la luz de los cambios que se veían venir, reconozco que le aconsejé que  tratara de conseguir una beca extranjera. No dejé por ello de sentirme una mala mexicana, pero jamás me hubiera perdonado ver su proyecto de vida cancelado.  Venturosamente, gracias a la beca de otro país, está haciendo su doctorado.

La carrera de mi hijo y la que usted desempeñó de forma tan extraordinaria, comparten elementos en común. De un modo lamentable, los regímenes gubernamentales que hemos tenido, no conceden la debida importancia a la ciencia.  En el mejor de los casos, se apoyan las necesidades de la atención directa a la salud, pero no se toma en cuenta  la base en que se sustenta dicha atención médica: El área de investigación en salud; vacunas; nuevos tratamientos.  En México existe un gran potencial humano que mucho se desperdicia, o es aprovechado allende las fronteras, al no ser valorado por los propios.   Créame que para mi hijo usted ha sido un arquetipo fundacional; más de una vez me pareció adivinar sus pensamientos en el sentido de que, si usted pudo desarrollar su proyecto de vida a plenitud, él también podría hacerlo.  Y si en México no valoraban su trabajo, habría que buscar entonces una institución extranjera que lo hiciera.

Don Mario: Usted colocó a la ciencia mexicana en el mapa.  Nos enseñó que intercambiar opiniones y proyectos con científicos bien calificados alrededor del mundo sí es posible.  Y claro, que para ello habría que trabajar.  Nada iba a caer del cielo, como a veces parece sugerir la corriente política en curso.  Para conseguir habría que trabajar con visión, con denuedo, de manera consistente.  Hacer las cosas de este modo eleva las posibilidades de lograr resultados, además de que  provee  la enorme satisfacción de experimentar el placer del deber cumplido.

En 125 años que tienen de existencia los Premios Nobel, ha habido tres mexicanos que  recibieron este importante galardón. Nobel de la Paz en 1982 a Alfonso García Robles por su labor diplomática a favor de la paz y la fundación de la ONU. Literatura en 1990 para Octavio Paz, el maestro de la lengua castellana que mostró al mundo de qué estamos hechos los mexicanos. En 1995 el de Química para usted, por sus investigaciones con relación al agujero de ozono.  Tres mexicanos que han puesto muy en alto el nombre de nuestro amado México, y que son, para nuestros jóvenes, muestra de que la piedra angular en la construcción de un mundo mejor radica en la voluntad del ser humano, en la capacidad de creer en su trabajo, apuntalado éste  por una firme solidez institucional.

Don Mario, hasta me atrevo a pensar que usted eligió la fecha de su muerte para lanzarnos un último mensaje.  Un mensaje que nos lleve a demandar por todos los conductos, esos necesarios apoyos financieros que la ciencia requiere.  Que, amén de las circunstancias, pugnemos por desarrollar y poner en alto los propósitos que nos conducen a ser una mejor nación. Hacerlo desde la voluntad, desde el esfuerzo y la fe en nosotros mismos.   Que nos convenzamos de que somos capaces de colocar al país en el concierto mundial.  Ruego a mi hijo que jamás pierda el entusiasmo por investigar, por descubrir cosas nuevas, por sentar, desde el sagrado recogimiento del  laboratorio, los cimientos de ese mejor mundo que habrán de merecer sus hijos.

POESÍA por María del Carmen Maqueo Garza

 

OCTUBRE EN MI PATIO

Mariposas otoñales

Nubes multicolores

Invasión de algarabía

Vuelo inquieto que se cierne

Entre el verdor de mi patio

Un mensaje de esperanza

Calma para la zozobra

Augurio de nuevos tiempos

¡Sean bienvenidas, hermosas!

STEPS Número de danza tipo tap

POESÍA de Carmen de Mora

 



Pájaro

 Ojo versátil, fiesta permanente,

minúsculo señor de los espacios:

llevas bajo las plumas cartapacios

que dan fe de tu historia transparente.

          Pintan tu arquitectura sorprendente

desde los negros hasta los topacios.

Enmiendas los espíritus más lacios,

garganta en explosión iridiscente.

          Albañil de ramitas, brinco leve,

perfecto mecanismo del encanto

que alguna vez a mi jardín se atreve.

          Sueño con tus arribos, entre tanto

preparo agua y alpiste, gloria breve,

y a incendiarte de asombros me adelanto.

 




Un elogio a la experiencia. Carl Honoré, escritor y periodista

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez



No te distraigas, no pierdas el tiempo, no da la vida para tanto.

Si distraer implica quitarle atención a lo importante, a lo que se supone debes estar haciendo, plantéate muy bien ese concepto, ¿que es lo que se supone debes hacer y lo que tú realmente crees debiera ser? 

Si acaso tu distracción es buscar más allá de lo que se te ha normado como deber, y de repente caes en la cuenta de que para ti es importante, pudiera ser más que válido hacerlo. 

A veces esos momentos en que desviamos nuestra atención hacia otros horizontes, en que dedicamos tiempo y esfuerzo en cosas ajenas a nuestra vida cotidiana, a la que llamamos productiva, son en los que encontramos la energía vital que nos mueve, la asombrosa magia de la naturaleza, es donde perdidos en acordes melodiosos alcanzamos las nubes y nos deslizamos por el arco iris hasta tocar tierra. 

Encontrar en las letras de un poeta, el sentir de un alma que mueve a otras con singular maestría.

No te distraigas en banalidades, en la estéril espera del hubiera ni en la amargura. No pierdas el rumbo en la búsqueda continua de la felicidad, de esa felicidad que no es más que la satisfacción de hacer lo mejor con aquello que la vida te ofrezca. 

No pierdas el tiempo, arráncale a cada hora, sesenta oportunidades de sentirte vivo y agradecido por ello.

Si pierdes el tiempo, que sea aquél que no vale la pena recuperar, y que sea espacio breve en tu recorrido.

No te distraigas, no pierdas el tiempo. Esta vida es de trayecto corto y en un solo sentido.

La increíble danza de la naturaleza