domingo, 31 de enero de 2021

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

 

LECTURAS PELIGROSAS

No debe de tener más de 30 años, bien vestido.  Abre su discurso como contestando una pregunta del público sobre la vacuna contra la COVID-19.  Comienza a enumerar una serie de términos sofisticados, cual buscando provocar un deslumbramiento en quien lo escucha.   Es como si a mí me hablaran de sondas espaciales enlistando las partes que las componen.  Ya que desconozco el tema, me quedaría boquiabierta.  Él continúa con un gesto reflejo que, a estas alturas del partido, la cultura médica nos haría evitar: Apareció sin cubrebocas, lo que no es condenable si estamos  a dos metros de distancia de otro humano, o  solos ante el dispositivo en el que grabamos.  Hasta ahí todo bien, pero en una de esas se lleva la mano a la nariz, para  limpiar alguna secreción que, indiscreta, quiso hacer su aparición; la limpia en el pantalón. Procede  a hablar de  histonas, proteínas que –efectivamente—intervienen en la formación de cromosomas durante el desarrollo embrionario; las presenta aquí como maleantes. Ahora resulta  evidente que está leyendo algo que tiene en una mesilla baja frente a sí.  Habla de las “dionucleasas”, un término que no existe.  Quiero suponer que leyó mal y quiso decir “endonucleasas”, que sí existen y tienen una función muy específica en romper cadenas de polipéptidos.  Igual que él podría yo apantallarlos a ustedes al  mencionar: que son enzimas de restricción que determinan los polimorfismos de longitud de fragmentos peptídicos al cortar  los enlaces fosfodiéster que unen los nucleótidos de una cadena de ácidos nucleicos. Al no estar familiarizados con el tema, los apantallé. ¿A poco no?  Y este rosario de terminajos tomados de la red, no dicen nada acerca de los principios teóricos de la vacuna, de su efectividad y efectos colaterales.  De ahí  afirma  que la vacuna provoca enfermedades autoinmunes dentro de las que incluye al cáncer, para el cual no hay evidencia científica que lo sustente como autoinmune.  Ya al final dice tener un “doctorado en ciencias de virus”.  Sería importante conocer su nombre y  sus credenciales, antes de dar crédito a su dicho.

Similares a la arriba mencionada hay un sinfín de publicaciones que circulan en la red.  Cierto, vivimos en un país libre y tenemos la absoluta posibilidad de adherirnos a lo que más nos convenza u acomode.  Lo hemos visto en cuestiones políticas, religiosas y hasta de cocina.  Hay quien lamprea los chiles en nogada y quien no lo hace.  Modos  distintos; ambos válidos.  Depende de muchos factores si elijo un tutorial de chiles lampreados o uno de chiles asados para armar mi platillo.   Pero cuando se trata de conceptos de salud, tenemos la obligación moral de documentarnos.  Y al decir documentarnos, no me refiero a hacernos del lado de quien dice lo que quiero escuchar, sino a  recurrir a fuentes serias, oficiales, con reconocimiento internacional.  Las teorías de la conspiración han hallado su nicho ideal en esta pandemia.  Quien sienta que tal es el escenario de fondo de las vacunas, documéntese bien para poder sustentar sus creencias; hágalo mediante instituciones acreditadas, no por “influencers” que pretenden vendernos ideas.

Nos encontramos en un punto donde hay opciones de vacunas, unas más avanzadas en su investigación, otras en etapas iniciales de valoración.  Unas funcionan por un mecanismo; otras por otro.  Como cualquier procedimiento médico, tienen riesgo de efectos colaterales.  Se trabaja en mejorar los productos.  Mentiría si dijera que se va a lograr una vacuna que a ninguno de los 7,000 millones de humanos llegara a provocar un efecto adverso.  Pero para eso hay márgenes de error.  Los estudios no se hacen por inspiración o con protocolos de investigación improvisados.  Son investigaciones serias en las que se avanza progresivamente, de una etapa a la siguiente, con rigor científico.  La ciencia no es anecdótica, no funciona a partir de supuestos como: “porque a 60 personas les funcionó tal o cual producto, entonces funciona para todos”.

Vi por primera vez el video arriba mencionado dentro de un chat de amigas; mi reacción fue instantánea y en total desacuerdo, lo que a más de una causó sorpresa.  Reconozco que, contrario a mi etiqueta en redes, manifesté exasperación.  En seguida se lo envié a mi hijo quien realiza su doctorado en Biología Molecular.  Su reacción fue  más intensa todavía.  Simultáneamente apareció en un chat latinoamericano de pediatras, generando comentarios negativos en todos los tonos posibles, incluyendo regionalismos muy floridos.

La ciencia es la ciencia, amigos.  No podemos regresar al Oscurantismo de la Edad Media, período en el cual la religión cancelaba toda oportunidad de adquirir conocimiento. ¡Lo que nos jugamos esta ocasión, es la vida de nuestros hijos!

POESÍA de María del Carmen Maqueo Garza



No dejar de soñar

Una tarde serena de lluvia,

algún amanecer de color ámbar,

una música suave,

la caricia tierna del amado.

El olor a césped que se corta,

     --evocación de infancia.

La magia de una feria de pueblo,

el repicar alegre de campanas

que llaman a misa.

Nada más necesita mi alma

para seguir creyendo

que en México no todo está perdido.

Apretar los dientes,

enfrentar lo adverso,

echarse los sueños a la espalda

y apurar el paso.

 

De mi poemario Mansa lluvia, 2016

Sé amable: Propuesta por el grupo Green Renaissance

REFLEXIÓN de Tito Sánchez


Eres soltero y te falta compañía.
Estás en pareja y te falta libertad
Trabajas y te falta tiempo
Tienes demasiado tiempo libre y te gustaría trabajar.
Eres joven y quieres crecer para hacer las cosas de  adultos.
Eres adulto y te gustaría hacer las cosas de  jóvenes.
Estás en tu cuidad pero te gustaría vivir en otro lugar .
Estás en otro lugar y te gustaría volver a tu ciudad.

Tal vez sea  hora de dejar de mirar siempre a lo que nos falta y empezar a vivir en el presente, realmente apreciando lo que tenemos.

Disfruta el aroma de tu hogar antes de abrir la puerta y salir a buscar los perfumes del mundo. Porque nada se da por sentado y todo es un regalo.

Querida Tita: Gracias por tu hermosa sugerencia.

Acepta tu rostro por Robert Hoge

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez



Empiezo a creer que eso de que el amor mueve al mundo es un mito Que la esencia humana es noble,que somos más los buenos que los malos, lo he oído decir y me lo he creído hasta ahora.
Sin embargo, pareciera que lo que domina en el ser humano es una fuerza que nos lleva a odiar, a maldecir, a insultar, a convertirnos en los jueces más implacables, capaces de convertir nuestro día a día en un continuo afán de descalificar, de buscar la paja en el ojo ajeno, de no hacernos cargo de nuestros propios errores por vigilar los de otros. Incluso nos convertimos en seres tan mezquinos que deseamos el mal a aquél con el que no estamos de acuerdo, llegando a extremos de desearle la muerte.


Pareciera que no hemos evolucionado y seguimos disfrutando de un circo romano, que admiramos más a quienes se atreven a los más infames delitos, a los poderosos que poseen fortunas. Nos impresionan mucho más los héroes beligerantes que los pacifistas, que los líderes espirituales a quienes muchas veces juzgamos débiles de carácter.


Seguimos creyendo, aunque digamos lo contrario, que más vale mano dura que corazón blando. No alcanzamos a ver que la firmeza puede estar en la nobleza.


La congruencia en nuestros actos, el dejar la doble moral, que acomodamos a conveniencia. Nuestra falta de autenticidad entre lo que decimos y lo que hacemos; la deficiente autocrítica y excesiva intolerancia que nos convierten en caníbales que destruimos a nuestra misma especie.


Son tiempos difíciles y la violencia, el encono, el coraje, la maldad, no deben sustituir al amor como fuente principal de energía que mueva al mundo en mejor dirección.

Si tu me olvidas - Pablo Neruda - Recitado por Feneté - If you forget me