domingo, 5 de junio de 2016

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

RETORNO AL PENSAMIENTO MÁGICO
Al comienzo la humanidad mantenía un equilibrio respecto al medio ambiente, que en un momento dado se rompió, generando enfermedad.
   Quiero imaginar a aquellos primeros hombres preguntándose qué ocurría  cuando alguno de ellos comenzaba a retorcerse, a agitarse, a cambiar de color o a rechazar el alimento, y tal vez, después de cierto tiempo de estar  así, moría.  Lo más seguro es que no hayan sabido qué hacer o cómo ayudarlo, pues simplemente desconocían cuál era su origen.
   Surgió el pensamiento mágico, los observadores de la vida y del universo, que siempre ha habido, habrán comenzado a asociar lo que ocurría a ese individuo  con lo que acontecía en derredor, quizás atribuyéndolo a fuerzas más allá de su condición humana, tal vez  eran los dioses que vislumbraban cuando el rayo parecía partir en dos el cielo, o  cuya voz portentosa creían escuchar al producirse el trueno.   Asimismo, observando la naturaleza y experimentando de diversas maneras, habrán comenzado a producir algunos remedios  para devolver la salud a ese individuo enfermo.
   Avanzaron las épocas y sus grandes guerras acompañadas de terribles plagas que  arrasaron poblaciones enteras.  Con el conocimiento cada vez más orientado hacia el origen real de la enfermedad, la Medicina comenzó a integrarse como una ciencia separada de las demás.  Los griegos fueron los  primeros en establecer un orden en el estudio de la salud y la enfermedad, teniendo entre  aquellos galenos a Esculapio en Grecia y a su equivalente –Imhotep-- en Egipto.  Se atribuía a espíritus malignos el mal funcionamiento de órganos y tejidos, por lo que el paciente era sometido a conjuros y exorcismos para recuperar su salud.
   Se siguieron grandes avances en la Roma Imperial, en Francia y en Arabia, hasta el siglo 18 cuando podría decirse que arranca la Medicina moderna, con la fabricación de la vacuna contra la viruela por el médico francés Edward Jenner, pero aún así con limitaciones, pues a mediados del siglo 19, cuando la epidemia de cólera en Inglaterra, fue cuando vino a descubrirse  la asociación entre agua contaminada y esta enfermedad, algo que hoy en día un niño de primaria conoce.
   No podríamos seguir profundizando en la historia de la Medicina, pues el espacio no lo permite, baste entonces imaginar el brinco cuántico que ha significado pasar de esas calles repletas de cadáveres a causa de la epidemia mundial de peste bubónica en el siglo 14, al escáner intracreaneal actual que logra detectar lesiones milimétricas en las estructuras nerviosas alojadas dentro de la cabeza.
   La Medicina moderna depende mucho más de la tecnología de lo que lo que hicieran los grandes clínicos del siglo 19 y primera mitad del 20, particularmente en Francia, cuya acuciosidad  frente al paciente  permitía establecer  diagnósticos que hoy en día requerirían de todo un arsenal de estudios para lograr.  Por esta razón los costos de la Medicina se han elevado, lo que trae aparejado todo un sistema económico alrededor de la práctica médica con hospitales, recursos diagnósticos y operación de aseguradoras, entre muchas otras.  En Norteamérica hay estudios que  calculan que alrededor del 50% del costo de una consulta se destina a cubrir los riesgos por “mala práctica”.
   En México, donde  nos encanta todo lo extranjero, por supuesto que hemos querido copiar esto de las demandas calificando como “negligencia médica” cualquier incidente en la atención del paciente, tanto en el medio particular como en el institucional, de manera que el médico ejerce una profesión de alto riesgo.   Por desgracia el sistema de administración de hospitales, por un lado,  la falta de cultura médica de los demandantes por el otro, y de ribete la voracidad de los litigantes, llevan a  atribuir a la persona del médico asuntos que no lo son.  Esto es, si la institución no contaba con el recurso idóneo para la atención del paciente, o  si  la clínica estaba muy alejada del domicilio del enfermo, o bien, si la condición que genera la demanda se debió al desacato de indicaciones médicas por parte del paciente, cómodamente se determina que fue “negligencia médica”, y que rueden cabezas.
   Esto es, después de más de dos mil años de avances médicos estamos volviendo a los tiempos de las cavernas, aplicando el pensamiento mágico, o la postura cómoda, o la versión redituable para visualizar un caso en el que las cosas no salieron como se esperaba, atribuyendo al médico toda la responsabilidad.
   El gremio médico exige a las autoridades que se hable con   la verdad  en lo relativo al sistema de salud y demanda con justa razón un trato digno. De otra suerte México corre el riesgo de ir perdiendo profesionales de la salud y a ver cómo nos curamos, tal vez utilizando el conjuro o la cartomancia.

VIÑETAS por María del Carmen Maqueo Garza



LAS PEQUEÑAS COSAS

Las pequeñas cosas de la vida nos dan las más grandes lecciones, así ha sido siempre, desde que el hombre puso un pie sobre el planeta y comenzó a sentirlo propio. Todo está en detener nuestra marcha y percibirlas.

Los trinos de las aves mañaneras hablan de alegría, de amor a la vida, de gozoso cumplimiento del deber. Elevan su canto a los cielos para afirmar que aquí están, dispuestas a iniciar un nuevo día.

La florecilla que crece a la orilla de cualquier prado urbano, o entre dos baldosas nos enseña que, sin importar dónde nazcas ni cuan larga vaya a ser tu vida, hagas de ella lo mejor que pudo haber sido.

El viento travieso que juguetea con las nubes cambiándolas de forma para que los niños imaginen elefantes y borregos, y muñecos panzones, invita a no tomar las cosas tan en serio cuando así pueda hacerse.

Las pequeñas cosas con sus grandes lecciones están ahí, frente a nuestros sentidos, esperando ser descubiertas, aprehendidas y lanzadas al aire como carcajadas, como música, como una sana alegría de vivir.

Tlacotalpan, Veracruz a través del arte de Amalia Hernández.

"El médico asesino": Poesía por Antonio Pacheco Espinosa

Antonio Pacheco Espinosa es médico pediatra veracruzano.  Nos visita por primera vez con una poesía inspirada en los lamentables hechos en torno a la detención de dos colegas. ¿Su crimen? Que un paciente haya muerto, calificado como "homicidio doloso" según el Sistema de Justicia mexicano al que tantos males aquejan, y que con ligereza libera al verdadero criminal y hace pedazos la honra y la vida de profesionales como estos dos médicos acusados, quienes dentro de su quehacer  se han dedicado en cuerpo y alma a velar por la salud de sus pacientes.

Hay quien dice que el médico asesina
y lo acusa y señala con enfado;
en sus dichos no existe la justicia
sólo juicios a priori, equivocados.
Es por eso que hoy he decidido
declararme culpable, así, de facto;
Confieso, pues, señores,que he matado.
Confieso, sí, que a diario es lo que hago;
Despierto y pido a Dios tener bien claro
el tino y la certeza de mis actos;
me enfundo en mi querido traje blanco
y parto tan feliz a mi trabajo.
Debo decir que siempre voy armado,
pues nadie sabe lo que va a pasarnos:
dos pistolas y un parque bien guardado
en ese suave roce de mis manos.
Declaro que maté la amarga espera
del padre aquel de entristecido llanto;
mi mano en su hombro ¿quién lo dijera?
fue al tumba de aquel dolor insano.
Han muerto, también ya tantas penas
con las palabras justas, como dardos.
Y confieso también que las tristezas
con mi risa gentil se envenenaron.
Ese es mi arsenal, no se malentienda.
Y quiero seguir firme, alimentando
desde el frágil lugar que es mi trinchera,
ese toque sutil de ser humano.
Ser Pediatra, lo digo de a de veras,
es, fácil, lo mejor que me ha pasado.

Poza Rica, Ver... sábado 4 junio del 2016


Reflexión de Guillermo A. Gutiérrez Calleros

"Mis reflexiones admirando esta microfotografía de un corazón en embrión humano de 24 días".


Un tubo que se dobla sobre si mismo, crea 4 cavidades y forma el corazón; tan grande como uno a uno-y-un-tercio del tamaño del puño de la persona; late 3 mil millones de veces en la vida de 78 años de una persona.

Se maravilla al percibir la Divinidad en Madre Natura; se estremece ante el miedo, sonríe al observar ternura; se acelera frente a sorpresas; se desgarra con la tristeza, vibra con emociones; gime ante la injusticia; canta al amor; le inspira el arte; llora ante el rechazo; descansa con sonrisas; baila con alegría; se ilumina frente a la belleza; se llena de jubilo al sentir al ser bienamado … se enlentece y finalmente …. se detiene en el escalón de la puerta hacia la otra dimensión.

Phoenix, AZ
1 Junio 2016

Fotografía de Lennart Nilsson, de uso público, tomada de http://cdn.davidwolfe.com/wp-content/uploads/2016/01/167905-R3L8T8D-500-11-1.jpg

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez

En esta ocasión nuestra querida colega y gran amiga, Eréndira Ramírez  nos trae un relato íntimo nacido durante alguna noche de desvelo, en el hospital, cuidando a su amado esposo quien atraviesa un delicado trance de salud.  Es un poema vivo y vibrante que exalta el amor de pareja, y todo aquello que el diario convivir logra construir a través del tiempo, el cuidado y la generosa renuncia de lo propio a favor del ser amado.  Un abrazo desde aquí a esta hermosa pareja que, una vez más, en los hechos,  nos recuerda a  Constancio Vigil: "Amar es cambiar de casa el alma."

Cuando la vida nos da la oportunidad de encontrar a un hombre para compartir sueños, para fijarnos metas e impulsarnos a lograrlas, cuando es posible hablar de un "nosotros" sin menoscabo en nuestra identidad, en nuestra integridad.

Cuando ese hombre nos contagia optimismo y seguridad y transmite paz en las situaciones de vulnerabilidad, cuando no hay nada imperdonable que alojar en nuestro corazón, porque el balance de la relación siempre es a favor,cuando se voltea hacia atrás y se ve el camino recorrido por sinuoso que haya sido siempre encontró un destino donde nos abrazara la felicidad.
Cuando sentimos a un hombre a nuestro lado que no solo sostiene nuestra mano,sino nuestra vida misma sin intentar apoderarse de ella, hay que dar gracias a Dios, por haber dado el mejor SI en nuestra vida a la persona acertada.
Ricardo mi esposo, hecho a la medida de mi cariño, de mis necesidades, de mis fallas y de mi capacidad de perdonar, un hombre en toda la extensión de la palabra, 

Mi lotería sentimental ganó con él el premio mayor. ¡Salud amado esposo!

Banda de Música de la SEDENA en Moscú

Gracias por la magnífica sugerencia, Doris.