domingo, 20 de abril de 2014

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

LA MAGIA DE LA PALABRA
Un tema recurrente en nuestras pláticas de sobremesa, no se diga, en notas periodísticas y artículos de opinión, es el daño que estamos haciendo al planeta.
   Los gobiernos ponen su mejor esfuerzo por frenar esta destrucción; se destinan presupuestos millonarios para integrar comisiones que revisen el problema y propongan soluciones… Lo malo, desde mi punto de vista, es que, como para tantos otros asuntos nacionales, se colocan políticos y no científicos al frente de estas comisiones, y los políticos ponen por delante los intereses de la estructura de gobierno que los sustenta, y no el problema en sí, de suerte que los resultados dejan mucho que desear.
   Esperaríamos que para resolver un problema de esta magnitud se llegue a las raíces últimas del mismo.  Y nuevamente, se busca crear grupos que vayan   a combatir de manera directa a los grandes depredadores que talan los bosques,  erosionan los suelos, o  matan especies, pero nuevamente fracasan.   Muchas de estas actividades ilícitas están orquestadas por el crimen organizado, y aquello se vuelve una lucha  cruenta con pocos resultados…
   Nuestro mundo actual ha crecido a ritmo insospechado en lo que se refiere al conocimiento; los alcances de la mente para controlar el medio son inabarcables. Por otra parte hemos desatendido esa parte medular que debe estar detrás de toda mente si queremos que los proyectos de la inteligencia humana no  se olviden del bien común y  la verdad.  Hemos dejado muy fuera de la jugada la esencia de las cosas, la parte de las emociones que atempera, regula y conduce la alta energía del intelecto.   Los alcances de la ciencia y la tecnología sin la dirección del corazón han producido, entre otras cosas, los grandes daños que nuestro planeta, como bestia herida, está padeciendo.
   ¿Qué hacer, entonces…?
   Hace un par de semanas, dentro del programa “Leo, luego existo”  impulsado por CONACULTA, tuve ocasión de escuchar al actor Carlos Bracho.   Este programa busca seducir al lector potencial a acercarse a los libros, y una de las formas de atraer al público a la lectura, es mediante figuras que él identifique, conozca y esté dispuesto a seguir.
   En esta oportunidad Bracho leyó textos de José Juan Tablada, poeta de la primera mitad del siglo veinte cuya obra es poco conocida en nuestro país.   Fue el primero  que trajo a México los haikús, epifanías poéticas de tres versos y un total de diecisiete sílabas originadas en Japón.  Aparte de leer varios de ellos, Bracho dio lectura a “La Canción de la Selva” poesía que causó en mí una particular impresión en  aquellos momentos;  es un paseo por diversos ecosistemas, entre ellos la selva, en lo personal imaginé la chiapaneca, hallando a cada paso magníficas especies vivas como el jaguar, pericos, guacamayas, quetzales, macacos e iguanas.  Aquí me permito reproducir un fragmento de la misma:
…Otros días sonoros y ricos
como el trópico son, y si ruge el jaguar
y vuelan las parvadas de pericos,
¡parece que la selva echó a volar!
Y el relámpago de las guacamayas
rasga el cielo -clamor y bandera-
como si el eco y el vislumbre fuera
de la legión del dios de las batallas.
   Durante aquella sabrosa lectura a través de la cual esas especies cobran vida, y a su vez dotan de movimiento a los árboles, el cielo y la tierra por la cual pisamos fascinados de mano del poeta, quedó claro que la toma de conciencia para proteger a nuestro planeta no se impone por la fuerza ni se defiende con armas, y mucho menos se resuelve mediante iniciativas de escritorio.  El cambio ansiado y necesario se da en los corazones de nuestros niños y jóvenes, primero  a través de la transmisión de valores familiares, sí, pero también, y como un valioso complemento, mediante la lectura, esa afortunada forma de encanto que nos llama a desarrollar, primero una simpatía con aquello que se lee, luego una fraternidad con lo leído, y finalmente una solidaridad, una ética nacida del conocimiento profundo de las cosas.


   Entre el momento cuando concebí esta colaboración, y ahora que se publica, acontece la partida física de uno de los más grandes escritores latinoamericanos.  Gabriel García Márquez, “Gabo”, ese entrañable personaje a quien la fama nunca alejó de su condición humana y de Macondo, el espacio mágico de su infancia en Aracataca, tan reiterativo en toda su obra.  Él quien  mediante sus diversos personajes nos avisa que está bien imaginar, y soñar, y creer, se nos fue entre una nube de mariposas amarillas, aunque seguirá con nosotros en todo momento a través de la magia de la palabra, que  nos propone descubrir el mundo con el corazón en la mano, para luego amarlo mucho y siempre.

COSAS NUESTRAS por Jorge Villegas

Cortesía
Va tan a prisa la tecnología, que deja atrás las buenas maneras, las reglas de cortesía.
Hay que reinventar el Manual de Carreño que regía nuestra sociedad hace un siglo.
El que decía cómo dar un pésame, entregar invitaciones, mover el abanico.
Establecer, por ejemplo, en qué lugares y situaciones no se contesta el celular.
Si es válido sustituir el discurso y la declaración formal de un funcionario por un vulgar tuit.
O si una petición en matrimonio puede limitarse a un mensaje de texto.
¿Cuántos "selfies", autorretratos narcisistas, vale publicar en el "Hola" de los pobres, el Facebook?
jvillega@rocketmail.com

Histórica entrevista con Gabriel García Márquez cuando obtuvo el Premio Nobel de Literatura.

Entrevista al gran colombiano donde habla sobre los orígenes del realismo mágico que caracteriza su obra: La abuela, la madre, su infancia, la función que cumplen sus amigos como primeros lectores de sus borradores... "Hacer lo que uno debe de hacer es una forma de hacer política".

"El dulce sabor de una mujer exquisita" por G. García Márquez.

Si aún no ha pasado el bisturí por tu piel, si no tienes implantes de silicona en alguna parte de tu cuerpo, si los rollitos no te generan trauma, si nunca has sufrido de anorexia o bulimia, si tu estatura no afecta tu desarrollo personal, si cuando vas a la playa prefieres divertirte en el mar y no estar sobre una toalla durante horas o tapada ocultando tu cuerpo, si crees que la fidelidad sí es posible y la practicas, si sabes cómo se prepara un arroz, si puedes preparar un almuerzo completo con postre, si tu prioridad no es ser rubia a como dé lugar, si no te levantas a las 4:00 a.m. para llegar de primera al gimnasio, si puedes salir con ropa de gimnasia tranquila a la calle un domingo, sin una gota de maquillaje en el rostro... estás en vía de extinción... ¡eres una mujer exquisita! 
Una mujer exquisita no es aquélla que más hombres tiene a sus pies; sino aquélla que tiene uno solo que la hace realmente feliz.
Una mujer hermosa no es la más joven, ni la más flaca, ni la que tiene el cutis más terso o el cabello más llamativo;  es aquélla que con tan sólo una franca y abierta sonrisa, con una simple caricia y un buen consejo puede alegrarte la vida.



Una mujer valiosa no es aquélla que tiene más títulos, ni más cargos académicos; una mujer exquisita no es la más ardiente (aunque si me preguntan a mí, todas las mujeres son muy ardientes... y los que estamos fuera de foco somos los hombres); sino la que vibra al hacer el amor solamente con el hombre que ama.

Una mujer interesante no es aquélla que se siente halagada al ser admirada por su belleza y elegancia; es aquella mujer firme de carácter que puede decir “no”.

Y un hombre... un hombre exquisito es aquél que valora a una mujer así...
Que se siente orgulloso de tenerla como compañera...
Que sabe tocarla como un músico virtuosísimo toca su amado instrumento...
Que lucha a su lado compartiendo todos sus roles, desde lavar platos y tender la ropa, hasta devolverle los masajes y cuidados que ella le prodigó antes...
La verdad, compañeros hombres, es que las mujeres en eso de ser "muy machas"  nos llevan un gran recorrido...
¡Qué tontos hemos sido -y somos- cuando valoramos el "regalo" solamente por la vistosidad de su empaque...!

¡Tonto y mil veces tonto el hombre que come bagazo en la calle,
teniendo un exquisito manjar en su casa!


Historia de un amor por la cantante francesa Zaz (Isabelle Geffroy)

Un gran ejemplo de lo que el arte logra a través de la Aldea Global: Bolero panameño, tango francés o argentino, hip hop, danza clásica, y un bello fondo arquitectónico húngaro. ¿Quieren más...?

"Paradojas de la Vida": Fragmento Anónimo

Un fragmento anónimo que circula en la red.  La primera parte la hallé en un blog de Guillermo Fárber. Según Wikiquote otra  parte es de John Lennon.
Si alguien más sobre su autoría , agradeceré me lo comunique, para dar el justo reconocimiento. Gracias.
Vivimos en un tiempo curioso: la clase obrera no tiene obras, la clase media no tiene medios, y la clase alta no tiene clase.
Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor , mientras que la violencia se practica a plena luz del día; donde pintar un grafito es un delito y matar un toro un arte; donde la forma de vestir se valora más que la de pensar; 
donde la pizza llega más rápido que la policía; donde los animales son mejores amigos que las personas; 
donde no se intenta solucionar los problemas sino convivir con ellos;  
donde ser valiente sale caro y ser cobarde vale más la pena; 
donde en los aeropuertos se ven besos más sinceros que en una boda; 
y en donde los muros de los hospitales han escuchado más oraciones reales y sinceras que las de las iglesias.

Gracias, Benito, por tu sugerencia.

Video: Héroe anónimo

Un video que nos invita a no desfallecer en prodigar esos pequeños gestos de cortesía para con los demás, esos mismos que tantas veces no son tomados en cuenta, pero que, como la gota de agua sobre la sólida roca, con el tiempo terminan por generar un cambio.