Todo mundo tiene propuestas sobre cómo deben actuar los que gobiernan.

Tienen una idea precisa de cómo meter en cintura a los policías.

Saben el comportamiento que hay que exigirle a los diputados.

Saben todo eso porque observan y reflexionan sobre lo que ven.

Pero es difícil que les hagan caso en los centros de poder y de decisiones.

Mejor debieran dedicar esa capacidad de análisis y reflexión a asuntos más cercanos.

Cómo hacer disciplinados a los hijos, cómo vacunarlos contra las adicciones.

Antes de perfeccionar a los de afuera, empezar por los de casa.