CHIMAL Y UNA
ESPANTOSA X
El confinamiento a raíz de la pandemia nos cambió a
todos. No considero que haya un solo ser
humano a salvo de modificaciones en su vida a raíz del COVID. Algunos lo resintieron en la integridad
física, otros más por el desgaste emocional de cuidar un familiar enfermo, o
tal vez por el duelo de muertes cercanas.
Finalmente, todos durante más de dos años vivimos algo que no terminábamos
de comprender: Permeaba el miedo por lo que hacíamos o dejábamos de hacer, y,
de hecho, ahora que se avecina una nueva oleada de la enfermedad, es necesario
recordar la zozobra de esos tiempos y retomar
las elementales medidas de protección: Evitar espacios cerrados; uso de
cubrebocas y gel antibacteriano, y seguir indicaciones del médico.
Hoy me quiero enfocar a un aspecto que descubrimos a raíz del confinamiento: La
participación en foros virtuales que enseñaban, desde cómo preparar un espagueti,
hasta el modo de detectar ondas hertzianas.
En mi caso personal, descubrí el
enriquecimiento cultural mediante plataformas de enseñanza e intercambio en
áreas literarias. He conocido personas
de gran valía en su calidad de maestros o compañeros de actividades; he
asistido a incontables conversatorios entre personajes universales, y he tenido
oportunidad de explorar mis propias potencialidades en el oficio de la palabra
escrita. Ha sido una etapa extraordinaria
en mi vida. Dentro de estos personajes maravillosos que
se distinguen por su abierta generosidad, hoy quiero destacar la labor de
Alberto Chimal y su esposa Raquel Castro (Raxxie), quienes a través de diversas
plataformas han conectado, muy en particular con amantes de la ficción, en
especial jóvenes que apenas van iniciando en su afán por escribir. Con una paciencia digna de admirarse, en todo
momento han tratado con singular calidez y respeto a cada uno de los asistentes a sus sesiones virtuales,
logrando integrar un semillero participativo, entusiasta y activo de muchos
futuros escritores. Es divertido
atestiguar cómo esa parte lúdica de su personalidad resulta una importante
herramienta para la captura de nuevos y entusiastas adeptos. En lo personal los
descubrí en Twitter y posteriormente los seguí en su canal de YouTube. Su labor los ha distinguido como maestros generosos al compartir tiempo,
recomendaciones, ejercicios y lecturas formativas para su público en estos
últimos años.
A inicios de este mes Alberto publica un mensaje relativo a
lo que conocimos como Twitter y ahora ha cambiado a X. Lamenta que los cambios
implementados por Elon Musk conviertan todos los contenidos alojados en dicha
red en propiedad que ellos puedan manipular libremente con el apoyo de la
IA. Esto es, materiales originales de
autores de amplio reconocimiento, como es el caso de Alberto Chimal, podrán ser
tomados como “masa madre” y recompuestos, violando de manera flagrante los
derechos de propiedad intelectual.
Alguna vez un amigo escritor me señaló una verdad que me
retumba en estos momentos: “Lo que se sube a la red deja de ser de su autor y
pasa a ser público”. Cierto, pero dentro
de la elemental cortesía que implica, al menos, citar al autor original de un
texto que reenviamos desde nuestro sitio personal. El señalamiento que hace Chimal en esta
ocasión va en el sentido de que, a base de algoritmos, la IA puede destazar,
reorganizar y reescribir contenidos alojados por sus autores originales. En el caso de los queridos Alberto y Raxxie
es mucho decir, puesto que han volcado media vida, del modo más generoso, a
través del difunto Twitter, para alcanzar a grupos grandes de internautas. El escritor define las intenciones de Elon
Musk como malignas y llama al personaje “un troll elevado a una posición de
poder más allá de sus capacidades”. Mi personal punto de vista, sin saber tanto
de tecnología es que detrás de este propósito, como hemos conocido en cercanos
personajes de la política, hay un protagonismo desbordante, un afán de pasar a
la historia como un parteaguas, así sea para complicar lo ya establecido.
Alberto y Raxxie se mudan a una nueva plataforma en
substack.com, misma a la cual ya me suscribí.
Aun cuando no sigo sus publicaciones con la asiduidad que merecen, no
quiero perderlos de mi campo visual, para seguir en contacto con sus almas
generosas.
El confinamiento ha cambiado las reglas del juego en muchos
sentidos. En el terreno de la palabra
escrita, lo que yo más procuro, ha sido un período de grandes enriquecimientos
en contenidos, en amistades y en oportunidades.
He forjado firmes alianzas con maestros y amigos, con quienes he
desarrollado una camaradería extraordinaria.
Nuevos cambios abren nuevas vías. Alberto y Raxxie reorientan
horizontes. ¡Buena ventura, amigos! Les
seguiremos por el mundo digital.
Imagen tomada del sitio del propio autor.