domingo, 10 de junio de 2018

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

ETRE BIEN DANS SA PEAU
Justo cuando comenzaba  esta colaboración, me entero del aparente suicidio de Anthony Bourdain.  El chef, presentador y autor culinario  estaba en París preparando un  programa sobre Estrasburgo.  Difícil saber en estos momentos qué lo llevó a tomar esa fatal  determinación.
     Bourdain fue un claro ejemplo del turismo gastronómico; nos permitió conocer distintos sitios de primera mano. Muchas veces desde  la intimidad de alguna cocina familiar, accediendo a   la verdadera cultura de los lugares visitados.        Fue a través suyo como el mundo se convenció de que la cuna original de los nachos es Piedras Negras, y no  algún lugar de Norteamérica.  Su estilo irreverente, ramplón  y divertido facilitó adquirir conocimientos de lo más variados.
     Dentro de los comentarios a propósito de su lamentable suicidio, se repite la pregunta de cómo es posible que una persona que tenía todo en esta vida pudo tomar tal determinación.  Desde la perspectiva más simple eso parece, suponemos que alguien a quien le pagan muy bien por comer y viajar, y que invariablemente luce divertido en todos sus programas, es muy feliz. Un personaje que inició como lavaplatos en los suburbios neoyorquinos, para  llegar a codearse con  chefs con 3 estrellas Michelin. Alguien que recibió grandes premios internacionales y que viajó por todo el mundo, suponemos que  tiene todo en la vida.   Sin embargo estamos comprobando que en este caso las cosas no fueron así, y que algo falló en la ecuación.
     Los elementos que provocan depresión son muy diversos.           Cabe destacar ahora la sensación de soledad profunda  que se llega a experimentar.    La depresión se convierte a veces en la gran enmascaradora que no solamente se manifiesta con llanto y desesperanza.  Hay ocasiones en que detrás de actitudes violentas hay una depresión, que bien puede pasarse por alto. 
     Para conocer nuestras características particulares es menester explorarnos, y para hacerlo es necesario contar con una guía y un tiempo adecuado.  La vida en el tercer milenio no nos facilita el revisarnos interiormente.  No hay mucha oportunidad para hacerlo, solamente alcanzamos a mantener la vista puesta en las metas que alguien más ha marcado para nosotros.  Participamos en una bolsa de valores emocional, y si los indicadores señalan que hay que apostarle a tal o cual elemento, lo hacemos de manera casi automática, sin detenernos a reflexionar si es lo que en verdad deseamos.  Aquí es donde  el consumismo nos tiene sometidos y vamos a actuar de acuerdo a lo que  la tendencia señala,  así sin más ni más.
     Evitamos la soledad, hasta parece que le tenemos pavor y la rehuimos.  De esta manera no logramos establecer un diálogo interior para conocernos y detonar la creatividad.  El diálogo de mí-conmigo ayuda a despejar las grandes dudas existenciales, algo que no se logra en medio del barullo.
     Por su parte la convivencia familiar es una excelente base de sustentación para la autoestima.  Esta convivencia también ha sufrido grandes ajustes en los tiempos actuales.  La prisa nos presiona, la tecnología nos seduce, y el intercambio entre los mayores y los más jóvenes llega a ser muy limitado.  Se pierde con ello gran parte del sentido de identidad, conocer las propias raíces, sentirnos  orgullosos de ellas, y pugnar por conservarlas.   Desde nuestro equipo de tecnología de punta nos podemos conectar con alguien de Shangai o de la Patagonia, lo que amplía nuestra visión del mundo, pero al mismo tiempo nos priva de vivir a fondo ese sentido de pertenencia, el decir “de aquí soy”, sensación altamente gratificante, y en el caso de las nuevas generaciones, formativa en grado sumo.
     En todo individuo hay infinidad de elementos capaces de desencadenar o de aumentar un estado depresivo. Para identificarlo en nosotros mismos se requiere del propio conocimiento, y éste nace con la exploración individual de nuestras emociones, justo algo que los tiempos actuales no facilitan.  En la medida en que fortalezcamos la autoestima de nuestros niños y jóvenes, estaremos brindándoles herramientas para explorarse interiormente, conocerse y llegar a “sentirse bien debajo de su  piel”, expresión francesa que da título a esta colaboración.
     La pérdida de cualquier ser humano nos pone a pensar, máxime cuando se trata de alguien como Bourdain y en circunstancias como esas en las que ocurrió.  Nos queda recordar que la vida no tiene recetas magistrales, y que cada quien decide a qué le apuesta en esta bolsa de valores emocional. Y por último,  que la base del bienestar radica en estar bien con uno mismo, que a final de cuentas yo soy mi  única compañía constante a lo largo  del camino.  Quien se tiene a sí mismo por el mejor amigo, jamás está solo.

POESÍA por María del Carmen Maqueo Garza

Lic. Fernando Purón Johnston (1975-2018)
DE DOLOR Y ESPERANZA
Un ruido atronador
corta en dos para siempre
la paz de mi ciudad.
Estruendo, horadación del tiempo
remueve  las memorias del ayer,
sacude  los presagios
de lo que aún no ha sido.
Hay pasmo en el ambiente. 
Resuenan los ecos de los miedos.
Silencia el dolor un grito ahogado.
Cae el  plomo de  la desesperanza.

Afila el dolor los rasgos claros
de quien  llora al esposo.
Un ¿por qué? sin respuesta,
angustia vertical, cincel agudo
esculpe como al mármol
el rostro de una  madre.
Por la calle, en la plaza,
al paso del cortejo
a una misma voz el pueblo aclama:
Se ve, se siente, Purón está presente.

En el tintero quedan
las historias no escritas del mañana.
En la penumbra el llanto
nos priva de entender que él parte a  tiempo,
repliega su velamen
a la perfecta  voluntad de Dios.
Cumplió con  la misión  
por la que vino al mundo.
Es hora de partir,
el futuro ya no le pertenece.
Al filo de la noche   
navega en la confianza de los justos
rumbo al nuevo puerto.

Carta de despedida


Agradezco a Miriam esta sensible sugerencia.

Poesía de Octavio Paz

Nombras el árbol, niña. 
Y el árbol crece, lento y pleno, 
anegando los aires, 
verde deslumbramiento, 
hasta volvernos verde la mirada. 

Nombras el cielo, niña. 
Y el cielo azul, la nube blanca, 
la luz de la mañana, 
se meten en el pecho 
hasta volverlo cielo y transparencia. 

Nombras el agua, niña. 
Y el agua brota, no sé dónde, 
baña la tierra negra, 
reverdece la flor, brilla en las hojas 
y en húmedos vapores nos convierte. 

No dices nada, niña. 
Y nace del silencio 
la vida en una ola 
de música amarilla; 
su dorada marea 
nos alza a plenitudes, 
nos vuelve a ser nosotros, extraviados. 

¡Niña que me levanta y resucita! 
¡Ola sin fin, sin límites, eterna!

Tomada de la página Yavendrás

Filosofía para niños


Agradezco a Emilio este sabio aporte.

Artículo de la terapeuta Victoria Prooday

Nota introductoria: En los tiempos de la Internet es sencillo perder de vista al autor original de un texto, que a la vuelta de circular va adquiriendo una suerte de anonimato colectivo.   En este caso, y gracias al apoyo de buenos amigos, encuentro que el título original en inglés, salió a la luz en mayo del 2017, como "The silent tragedy affecting today's children". Publicado por la terapeuta canadiense Victoria Prooday en su blog yourot.  A partir de esto, y en fechas posteriores, su versión en español se ha atribuido al psiquiatra español Luis Rojas y en otro caso al neurólogo pediatra José Ovidio Cornelio Nieto.  Me atrevo a suponer que alguno de los dos realizó la traducción al español, lo que finalmente generó la confusión.






Hay una tragedia silenciosa que se está desarrollando hoy por hoy en nuestros hogares, y concierne a nuestra. s más preciosas joyas: nuestros hijos. ¡Nuestros hijos están en un estado emocional devastador! En los últimos 15 años, los investigadores nos han regalado estadísticas cada vez más alarmantes sobre un aumento agudo y constante de enfermedad mental infantil que ahora está alcanzando proporciones epidémicas:

Las estadísticas no mienten:

• 1 de cada 5 niños tiene problemas de salud mental

• Se ha notado un aumento del 43% en el TDAH

• Se ha notado un aumento del 37% en la depresión adolescente

• Se ha notado un aumento del 200% en la tasa de suicidios en niños de 10 a 14 años


¿Qué es lo que está pasando y qué estamos haciendo mal?

Los niños de hoy están siendo sobre-estimulados y sobre-regalados de objetos materiales, pero están privados de los fundamentos de una infancia sana, tales como:

• Padres emocionalmente disponibles

• Limites claramente definidos

• Responsabilidades

• Nutrición equilibrada y un sueño adecuado

• Movimiento en general pero especialmente al aire libre

• Juego creativo, interacción social, oportunidades de juego no estructurados y espacios para el aburrimiento


En cambio, estos últimos años se los ha llenado a los niños de:

• Padres distraídos digitalmente

• Padres indulgentes y permisivos que dejan que los niños "gobiernen el mundo" y sean quienes pongan las reglas

• Un sentido de derecho, de merecerlo todo sin ganárselo o ser responsable de obtenerlo

• Sueño inadecuado y nutrición desequilibrada

• Un estilo de vida sedentario

• Estimulación sin fin, niñeras tecnológicas, gratificación instantánea y ausencia de momentos aburridos


¿Qué hacer?

Si queremos que nuestros hijos sean individuos felices y saludables, tenemos que despertar y volver a lo básico. ¡Todavía es posible! Muchas familias ven mejoras inmediatas luego de semanas de implementar las siguientes recomendaciones:

• Establezca límites y recuerde que usted es el capitán del barco. Sus hijos se sentirán más seguros al saber que usted tiene el control del timón.

• Ofrezca a los niños un estilo de vida equilibrado lleno de lo que los niños necesitan, no sólo de lo que quieren. No tenga miedo de decir "no" a sus hijos si lo que quieren no es lo que necesitan.

• Proporcione alimentos nutritivos y limite la comida chatarra.

• Pase por lo menos una hora al día al aire libre haciendo actividades como: ciclismo, caminata, pesca, observación de aves / insectos

• Disfrute de una cena familiar diaria sin teléfonos inteligentes o tecnología que los distraiga.

• Jueguen juegos de mesa como familia o si los niños son muy chiquitos para juegos de mesa, déjese llevar por sus intereses y permita que sean ellos quienes manden en el juego

• Involucre a sus hijos en alguna tarea o quehacer del hogar de acuerdo a su edad (doblar la ropa, ordenar los juguetes, colgar la ropa, desembalar los víveres, poner la mesa, dar de comer al perro etc.)

• Implemente una rutina de sueño consistente para asegurar que su hijo duerma lo suficiente. Los horarios serán aún más importantes para los niños de edad escolar.

• Enseñar responsabilidad e independencia. No los proteja en exceso contra toda frustración o toda equivocación. Equivocarse les ayudará a desarrollar resiliencia y aprenderán a superar los desafíos de la vida,

• No cargue la mochila de sus hijos, no lleve sus mochilas, no les lleve la tarea que se olvidaron, no les pele los plátanos ni les pele las naranjas si lo pueden hacer por sí solos (4-5 años). En vez de darles el pez, enséñeles a pescar.

• Enséñeles a esperar y a retrasar la gratificación.

• Proporcione oportunidades para el "aburrimiento", ya que el aburrimiento es el momento en que la creatividad despierta. No se sienta responsable de mantener siempre a los niños entretenidos.

• No use la tecnología como una cura para el aburrimiento, ni lo ofrezca al primer segundo de inactividad.

• Evite el uso de la tecnología durante las comidas, en automóviles, restaurantes, centros comerciales. Utilice estos momentos como oportunidades para socializar entrenando así a los cerebros a saber funcionar cuando estén en modo: "aburrimiento"

• Ayúdeles a crear un "frasco del aburrimiento" con ideas de actividades para cuando están aburridos.

• Esté emocionalmente disponible para conectarse con los niños y enseñarles auto-regulación y habilidades sociales:

• Apague los teléfonos por la noche cuando los niños tengan que ir a la cama para evitar la distracción digital.

• Conviértase en un regulador o entrenador emocional de sus hijos. Enséñeles a reconocer y a gestionar sus propias frustraciones e ira.

• Enséñeles a saludar, a tomar turnos, a compartir sin quedarse sin nada, a decir gracias y por favor, a reconocer el error y disculparse (no los obligue), sea modelo de todos esos valores que inculca.

• Conéctese emocionalmente - sonría, abrace, bese, cosquillee, lea, baile, salte, juegue o gatee con ellos.

Isaac Hernández Don Quixote

"Don Quixote", interpretada por Isaac Hernández, bailarín jalisciense quien esta semana fue galardonado con el premio "Benois de la Danse". Agradezco a Cony su valioso aporte.