domingo, 27 de agosto de 2023

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

 


IDEARIO DE UN HUMANISTA

“El hombre es su palabra”: título de una obra didáctica  del licenciado José Muñoz Cota, gran orador.  A partir de su expresión, me permito ampliar la referencia y decir: “El hombre es su palabra cumplida”. Algo que solo el tiempo legitima.

Día 28 de agosto: inicio del calendario escolar.  Esta vez ocurre en medio de una polémica con relación a los libros de texto gratuito, inscritos en lo que el gobierno en turno ha denominado “Nueva Escuela Mexicana” (NEM).  Mucho se ha dicho a favor y en contra de la colección, tanto por su estructura, como por sus contenidos y la intención política  implícita en los mismos.  Lo relativo al logro de condiciones dignas de vida para los mexicanos, según señala el instructivo para maestros de secundaria, parte desde la Conquista interpretada como un despojo de las condiciones en que vivieron los pueblos originales en territorio nacional, hasta la actualidad.   Repasa  episodios cruentos generados por la búsqueda de mejores condiciones de vida.  Mi parecer particular es que da mucho peso y glorifica los levantamientos guerrilleros del siglo pasado, y en dicho contexto presenta el fallido  intento de secuestro y final homicidio de Don Eugenio Garza Sada en 1973  como un trabajo  de la Liga 23 de septiembre (cito) “…al intentar retener en Monterrey a Eugenio Garza Sada, ícono y leyenda del empresariado mexicano, en cuya acción perdieron la vida el empresario, su chofer y dos elementos del comando guerrillero” (fin de la cita). A base de eufemismos se rehúye llamar a las cosas por su nombre: Fue un secuestro fallido que perseguía evidentes objetivos económicos por parte de un grupo guerrillero.  Aquellos eran tiempos de revueltas a nivel mundial y muchos sectores estudiantiles mexicanos se hallaban identificados con personajes disruptores como Fidel Castro y el Che Guevara.

Parte de mis estudios los cursé en la ciudad de Monterrey.  Ello me permite ver de otro modo a Don Eugenio Garza Sada, el gran visionario, fundador del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, que en su momento representó una gran innovación en lo que a enseñanza superior se refiere.  A un tiempo fundador de diversas empresas que, a cincuenta años de su muerte, siguen activas.  Más allá del personaje empresarial, yo quiero destacar la calidad humana de Don Eugenio.  En esta ocasión me remito a su Ideario, que puede revisarse en línea dentro de la página del ITESM.  Con pequeños ajustes de edición, por exigencias del espacio periodístico, quiero reproducir los diecisiete principios que para Don Eugenio fueron clave fundacional del carácter de Monterrey, como un polo de desarrollo bien integrado en la economía global, un capitalismo humanista que no ha descuidado la bonhomía que caracteriza a los regiomontanos. Tras su elaboración, este ideario fue colocado en  las áreas de trabajo de sus empresas para su cumplimiento.  El primero en acatarlo fue el propio Don Eugenio. Aquí no aparece transcrito en forma textual, salvo las frases entrecomilladas. Sus principios rezan:

1 Reconocer el mérito de los demás por la participación que hayan tenido en una tarea, sin usurparlo.

2 Controlar el temperamento, haciendo un llamado a la contención y a la cordialidad frente a las diferencias de opinión. “El verdadero ejecutivo abdica el derecho a la ira”

3 Nunca hacer burla de nadie; evitar siempre el sarcasmo.

4, 5 y 6  Ser cortés con los demás. Tolerante con las diferencias. Ser puntual.

7 Evitar la arrogancia y la autocomplacencia, resaltando el adagio que reza: “el orgullo antecede a la caída”. Llama a evitar descalificaciones de otros, reflejo de conflictos intrapersonales que las disparan.

8 Evitar verdades a medias. Finalmente, todo se regresa.

9 Ante un problema, conceder a los demás libertad de expresión  y derecho de réplica.  Ser pacientes al escucharlos.

10 Ser claros y concisos al hablar, y precisos en el uso del lenguaje.

11 Evitar vituperios.  Que sea el peso de los contenidos lo que dé contundencia a la expresión.

12 Disfrutar el trabajo.  Si este no genera gozo, buscarse otro.

13 Reconocer el enorme valor del trabajador manual, como base de la empresa.

14 Pensar en priorizar el beneficio colectivo, antes que el propio.

15 “Análisis por encima de la inspiración o de la intuición”.

16 Dedicación al trabajo como una misión sagrada.

17 Modestia: fijar la atención en el ser humano, trabajar por su bien, dejando de lado cuestiones materiales vanas “…y si estas cosas significan para uno más que la tarea bien y calladamente cumplida y los conocimientos y el refinamiento espiritual para adquirirlos, entonces se precisa un cambio de actitud o de trabajo.”

Capitalismo y humanismo no  están peleados.  Aquí tenemos el mejor ejemplo.  Es de sabios comenzar a entenderlo.


CARTÓN de LUY: Amor por los animales


 

Potpourri de música rusa: Orquesta Sinfónica Gimnazija Kranj

REFLEXIÓN DE Morgan Freeman

 

Quienes murieron ayer

tenían un plan para esta mañana.

Y los que murieron esta mañana

tenían planes para hoy en la noche.

No tomes des la vida por sentada.

En un parpadeo, todo puede cambiar.

Así que perdona con frecuencia

y ama con un corazón pleno.

Nunca sabes cuando podrías

no volver a tener esa oportunidad.

Agradezco a mi querida Aurora tan valioso aporte.

CHARLA de Adriana Corona Gil: Las madres forjadoras.

 
Agradezco a mi querido Joseph tan valioso aporte

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez



Todos cometemos errores. En nuestras relaciones humanas es común que una palabra, una actitud, el hacer o no hacer algo las afecte aun cuando el equivocarnos sea involuntario, sin la menor intención de dañar, ingenua o quizá negligentemente.

El equívoco implica un costo y la pena la decide quien resultó agraviado. En ocasiones es desproporcionada, o quizá así lo siente quien nunca pensó en tales repercusiones. El acto se percibe en otra magnitud y se castiga.
La indiferencia, el tomar distancia delatan el resentimiento, se trata de hacer ver, con lo que considero es una dignidad mal entendida, que esa persona es non grata.

En ocasiones esto se resuelve a corto plazo, en otras el orgullo o la desidia lo dejan al tiempo, y el tiempo solo permite que se amplíe la brecha, que se enfríe el afecto, y puede pasar la vida entera sin que se llegue a ser capaz de reconocer que no era para tanto.

Palabras clave: humildad, orgullo, resentimiento, perdón, comunicación. Una relación basada en el amor se desvanece, sin un intento siquiera de salvarlo, o si lo hubo sin que sea suficiente para lograrlo.

No hay que esperar a que sea la compasión la que nos lleve a reconocer fallas, a dejar orgullos y acercarnos a quienes han sido afectos auténticos, aquellos en los que no cabe pensarse tengan la intención de hacernos daño.

Acercarnos por amor, no por compasión, tan solo porque nuestro mayor tesoro es reconocer en nosotros la capacidad de amar, de anteponer el amor a la soberbia, de mantener el cariño que se ha sembrado sin dejar que quede a merced del olvido o de la apatía, y que se pierdan esas semillas fértiles que el arrepentimiento ya no logrará hacer que den fruto.

Nadie llegue a mí por lástima, por compasión; nadie llore en mi tumba o en mi cama de enfermo, lamentando no haber sido capaz de reconciliar diferencias cuando había alegría, cuando había paz.

Florecer: Animación sobre la depresión y el duelo