domingo, 25 de febrero de 2024

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

 

ANDREA Y LAS ELECCIONES

Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces;
pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos. M.L.King

Nos está tocando vivir una época difícil en la esfera emocional. Amén de los problemas globales derivados de factores de tipo económico, político y de amenazas ambientales, la toxicidad se ha extendido al ámbito personal para generar grandes y graves daños emocionales.

En una de sus últimas charlas el Doctor José Antonio Lozano Díez establece los tres campos desde los cuales nos expresamos: El público, el privado y el íntimo.  Él atribuye muchos de los males espirituales de la actualidad a la difuminación entre esos espacios, que nos inclinan a volver público todo lo propio, descuidando conservar, tanto lo personal como lo íntimo con sus debidas reservas.   Ello explica la narrativa que muchos desarrollamos en redes sociales buscando volcar de forma pública hasta el último detalle de nuestra vida.

En lo personal me llevó más allá en este sentido: A partir del surgimiento del partido Morena en México, se ha desarrollado una gran polarización que tal vez solo vimos a principios del siglo veinte durante el Porfiriato.  Esta corriente ha logrado enfrentar hasta miembros de una misma familia, fracturando los lazos que deberían de quedar a salvo de ideologías divergentes.  Situación muy lamentable cuando, precisamente, la fortaleza de la familia es tan necesaria en estos días.

Estoy terminando un libro de la escritora española Carmen Laforet: La novela “Nada” fue escrita en 1945 y se considera su magna obra.  Se sitúa en Barcelona en el período inmediato después de la Guerra Civil Española y su protagonista central, Andrea llega a vivir con unos parientes cercanos a los que nunca ha tratado.  La casa, ubicada en la calle de Aribau es una representación tangible del caos en el que España comenzaba a recuperarse.  Dentro hay polvo, telarañas, olores más que desagradables, y un camastro nada cómodo.  A partir de ahí Andrea, al fin adolescente, comienza a tratar de armar su vida a partir de interactuar, tanto con la familia y la doméstica, como con personajes del exterior de la casa, siempre con el temor de ser juzgada severamente debido a su singular  situación personal.

Lo maravilloso de la obra es la forma en que nos va desvelando los dos planos en los que se mueven los personajes, desde los centrales que acompañan con grandes altibajos a la protagonista, como los de una elite aristocrática que comienza a reconstruirse a partir de la conclusión de la Guerra y surgimiento del franquismo.  Hay escenas conmovedoras que nos muestran a Andrea enfrentando situaciones que no atina cómo manejar; lo hace por intuición, pues se sabe finalmente sola.

Estos dos planos magistralmente presentados por la escritora me llevaron a transpolar el estado emocional de esos personajes al momento actual, para reflexionar que cada uno de nosotros, como seres humanos, actuamos en forma pública movidos por motivos internos que, tal vez, ni nosotros mismos nos hayamos sentado a analizar.  Siguiendo más delante, nuestra actuación será acogida de distinta forma de acuerdo con los motivos internos de quien la va conociendo.  Entonces ya tenemos cuatro factores distintos que juegan en las relaciones humanas en forma cotidiana.  En estos tiempos de superficialidad, cuando difícilmente se nos ocurre zambullirnos dentro de nosotros mismos para entender las razones que nos mueven, aquello se vuelve aún más complejo.

El período electoral está por arrancar.  Es lógico que quienes han utilizado la polarización en estos años, refuercen dicho mecanismo como parte de su campaña.  Por lo anterior, este es el mejor momento para hacer un análisis personal, revisar qué me mueve hacia dónde, y plantearme si seguir por ese camino es lo mejor para mi persona.  Más delante explorar con los seres cercanos el ámbito privado, recuperar lo que debe de permanecer en ese espacio para solaz y crecimiento de todos.  Finalmente ir hacia la esfera pública.  Hasta hoy vivimos en una democracia.  Tenemos la libertad de elegir y de expresar nuestras preferencias electorales; nadie nos lo puede impedir, condicionar  o coartar.  Seamos claros en nuestro núcleo social para  manifestar que una cosa es por quién vamos a votar, y otra muy distinta la relación personal entre unos y otros.  No se justifica en absoluto armar una violenta rebatinga, cuando podemos exponer  civilizadamente nuestras diferencias.

El libro: Maravillosa herramienta que nos sitúa en tiempo y  geografía, y finalmente frente a nosotros mismos para descubrir de la mejor manera nuestras expectativas, nuestras limitaciones y el actuar personal hacia el exterior.  Excelente momento el actual  para llevarlo de compañero de camino.

CARTÓN de LUY


 

Final del Festival de Danza Hong Kong 2023

 
Danza de la luna: Representación de Mongolia

HOMENAJE PÓSTUMO A LA MAESTRA MERCEDES MURGUÍA

"Nuestros días están habitados por objetos. Mudos satisfactores de nuestras necesidades, van tomando un lugar en el transcurrir cotidiano. Reposan en los sitios que les asignamos y llenan cajones, habitaciones y anaqueles. Su presencia construye nuestro entorno, el paisaje de los espacios íntimos. En su exposición "Lo añejo y lo cotidiano", Mercedes Murguía capta la presencia simbólica de esos objetos en un conjunto de asombrosos bodegones, la mayoría representados en alacenas de tres repisas, de modo que cada división tiene independencia compositiva.
La alacena agrega la idea de almacenaje. Animal acumulador de cosas, el hombre las atesora olvidando el paso del tiempo. El acomodo se convierte en una reunión de objetos discordantes cuya lógica de yuxtaposición pertenece exclusivamente al coleccionista de piezas de significado hondamente personal. Las alacenas de Mercedes Murguía muestran esa afición por unir elementos inconexos, si bien la amalgama plástica se hace con innegable armonía, ya que el espacio de cada cuadro es un experimento para crear relaciones rítmicas de formas, planos y volúmenes.
La mirada repasa cada uno de los objetos representados, los cuales convocan a todos los sentidos: rosas perfumadas, vinos oscuros, texturas de telas bordadas con preciosura, frutas de opulento colorido. El peso de los materiales agrega diversidad a las imágenes: cobre, barro, cerámica, cera, ixtle, vidrio, algodón, madera, yute, piedra, papel, peltre. Cada uno de ellos nos recuerda que nuestras emociones están ligadas al poder de la materia.
     Lo añejo y lo cotidiano es la manera como Mercedes Murguía interpreta el devenir y la permanencia. Los objetos perduran en su materialidad mientras el tiempo irremisible transcurre. Esta idea nos atrapa cuando captamos que cada objeto representado puede ser un documento de nuestra historia. Entonces la visita se vuelve nostálgica porque en esa gama diversa habrá más de un componente que despierte la memoria de un suceso olvidado, habrá más de una escena que reafirme nuestra pertenencia a este mundo.
     Al final, el arte se trata de la vida humana. Una imagen religiosa, el almanaque con un cromo de Jesús Helguera, el molino de café, la naranja a medio pelar, el candado herrumbroso, el morral listo para emprender el viaje. Todo cobra un sentido profundo en la plástica de Mercedes Murguía."

Texto de la inspiración de la poeta Margarita Aguilar en 2015 con motivo de la exposición "Lo añejo y lo cotidiano" de Mercedes Murguía, quien, lamentablemente, perdió la vida esta semana. DEP




CHARLA con el Dr. Lozano Díez: Necesidad de recuperar la eubolia

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez

Lo importante no es despertar con buena actitud, sino mantenerla, renovando diariamente los votos de lograr ese propósito, suceda lo que suceda. No significa que seremos ajenos a los acontecimientos desafortunados, o a las personas que parecieran haber sido colocadas a nuestro paso para hacernos desatinar, no, imposible, pero sí mantener la disposición a no engancharnos con el suceso o la persona y permanecer en "modo intratable" todo el día.

El mal humor es una carga pesada, hasta mantener el gesto, el tono de voz, y ser agente tóxico que contamina a todos los que se cruzan en su camino, o por lo menos lo intenta, debe ser carga pesada que invariablemente va deteriorando la personalidad, y haciendo una adicción malsana de ello. Ni siquiera hay ganancia personal, el mal humor altera los sentidos, hasta el sentido común y nos conduce por el camino del resentimiento y la frustración, convirtiéndonos en seres infelices, que terminan por no soportarse ni ellos mismos.

Desafortunadamente esta actitud solo es un equivalente a un berrinche infantil, un reclamo que está delatando la necesidad extrema de cariño, de atención que esta persona tiene. Su falta de empatía, que pareciera ser agresión voluntaria, es inconsciente exhibición de carencias emocionales, que no ha sabido llenar, por incapacidad de reconocer que lo tiene al alcance de la mano y que se ha empeñado en despreciar. Elegir este camino equivocado, tiene un costo personal y efectos colaterales para los demás. Mantener buena actitud, positividad, apego a los afectos sinceros, empatía, asertividad en las relaciones, el perdón, es energía para el alma que le da la posibilidad, a pesar de las vicisitudes de la vida, de reencontrarse con la paz.

VIDEO ANIMADO: Odisea del almacenaje