domingo, 28 de junio de 2020

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza


MÉXICO MEDIOCRE
Me enviaron un fragmento de cierto programa mexicano de apoyo a emprendedores, que me dio mucho que pensar. Un panel de expertos en distintas áreas actúa como jurado; se les presentan propuestas que buscan apoyos económicos y ellos determinan si los otorgan o no. El emprendimiento del video que vi lo presenta Natalia, una chica muy segura de sí misma, que va preparada para rebatir cualquier argumento. Solicita apoyo económico para ampliar un proyecto que tiene funcionando desde tiempo atrás: un sitio donde los estudiantes pagan porque les hagan la tarea. El interesado la contacta, ella analiza la solicitud y presenta al cliente varios perfiles de asociados para hacer el trabajo. Del 100% de las ganancias se reparten 7 a 3 entre el colaborador y la fundadora. 

Uno a uno los jurados van descartando la posibilidad de apoyar dicho proyecto. Cuestionan a Natalia y por último la llaman a reconsiderar su actuación. Al final ella se retira con las manos vacías, adivinándose en su gesto el propósito de no abandonar su negocio. 

El asunto da mucho qué pensar: En primer lugar, para decirlo de manera simbólica, me imagino que es un pequeño brote al pie de un árbol robusto y firme. Un árbol llamado corrupción. La normalización de este fenómeno social, que según podemos observar, no ha mermado en absoluto, revela que los mexicanos lanzamos una mirada complaciente a esos pequeños “arreglos” que el ciudadano lleva a cabo frente a la autoridad. En una danza de pesos y centavos se consigue, desde la condonación de una infracción de tráfico hasta la expansión de fortunas personales, que crecen como si les hubieran puesto levadura, de una declaración patrimonial a la siguiente, independientemente de los dichos del partido en el poder. Triste es reconocer que los extranjeros no se equivocan al señalar que “en México todo es posible”, o bien, descubrir, en los argumentos de cintas norteamericanas, que, en sus intentos por huir de la justicia, los delincuentes viajan invariablemente a nuestro país. 

Compartí el video más delante y recogí opiniones muy interesantes: Algunas madres o abuelas que tienen chicos en instituciones educativas privadas, reconocen que este fenómeno se presenta con relativa frecuencia, entre los estudiantes de enseñanza media superior y superior. Alguna de ellas señaló un caso particular en que el alumnado amenazó al maestro con conseguir que lo despidieran, si intentaba denunciar hechos como éste. 

Gandhi lo ha dicho de una forma muy clara: “Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala es el silencio de la gente buena”. Por desgracia los mexicanos somos indiferentes frente a situaciones que se desvían de la procuración del bien común. Nos hacemos como que no vemos, o callamos, o de alguna manera justificamos lo que, en conciencia, sabemos que está mal. Desconozco la forma habitual como reaccionan los jurados del programa televisivo, del cual conozco muy poco, sin embargo, debo decir que, en esta ocasión, estuvieron muy a la altura. Calificaron la propuesta de Natalia como no ética y denegaron su apoyo. 

En el fondo sabemos que la base sobre la que se asienta gran parte de los problemas en México radica en la educación. Cifras preocupantes, de 100 niños que ingresan a primaria, 60 la terminan; 45 acaban preparatoria; 21 licenciatura, 4 maestría y 1 doctorado. En ocasiones quienes culminan un posgrado deciden radicar en el extranjero, puesto que en el país no encuentran condiciones laborales acordes con su preparación profesional. Ahora bien, si los chicos universitarios escatiman tareas que apuntalan sus conocimientos, tendremos unos adultos mediocres que no aprovecharon las oportunidades que el estado, o la economía familiar, les concedió. 

Retomando una analogía con la naturaleza, la finalidad del proceso educativo es visualizar los problemas de México de forma panorámica, abarcar el bosque y no sólo el árbol en el que se vive. Es conocer el proceso histórico por el cual estamos donde estamos e identificar los distintos escenarios, de acuerdo con cómo actuemos para enfrentar las dificultades que se vayan presentando. La improvisación nunca ha sido una estrategia segura para resolver los problemas, si escatimamos el conocimiento de un ingeniero civil, tendremos edificios mal terminados, puentes inseguros y vialidades peligrosas. En la atención del COVID-19, si escatimamos en la preparación de un médico especialista, se elevarán las tasas de mortalidad. Si los ciudadanos mexicanos no conocemos nuestra historia, no seremos capaces de respetar y salvaguardar los elementos que simbolizan sus luchas y sus victorias. Si crecemos normalizando la corrupción, seguiremos pagando con mediocridad. De nosotros depende el rumbo de la nave

MICROPOESÍA de María del Carmen Maqueo Garza


La grandiosidad del universo inabarcable
Contenida
En la fragilidad
Del ala tornasol de una libélula
Que sobrevuela los charcos de lluvia vespertina
Una tarde cualquiera.
La naturaleza magnífica  vive a plenitud 
En cada criatura.
Yo con ojos de niño la contemplo
Hasta vibrar como hace el agua de los charcos
Se agita vigorosa
Al tiempo de su vuelo.

HERMANN Una inspiradora historia musical

La historia de Hermann Schreiber se volvió viral desde España, cuando en las noches salía a su balcón a tocar su armónica, dentro del homenaje al personal sanitario. Él padece de Alzheimer, de modo que, desde su enfermedad, él sentía que los aplausos destinados para el personal sanitario, eran para él. Estos hechos reales inspiraron el corto que ha comenzado a circular en estos días. Antier cumplió 80 años.

POESÍA de Jorge Valdés Díaz-Velez

Sur

La medida del hombre es el desierto.
El desierto y el hombre son lo mismo.

No hay ruta o soledades que le dicten
el pulso de las horas, no hay destino
en esa libertad sobre la arena.

Su palabra es el viento cuando vuelve
al sur del corazón envuelto en llamas.

Y es murmullo que habita su memoria.
Y es enjambre de estrellas en tus labios.
Y es la viva conciencia de estar solo.

Jean Maggi asciende al Himalaya


El video completo está en Netflix.  Vale la pena verlo.

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez


Hay momentos en que un evento sencillo y que pudiera ser en otros tiempos intrascendente, te hace sentir la presencia de una fuerza superior y establecer contacto íntimo con ella. Así hoy por la mañana al salir a mi patio, apenas amaneciendo, una luz brillante en mi jardín llamó mi atención.

Era tan intensa que lucía en la tierra como una piedra preciosa.. Era un pétalo de bugambilia, en el que un rayo de sol que se insinuaba entre el ramaje incidía, y como si fuera  intencional, caía sobre él.

Hay momentos en que un toque sencillo y que pudiera ser en otros tiempos intrascendente, te hace sentir la presencia de una fuerza superior, la cual permite  ese contacto íntimo e intenso con él. Así hoy por la mañana al salir a mi patio, apenas amaneciendo, una luz brillante en mi jardín llamó mi atención.

Nada sobrenatural, nada inexplicable, pero si un momento especial en donde más allá de mi vista, ese brillo me llegaba al alma y me transmitía paz, haciéndome sentir esa presencia  de una fuerza sobrenatural. Fuerza que solo se advierte cuando vemos la vida, no  solo a través de los ojos, sino cuando permites se conecte el espíritu con tu alrededor, o éste lo hace aún sin solicitarte permiso alguno.

Un mensaje no verbal ni escrito, un mensaje que solo a veces en determinado momento se entiende, y que quizá no es posible retransmitir a otros, porque su significado solo es comprensible en el momento en que sucede, y según la percepción del que lo recibe.

Comparto mi emoción, porque sé que a todos nos ha tocado vivir de diferentes maneras, esa maravillosa sensación de ser tocados por Dios. Eventos triviales que nos provocan una cascada de bienestar que  traspasa la piel y toca el alma,  haciéndonos sentir la presencia de un ser divino. Borra los miedos y la desesperanza, nos reaviva la fe.

Caballeros cantan popurri de Los Beatles

Gracias, Yeye por tan original sugerencia