domingo, 10 de diciembre de 2023

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

 


ESPERANZA RENOVADA

Vengo regresando de un viaje maravilloso a Guadalajara.  Asistí a la 37ª edición de la Feria Internacional del Libro, evento que reúne autores, editoriales y lectores de toda Iberoamérica y más.  En esta ocasión la invitada fue la Unión Europea.

De entrada, se antoja imposible imaginar que los casi 120,000 metros que tiene  la área de la Expo Guadalajara vaya a ser ocupada por instituciones del más diverso orden, que tienen que ver con la palabra escrita.   A ratos resulta  sofocante la cantidad de personas que circulan en uno u otro sentido por los largos pasillos señalados con letras y números, tanto en el área nacional como en la internacional.   Conforme el programa se puede asistir a presentaciones de libros, conversatorios, mini talleres y espectáculos artísticos, todo de manera gratuita.  El boleto de 25 pesos da derecho a entrar a cualquiera de ellos, siempre y cuando haya cupo.

En esta oportunidad mi asistencia a la FIL tuvo dos motivos: El primero fue el goce de asistir; el segundo fue la emoción de participar en la presentación de una antología que escribimos 8 talleristas a lo largo de más de dos años, en reuniones virtuales con un gran maestro que nos coordinaba desde España, dentro de una plataforma que se ha consolidado como una de las más importantes del país. Habíamos desarrollado una amistad tan estrecha, que ese primer encuentro presencial entre quienes tuvimos ocasión de asistir –afortunadamente la mayoría del grupo--  fluyó como el agua, como si nos conociéramos de toda la vida.

Lo que más me sorprendió de la experiencia y que motiva mi colaboración de hoy, es la enorme asistencia y el entusiasmo de niños y jóvenes a lo largo de los días que pude estar presente en la FIL: Algunos en grupos escolares o de niños exploradores organizados por adultos.  Otros muchos  adolescentes que, al parecer, acudían por cuenta propia.  Me sorprendió gratamente percibir su interés en distintos títulos; las preguntas hacia los encargados y su asistencia a presentaciones de obras.  Podían haber estado haciendo cualquier otra cosa, pero estaban ahí, echándose un clavado en los exhibidores de las distintas casas editoriales.  Esas imágenes quiero conservarlas muy frescas, para esos ratos cuando declina el ánimo pensando en que la juventud es indiferente ante el entorno y sus desafíos.

Resultó muy grato poder participar en la presentación, en el módulo del INE, de un libro escrito por Andrés Acosta.  Se intitula: “Más que un día de campo”.  De una forma divertida, con el apoyo de ilustraciones, el autor facilita la creación de la conciencia ciudadana y la razón por la que un sistema requiere de tres poderes para mantener el equilibrio y alcanzar la justicia.  Encuentro que es una obra que merece tener amplia difusión entre los grupos escolares para lograr que los Tres Poderes de la Unión no sean letra muerta en los textos escolares (si es que la NEM no los ha eliminado de sus páginas), sino que se entiendan como un mecanismo de pesos y contrapesos que facilita que la maquinaria del sistema funcione de manera idónea.

Me alegra que dicha presentación haya contado con la asistencia de muchos niños y jóvenes, y que esas palabras del escritor se siembren en la tierra fértil de sus frescas conciencias.  

El valor de la lectura es inconmensurable.   Los autores nos invitan a un paseo por sus percepciones; lo hacen desde la libertad, nunca desde el adoctrinamiento.   Como lectores estamos en capacidad de decidir si atendemos o no la invitación que nos hacen.  Es, además, una lectura a través del tiempo y del espacio.  En las páginas de un libro conocemos los hábitos y costumbres de otras épocas y regiones.  Llegamos hasta el origen de los principios que han impulsado a la humanidad en distintos momentos.  Podemos emprender una lucha al lado de personajes que han cambiado la historia, o acompañar a los vencidos hasta entender las razones que se han incubado en su corazón.

La lectura es un elemento generador de conciencia; sus alcances son mayores, de ahí su valor.   Con un lápiz y un papel se puede cambiar al mundo, como dijera Malala Yousafzai; en cada texto mora un  maestro capaz de moldear a la humanidad; descubrir nuevos senderos, y trazar rutas por conquistar.   Es una pena que parte de la población perciba la lectura como un quehacer obligatorio y aburrido. Sucede porque no han tenido los mejores maestros, unos que los animen a hallar en las páginas de cada libro un mundo nuevo por descubrir, un viaje tan interesante como el que más, por emprender.  En ello la función de los cuentacuentos es fundamental.  Si quien lee una historia lo hace inyectando magia a sus palabras, el niño comenzará a apreciar las cosas de otra manera.

Hoy regreso de la FIL23 con la esperanza renovada

CARTÓN de LUY

 


NAVIDAD con Hauser Primera parte

POESÍA de Leticia Rojas, escritora venezolana

SI YO TUVIERA UNA ESTRELLA


Si yo tuviera una estrella

que brille como en Belén,

alumbraría a mi patria

Para verla renacer.

 

Le pido al niño bendito,

al Dios que está por nacer

que nos regale el milagro

de resucitar como él.

 

Y que esta tierra grandiosa

--como en sus días lo fue—

vuelva a brillar y a ser libre

y a recuperar la fe.

 

Que sea un país de optimismo

y que impere la honradez.

Que pueda más la confianza

que el miedo a vivir en él.

 

Si yo tuviera una estrella

que brille, como en Belén

¡Alumbraría a mi patria

para verla renacer!


Discurso sobre la vida por parte del Senador Juan Pablo Adame Alemán

 
El Senador falleció el día 5 de diciembre, a causa del cáncer (DEP)

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez


Uno aprende de los errores, más de los propios que de los ajenos.

Errar es de humanos, herrar es para animales, si yerro es por que falible soy, por eso no soy juez de hierro cuando de juzgar a otros se trata.

¡Mala yerba nunca muere!, hoy lo oí y aunque me hierva la sangre, mucho tiene de cierto, porque aún en el desierto sigue siendo esto verdad.

Y malhaya quien no comprenda, que aunque haya sido muy bueno, la muerte lo halla porque lo halla, y hasta al más allá lo lleva.


Y si el hubiera no existe, créanme que menos el "haiga".

VIDEO acerca de la bondad