domingo, 31 de enero de 2016

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

CAMBIAR A MÉXICO
Los ciudadanos estamos cansados de ser la marea que va de acá para allá, a merced de quienes dirigen al país, lo que no siempre ocurre a favor de las causas ciudadanas.  Este asunto del Neoliberalismo y la Macroeconomía ha sido material para gráficas “3D” que recorren los foros económicos mundiales, pero que en nada alivian el padecer del ama de casa, quien hace milagros para solventar los gastos del hogar.  Nos inconformamos, despotricamos, y quizá hasta nos infartamos, pero  poco o nada sucede en nuestro entorno; las cosas siguen igual, si no es que peor.  Nuestro estado emocional es de irritación, con toda su cohorte de signos agregados; la convivencia se vuelve ríspida, las calles se convierten en palenques, y aquello   viene a cerrar un círculo vicioso altamente dañino.  Los únicos bien librados  a pesar de  los fenómenos inflacionarios, el encarecimiento del billete verde y la caída del petróleo, son quienes pertenecen al  1% de la población que para este 2016 es dueño de algo así como la mitad de la riqueza nacional.  .
   ¿Qué hacemos, entonces? ¿Nos matamos los unos a los otros?... Algo que a ratos parece cumplirse en ciertas regiones, para muestra  el estado de Guerrero, ejemplo contundente de que militarizar al país no es la solución a la inseguridad…  Claro, entre todo aquel caos que por desgracia, no obedece a los principios que postula Prigogine como punto de partida para  ordenar un sistema, surge una crisis social de aquellas, de la que ninguno se salva sin raspones.  Ante esta situación tenemos de dos: O nos empapamos de aquel malestar ciudadano y comenzamos a dar patadas, o  nos convencemos de que cualquier bien es bueno, y actuamos. Con ello  viene a mi mente la Madre Teresa cuando dice que hasta la gota de agua más pequeña hace crecer al mar.
   En días pasados me hallaba en una tienda de conveniencia; al ocupar yo el último cajón libre, quedaba disponible solamente el  de discapacitados, justo frente a la entrada al local.  Observé que una vagoneta con dos mujeres hizo por  ocuparlo,  pero al percatarse de que era para discapacitados  procedieron a buscar otro sitio.  Nadie las recriminaba, nadie las instaba a movilizarse, lo hicieron por propia convicción, algo que me entusiasmó;  las abordé para expresarles mi reconocimiento por esa pequeña gran acción ciudadana, mencionándoles que los últimos años de vida de mi madre resultaba terrible no hallar libres cajones para discapacitados y tener que estacionarse lejos, con todo lo que implicaba para ella, y luego descubrir que quienes los ocuparon lo habían hecho por comodidad.  Les referí que alguna vez estuve a punto de recibir un puñetazo en la cara de parte de un “caballero” visiblemente molesto por mi reclamo.
   ¿Cuánto les costó a ellas estacionarse en otro lugar y dejar libre el cajón de discapacitados?...Medio minuto.  ¿Cuánto me costó a mí esperarme para expresar mi reconocimiento por su acción?... Otra fracción de minuto.  ¿Habrá valido la pena hacerlo, cuando detrás de ellas llegará un conductor que lo ocupará olímpicamente sin necesitarlo?... ¡Definitivamente sí valió la pena! Es así, engarzando pequeñas acciones, como nuestro México irá cambiando.  Además, demostraron que por encima de los problemas, las preocupaciones y las incertidumbres que todos vivimos día con día, ellas tienen la capacidad de ver más allá de sus narices y  tomar en cuenta los derechos de los demás.
   En el 2013, durante  la presentación de su libro “El país de uno” la politóloga Denise Dresser  mencionó diez acciones para cambiar al país, dentro de las cuales hay una que hoy quiero destacar: “…México prosperará cuando la gente esté educada.” Me apropio de esta sentencia para  referirme a la educación, no como el nivel académico de un individuo, no como el prestigio de las instituciones educativas que haya pisado, sino como el grado de sensibilidad ciudadana que le permita utilizar esas herramientas de conocimiento, para edificar una sociedad mejor para todos.  Y esa sensibilidad ciudadana se adquiere en casa, en los pequeños actos cotidianos de convivencia familiar, pero sobre todo a través de la impronta que llevan los niños de las actitudes de sus mayores.  La contundencia del ejemplo queda por encima del mejor de los discursos; para educar lo más terrible es ese precepto de “haz como digo, no como hago”, en el que tantas veces caemos los padres.
   El México que  buscamos y merecemos es un país  con oportunidades para todos, a donde realizar aquello que más nos gusta para ganar el justo sustento.  Un estado de derecho que se aplique y se respete por todos para el beneficio colectivo.  ¿Se puede?... Sí. ¿Dónde comenzamos?... Primero en nuestro espacio vital, y cuando acabemos, le seguimos con el resto del mundo.

¿Qué es triunfar? Fragmento de Bessie Anderson Stanley

Erróneamente atribuido a Ralph Waldo Emerson.   La Sociedad oficial del escritor desmiente que sea de su autoría, y explica la razón por la cual tradicionalmente se le ha atribuido.  Abajo la liga a la página de la Sociedad Ralph Waldo Emerson.

Reír con frecuencia y amar mucho;
ganarse el respeto de la gente inteligente
y el afecto de los niños;
ganarse la aprobación de los ciudadanos honestos
y soportar la traición de amigos falsos;
apreciar la belleza;
encontrar lo mejor en los demás;
darse uno mismo;
dejar un mundo un poco mejor,
ya sea por un niño sano, un pedazo de jardín
o una mejora social;
haber jugado y reído con entusiasmo,
y haber cantado con exaltación;
saber que al menos la vida de alguien ha sido más llevadera
porque tú exististe.

Esto es haber triunfado

http://emerson-legacy.tamu.edu/Ephemera/Success.html
Agradezco a Chacha su espléndida sugerencia.

Toccata y fuga en Re menor de J.S. Bach en arpa.

Me imagino que el mismo Bach se alegraría de escucharla.

"En vida, hermano, en vida" de Ana María Rabatté


Si quieres hacer feliz
a alguien que quieras mucho…
díselo hoy, sé muy bueno
en vida, hermano, en vida…

No esperes a que se mueran
¿si deseas dar una flor?
mándalas hoy con amor
en vida, hermano, en vida…

Si deseas decir “te quiero”
a la gente de tu casa
al amigo cerca o lejos
en vida, hermano, en vida…

No esperes a que se muera
la gente para quererla
y hacerle sentir tu afecto
en vida, hermano, en vida…

Tú serás muy venturoso
si aprendes a hacer felices,
a todos los que conozcas
en vida, hermano, en vida…

Nunca visites panteones,
ni llenes tumbas de flores,
llena de amor corazones,
en vida, hermano, en vida…

El país de las maravillas a escala desde Hamburgo, Alemania

Guillermo, gracias por el excelente aporte.

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez


La vida no es fácil, para algunos es menos complicada que para otros, pero para cada uno tiene dificultades que enfrentar.

Lo malo no es que sea así, sino carecer de la capacidad de aceptarlo y de desarrollar aptitudes y tener la actitud para enfrentarlas, para no rendirnos, para reconocer en la derrota una oportunidad para un nuevo intento.

No importa que la vida no sea fácil, lo importante es no temerle a los obstáculos y desarrollar habilidades para sortearlos, encontrar la felicidad aun en la lucha, sentirnos capaces de hacer perfectible nuestro destino, buscar el mejor material para construir una fortaleza donde nos refugiemos cuando nos invada la tristeza o el dolor.

Hacer muros con fe, con amor, con férrea voluntad; sacar el coraje tan solo para salir del abatimiento que una pérdida de cualquier índole nos cause.

Resurgir, renacer, reforzar nuestro espíritu día a día; no hacer indispensable lo que ni siquiera nos es necesario para que no se convierta en deseo insano, que nos distraiga de la búsqueda de lo que realmente nos enriquece y enaltece como seres humanos, que hace que la vida valga la pena ser vivida, a pesar de sus dificultades.


El viejo y el mar en animación de Aleksandr Petrov

Animación inspirada en la obra de Hemingway. Diálogos traducidos al inglés con subtítulos en español.