sábado, 2 de abril de 2011

JORGE BUCAY: Alas, ¿para qué son?

Volar implica riesgo, pero es la única manera de despegar los pies de la tierra, aconseja el padre al hijo. A este último corresponde confiar y lanzarse desde el risco, para conquistar el espacio con su vuelo.

SEGURIDAD VIAL: Por Raúl Alberto Peniche (Networkvial)

RECOMENDACIONES PARA EVITAR CHOQUES FRONTALES
1.- Evite manejar fatigado, tome descanso cada 2 horas de viaje y maneje en trayectos máximos a 500 Km. por día.
2.- Evite manejar de noche y si es imprescindibles hágalo acompañado y verifique que lleve lámpara, llanta de refacción y señalización.
3.- Evite conducir en estado de ebriedad o  drogado.
4.- Si hay lluvia intensa o neblina cerrada no conduzca, espere a que las condiciones mejoren.
5.- No exceda de 95-120 kph en condiciones optimas, si le pasa un imprevisto a una velocidad mayor, sus probabilidades de supervivencia son mínimas.6.- Disminuya su velocidad en puentes, áreas reducidas y casetas.
7.- Disminuya su velocidad antes de entrar a una curva cerrada o sin peralte.
8.- Si está lloviendo, hay grava suelta o liquido derramado disminuya su velocidad a menos de 70 kph
9.- Prohibido rebasar en curva, áreas sin visibilidad y en raya continua.
10.- Si transita en carreteras de doble sentido deberá tener doble precaución ya que pueden invadirle el carril, si esto llega pasar, desvíese a la derecha, nunca hacia la izquierda, es preferible chocar con un objeto fijo, que con el vehículo que vine a toda velocidad.
“ SI EL CHOQUE ES INMINENTE, DESVIARSE A LA DERECHA,
 ES LO PRUDENTE”

TAMALES OAXAQUEÑOS DE FRIJOL Y DE AMARILLO: Región Mixe

MENSAJE de José Mujica, presidente de Uruguay

Ustedes saben mejor que nadie que en el conocimiento y la cultura no sólo hay esfuerzo sino también placer.

Dicen que la gente que trota por la rambla, llega un punto en el que entra en una especie de éxtasis donde ya no existe el cansancio y s
ólo le queda el placer.

Creo que con el conocimiento y la cultura pasa lo mismo. Llega un punto donde estudiar, o investigar, o aprender, ya no es un esfuerzo y es puro disfrute.

¡Qué bueno ser
ía que estos manjares estuvieran a disposición de mucha gente!

Qué bueno ser
ía, si en la canasta de la calidad de la vida que el Uruguay puede ofrecer a su gente, hubiera una buena cantidad de consumos intelectuales.

No porque sea elegante sino porque es placentero.

Porque se disfruta, con la misma intensidad con la que se puede disfrutar un plato de tallarines.

¡No hay una lista obligatoria de las cosas que nos hacen felices!

Algunos pueden pensar que el mundo ideal es un lugar repleto de shopping centers.

En ese mundo la gente es feliz porque todos pueden salir llenos de bolsas de ropa nueva y de cajas de electrodomésticos.

No tengo nada contra esa visi
ón, sólo digo que no es la única posible.

Digo que también podemos pensar en un pa
ís donde la gente elige arreglar las cosas en lugar de tirarlas, elige un auto chico en lugar de un auto grande, elige abrigarse en lugar de subir la calefacción.

Despilfarrar no es lo que hacen las sociedades m
ás maduras. Vayan a Holanda y vean las ciudades repletas de bicicletas. Allí se van a dar cuenta de que el consumismo no es la elección de la verdadera aristocracia de la humanidad. Es la elección de los noveleros y los frívolos.

Los holandeses andan en bicicleta, las usan para ir a trabajar pero también para ir a los conciertos o a los parques.

Porque han llegado a un nivel en el que su felicidad cotidiana se alimenta tanto de consumos materiales como intelectuales.

As
í que amigos, vayan y contagien el placer por el conocimiento.

En paralelo, mi modesta contribuci
ón va a ser tratar de que los uruguayos anden de bicicleteada en bicicleteada.

LA EDUCACI
ÓN ES EL CAMINO

Y amigos, el puente entre este hoy y ese ma
ñana que queremos tiene un nombre y se llama educación.

Y miren que es un puente largo y dif
ícil de cruzar.

Porque una cosa es la ret
órica de la educación y otra cosa es que nos decidamos a hacer los sacrificios que implica lanzar un gran esfuerzo educativo y sostenerlo en el tiempo.

Las inversiones en educaci
ón son de rendimiento lento, no le lucen a ningún gobierno, movilizan resistencias y obligan a postergar otras demandas.

Pero hay que hacerlo.


Se lo debemos a nuestros hijos y nietos.

Y hay que hacerlo ahora, cuando todav
ía está fresco el milagro tecnológico de Internet y se abren oportunidades nunca vistas de acceso al conocimiento.

Yo me crié con la radio, vi nacer la televisi
ón, después la televisión en colores, después las transmisiones por satélite.

Después result
ó que en mi televisor aparecían cuarenta canales, incluidos los que trasmitían en directo desde Estados Unidos, España e Italia.

Después los celulares y después la computadora, que al principio s
ólo servía para procesar números.

Cada una de esas veces, me quedé con la boca abierta.

Pero ahora con Internet se me agot
ó la capacidad de sorpresa.

Me siento como aquellos humanos que vieron una rueda por primera vez.

O como los que vieron el fuego por primera vez.

Uno siente que le toc
ó en suerte vivir un hito en la historia.

Se est
án abriendo las puertas de todas las bibliotecas y de todos los museos; van a estar a disposición, todas las revistas científicas y todos los libros del mundo.

Y probablemente todas las pel
ículas y todas las músicas del mundo.

Es abrumador.

Por eso necesitamos que todos los uruguayos y sobre todo los uruguayitos sepan nadar en ese torrente.

Hay que subirse a esa corriente y navegar en ella como pez en el agua.

Lo conseguiremos si est
á sólida esa matriz intelectual de la que hablábamos antes.

Si nuestros chiquilines saben razonar en orden y saben hacerse las preguntas que valen la pena.

Es como una carrera en dos pistas, all
á arriba en el mundo el océano de información, acá abajo preparándonos para la navegación trasatlántica.

Escuelas de tiempo completo, facultades en el interior, ense
ñanza terciaria masificada.

Y probablemente, inglés desde el preescolar en la ense
ñanza pública.

Porque el inglés no es el idioma que hablan los yanquis, es el idioma con el que los chinos se entienden con el mundo.

No podemos estar afuera. No podemos dejar afuera a nuestros chiquilines.

Esas son las herramientas que nos habilitan a interactuar con la explosi
ón universal del conocimiento.

Este mundo nuevo no nos simplifica la vida, nos la complica..

Nos obliga a ir m
ás lejos y más hondo en la educación.
No hay tarea más grande delante de nosotros.
 

 José Mujica  (Presidente de Uruguay)

"Una pequeña razón" Video motivacional

COSAS NUESTRAS de Jorge Villegas: Entrada 3 de abril

Pobreza
La pobrezaextrema es penosa, donde quiera que se sufra.
Pero ser pobre en lo alto de la sierra de Oaxaca es estar igual que todos los demás.
Lo odioso es ser pobre in extremis en Monterrey, en Guadalajara, en cualquier ciudad mayor.
Padecer hambre al lado de comercios pletóricos de frutas y verduras.
Caminar fatigosamente entre el zumbido de los autos lujosos con un solo pasajero.
Con los niños juntando botes en el basurero, frente a niños patinando en el hielo.
Lo más odioso no es la pobreza sino la brutal desigualdad.
El consejo es el de los abuelos: No cuentes el dinero delante de los pobres.
jvillega@rocketmail.com

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza. 3 de abril del 2011


ALGO MáS QUE  PALABRAS
Ha arrancado Iniciativa México 2011.  Por segundo año consecutivo las dos  principales televisoras nacionales se unen para lanzar una campaña que convoca y apuntala  proyectos de interés social. Y como suele suceder con  cualquier nueva propuesta, aún antes de que los directores de  Televisa y TV Azteca lo presentaran, ya estaban circulando las críticas al proyecto.  En esta oportunidad  Iniciativa México va  acompañada de un “Acuerdo para la Cobertura Informativa de la Violencia del Crimen Organizado”, que responde a la inquietud    generada por cómo presentan los medios  informativos la violencia organizada,  haciendo parecer al sicariato como  una ocupación envidiable en la cual corren ríos de dinero y  caudales de impunidad,  amén de que  la nueva modalidad de transmitir  las detenciones relacionadas con el narcotráfico, resulta en  un “reality show” más, en el cual la gran mayoría de los detenidos  obtiene su libertad en el corto plazo.
   Muchos críticos sienten violentada la libertad de expresión cuando el Acuerdo  propone romper el círculo vicioso en el que  estamos, al convertir las notas informativas en capítulos de una verdadera apología de la violencia, dentro de un escenario propicio para la misma:
      Por un lado exhortamos a los recién egresados de  nivel técnico o licenciatura  a procurar un oficio honesto y digno, apegado a la ley.  Pero por el otro les negamos oportunidades de enseñanza superior o de trabajo, fomentando el  engrosamiento de las filas  de “ninis”, y su eventual ingreso a las redes del crimen.
   Se exhorta a las familias a denunciar los hechos delictivos, aunque la realidad de la corrupción convierte la denuncia ciudadana en una ruleta rusa.
   Nuestro sistema está plagado de contradicciones a  todos los niveles, pero aún así se espera que   la respuesta ciudadana  se dé  como si tales contradicciones no existieran.  
   Entonces algunas mentes incuban una idea que contribuya a romper ese círculo vicioso del periodismo actual,  de “crimen-noticia-narcomensaje”,  con miras a frenar el crecimiento de la delincuencia organizada.
  Se les ocurrió a Salinas Pliego y a Azcárraga Jean, como se les pudo haber ocurrido a Pedro y a Juan.  Eligieron este tema de urgente solución, como pudieron haber elegido cualquier otro.
  Pero  apenas se da a conocer el proyecto, les caemos encima con nuestra crítica feroz  para desvirtuarlo sin  acaso otorgarnos el beneficio de la duda.  Debo confesar que históricamente me genera malestar el absurdo y hasta ofensivo dispendio que ambas televisoras hacen  en la producción y transmisión de programas de un nivel cultural  tan lamentable, que  mantienen la mente ajena y la razón embotada. Me causa náusea que entronicen a Gloria Trevi convirtiéndola en  paradigma de las niñas, o que pongan tan en alto a Laura Bozzo quien salió corrida de su natal Perú por su  fatal desempeño y pésimo carácter.  Pero así como  he dicho esto, reconozco que Iniciativa México 2011 no es un mal proyecto.
   Tradicionalmente en nuestro país hay pocos soldados rasos y muchos generales.  Pocos emprendedores y muchos críticos, y todos hablamos a toro pasado como verdaderos expertos.  Estamos acostumbrados a condenar sin proponer; a ver el lado negativo  descartando el positivo; a hacer trizas en lugar de construir.
   Vayamos siendo congruentes como ciudadanos: No te gusta Iniciativa México 2011, haz una propuesta mejor.   Te enfocas a ver los negros del arroz, pues entonces come pasta.  Nuestro país nunca va a salir adelante con críticas estériles,  anónimas, sin fundamento, y sobre todo carentes del  firme  propósito  de ofrecer una alternativa de solución.
   Por  una sola vez al menos,  permitámonos el beneficio de la duda, y veamos qué podemos hacer por reproducir   esta propuesta de comunicación.  No para beneficio de las televisoras, ni para hacer cosquillas a Carlos Slim,  sino para comenzar a atacar un problema por todos conocido, por todos sufrido.  Un problema social  que pone en riesgo de muerte a nuestros hijos cada día, en cada esquina, mientras ellos tratan casi en vano de vivir una vida que en algo se semeje  a la  existencia desenfadada que nosotros disfrutamos a plenitud cuando teníamos su edad.
    Hablamos de  la crisis de valores frente al panorama de la delincuencia organizada.  De cómo ésta última está arrancando de tajo los sueños de nuestros niños, de cómo deja huérfanos, de cómo destroza el  legado de nuestros abuelos.  Se trata del México de todos, de la seguridad de todos, de la vida de todos. Al menos por esta vez ¡dejemos de criticar y pongámonos a trabajar!
   Comencemos por nuestra casa, apagando la tele a la hora  de la comida  para  conectarnos con nuestros hijos y charlar.   Conozcamos qué les interesa,  justo ahí empieza la dignificación de la persona, justo ahí se siembra la esperanza. Ese genuino interés en casa  marca el inicio  de  la recuperación de  nuestra  desterrada paz social.