domingo, 1 de mayo de 2016

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

PASIÓN POR LO QUE SE HACE

En esta vida somos testigos privilegiados de cuanto ocurre en derredor,  la tecnología nos coloca en posición de seguir los sucesos en el justo momento cuando acontecen, así sea  del otro lado del mundo.  Tal fue el caso del discurso de Fernando Del Paso durante la recepción del Premio Cervantes en España que pudimos seguir los mexicanos en tiempo real, si acaso con el pequeño  inconveniente de la diferencia de horario, pero nada más.  Estuvimos en condiciones de  escuchar las palabras del hombre enamorado de la lengua castellana y de la palabra escrita, que no ha perdido la sencillez a pesar de su  reconocida trayectoria como escritor. El intelectual que reconoce la dolorosa situación de nuestro país y sabe que no tiene por qué ocultarla a los ojos del mundo, despojado de ese falso pudor oficialista que no hace  otra cosa que empantanar aún más las verdades que a todos nos ahogan.

En mi entorno personal se unieron algunos otros personajes que hicieron de esta semana que termina algo especial.  De visita en la ciudad de Saltillo tuve oportunidad de asistir al ensayo de la Filarmónica del Desierto y de dos  jóvenes solistas, el  pianista Eric Valdés, de quien ya hablé en una colaboración previa, y el violinista Carlos Suárez.  Tuvo mucho de mágico  el entrar por la puerta de artistas e instalarme en la parte posterior del foro con Eric y  Fernando su padre a platicar por un par de horas mientras la orquesta ensayaba y constatar que, al igual que Fernando del Paso, Eric y su familia tienen ese ingrediente que se requiere para dejar huella en esta vida: Pasión por lo que se hace.

Me agradó hallar en el papá de Eric un hombre entregado a apoyar a su hijo en lo que él desea desarrollar, pero con la sabiduría necesaria para no dejarse llevar por los logros del joven pianista ni  presionarlo para que siga ese camino hasta ahora muy exitoso.  Me platicó cómo, casi de manera simultánea con el descubrimiento de las dotes musicales de su hijo, él atravesaba una difícil situación laboral que lo llevó a una depresión de la que sintió que no podría salir, pero como él mismo señala, Dios pone las cosas de manera de que todo vaya teniendo una solución.  El entusiasmo de Eric y sus primeros logros obligaron al padre a salir de aquel estado para apoyar y acompañar a su vástago, en ese entonces de 9 años de edad, a la vez que Mony, mamá de Eric,  hacía lo suyo en ayudar a solventar los problemas  de la economía familiar.  A la fecha Eric ha recorrido mucho camino, domina perfectamente el piano, tiene ilusión por aprender violín y algún instrumento de viento, y tal vez seguir la carrera de Dirección de Orquesta.   Cuando cuestiono a su papá acerca de qué pasaría si Eric cambia la música y decide ser astronauta, con la risa franca que lo caracterizó durante toda nuestra charla menciona: “Lo que no es difícil, pues le apasiona mucho el universo.”

Hallar seres humanos que se entregan a fondo en aplicar aquellos talentos que Dios les dio, es a todas luces alentador.  Vienen a mi memoria las palabras de Vincent Van Gogh cuya biografía es un tratado  recomendable para cualquier aspirante al oficio del arte, que habla de la esencia del artista, de su relación con la vida, de  cómo  para él fueron el amor y la naturaleza el eje de toda su creación. Hay temas recurrentes como las estrellas, el color y el corazón. En alguna de las misivas que intercambió el pintor con su hermano Theo, quien por cierto vivió siempre preocupado por las condiciones de pobreza del artista, Vincent expresa: “Desde mi punto de vista soy inmensamente rico, no en dinero, sino (y eso a veces, no siempre) soy rico porque encuentro en mi oficio, algo a lo que puedo entregarme con alma y corazón, y que da inspiración y sentido a mi vida.”

En un mundo que trae la brújula extraviada, y confunde valor con precio, y se deja engañar con el sofisma de “tener para ser”, y se vuelve loco tratando de dar satisfacción a estos postulados falaces, y es capaz de cualquier cosa con tal de estar a la altura de lo que  oscuros intereses determinaron que fueran los estándares del éxito, cobijarse bajo estos paradigmas entusiastas que ponen toda la pasión en su diario quehacer, o como diría Van Gogh “en las pequeñas cosas”, es inspirador. A la vez constituye un recordatorio para el resto de nosotros: Hallar nuestro lugar; descubrir nuestro propio talento, y ponerlo a trabajar con todo el amor,  hasta el último día de nuestra vida.

“Lo que es el color a la pintura, es el entusiasmo a la vida.” Palabras de Van Gogh que nos invitan al desafío de alcanzar en esta vida una sola cosa: Con toda la pasión de que seamos capaces, la estrella de nuestra propia realización personal.

HOJAS SUELTAS por María del Carmen Maqueo Garza



El vendedor de ajos detiene su marcha frente a la puerta del templo en cuyos muros exteriores se anuncia un Dios con el que se para de sufrir.

A pocos metros del umbral de la puerta se alcanza a observar una sobria cruz de madera con un lienzo enredado entre uno y otro de sus brazos, representando el sudario de Jesús después de su Resurrección victoriosa.

El hombre fija su vista en ella por un momento y luego baja la mirada, tal vez como un signo externo de su deseo más profundo de hallar consuelo para su vida; seguramente habrá visto en la televisión los programas de medianoche que anuncian que el Dios de ese templo pone remedio a todo tipo de problemas propios de este mundo, particularmente los de dinero…

Aunque, viéndolo bien, tal vez, como buen vendedor, esté midiéndose frente a la fe que ahí se anuncia, calculando si esa religión será tan efectiva como sus ristras de ajo en asuntos de espantar demonios.

Acroarte: Danza con Aros


Hermosa carta de una mamá a su hija por Sandra Buentello




¡Feliz cumpleaños para mi bella y adorada hija!
   Naciste hace 22 añitos y sigo feliz y plena de tenerte, me enorgullece ser tu madre así, tal y como eres, sin más ni menos, no quiero cambiar nada en ti, pero si quiero que crezcas y seas mejor cada día, quiero que alcances tus sueños y que estemos ahí contigo para verte brillar y celebrarlo en cada paso, en cada alegría en cada fracaso o cada tropezón, en las buenas y en las malas como hasta ahora. 
   ¡Me llenas el corazón de amor y gratitud! Te respeto y admiro; tu papá y yo confiamos infinitamente en ti, conocemos tu vida y estamos en tu presente y auguro para ti un gran futuro; siempre estaremos ahí mi niña de nobleza infinita, de gran corazón, mi bella escritora... 
   ¡Hermosa! Qué bonito ser humano eres, ¡siempre sé tu propia fuente de fuerza!, porque en un mundo de complicados, lo simple puede llegar a ser tu oasis. 
   Celebremos la vida, y siempre ve por más historias, más momentos, más risas, más salud, y recuerda que los tres pilares de la vida son la fe, la familia y la pareja... La plenitud es el resultado natural de hacer de estos pilares una prioridad. 
   Te amamos y a la distancia te envío un infinito e interminable abrazo virtual, porque a mí lo que me gusta es hacerte bien, y que me hagas bien, y saber hacernos felices. Lo demás se compra, se vende, se borra y se aprende... 
   Ten siempre a mano un buen motivo, una esperanza, un quizás, y una sonrisa, mucho amor y salva vidas (la mía, por ejemplo)... Que seas feliz, que lo puedas compartir, que lo puedas repetir y que nunca importe el "qué dirán". 
   Feliz cumpleaños y sé que este día te celebrará a lo grande tu gran amor allá en tus vacaciones. ¡Te amo, y me hace muy feliz sentirte cerca de mí! ¡Que sea yo siempre digna de tu gran amor! ¡Soy muy feliz de tenerte (Tiki Tiki) bendiciones infinitas! 

   Papo, Tu Mimi, tu Mowgli y tu chanclita: Sandra Buentello.

"Naturales" o el paso del tiempo

Gracias, Guillermo por tan espléndida sugerencia.

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez



A menudo los efecto secundarios rebasan el efecto benéfico esperado, esto es cierto si hablamos de medicamentos, en ese contexto es donde estamos más acostumbrados a escuchar hablar de efectos secundarios.

En los acontecimientos de nuestra vida, en la búsqueda de lo que se ha dado en decir es "progreso", ya nos están rebasando los daños al beneficio.

En el matrimonio en el que se cifran tantas ilusiones y cuyo propósito es tan loable, cada vez es más frecuente encontrar daños de la misma pareja y colaterales que lamentar.

La respuesta en nuestro organismo a un medicamento es totalmente ajena a nuestra voluntad, en ella no tenemos forma de incidir, pero en aquello en que si participamos o debemos hacerlo con plena consciencia es en donde los efectos secundarios debieran ser mínimos y potencialmente evitables.

Sin exceder dosis de egoísmo, de soberbia, reconociendo en lo que hacemos como digno, necesario y siempre con un fin que conlleve logros no tan sólo personales, sino de pareja, familiares o sociales,

Encontrar en aquello que decidimos hacer de nuestra vida la mejor medicina para mantener un alma sana, sin falsas promesas de productos mágicos que tarde que temprano nos cobran factura y resultan altamente nocivos para la salud emocional,

Vivir con responsabilidad personal y social, minimizando los efectos secundarios de nuestras decisiones, de nuestras acciones,mayor beneficio, menos toxicidad.

El Vals del Minuto de Chopin con Nacha Guevara