domingo, 19 de mayo de 2024

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

 


ESRATEGIA HOLÍSTICA

Esta semana se viene anunciando, como medida para control de sobrepeso y obesidad en población escolar, la medición periódica de la circunferencia abdominal.  Vale entonces, revisar los aspectos que intervienen en la producción de esas patologías, iniciando con los niños, para preguntarnos si la sola medición de parámetros va a ser lo más apropiado  para un control de una condición multisistémica así.  Para documentar el tema me baso en un estudio publicado el pasado mes de marzo en la revista Salud Pública de México, suscrito por el médico Arturo Perea Martínez, responsable de la Unidad de Nutriología del INP y su equipo.

En Pediatría la etapa de los primeros mil días de vida es fundamental.  En ella comienzan a expresarse factores prenatales, que conocemos como epigenéticos, esto es, cambios hereditarios de la expresión genética que no guardan relación con modificaciones en las cadenas de ADN.  Elementos como la salud del padre o de la madre y los trastornos del embarazo, comienzan a expresarse de distintas maneras.  Así pues, llegamos a los 3 años de vida cuando, para México, un 37% de niños presenta un mayor peso del esperado.  Este índice se dispara en los años subsiguientes, llegando a ser hasta de un 41% en la pubertad y de un 75% entre los adultos.  En su producción participan, tanto factores genéticos como del medio ambiente.  La primera conclusión es que, medir al niño en etapa escolar no será suficiente acción para modificar una condición por demás compleja.

Dentro del organismo se lleva a cabo el metabolismo, ese que permite el aprovechamiento de los alimentos para la producción de energía.  Ello se lleva a cabo a través de procesos químicos que modifican  los alimentos ingeridos para separarlos en sus componentes básicos, mediante la combustión generada por el oxígeno.  Proteínas como la adiponectina, la leptina y la resistina intervienen sobre el aprovechamiento de los nutrientes para generar, ya energía, ya depósitos grasos.  Gran parte de la alteración en estos procesos obedece a mutaciones genéticas que explican por qué hay poblaciones como las orientales, con muy bajos índices de sobrepeso y obesidad, y, por otra parte, por qué los mexicanos tendemos a esta condición, así como a la diabetes mellitus del adulto, mucho más elevada que en otros países.

Los autores de la investigación entienden que habrá de diseñarse una estrategia multisectorial para modificar las esferas genéticas, ambientales y conductuales que favorecen el aumento de peso. Hablar de malos hábitos alimentarios, sin tomar en cuenta los otros factores, no es suficiente.  Se requiere de un entendimiento holístico que tome en cuenta todos los elementos que se hallan en juego en estos pacientes.

De entrada, está el panorama  mundial: Vivimos en una época de globalización; muchas de nuestras pautas de conducta están determinadas por  tendencias mundiales.   Lo que se consume en casa tiene que ver con  precios internacionales de los productos, carestía y  disponibilidad agrícola.  Más próximos se hallan los sistemas de gobierno y las políticas de salud que estos manejan.  Digamos, si es más fácil conseguir para el recreo un panecito dulce comercial que una fruta, el niño terminará consumiendo un exceso de carbohidratos.  Si hay regiones del país donde es más seguro hidratarse mediante un refresco embotellado que con agua corriente, las familias van a migrar al consumo de  bebidas endulzadas, por cierto, muy adictivas.   Si se eliminan los programas sociales que tradicionalmente han apoyado la alimentación escolar, el niño va y compra lo que está a su alcance.  Por cierto, los sistemas de cooperativas escolares no parecen haber prendido lo suficiente como para ofrecer alimentos sanos dentro de las escuelas.

Otra capa más cercana al individuo es el ambiente comunitario: Si las familias de una colonia tienen acceso a productos naturales y si estos se expenden a precios accesibles, y claro, si dentro de la familia hay la sensibilización hacia la salud alimentaria, funcionará mejor.

Finalmente llegamos al individuo, a su predisposición genética y hábitos alimentarios.  A lo que desde niño le han enseñado a consumir, lo que determina sus gustos y preferencias, además  de factores emocionales que pueden inclinarlo hacia la ingestión excesiva de alimentos.  Aunado todo ello a la actividad física que desarrolle.

Medir a un niño de 9 años  y etiquetarlo, no va a contribuir en nada a la modificación de la obesidad.  Por el contrario, hacerlo sentir como responsable de su condición estructural solo va a generar un estigma nada positivo.  Si queremos combatir un problema de ese tamaño, es necesario actuar mediante una estrategia científica que vaya a la raíz. De otro modo, la situación solo empeorará.

CARTÓN DE LUY


 

CORTOMETRAJE: Expresar los sentimientos mediante instrumentos musicales

POESÍA EN PROSA de Walt Whitman

CARPE DIEM (Aprovecha el día)

No dejes que termine sin haber crecido un poco, 
sin haber sido un poco mas feliz,
sin haber alimentado tus sueños.

No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie
te quite el derecho de
expresarte que es casi un deber.

No abandones tus ansias de hacer de tu vida
algo extraordinario…
No dejes de creer que las palabras, la risa y la poesía
sí pueden cambiar el mundo…

Somos seres, humanos, llenos de pasión.
La vida es desierto y también es oasis.
Nos derriba, nos lastima, nos convierte en
protagonistas de nuestra propia historia…
Pero no dejes nunca de soñar,
porque solo a través de sus sueños
puede ser libre el hombre.

No caigas en el peor error, el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.

No te resignes…No traiciones tus creencias. Todos necesitamos
aceptación, pero no podemos remar en
contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.

Disfruta el pánico que provoca tener
la vida por delante…
Vívela intensamente,
sin mediocridades.
Piensa que en tí está el futuro y en
enfrentar tu tarea con orgullo, impulso
y sin miedo.

Aprende de quienes pueden enseñarte…
No permitas que la vida
te pase por encima
sin que la vivas…

Tomada del blog de Daniel Olguín

¿Existe la fórmula de la FELICIDAD? Con Mario Alonso Puig | Las tres pue...

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez

Si bien es cierto que los afectos auténticos, verdaderos tienen la posibilidad de mantenerse intactos a pesar de la distancia y del tiempo, cierto es también que procurar darles mantenimiento y reforzarlos con pequeños o grandes detalles bien merece la pena.

Ayer me decía un buen amigo -al que por cierto hacía mucho no veía , ni escuchaba, en fin de él no sabía, a pesar de vivir en una ciudad tan pequeña- "amiga mía, no hay día que no me acuerde de ti". Me encantó que me lo dijera, hace falta saber que tenemos gente en la cual nos mantenemos presentes, sin embargo qué importante resulta el que nos demos por enterados. Amigo mío, contesté, la tecnología no ha avanzado lo suficiente como para que pudiéramos tener un emotisensor, o no sé como lo llamaría, un pequeño chip que se encendiera bajo el nombre del amigo, hermano, hijo, en fin de un ser querido, haciéndonos ver que se está acordando de nosotros. ¡Sería maravilloso!

Imagínense que durante el día se encendiera todo un tablero, indicándonos que decenas de personas, sin importar distancias ni tiempos de no verlos, nos estén recordando, Habría que tener colores distintos, que indicaran cómo nos están recordando, porque no siempre recuerdan lo mejor de uno. Suena a locura, lo sé, pero la intención es señalar, que no hay mejor manera de mantener los afectos que hacerlos patentes y no dejarlos a la imaginación.

Un emotisensor que se encendiera cuando cruzamos por el pensamiento de una persona, o cuando, no estando presentes nos menciona, y qué mejor si hubiese una icono especial para señalar que se nos está recordando con cariño. Pero no lo hay, no existe y sigue siendo indispensable que de vez en cuando, a través de un mensaje, de uno pequeño, a través de una llamada, de que hagamos lugar en nuestra saturada agenda, unos minutos por lo menos, para hacerle saber a nuestros seres queridos, lo valioso que es tenerlos en nuestras vidas y que los llevamos permanentemente en nuestro corazón. No tiene por qué esperarse a un cumpleaños, una boda o lo que ocurre con frecuencia y es todavía más triste, a un funeral.

Creo que la frase: "Eres importante para mí", a todos nos viene bien, nos gusta saber que lo somos para quienes amamos, nos gusta saber que se tomaron un tiempo a expensas quizá de su trabajo, de su descanso, de su hobby, de su rutina diaria, para decirnos, para manifestarnos: "Te tengo presente, te quiero, eres valioso para mi".

El movimiento se demuestra andando, el amor nunca podrá ser manifestación pasiva, sino de acción. Sé activo en tus afectos, aprende a dar y a recibir, que en el amar no cabe la palabra egoísmo. Tómate un tiempo para los demás.

Variaciones de Prequell del Bolero de Ravel: Paris 2024