domingo, 5 de febrero de 2012

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

LA PALABRA  SANADORA
María del Carmen Maqueo Garza
Inicia febrero con una dolorosa noticia para las Letras universales: Wislawa Szymborska ha muerto.  “Se apaga una voz tierna, irónica, libre” publica el ABC de España al dar la noticia. Poeta polaca, ganadora del Nobel de Literatura en 1996, para quien el galardón no significó  otra cosa que la oportunidad de destinar  su parte económica a obras sociales.
   Nacida en Bnin en 1923 y habiendo  transcurrido toda su vida en Cracovia, vivió de cerca  la Segunda Guerra Mundial, lo que graciosamente le dio una visión cósmica  de su propia realidad a lo largo de 88 años de vida.  Así lo deja ver en un fragmento de su poesía “Una del montón”:
“En el vestuario de la naturaleza
hay muchos trajes.
Traje de araña, de gaviota, de ratón de campo.
Cada uno, como hecho a la medida
se lleva dócilmente
hasta que se hace tiras….”
  En mi ámbito muy personal llega dicha nota luctuosa en uno de esos días cuando me siento agobiada por  los contenidos que comunica la palabra escrita en los medios noticiosos.  Tomo el periódico  y  me topo con  los siguientes encabezados: “Acribillan soldados a un narco/Sicarios lo matan frente a su esposa/No me preocupan los pobres (de labios de un político)/Mata moto bomba a seis…/Muere un hombre con cocaína en el estómago/Interceptan un paquete de ántrax/Atacan a desertores/16 mil niños explotados sexualmente”… Después de este repaso calamitoso  me queda el alma desinflada, llevándome a  cuestionar en qué mundo les ha tocado vivir a mis hijos.
   Es entonces cuando recurro a la palabra sanadora, aquélla que al ser leída revierte de manera casi absoluta los contenidos negativos, y exorciza demonios.  Palabras cálidas como las de Wislawa quien supo encarar la adversidad con humor,  sin perder la sonrisa,  propuesta a dejar constancia escrita de ello y así  inyectar ánimos a sus lectores.
   La poeta emprendió estudios universitarios de Literatura Polaca y Sociología, publicando sus primicias literarias a finales de la década de los cuarentas.  Sus primeras obras mostraban apego a la corriente de realismo socialista, y ya hacia la segunda mitad de los cincuentas define  una postura  crítica frente al sistema, que la distinguiría a lo largo de su vasta obra. El suyo es un claro ejemplo de un espíritu preclaro que se vale de la palabra escrita para escudriñar su propia realidad  hasta entenderla, pero sobre todo, pasa del análisis llano  a hacer propuestas de gran valor, que van más allá de tiempos y geografías y tocan el corazón de quien se adentra en la lectura de sus textos.
   El ser humano en los albores del nuevo milenio baraja opciones de comunicación que se antojan interminables; la gama es amplísima, desde perder el tiempo en navegaciones sin rumbo, hasta volcarse con sus personales cuitas en una suerte de monólogo que posiblemente  alcance a contagiar a otros, aunque la mayoría de las veces se concreta a ser eso, una catarsis personal cuya utilidad es propiamente para el autor.
  Otros utilizan los medios electrónicos transitando de la sensación interna a la comunicación con los demás, concediéndose licencia para romper cualquier barrera que el sentido común pueda marcar.  Por este camino se desarrollan escritos que van  desde muy creativos hasta próximos a la  coprolalia, y que conectan al autor con  lectores en iguales condiciones internas, convirtiendo aquello en corrientes  interpersonales que por lo general llegan a agotarse pronto.
   Finalmente tenemos a los iluminados de la palabra escrita, los de espíritu  sensible y elevado quienes se aplican a la utilización del lenguaje con un propósito humanista.  Los impulsa el afán de contribuir al bien común: Tenemos a lo largo de la historia  muchísimos escritores que han partido de su realidad personal para trascender en tiempo y geografía hasta ir a tocar la vida de muchos otros. En la actualidad, además de  quienes publican mediante ediciones impresas  contamos con  aquéllos en línea  que procuran la utilización de la palabra escrita para aportar algo digno de ser leído, y que resulte enriquecedor y reconfortante.
   Internet representa una maravillosa ventana a través de la cual observar al mundo, y de igual manera llega a constituir un muelle desde el cual podemos lanzar nuestros propios contenidos al océano de la conciencia global, para  entre todos construir el imaginario colectivo.  Wislawa es un extraordinario ejemplo a seguir,  mujer de espíritu libre que no se quedó anclada en la desgracia que  le tocó vivir durante su juventud, sino que se dio a la tarea de utilizarla como plataforma para  lanzarse a sanar a otros mediante su visión de las cosas.
   Nuestro mundo está urgido de más poesía y de menos armas; necesita volver los ojos al niño interior que invita a celebrar un solo hecho maravilloso: Estar con vida hoy, en este preciso instante.

COSAS NUESTRAS por Jorge Villegas

Tsunami
El tsunami, cuando surge impetuoso, no respeta altura ni islas.
Sus olas descomunales arrasan con todo a su paso, la destrucción es total.
Fenómeno parecido sucede en las sociedades ante el tsunami de la cólera popular.
Cuando el hambre y la opresión hacen estallar la caldera, no hay refugio posible.
No vale esconderse tras los muros de una residencia.
Por eso es de sentido común quitar fuerza a las olas de la miseria.
Entender que el bienestar es de todos o no es de nadie.
jvillega@rocketmail.com

PASEO LITERARIO CON ALBERTO RUY. Desde Revista Sinembargo

Business are business por Luis Javier Garrido

Lamentamos la irreparable pérdida de Luis Javier Garrido, prominente politólogo de La Jornada, acaecida esta semana.  Una de las valientes voces que nos ubican en los tiempos actuales.
Aquí reproducimos una de sus colaboraciones aparecidas en La Jornada, desde: http://www.jornada.unam.mx
La llamada guerra contra el narcotráfico es, además de todo, un estupendo negocio para una serie de corporaciones afines a los demócratas estadunidenses, pero también para múltiples hombres de negocios vinculados al gobierno de Felipe Calderón, por lo que desde esa perspectiva, extremar la violencia resulta benéfico para los negocios.
1. El presidente estadunidense Richard M. Nixon acuñó el término de guerra contra las drogas, no debe olvidarse, en un discurso pronunciado el 17 de julio de 1971, en el que pretendió estar preocupado por el incremento del consumo de enervantes entre los soldados en Vietnam, cuando en realidad lo que buscaba era aprovechar la alarma que estaba creando al afirmar que las adicciones habían asumido la dimensión de una emergencia nacional para solicitar importantes recursos al Congreso a fin, entre otras cosas, de ir creando nuevos negocios en torno de esa supuesta lucha contra el narcotráfico.
2. La noción de guerra contra las drogas encubrió, por consiguiente, desde sus orígenes, además de una serie de objetivos políticos, estratégicos y militares de una potencia imperial, muy claros intereses económicos, tanto del Estado, que pudo disponer cada vez más de fondos excepcionales votados en la colina del Capitolio, como de una serie de consorcios empresariales asociados a esos intereses. Los expertos en la política de Washington sobre las drogas coinciden en que aun después de esa algarada de Nixon, nada cambió en las orientaciones generales de la política estadunidense, que siguió rigiéndose por la ley de 1970 sobre la prevención de las drogas, que no era otra cosa que una secuela de la ley Harrison de 1914 sobre narcóticos. Y nada cambió, ni siquiera al ser elevada dicha guerra al rango de ley el 28 de enero de 1972. Lo único nuevo desde entonces fue que los negocios florecieron aún más.
3. Las políticas de Washington en materia de drogas se han sustentado por consiguiente en los últimos años en esa doble vertiente contradictoria. Ha llevado a cabo Estados Unidos por un lado una campaña permanente pretendiendo combatirlas y brindar ayuda a otros países para supuestamente desalentar y reducir su producción, lo que ha entrañado incluso su intervención militar. Y, por el otro, ha tendido invariablemente a preservar el narcotráfico como un gran negocio, reordenado y dirigido desde Washington, el que ha beneficiado incluso, desde su lado ilegal, a políticos del más alto rango, y que desde su lado legal ha permitido al Estado mayores recursos y a múltiples empresas desarrollar una serie de negocios legales.
4. Las políticas del gobierno de Barack Obama en la materia han seguido escrupulosamente el esquema nixoniano, y cada vez que ha estado en algún problema político ha invocado a los cárteles mexicanos como una amenaza de dimensión nacional, para solicitarle recursos frescos al Congreso, sin dejar por lo mismo de apoyar a las multinacionales que están haciendo negocios multimillonarios con la guerra contra el narcotráfico. La debilidad del gobernante espurio mexicano Felipe Calderón le permitió a Washington en 2006 extremar su esquema de dominación sobre México pero también ampliar su red de negocios.
5. La guerra contra las drogas de Obama en México ha significado enormes negocios para una serie de empresas vinculadas a los intereses de los demócratas estadunidenses. En un reciente reportaje, Jorge Carrasco Araizaga da cuenta de cómo tanto las empresas privadas asociadas a la industria militar estadunidense como otras nuevas han obtenido millonarios contratos de Washington para proveer de equipamiento y material bélico y de otro tipo tanto a México como a Estados Unidos (Proceso, 2012), lo que se ha fortalecido por la presencia en territorio mexicano de las agencias del gobierno estadunidense, que Calderón ha autorizado operen aquí, y que se hallan bajo la coordinación del contralmirante Colin J. Kilrain, experto también en negocios.
6. Las políticas bélicas de Calderón han beneficiado enormemente a las trasnacionales, pero no sólo a éstas. El Pentágono ha obtenido mayores recursos del Congreso gracias a su intervención en México y en octubre de 2012 pidió otros mil 200 millones de dólares para operar en territorio mexicano, y los contratos de las empresas privadas no dejan de crecer. La Iniciativa Mérida implicó en sus inicios un paquete de ayuda de mil 400 millones de dólares, y ya para 2008, las empresas estadunidenses habían alcanzado contratos por 64 mil millones de dólares.
7. El aspecto más grave de estas políticas de guerra y negocios no lo constituye sólo el hecho de que se trata de un gasto descomunal creciente el que se ejerce para la destrucción en nuestro país, sino que es ya también este un negocio que beneficia a empresariosmexicanos coludidos con Calderón, en un escenario en el que México está maquilando material bélico estadunidense (cosa que se le olvidó a éste presumir en Davos), lo que es abiertamente contrario a la Constitución. Conforme al citado reportaje, el año pasado la empresa Aero Company, de Indianapolis, recibió más de 12 millones de dólares para fabricar tapones de armas de combate en San Luis Potosí, JDS Uniphase obtuvo contratos de la Marina estadunidense por 6 y 12 millones de dólares tanto para manufacturar sofisticados equipos bélicos como para elaborar sistemas de pruebas de armas en su planta de Guadalajara, y la Lockheed Martin, de Orlando, se consiguió 145 millones de dólares para elaborar sistemas de vehículos militares en Tijuana.
8. Las políticas de migración estadunidense amparan también enormes negocios, desde la construcción del muro fronterizo hasta los centros de detención que se construyen a lo largo de la frontera. ¿Por qué la “guerra contra elnarco” no debería serlo? Por esa y otras razones, Calderón se aterró cuando Gil Kerlikowske, director de la Oficina de Control de Políticas sobre la Droga (ONDCP), declaró el 13 de mayo de 2009 que la administración Obama no utilizaría más el concepto de guerra contra las drogas por ser contraproducente, y tras negar haberlo él jamás usado ha buscado implementar desde entonces sus políticas de terror por otros medios.
9. El gasto descomunal de las políticas antidrogas no ha servido para terminar con un negocio que está más que nunca en auge –pues en el fondo sólo se ha buscado reordenarlo–, sino para sembrar un clima de violencia y terror en un país y matar a decenas de miles de mexicanos, pero también para impulsar una serie de negocios ilegales en los que están involucrados políticos y empresarios de ambos lados de la frontera, por lo que desmantelar todas esas redes de intereses espurios va a ser una tarea muy complicada en el futuro.
10. Esa confusión de intereses públicos y privados que asfixia a un pueblo que clama ¡Ya basta! debe ser, por ello, evidenciada más abiertamente si se quiere construir un país diferente.

AL BORDE DE UNA SOCIEDAD TECNOLÓGICA de Ericsson Multimedia

COLABORACIÓN ESPECIAL POR TONATIUH MORENO PARA LA REVISTA “NUESTRA APARENTE RENDICIÓN“


Estoy sorprendido. Cuando me decidí a interpelar a Felipe Calderón en el anuncio de Ciudad Creativa Digital el pasado lunes, en Guadalajara, no sabía lo que iba a desencadenar. Sabía, sí, que me arriesgaba a ser detenido por el Estado Mayor. También sabía que mi acto no le iba a agradar a la mayoría de mis “colegas” empresarios del mundo de los medios digitales y que iba a perder ciertas posibilidades de negocios.
Me llamo Tonatiuh Moreno. Soy estudiante de la Maestría en Comunicación de la Ciencia y la Cultura del  ITESO. Desde hace seis años dirijo un pequeño estudio de animación llamado Haini. Hago caricatura profesionalmente desde 1988 y doy clases de animación en el CAAV. Dirigí cortometraje apoyado por IMCINE (con dinero de los ciudadanos mexicanos) que se ha seleccionado en festivales internacionales. Mi estudio está desarrollando un largometraje en busca de financiamiento. No soy un agitador “movido” por ningún partido político, ni un “hippie mugroso”, como me dijeron queriendo insultarme sin lograr ofenderme.
   No fui a esa asamblea con un plan o una estrategia. Fui con una pregunta: ¿Cuándo se acaba la guerra? Y realmente quería que Calderón me la contestara, aunque tenía pocas esperanzas de que realmente lo hiciera. Y así sucedió: no contestó mi pregunta. Se limitó a repetir su discurso de “nosotros los buenos contra ellos los malos”. Como si disentir de su proceder automáticamente me colocara en el bando de los malos. Como si sólo hubiera dos lados en esta cuestión.
   Es muy difícil tener un verdadero diálogo cuando uno de los lados tiene todos los micrófonos, cámaras y guaruras de su lado y está a más de veinte metros de distancia de su interlocutor. Por eso Calderón me acusó de “vociferar”. Claro que grité. ¿De qué otra manera me podría hacer oír? Calderón también usó la falacia del hombre de paja, poniendo palabras en mi boca. Nunca dije  que el gobierno debería quedarse de brazos cruzados ante la delincuencia. Sólo formulé una pregunta.
   Me parece que iniciar un conflicto tan sangriento como el que se ha desatado implica grandes responsabilidades. Una de ellas es la de informar a los involucrados –en este caso, los ciudadanos-, cuáles indicios debemos ver como señal del final del conflicto. Si se tratara de la lucha contra un ejército invasor, sabríamos que la guerra se acabará cuando el enemigo se retire de nuestro territorio. En el caso de la lucha contra el crimen organizado ¿de veras se espera que los narcos salgan con las manos en alto y digan “nos rendimos”? Mientras los suministros de dinero y armas siguen fluyendo libremente desde los Estados Unidos. El número de arrestos y muertes no son, a mi parecer, indicadores convincentes. Que se saquen cientos de cucarachas de una casa no significa que la casa se esté limpiando, si el criadero sigue adentro.
   Y, ese, me parece el asunto central: la estructura social, económica, cultural y política de nuestro país no sólo permite sino que estimula el crecimiento de la corrupción y la delincuencia. Se trata de un sistema intrínsecamente injusto, un juego cuyo reglamento favorece a los que más tienen, premia a los que más transan, ve como héroes a quienes más abusan y como idiotas a quienes tratan de ser honestos.
   El proyecto de Ciudad Creativa Digital está inscrito dentro de este mismo sistema. Si nos hemos de guiar por otros proyectos donde están involucrados los mismos actores, como el de Batallón 52, se tratará de un intento, no de apoyar la creatividad y el desarrollo de quienes emprenden proyectos interesantes, sino de concentrar el poder y acaparar el capital. Una iniciativa donde el control lo tendrán unos pocos, donde se obtienen recursos sin contar ni con guiones ni con propuestas originales (eso es secundario, parece que lo importante es contar con maquinotas). La estructura económica y política de este país se materializa en ecosistemas propicios para que prosperen proyectos como el de Dreamsky (“Escuadrón 2011″), dirigido por Mario Alberto Ochoa, que logró obtener recursos de organismos de gobierno para producir animación (una serie y una película) para los Juegos Panamericanos, y dejó el proyecto inconcluso y a más de cien trabajadores sin pago y desempleados, incluyendo a gente de mi propio estudio, Haini, y a EsComic, de León Guanajuato.
   Calderón me dijo que debía agradecer que en “su gobierno” gozo de libertad de expresión. Debo señalar dos cosas: la libertad de expresión es un derecho humano y una garantía individual protegida constitucionalmente, no una concesión del gobierno. Y si en la actualidad gozamos de mayor libertad de expresión, no es por una decisión individual del presidente en turno, sino un logro de la lucha continua de miles de mexicanos, como los periodistas valientes, que la ejercen y defienden, a veces con su propia sangre. El Presidente Calderón se adjudica logros que no le corresponden. Es demasiado pedir cualidades como la humildad de un gobernante en estos días.
   ¿Saben cómo Calderón podría haber desarmado mi pregunta? Siendo humilde, honesto y, admitiendo que empezó una guerra que no sabía cómo terminar. Pidiendo ayuda y consejo a intelectuales, politólogos e instituciones para que su arrogancia no cause más dolor.
   No me sorprendió recibir insultos, muchos de muy baja categoría: se burlan del color de mi piel, de que no uso traje y hasta de lo autóctono de mi nombre. A los que lo han hecho así, debo decirles que de las tres cosas me siento orgulloso, y que las representaciones que manejan, relacionando esas características con pobreza e incultura, tienen un origen que debe ser atacado. ¿De  verdad me están diciendo que están contentos con un México clasista y racista?
   ¿Qué es lo que me sorprendió tanto, después de haber interrumpido el discurso de Calderón? Lo enorme de las muestras de apoyo, que agradezco a todos. Sabía que al hablar, no hablaba sólo por mí mismo, pero no sabía que mi voz iba a resultar la voz de tantas y de tantos. Confirmo a través de las innumerables muestras de apoyo de que mi voz en esa asamblea no era mi voz sola, sino la voz de miles, quizá millones de mexicanos que ya estamos hartos de que las cosas sigan igual.
   Muchas y muchos mexicanos estamos hartos del lenguaje de las balas y la sangre, y preferimos el de las palabras, aunque a veces tengan que gritarse. ¿Qué logré? Quizá materializar la voz de muchos que queremos que las cosas cambien. No sabía si el incidente terminaría con el silencio y mi detención o habría otras repercusiones. Creo que por lo menos logré reavivar un debate crucial; y comprender, constatar, nuevamente, que somos muchos los que no estamos conformes y que podemos alzar la voz. El mundo ha cambiado y podemos cambiarlo.
   Iniciativas como la del Túmin o espacios como Nuestra Aparente Rendición, dan esperanza. Y cada vez hay más indicios. Cada vez somos más los que creemos que otro mundo es posible.
   Tomado de http://www.sinembargo.mx

VIAJE POR MÉXICO: Los laureles

Un recorrido viaje  musical por México al son de una canción tradicional llamada "Los laureles" de Linda Rondstat.