lunes, 3 de octubre de 2016

Hoy es domingo, con Diego Torres

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez


Pocas veces en la vida puede uno decir que es completamente feliz.

Casi siempre algo en nosotros mismos o en nuestro derredor está fuera de armonía, pero aun cuando quizá no nos sea suficiente, cada día viene aderezado con su porción de felicidad.

A veces en trocitos pequeños, otras en grandes rebanadas, Hay ocasiones en que pareciera nos la dosificaran a gotitas. Por escasa que sea, algo de felicidad nos toca en cada nuevo amanecer.

Quizá sea bueno guardar un poco para tiempos de sequía, quizá abastecernos la memoria y el corazón de esa felicidad cuando en abundancia nos es servida en la mesa.

Dejar porciones en conserva, para abrirlas cuando el alma esté hambrienta de percibir la maravillosa sensación que solo la felicidad puede dar.

Hacer de ella un plato rutinario y no tan solo manjar especial para cenas de gala que ocurren muy pocas veces al año.

Tener un ingrediente secreto, que nos haga encontrar en la vida ese quinto sabor, el umami, que realce el ya de por si agradable que tiene la vida y nos haga siempre despertar con el deseo de volverla a probar.

Documental sobre la etnia kikapú de Coahuila.

Salvo un par de imprecisiones, es un documental muy completo acerca de la etnia kikapú de Coahuila.  En las ceremonias religiosas llamadas "misas"  la comida sagrada es el costillar, no la lengua, es equivalente a la comunión católica. Su principal fuente de ingresos en este tiempo tiende a provenir principalmente del Casino "Kickapoo" de Eagle Pass y toda la economía satélite al mismo.

Flashmob con el Vals No. 2 de Shostakovich y "Toreador" de Bizet

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

EL CONCEPTO DEL ORDEN
Con relación al arte y la cultura quienes vivimos en provincia chica sufrimos cierto grado de marginación; el centralismo nos coloca en desventaja con respecto  a quienes se hallan en las capitales o próximos a ellas. Tal ha sido el caso de la Literatura en esta zona fronteriza, sin embargo en otras disciplinas, debo decir, nos hemos visto muy favorecidos en los últimos años, y para ejemplo hace una semana tuvimos en Piedras Negras una hermosa gala operística con una adaptación en un acto de “Elixir de Amor” de Gaetano Donizetti, que  tuvo un lleno casi total del Teatro de la Ciudad.
   En estos cinco años de gobierno de Rubén Moreira la Secretaría de Cultura nos ha provisto de espectáculos  de excelente nivel,  en su mayoría gratuitos,  que todos tratamos de aprovechar, no obstante aún hay mucho que mejorar con relación a la formación de públicos. Los conciertos como   la ópera son  para espectadores  capaces de mantener su atención en el foro, de manera que niños de cinco años o menos no entran en esta categoría, y por desgracia a estos conciertos llevan pequeños hasta de brazos.  Yo entiendo el deseo de los padres por asistir, pero hacerlo con niños tan pequeños que interrumpen el evento es una falta de respeto, tanto para los ejecutantes como  para el público, además de que no se vale forzar a un pequeño a asistir a algo que todavía no está en condiciones de  disfrutar.  Otro caso común es la falta de orden en el  uso de aparatos celulares que suenan a media función, y peor aún, hay quienes toman la llamada y hablan a voz en cuello, como si estuvieran en la plaza. Esas son fallas que requieren de una regulación puntual y constante por parte de la Secretaría de Cultura, evento tras evento, para la formación de públicos.
   Lo que sucedió durante la gala operística referida  merece mención aparte y por otros motivos.   Acababa de comenzar el concierto cuando entraron dos adultos con un niño de cuatro o cinco años; no pasaron ni diez minutos cuando ese niño comenzó a subir y a bajar las escaleras de  la sección en la que yo me hallaba.  El tipo de calzado del pequeño hacía que cada paso se tradujera en un golpe seco, de manera que ese constante subir y bajar implicaba ruido y distracción para los vecinos del área.  Supuse que  en seguida acudirían los familiares por el niño, y aunque parezca increíble eso no sucedió durante todo el evento, de modo que el pequeño comenzó a ampliar su campo de exploración, se colgaba de los barandales y golpeaba con los zapatos la tabla-roca de las paredes laterales, y más delante comenzó a hacer piruetas en el pasillo que divide  primera platea de segunda, y a abordar al público de la última fila, pasando después a trotar por los pasillos laterales hasta la parte frontal, para distraer con su plática a personas de la primera fila.  En un rato que lo tuve cercano a mi butaca lo escuchaba golpear la tabla-roca al tiempo que repetía “No me gusta, no me gusta, no me gusta.”, quiero suponer que se refería al evento que para un niño de esa edad y con ese temperamento, debe de haber resultado terrible de aburrido.
   Mi señalamiento no va tanto en el sentido de la distracción que provocó en gran parte de los  asistentes la incesante actividad de este niño durante todo el concierto, lo que representa una total falta de respeto para ejecutantes y público.  Quedó visto que, al menos durante esa hora, el niño hizo lo que quiso, sin que las personas que lo llevaron al evento lo metieran en orden, algo que como pediatra me indica que a ese pequeño no  se le está dotando de  un marco disciplinario que le permita discriminar  cuál comportamiento es socialmente aceptable y cuál no lo es.  Este tipo de conductas a la larga termina generando rechazo, algo que de entrada él no va a entender, pues no  se le están proporcionando  elementos para identificar las consecuencias últimas de sus actos.  A lo largo del evento  su inquietud fue subiendo de tono, como tratando de llamar la atención,  y al menos durante todo ese tiempo, su estrategia no dio resultado.  No nos extrañe que estos niños sean después los alumnos problema de primaria, y más delante  los adolescentes con perfil oposicionista desafiante de difícil control.
    Educar es la tarea constante de formar a nuestros hijos para la vida, desde el primer momento cuando llegan a nosotros, hasta que entregamos a la sociedad adultos útiles y responsables, habiendo provisto para ellos durante todo ese tiempo lo necesario  para que estén en condiciones de asumir y manejar las consecuencias lógicas de sus actos.  Es misión sagrada que nadie nos impuso, pero que una vez aceptada no admite distracción ni tregua. Una conducta en contra del orden social no es monería ni asunto menor, más vale que así podamos entenderlo.

Reflexión del Papa Francisco.


Puedes tener defectos, estar ansioso y vivir irritado algunas veces, pero no te olvides que tu vida es la mayor empresa del mundo.

Sólo tu puedes evitar que ella vaya en decadencia.

Hay muchos que te aprecian, admiran y te quieren.

Me gustaría que recordaras que ser feliz, no es tener un cielo sin tempestades, camino sin accidentes, trabajos sin cansancio, relaciones sin decepciones.

Ser feliz es encontrar fuerza en el perdón, esperanza en las batallas, seguridad en el palco del miedo, amor en los desencuentros.

Ser feliz no es sólo valorizar la sonrisa, sino también reflexionar sobre la tristeza.

No es apenas conmemorar el éxito, sino aprender lecciones en los fracasos.

No es apenas tener alegría con los aplausos, sino tener alegría en el anonimato.

Ser feliz es reconocer que vale la pena vivir la vida, a pesar de todos los desafíos, incomprensiones, y períodos de crisis.

Ser feliz no es una fatalidad del destino, sino una conquista para quien sabe viajar para adentro de su propio ser.

Ser feliz es dejar de ser víctima de los problemas y volverse actor de la propia historia.

Es atravesar desiertos fuera de si, mas ser capaz de encontrar un oasis en lo recóndito de nuestra alma.

Es agradecer a Dios cada mañana por el milagro de la vida.

Ser feliz es no tener miedo de los propios sentimientos.

Es saber hablar de si mismo.

Es tener coraje para oír un "no".

Es tener seguridad para recibir una crítica, aunque sea injusta.

Es besar a los hijos, mimar a los padres, tener momentos poéticos con los amigos, aunque ellos nos hieran.

Ser feliz es dejar vivir a la criatura libre, alegre y simple, que vive dentro de cada uno de nosotros.

Es tener madurez para decir *'me equivoqué'*.
Es tener la osadía para decir *'perdóname'*.

Es tener sensibilidad para expresar *'te necesito'*.

Es tener capacidad de decir *'te amo'*.

Que tu vida se vuelva un jardín de oportunidades para ser feliz...

Que en tus primaveras seas amante de la alegría.

Que en tus inviernos seas amigo de la sabiduría.

Y que cuando te equivoques en el camino, comiences todo de nuevo.

Pues así serás más apasionado por la vida.

Y descubrirás que ser feliz no es tener una vida perfecta.

Sino usar las lágrimas para regar la tolerancia.

Usar las pérdidas para refinar la paciencia.

Usar las fallas para esculpir la serenidad.

Usar el dolor para lapidar el placer.

Usar los obstáculos para abrir las ventanas de la inteligencia.

Jamás desistas....

Jamás desistas de las personas que amas.

Jamás desistas de ser feliz, pues la vida es un espectáculo imperdible!"

Papa Francisco

Gracias, Moisés por tan valiosa aportación.



Poesía de Juan Antonio Villarreal Ríos

Ellos van de viaje
Ponen en la maleta todas las sonrisas
Y las mejores corbatas
Y los pantalones con las mejores líneas

Van lejos
A donde no puedan ser reconocidos
A donde el color de sus miradas hable de que son extranjeros
Ellos
Abandonan la ciudad
Y no les importa si las palomas tendrán migas de pan a la hora de los Ángeles
O si los árboles envejecen en su ausencia
O si los perros dejaran de enamorarse de su sombra
Ellos
Toman la carretera y se van lejos
A encontrarse con la línea del horizonte
A broncearse las mejillas
Se van en busca de otros labios
Que pronuncien cuentos chinos como si fuesen frescos duraznos
Ellos
Emigran con los zapatos limpios
Por la línea recta
Se van un día
O un mes
O una eternidad
Porque saben que la ciudad seguirá allí cuando llegue la hora de retornar
Tal vez con más arrugas
Tal vez un poco más gris
Tal vez con menos nubes
Pero siempre allí
De pie
Con todos los recuerdos a la vuelta de la esquina
Para recibirlos sin cicatrices ni consecuencia alguna.