domingo, 19 de marzo de 2023

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

 VIVIR NUESTRO MÉXICO

La visita de mi hijo que radica fuera del país es la excusa perfecta para organizar un viaje al interior del mismo. Esta vez elegimos el Bajío para llenarnos los sentidos de México, con sus paisajes, su riqueza cultural, y muy en particular con la alegría de su gente.

Durante la primera mitad de mi vida pude recorrer la mayor parte del territorio nacional, inicialmente con mi familia paterna. Más delante, ya fuera en solitario o con amigos. Para mis hijos que alcanzaron la adultez entrado el nuevo milenio, fue solo en sus primeros años que pudieron conocer parte de nuestro suelo. Su corta edad no facilitó que conserven muchas memorias de los recorridos al lado de sus padres. Mi esposo, como antropólogo social nos enseñó, tanto a ellos como a mí, a alejarnos de las rutas turísticas para ir a descubrir la verdadera esencia de los habitantes de las distintas regiones que visitamos. Conservo recuerdos maravillosos de esos viajes. Su temprana partida nos dejó a los hijos y a mi huérfanos de maestro. Aun así, la consigna de conocer cada lugar desde dentro había quedado sembrada, y así lo hemos hecho en la medida de lo posible, aunque, hay que decirlo, la inseguridad imperante en los últimos veinte años en el país, ha limitado las oportunidades. Hacemos planes a mediano plazo, siempre sujetos a cambios de último minuto. Son circunstancias ajenas a nuestra voluntad las que modifican la jugada.

Tal fue el caso de nuestro viaje familiar de este año. Sabíamos la región del país que deseábamos visitar, mas no con seguridad cuales poblaciones. Luego de actualizaciones y verificaciones de parte de propios de la región, decidimos adentrarnos en los estados de Guanajuato y Michoacán, lo que ha resultado en una experiencia maravillosa. En particular nuestra estancia en Michoacán, que yo había visitado en un par de ocasiones previas, para mis hijos fue su primer contacto directo con la riqueza natural, histórica, cultural y humana, propia de un suelo que ha dado a México mucho más que próceres de la Independencia y de la Reforma Agraria. Lázaro Cárdenas, atendiendo los principios de la Revolución, repartió tierras de cultivo y nacionalizó el petróleo. Los anteriores son factores que contribuyeron al engrandecimiento de México, hasta colocarlo en el mapa económico mundial.

Lo que primero se captura de la capital michoacana es su sincretismo. Antiguos edificios convertidos en funcionales recintos que dan cabida a museos, teatros y cadenas comerciales, todos ellos en mansa sujeción a los principios de conservación arquitectónica de Morelia. Un bello ejemplo es el Conservatorio de las Rosas, apostado en lo que fue el Convento de Santa Catalina de Siena, aledaño a la iglesia de Santa Rosa de Lima, nombrada así por sus fundadores, monjes dominicos del siglo 18. La construcción es de un sobrio estilo barroco. A las instalaciones anexas al templo se trasladó el convento de Santa Rosa en 1743, para albergar a niñas de ascendencia española en pobreza u orfandad, así como a viudas de estas mismas familias ibéricas.

Entrar al edificio conventual, hoy convertido en Conservatorio, es dejarse sorprender por una mezcla prodigiosa de sonidos cuya convivencia no habría imaginado ni el mismo Prokófiev. Dos voces femeninas acompañadas al piano elevan sendas notas de pecho que van a rebotar en la caja sonora de la capilla convertida en aula de canto. Más allá unas percusiones metálicas juguetonas que se enlazan con los acordes de guitarra en manos de algún alumno que prepara su clase, todo lo anterior combinado con los tonos de notificaciones de un teléfono celular. Rompe con la bella música, pero recuerda la vigencia del sonido vuelto acordes armónicos a través del tiempo. En graciosa sincronía todos van a converger al patio central que tiene como eje una fuente de cantera sobre la que se precipita una majestuosa enredadera desde lo alto de un álamo, a cuyo tronco se han integrado las gruesas raíces de la planta trepadora. El verdor en toda su vastedad proyecta una amplia sombra sobre el suelo de baldosas de cantera. Invita a imaginar a las niñas de dos centurias atrás, que en esa casi absoluta reclusión encontraron casa, comida y una formación musical.

Sincretismo es el término que define la presencia de una escultura feminista de corte totalmente modernista, obra de Alfredo Zalce, asentada en uno de los ocho jardincillos trazados a partir de la fuente central hasta las amplias galerías distribuidas en toda la periferia del enorme patio. Es en ese momento cuando el visitante se pregunta de qué forma fueron hechas estructuras que resisten vigorosas el paso del tiempo, para recordarnos lo que es México, desde su fundación hasta ahora, y de cuán privilegiados somos de ser parte de su historia.

CARTON de Luy


Tierna historia de amor y reciclaje

HOMENAJE PÓSTUMO A LÓPEZ TARSO por Héctor Olveda

Año veintitrés y el día
Once del corriente marzo
Murió en la vela que ardía
Don Ignacio López Tarso.
Ya su figura y su voz
Gozan del imaginario
La eternidad de Macario
del diablo, la muerte y Dios.
Tuvo por gracia de Cirse.
Su estrella de actor primero
Como del alba el lucero
Resplandor al despedirse
Fuego de cirio descalzo
Que en la neblina de un hilo
Va comportado y tranquilo
Rumbo a la luz de otro espacio.
Ave canora de ocaso
Cenzontle que nadie encierra
Di que ha muerto López Tarso
El histrión de nuestra tierra.

CHARLA EDUCATIVA por Amaya de...

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez

 POR EL DÍA DE LA MUJER

Hoy se festeja el día de la mujer, más de un siglo en que se decide dedicar un día para proclamar los derechos de la mujer y festejar su lucha por la equidad de género. Ser mujer es algo que no elegimos, finalmente es solo un evento biológico en el que nada intervino nuestra voluntad, pero estoy segura que muchas mujeres como yo, somos felices de ese encuentro XX que nos definió el sexo y nos permitió llegar al mundo siendo mujeres. 

Hoy es día de festejarlo, de seguir luchando por dignificar el papel de la mujer, por seguir reconociendo no solo a aquéllas que ocupan altos puestos en la política, o que destacan profesionalmente, a las que han demostrado más de una vez que como género tenemos todas las cualidades para competir con el hombre e incluso en muchas ocasiones superarlo. 

Festejo a toda mujer que ha convertido su vida en misión de humanismo y no tan solo de feminismo egoísta y ególatra. Mujer cuya lucha no es contra el hombre, sino al lado de él, cuya competitividad es con ella misma, y que busca logros que redunden en beneficio no tan solo personal, sino social. A esa mujer que renuncia a su desarrollo profesional porque concibe prioridad la crianza de los hijos y desde su hogar es ejemplo de tenacidad, de fortaleza. 

Festejo así a mi madre y a mujeres que como ella hacen de su hogar y su familia su misión, no por sumisión, sino por convicción y dejan pretensiones personales en aras de cumplir tareas que pocos reconocerán como extraordinarias. 

Festejo a la mujer que asume la maternidad sin alardes de sacrificio al realizarlo, que comprende su labor y busca en el ejemplo su mejor forma de educar, sobre todo a aquellas que no comparten con otro estos afanes y vencen obstáculos y miedos para realizar la noble tarea de ser madres. Por mujeres que sin escudarse en atributos físicos ocupan ahora espacios antes inalcanzables y que nos dignifican como género, que no busque emular al hombre en sus defectos, capaz de reconocer los propios y no renunciar a su maravillosa condición de ser mujer. Que anhele ser compañera y no rival, que reconozca los límites que le impone el género como la frontera necesaria para conservar la diferencias sin que por ello tenga que renunciar a defender sus derechos. Que no pierda de vista que hombre y mujer somos complemento, que merece respeto, que respeta a los demás y sobre todo se respeta a si misma.
¡Feliz vida a toda mujer!

Vida y mariposas