domingo, 3 de octubre de 2021

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

 HACER CAMINO

La última marcha  feminista en la ciudad de México no estuvo exenta de violencia: Gritos, pintas y agresión en contra de la valla  de elementos de seguridad.  Lo que más me impresionó fue la figura de una mujer embozada, con un martillo en su mano, en actitud de atacar.  Soy de otra época y  mi formación no me permite entender ciertas tendencias respecto al género, como  el  lenguaje inclusivo, que además de ocioso siento que entorpece la comunicación. Pero más allá de los principios filosóficos de equidad, el feminismo manifestado como ataques violentos, me resulta un contrasentido.  En un fragmento del video, algunas de las manifestantes iban empujando con violencia las vallas de los elementos del orden, que simplemente contenían el curso de la marcha.  No tengo el dato preciso, pero daba la impresión de que parte de esos elementos, si no es que todos, eran del sexo femenino.

En esta semana ocurrieron dos coincidencias: Asistí a una espléndida plática sobre la escritora Jane Bowles.  Evento organizado por el Seminario Amparán.  Se revisó la figura de la escritora de inicios del siglo veinte.  Clara su postura en contra de los cánones de la época, tanto por su forma de escribir y de vivir, como por su abierta homosexualidad. Se casó con Paul Bowles  para constituir una sociedad de mejores amigos que se apoyaban en todo. Escribió mucho y publicó muy poco, y ha sido en forma póstuma como se ha venido dando a conocer su obra, misma que da cuenta de un espíritu firme en sus ideas, dispuesto a desafiar los prototipos de la época.  Por otra parte, estoy leyendo “La vejez” de Simone de Beauvoir, escritora francesa, contemporánea de la estadounidense, a quien se asoció a Jean-Paule Sartre, y, de hecho, ambos comparten tumba en el cementerio de Montparnasse en París. En ambos casos fueron relaciones abiertas, que para la época constituyeron motivo de escándalo. Sorprende la forma como Beauvoir habla acerca de los personajes de la mitología griega, con una lucidez que hasta parece que convivió con ellos.   Avanza por la Grecia arcaica para referir la función de los viejos y del consejo de ancianos dentro de una cultura que, si bien condenaba a morir a los niños que nacían deformes, a sus viejos los respetaba alegando que la luz que perdían sus ojos se encendía en su interior, en forma de sabiduría.  Néstor está físicamente disminuido, pero destaca sobre la juventud de Ulises, simplemente por la experiencia vivida.

El caso de ambas escritoras pone en evidencia que la mujer puede manifestarse sin cortapisas, enfrentando las costumbres de su época.  Dejar testimonio tan valioso, que más de medio siglo después se recurra a ellas con entusiasmo, seguros de aprender.

También en estos días, en el marco de la FIL Coahuila, la doctora Concepción Company Company, lingüista, habló sobre lenguaje inclusivo.  Por desgracia hubo fallas técnicas durante la transmisión en vivo.  Se perdía mucho el sonido y era difícil captar todas sus palabras.  Ya al final, cuando mejoró un tanto el sonido, ella expresaba que el lenguaje inclusivo es una mera cortina de humo que nos distrae del verdadero origen del problema de la inequidad.  Polarizados entre los “ellos” y los “elles” perdemos de vista que el verdadero sentido de la equidad de género es trabajar para que la mujer tenga las mismas oportunidades que el varón; que por un mismo trabajo gane igual que él, y que los micromachismos “normales” en nuestra cultura, vayan siendo erradicados.

Lo que ha propiciado la mayor ebullición respecto a los derechos de la mujer, es la despenalización del aborto.  Yo entiendo que hay casos muy delicados, que en mi vida médica me tocó alguna vez enfrentar: Chiquillas de 11 o 12 años violadas, con una prueba de embarazo positiva.  Mucho qué revisar por organismos especializados, al margen de las aristas religiosas y morales.  Pero eso de salir a la calle empuñando un martillo, en actitud de golpear al primero que se atraviese, no abona a los derechos humanos.  Es más bien imponer el propio sentir a la brava, contra todo.  Para mí, como mujer y médico, equivale a desvincular la condición femenina de la posibilidad de traer vida al mundo.  Retomando la mitología griega, Cronos, hijo de Urano y de Gea, reinó en los cielos. Tuvo muchos hijos con su hermana Rea. Los devoraba para impedir ser destronado por ellos.  Ahí  está la terrible pintura de Rubens que nos lo recuerda.  Rea logró salvar a Zeus, uno de sus hijos, y fue así como, a través de él, la historia no se extinguió en las fauces del caníbal. A esa imagen me remontó la de la joven embozada empuñando el martillo, cual dispuesta a deshacer en pedazos a su propio hijo nonato.

Leer es un excelente medio para entender que se hace camino con inteligencia, no a trancazos.

POESÍA de María del Carmen Maqueo Garza

 

                                           CELEBRACIÓN

Han pasado los años, tu  traje marchito

da cuenta de ello, tus afanes

de  aquel ayer partieron

rumbo al nunca jamás.

Dejaste de lado tus verdades últimas,

te vuelves uno con el agua, con el viento,

con las hojas de otoño mientras vuelan

en giros caprichosos

     antes de caer.

 

Viene cargando tu figura lerda

años de historia, trae consigo

aciertos, fracasos, una vida

que fuiste forjando a puro hierro.

Me cuentas la historia de ti mismo,

eufórico unas veces, otras taciturno,

como si el silencio anclara las memorias

al puerto del ayer que es sólo tuyo.

 

                                          

                                          Te miro hacer las paces con la vida,

                                          son dos grandes amigos que se encuentran

al final de la ruta sin rencores,

ni reclamos. Pactan la tregua

postrera del camino, como dos arroyos.

que en converger se hermanan

para llegar a un mismo tiempo 

     hacia el océano.

 

Hoy quiero celebrar, tu vida, viejo

con la mía propia, con los cinco sentidos

con cada espacio personal,

con todos mis proyectos,

el pensamiento y  la palabra,

desde el amanecer hasta que  cae la tarde,

para decirte con todo lo que soy:

¡Gracias, viejo, mi querido padre,

     muchas gracias!

 

VIDEO animado: La caja

POESÍA de Mario Benedetti

Cuando éramos niños

Cuando éramos niños
los viejos tenían como treinta
un charco era un océano
la muerte lisa y llana
no existía.
luego cuando muchachos
los viejos eran gente de cuarenta
un estanque era un océano
la muerte solamente
una palabra
Ya cuando nos casamos
Los ancianos estaban en cincuenta
Un lago era un océano
La muerte era la muerte
De los otros.
Ahora veteranos
Ya le dimos alcance a la verdad
El océano es por fin el océano
Pero la muerte empieza a ser
la nuestra.

Plática sobre el poder del humor y el amor con Patch Adams

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez




Vivir y recorrer este espacio terrenal, que se nos fue asignado sin que en ello hubiésemos tenido la menor oportunidad de decisión.

Llegamos donde y cuando se nos predestinó, después pudimos incidir en parte de nuestra ruta a seguir. 

He podido virar el timón y dirigir mi barca en direcciones distintas, siempre con un propósito, siempre con una meta que perseguir. Afortunadamente en ello no ha habido circunstancias que me hagan hacerlo contra mi voluntad, por el contrario, he ido hacia donde mis ideales me guían y hasta ahora, no me he arrepentido de las decisiones tomadas a ese respecto.

Donde haya estado, he tenido afecto, compañía, muestras de los más nobles sentimientos humanos. No he carecido de bienestar en ningún sentido, y sin poder decir que mi vida ha sido de trayecto fácil, hasta en los trayectos más sinuosos he sido siempre guiada y apoyada por mi fe, por mi familia, por la invaluable amistad de gente maravillosa. Todo ello mi mayor fortuna que atesoro y mantengo al abrigo de mi cariño y agradecimiento.

Llevo en mí, a donde quiera que vaya, todas esos afectos, en mi mente, en mi corazón, y hasta donde éstos me lo permitan, mantendré vivos los recuerdos de todos aquellos que han tenido un significado especial en mi historia, en todas mis etapas, en todas mis facetas. Soy ahora quien soy por todo aquello que fui, mis circunstancias son distintas, mi entorno también lo es, pero nada vivido ha sido innecesario ni menospreciable.

Tengo tanto y a tantos que agradecer que las palabras son insuficientes, aspiro tan solo a que mis actos hayan podido en su momento transmitir mi reconocimiento, mi gratitud, mi infinita dicha de sentirme siempre al abrigo del cariño de tanta gente, en distintos tiempos, por breves o largos espacios, en diferentes escenarios, pero siempre con el firme propósito de fincar en cada corazón un lugarcito donde pueda evocarse un buen recuerdo.

Que no haya un lugar donde la vida me niegue el alimento esencial para mi alma, que no me falte el amor, energía vital que mantiene mi voluntad de seguir soslayando sufrimientos, y reencontrarme siempre con la felicidad.

Nacionalismo puro en envase pequeño

 
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