domingo, 30 de diciembre de 2018

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

UN AÑO DISTINTO
Me declaro enemiga de los lugares comunes, tan frecuentes en esta temporada.  Las antiguas tarjetas impresas, sustituidas hoy en día por mensajes instantáneos, dan cuenta de los mejores deseos para la Navidad y el Año Nuevo, que en lo personal me resultan  meros formulismos de ocasión.  Nada hay de nosotros mismos en cada una de esas frases que se repiten de ida y  vuelta,  en el fin de año.
     Los lugares comunes --en este caso-- corresponden a frases dentro de las cuales acomodamos nuestra molicie o  nuestra falta de inspiración, para sentir que hemos cumplido con nuestros seres queridos, apreciados o conocidos, por las fiestas.  Desde que tengo uso de razón,  me ha gustado “salirme del huacal”, por lo que estas fórmulas estereotipadas no van conmigo.
     Es de este modo como, para el año que inicia, quiero desear a mis dos lectores algo distinto a lo muy trillado, y aquí va:
     Deseo que recobren la mirada de un niño para ver la vida, sabiendo hallar la magia en  cada momento, frente a cualquier elemento.  Que lo más cotidiano adquiera significado.
     Que el entusiasmo se convierta en esa corriente energizante que recorre el torrente sanguíneo desde la cabeza, con su obligada parada  mecánica  en el corazón, para depuración y balanceo.
     Sean los proyectos que emprendan para satisfacer lo propio, unos que no perjudiquen   el bienestar de los demás.  Si ayudan a otros, bien, y si no, al menos que ellos  no salgan afectados en la consecución de nuestros afanes. 
     Quiero desearles que se propongan metas de excelencia, metas elevadas  que impliquen tiempo y esfuerzo, porque en ellas está el modo más seguro de trascender en la vida.
     Van mis parabienes para ustedes  y los suyos.   Que en estas fechas consoliden esos sentimientos que han sabido cultivar a lo largo del año, momento a momento, como brisa suave que --con el tiempo-- termina convertida en dulce arroyo.
     Que la música guíe su  andar, de modo tal,  que hagan de cada paso  un evento maravilloso, el cual  los conduzca de vuelta   hacia el origen de todas las cosas.
     Sea el año que inicia  muy especial, en que  logren asimilar que la vida es como teclado de piano,  una secuencia de formas y colores. En los distintos tonos y en su intensidad radica su inconmensurable riqueza.
     Que nunca pierdan de vista el propósito final que nos tiene en este mundo.  La vida  ofrece lecciones cada día, unas envueltas de  regalo, otras habrán de llevarnos  como el hierro a la fragua. Todas son lecciones que nos llevan a ser mejores personas.
     No podría desearles siempre paz. Junto con sus plácidos ratos les deseo también problemas, porque en el fragor de las batallas que habremos de enfrentar, es donde el espíritu crece y se fortifica.
     Eso sí, para cada uno de ustedes  anhelo con el alma que siempre tengan a su lado al mejor amigo, ese que permanece como  sombra  con nosotros, dispuesto a acompañarnos a donde vayamos.  Ese mejor amigo se llama “uno  mismo”.
     Quiero brindar porque en  el año que inicia   descubran el amor verdadero, ese que empieza con la estima propia  y se extiende como un manto verde y fragante, primero entre los seres más cercanos,  y  sigue  avanzando, hasta llegar más allá de  donde la vista alcanza.
     Hoy van mis deseos por un tiempo cargado de risas, de música y  de magia.  Trescientos sesenta y cinco amaneceres en los que la vida les  sorprenda con sus colores, sus olores, sus melodías.   Trescientos sesenta y cinco ocasiones de dar gracias al cielo por tantas bendiciones,  esas que habitualmente damos por sentadas y  poco  tomamos en cuenta.  Trescientos sesenta y cinco noches que nos obliguen a  hacer un recuento de lecciones antes de  zambullirnos en  las suaves aguas del descanso.
     En esta vida nada es bueno ni malo.  Las cosas son porque sí, en ocasiones como resultado de nuestras propias decisiones; otras más suceden de forma fortuita, pero de igual modo están frente a nosotros, y para seguir el camino habremos de sortearlas.   Les deseo que desarrollen la sabiduría para salir adelante en  cada  situación, habiendo aprendido algo nuevo, una experiencia que sirva más adelante para salvar otro tramo del camino. 
    Todos estamos en el proceso de aprender a ser mejores personas.  Pido al cielo asimilar las lecciones antes de seguir adelante, cuidando de no ir arrastrando  lodo en los zapatos. Algo similar deseo para cada uno de ustedes: Tiempo, oportunidad y empuje para ser hoy mejores que ayer.  Frente a nosotros mismos  realistas, al margen de estériles comparaciones con respecto  a otros --una forma de autoengaño.
     Libres, emprendedores, valientes, auténticos. Positivos, sin complicaciones. Amorosos, divertidos,  alegres,  resilientes. ¡Feliz 2019!

Sugerencia de año nuevo

Para el año que está por iniciar lleva en tu maleta una buena provisión  de actitud. Con ella  podrás enfrentar cada tramo del camino como un reto personal para ser mejor.  ¡Feliz 2019!

Invierno: Por Andreea Petcu

ORACIÓN DE AGRADECIMIENTO por Salvador Novo



Gracias, Señor, porque nos diste estos años
en que abrimos a tu luz los ojos ciegos.
Gracias, porque la fragua de tus fuegos
templó en acero el corazón de estaño.

Gracias, por la ventura y por el daño,
por la espina y la flor; porque tus ruegos
redujeron nuestros pasos andariegos
a la dulce quietud de tu rebaño.

Porque en nosotros floreció tu primavera;
porque tu otoño maduró nuestra espiga
que el invierno guarece y atempera.

Porque tus dones nos bendiga
-compendio de tu amor- la duradera 
felicidad de una sonrisa amiga. 


Agradezco a mi nunca bien ponderado amigo  Francisco Ledesma tan acertada sugerencia para la ocasión.

Las 9 reglas del éxito por Yokoi Kenji

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez


Especialmente en estas fechas me detengo a hacer un recorrido a través del tiempo, hasta donde la memoria me lo permite, queriendo rescatar lo más valioso que durante mi vida haya podido lograr, sentir, ofrecer a los demás, mantener hasta la actualidad.
     ¿Qué es aquello que más me satisface haber hecho? Sin dudarlo siquiera, es el amor que haya podido compartir a mi alrededor, y  valorar el que he recibido de cada uno de ellos.
     En cada etapa de mi vida ha sido primordial, más que mis éxitos -si es que puedo considerar que los tuve- en el ámbito profesional, los que he logrado en el aspecto afectivo y que me han dado soporte emocional para sobrellevar la vida con actitud positiva. Puedo decir que el mejor tiempo empleado ha sido aquél que he dedicado a escuchar a quienes necesitaban ser oídos, en intentar consolar al que acudió a mi con algún pesar, cuando me di el tiempo, por ocupado que estuviera de acompañar en momentos de tristeza, de alegría, de gozo o de dolor a quienes sabía que mi presencia era importante.
     Una vida con propósitos, de buenos propósitos, debe tener como prioridad no menospreciar los afectos, que son el alimento del alma, que dan sostén, que es esencial para darnos la categoría de seres "humanos".
   El éxito en esta vida no puede asumirse, si para lograrlo hemos subordinado el amor a la consecución de éste. Equilibrio emocional que no impida darnos la oportunidad de mantener vivos los afectos, a hacer patente nuestro interés por los demás, sin ser egoístas al vivir tan solo centrados en nuestro proyecto de vida, que sea el que fuere, adquiere más valor cuando ha sido aderezado con amor.

Jubilée: El deber ante todo