domingo, 10 de febrero de 2013

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

DEL TERROR A LA MARAVILLA
En su obra “Viaje a Ixtlán”, Carlos Castaneda nos deja un concepto que en nuestros tiempos cobra particular vigencia: “En un mundo en donde la muerte es el cazador, no hay tiempo para dudas o lamentaciones, solamente hay tiempo para las decisiones.”
   Traigo a colación lo anterior porque, querámoslo o no, México se ha convertido en un país al que la muerte asedia. Más allá del discurso político y de las buenas intenciones, y aún cuando somos mil veces más los mexicanos que queremos la paz, nuestra vida diaria se halla amenazada como resultado de las fallas del sistema, la corrupción, y la delincuencia organizada.
   Echemos un vistazo a los titulares nacionales de cualquier fecha reciente y nos encontraremos de frente con la manera tan dramática como la muerte se hace presente, ya sea como amenazas, atentados u homicidios consumados. Y a últimas fechas nadie queda a salvo, ni por razón de género ni por razón de edad.
   Acabo de leer una reseña del libro testimonial: “México 2010: Diario de una madre mutilada” (Ficticia Ed, México, 2012), escrito por la maestra Esther Hernández Palacios, y que nació como catarsis tras el asesinato de su hija Irene, en el estado de Veracruz, en el 2010. Sus palabras nos llevan a entender que ella como madre se topó con esas barreras con que han debido de enfrentarse miles de mexicanos cuando buscan que se esclarezca la muerte violenta de un familiar: Indiferencia; dolo ; dilaciones, y como la misma autora refiere, descubrir el modo como su dolor llegó a ser objeto de lucro y politiquería.
   Sabemos que investigar un asesinato no es sencillo; éste es el resultado final de todo un entramado que no podrá desmadejarse a la primera. Sin embargo son miles los casos de “Irenes” que han quedado sobre el escritorio sin ser resueltos. Y por otra parte, lamentable decirlo, no sentimos que el problema de la inseguridad esté disminuyendo.
   Durante un tiempo será una la entidad más afectada, como en su momento fue Veracruz, y en la actualidad son Acapulco y La Laguna. Pero el hecho de que la violencia migre de uno a otro lugar no es para tranquilizarnos, en tanto nuestra condición global como país no cambie. Y no cambiará mientras no se aplique una estrategia científica multidisciplinaria para combatir el problema de la delincuencia desde todos sus ángulos.
   Quiero suponer que muchos de quienes están detrás de un escritorio escuchando a estos familiares dolientes dan por hecho que al paso del tiempo ellos terminarán por olvidar y desistir… Pero: ¿Quién podría aventar en un cajón el dolor por la pérdida del ser más querido y seguir con su vida como si nada?...
   Lo dijo Castaneda, la muerte es el cazador, y pareciera que cada vez cuenta con más aliados en sus filas, de manera que no hay tiempo para quedarnos en el borde del foso llorando nuestra desgracia como país. Nos toca conformar un frente común dejando de lado el “self”, como el mismo Castaneda diría, (y perdón por utilizar el término en inglés del texto original, que ciertamente es más exacto), para integrarnos a luchar como un todo.
   Sabemos a ciencia cierta que las acciones aisladas no van a llevar a ningún resultado efectivo, por más enérgicas que puedan ser. Por parte del gobierno se requieren acciones serias y concertadas, cuyos resultados sean comprobables en los hechos, mediante evidencias claras y contundentes. Por parte de nosotros los ciudadanos es necesario dejar de lado los intereses del “self” con todo lo que ello implica y actuar para resolver el problema.
   Retomando de nuevo los textos de Castaneda: “La diferencia básica entre un hombre ordinario y un guerrero es que el guerrero toma todo como un reto, mientras que el hombre ordinario lo asume, ya sea como bendición, ya como maldición”.
   Lo que nos sucede actualmente no es una maldición que nos cayó y que no podemos sacarnos de encima. Es un problema multifactorial al que todos sin excepción hemos contribuido de alguna manera, con nuestra pasividad, nuestra actitud acomodaticia, nuestra quejumbre estéril, jugando el papel de víctimas. Las cosas llegaron al estado que tienen porque así lo permitimos, y ahora nos toca, precisamente, aplicar inteligencia, corazón y acción para modificarlas.
   Nuevamente parafraseando al brasileño: “Uno debe tener un ideal por el cual dar la vida, con el fin de tener algo por qué vivir.” A la luz de sus palabras surge la pregunta: ¿Estamos trabajando por colocarnos a la altura de un concepto de vida tan grande que contenga todo entusiasmo, todo esfuerzo, todo empeño?...
   Quede una última gran cita de Castaneda como reflexión final: “El arte del guerrero es mediar el terror de ser hombre con la maravilla de serlo.”

COSAS NUESTRAS por Jorge Villegas

Desinformados
Es la otra obesidad: La del entendimiento repleto de información.
Un torrente de ideas y datos nos abruma las 24 horas de cada día.
Tenemos las respuestas a todo lo que no queremos ni necesitamos saber.
La trivia de los artistas, el chisme de los poderosos, la crónica del crimen.
No somos por eso más sabios.  Repetimos como loros sin reflexión.
Nos engañamos suponiendo que estamos súper informados.
En realidad, nos atragantamos con desinformación y frivolidades.
Reaccione pues, como quiera hay que leer libros, asistir a conferencias, debatir.
jvillega@rocketmail.com

TODO CAMBIA de Julio Numhauser, canta Mercedes Sosa

OBITUARIO DEL LONDON TIMES

Hoy lamentamos la muerte de un querido viejo amigo, Sentido Común, quien estuvo con nosotros por muchos años. Nadie sabe con seguridad qué edad tenía, los registros que había desde su nacimiento se perdieron en tanto papeleo burocrático. Será recordado como aquél que cultivó lecciones invaluables tales como:

Saber cuando meterse después de que había empezado a llover;
Por qué el ave madrugadora se lleva la lombriz:
Que la vida no siempre es justa;
Y que posiblemente fue mi culpa.

Sentido Común vivió mediante reglas financieras muy simples (no gastes más de lo que puedes ganar), y estrategias confiables (son los adultos, no los niños, quienes tienen el control). Su salud comenzó a deteriorarse rápidamente cuando se establecieron reglas bien intencionadas pero despóticas. Reportes de un niño de 6 años bajo cargos de abuso sexual por besar a su compañera de clases; adolescentes suspendidos de la escuela por utilizar enjuague bucal después de la comida; y un maestro dado de baja por castigar a un estudiante revoltoso, son cosas que empeoraron su condición.

Sentido Común perdió terreno cuando los padres atacaron a los maestros por hacer el trabajo que ellos mismos no hacen, en cuanto a meter al orden a sus hijos indisciplinados.

Declinó aún más cuando las escuelas necesitaron contar con el consentimiento de los padres para proporcionar bloqueador solar o una aspirina a un estudiante, mientras por otro lado no estaban facultados para informar a los padres cuando una estudiante salía embarazada y quería practicarse un aborto. Sentido Común perdió el deseo de vivir en la medida en que las iglesias se convirtieron en negocios, y los criminales recibían mejor trato que sus víctimas.

Sentido Común fue abatido a palos desde el momento cuando ya no pudiste defenderte de un asaltante dentro de tu propia casa, en tanto el ratero podía demandarte por asalto. Sentido Común finalmente abandonó todo deseo de vivir, después de que una mujer no se percató de que una taza de café hirviendo estaba caliente. Derramó un poco en su regazo, metió una demanda, y pronto fue premiada con una jugosa suma de dinero.

Sentido Común murió después de que lo hicieran sus padres Verdad y Confianza; su esposa Discreción; su hija Responsabilidad, y su hijo Razón.

Le sobreviven 5 hermanastros:
-Conozco Mis Derechos
-Lo Quiero Ahora
-Cúlpese a Alguien Más
- Soy una Víctima 
-Págame por No Hacer Nada

No asistieron muchos a su funeral, porque muy pocos se dieron cuenta de su partida. Si tú lo recuerdas, difunde este texto. Si no, únete a la mayoría y no hagas nada.

Traducción: M.C. Maqueo

*Aclaración: Me llegó por correo, investigué la fuente original del London Times para incluirla, pero no encontré el texto entre sus archivos.

¿AISLAMIENTO O CONVIVENCIA?

Imágenes que nos gritan sin necesidad de palabras: ¿Hacia dónde vamos?

LAS DISCULPAS: ¿SE PIDEN O SE OFRECEN? por María del Carmen Maqueo


No es fácil ejercer la autocrítica.
   Antes de reconocer y aceptar que estamos  en un error, interpondremos una y mil razones para negar o justificar nuestro proceder.
   Uno de mis grandes defectos es ser exageradamente puntillosa con la palabra.
   Siento como si el orden dentro del enunciado tuviera la capacidad para  alterar el orden del universo.
   Lo más grave, no me siento capaz de cambiar mi modo de ver las cosas.
   Esta semana dos hechos por demás bochornosos viajaron por todos los medios de comunicación. 
   Un incidente  lamentable fue el desatinado comentario de Luis Walton  alcalde de Acapulco, al minimizar el caso de la violación de seis españolas: “Ocurre en todo el mundo”.
   El otro, en el campo deportivo, se refiere a la señal obscena que realizó Francisco  “Maza” Rodríguez al término del partido entre México y Jamaica, y que la televisión ha reproducido hasta el cansancio.
   Curioso, cuando salió a la luz pública lo que uno y otro habían hecho, en el primer caso el alcalde pasó del despotismo al llanto.  En el segundo  Maza   no tuvo lo suficiente para sostener su error, y mencionó que había sido algo causado por una lesión en el tercer dedo de su mano derecha.
   En una segunda  instancia ambos reconocieron su lamentable error, y aquí viene lo interesante, durante sus declaraciones públicas uno y otro “OFRECIERON” disculpas.
   Yo, que siempre ando viendo el origen y la intención detrás de las palabras, me cuestioné: ¿Tan en desuso están las disculpas que hemos olvidado si se piden o se dan?
   Yo PIDO disculpas cuando reconozco que me equivoqué.
   Las  OFREZCO cuando yo soy el ofendido y alguien me las pide.
   ¿Será un embrollo lingüístico, o será una cuestión freudiana, y están poniendo cara de arrepentidos cuando en  el fondo no sienten la necesidad de pedir perdón a nadie?...
   Dejo la  pregunta al vuelo.  Por lo pronto sírvame para justificar por esta vez mi actitud quisquillosa frente a la palabra.

GATO QUE SABE DOMINÓ

Un video simple, divertido, pero que a la vez nos refleja el grado de inteligencia de este gatito.