domingo, 24 de diciembre de 2023

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez

A pesar de que estas épocas que para la mayoría son de alegría, a mí me provocan una sensación de tristeza y melancolía, contra lo cual ya no lucho. He aprendido a lidiar con ella sin sumergirme en la tristeza, pero tampoco colocándome una máscara que la encubra. Procuro no contagiar; por el contrario asimilar un poco de la felicidad y el ánimo que fluye a mi alrededor.

Lo que nunca he perdido es esa maravillosa fantasía de que más allá de esta algarabía, de pensar en el pavo, en los regalos, el arbolito, las posadas, nos llegue interiormente un deseo vehemente de prolongar esta emoción que la Navidad nos trae, de que nuestros sentimientos más nobles que emergen al reunirnos con nuestros seres queridos, sea magia que no desaparezca al paso del tiempo.

Mi fantasía es que permanezca el amor, la paz, la armonía familiar. Que si acaso se quebrantó, se restituya, que recobremos el legado de fraternidad que se nos dejó por nuestros padres, que la amistad se preserve más allá de fronteras y del tiempo.

Mi realidad me exige, sin embargo, aceptar que en mí no están todas las soluciones, que desearlo no lo hace necesariamente posible, que el inicio es en mí misma, en aceptarme tal cual soy y sin máscaras, sin ir en contra de lo que realmente pienso, sin intentar agradar yendo aún en contra de mi conciencia y mis deseos, aceptar entonces que no tengo que competir por un lugar privilegiado en la vida de nadie, y que cuando se me sea dado, a cambio no me quedará sino agradecerlo, corresponderlo, sin que pierda de vista que los sentimientos son energía que en cualquier momento y bajo circunstancias diversas, se transforman.

Saber apreciar los afectos, pero también saber que como seres falibles, podemos perderlos, por errores propios, por malentendidos, por percepciones equivocadas.

Entre mi fantasía y mi realidad, deseando que todos y cada uno de nosotros, tengamos en este tiempo por lo menos unos minutos para meditar lo que realmente nos lleve a dejar que la vida transcurra sin añadirle nosotros momentos de infelicidad. Provocar los momentos buenos, los malos nos llegan solos.

Mi deseo, nacido de un corazón que ama y lucha por mantener vivo el amor dentro de él, para todos, amigos, familia querida, es que tengamos una "FELIZ NAVIDAD"

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