UN MUNDO IDEAL
Durante mi adolescencia los Beatles estaban en todo su
esplendor. Debo confesar que en ese
período de tiempo no me agradaban. Por mi temperamento y formación familiar, me
identificaba con música más tradicional. Los mensajes del cuarteto de Liverpool
resultaban hasta irreverentes. Tuvieron
que pasar muchos años para valorar lo que dejó ese grupo en el corazón del
mundo.
Si tuviera que quedarme con una sola canción de alguno de
ellos, elegiría “Imagine”, de John Lennon.
Salió al aire treinta años después del “boom” del grupo. En lo personal
su letra me dice mucho. No es mal momento para retomar su mensaje.
Algo que no tenemos en estos tiempos, es tranquilidad. Somos seres humanos inquietos, ruidosos,
acelerados y explosivos. Rehuimos al
silencio y a la soledad, y nos saturamos de barullo exterior, como para no
escucharnos a nosotros mismos. Tanto ha
de ser el miedo que sentimos de mirarnos desnudos al espejo.
“Imagine there’s no heaven”: Una excelente paradoja de
Lennon. Partiendo de que hay un cielo, los seres humanos seguimos lo
que dicta nuestra propia religión para alcanzarlo. Colateralmente suponemos que
seremos nosotros, nada más, los que alcancemos el paraíso. Cualquiera que no
profese la misma doctrina, irá a parar al infierno. Así pues, habrá que evitar a esa persona,
para no contaminar el espíritu con su inmundicia. Lennon hace una clara propuesta de paz, algo
así como: ¿Qué les parece si llevamos la fiesta tranquilos y nos respetamos? De
modo que cada cual, con sus propias convicciones, logre avanzar por el camino
que elija, sin juzgar o atacar a otros por razón de sus creencias. Más que pretender convertir ateos, o a quienes
profesan otra religión, la canción propone hermanarnos en el amor, en la buena
voluntad.
“Imagine all the people living for today”: Una
invitación al desapego. A no
estar pensando en acumular bienes materiales para un tiempo que no es el
presente. Una propuesta de austeridad y
contentamiento. Buscar aquello que se consigue gratis en la vida. Los afanes consumistas reflejan una gran
sensación de vacío dentro de la persona. Como si, frente a la premisa de que valemos
por lo que tenemos, sea obligado acumular más y más. No ha descubierto su
riqueza interior. Sonriendo y con pasos
ligeros por el camino, se avanza más rápido.
Las posesiones nos atan, vuelven lenta la marcha.
“Imagine there’s no countries”: Detrás de la lucha por
conquistar otras tierras, acechan intereses materiales, cual carnívoros
disfrazados con pieles de oveja. La
ambición lleva a buscar valerse de otros seres humanos, convirtiéndose unos en
feroces enemigos de los otros; capaces de atacar de manera terrible, pero
además cobarde, escudándose en motivos supuestamente nobles. Así se hace entre
países y entre ciudadanos; entre familias y entre esposos, echando mano de
recursos poco dignos para obtener una ganancia que en realidad no correspondería
tomar.
“Imagine all the people/sharing all the world”: Cualquiera
de nosotros, calificará este enunciado como descabellado, imposible de
lograr. A lo largo de los años hemos
visto comunidades que buscan aislarse del resto, como grupos independientes en
los que prive la hermandad. Luego de un
tiempo, las cosas, por su avance natural, terminan dando marcha atrás, para
llegar al punto de la no convivencia.
Los mexicanos somos muy dados a manejarnos a partir de una consigna tan
dolorosa como cierta: “De que me amuele yo, a que se amuele mi compadre, pues
que se amuele mi compadre”. Traemos la impronta del mestizaje –quiero suponer—,
de modo que actuamos para ir siempre un paso delante del vecino, procurando impedir
que nos saque ventaja.
Vivimos tiempos confusos y sórdidos. Los límites se desdibujan. Resulta difícil
aplicar la ley, ya que no logran diferenciarse los derechos de unos y de
otros. Pareciera que tiene más derechos
quien más poder detenta. Por ese camino
quedan desprotegidos los que más necesitan de una justa aplicación de los
derechos humanos, convirtiéndose la convivencia en una cena de negros.
La época post moderna privilegia la imagen, hasta volvernos
sus esclavos. Le rendimos tributo como a
un dios. Invertimos todo en ella, como
si se tratara de una apuesta vital.
Perdemos demasiado tiempo en desarrollarla, en disimular el paso de la
edad, en alcanzar un ideal de ficción, desde nuestra frágil condición de
humanos. Como diría el poeta, importa
más el continente que el contenido.
La diferencia entre lo que pronto se olvida y lo que queda
para siempre, radica en que pueda aplicarse en distintas circunstancias. Lo que Lennon escribió hace 30 años está
vigente, y seguirá siéndolo dentro de muchos años más. Tal vez nos ha faltado escucharlo con
atención. No es mal momento para hacerlo.
B día, médico. Pienso haber comprado todos los discos Beatles desde que llegaron a New York y separado el grupo, tambien por individual. Ya separDos con los temas y colores propios de cada uno. Reconocí de que Beatle venia cada cancion y definitivamente yo soy mas Harrison que Lennon o Macartney; sin dejarme de gustar todos. Cuando muriĺ, justo en su 1er aniversario luctuoso, se celebro su vida y su música por su hijo y sus amigos en el Royal Albert Hall. Extraordinario evento y mi favorita de todas ISN'T IT A PITY. bonito domingo 🤗
ResponderBorrarMuchas gracias, Malena. Tu aportación enriquece este espacio.
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