domingo, 13 de octubre de 2019

REFLEXIÓN por Edna Frigato

Benditos sean...
Benditos sean los que llegan a nuestra vida en silencio, con pasos suaves para no despertar nuestros dolores,
no despertar nuestros fantasmas,
no resucitar nuestros miedos.
Benditos sean los que se dirigen con suavidad y gentileza, hablando el idioma de la paz para no asustar a nuestra alma.
Benditos sean los que tocan  nuestro corazón con cariño,  nos miran con respeto  y nos aceptan enteros con todos nuestros errores e imperfecciones.
Benditos sean los que pudiendo ser cualquier cosa en nuestra vida, escogen ser generosidad.
Benditos sean esos iluminados que nos llegan como un ángel, como flor o pajarito, que dan alas a nuestros sueños y que, teniendo la libertad para irse, escogen quedarse a hacer nido.
La mayoría de las veces llamamos a estas personas "amigos".

Gracias, querido amigo Juan Pedro, por este hermoso regalo.

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