domingo, 4 de octubre de 2015

Mitos en torno a los eclipses lunares por Acaxochitlán Patrimonio Cultural



Cuando hay un eclipse de Luna en todas las casas se hace mucho ruido con lo que la gente encuentra, palos, piedras, tapas de ollas, para evitar que la luna sea comida por la oscuridad y la luz se haga nuevamente.


Cuando hay eclipse de luna, las mujeres preñadas temen que así como la Luna era comida podía suceder con el niño que lleva en el vientre puede nacer sin labios y sin nariz, o con algún otro defecto o malformación, y para impedir que eso pasara se ponían un listón amarrado en vientre a la altura del ombligo, además de no salir de su casa.


Para los otomíes de San Pedro Tlachichilco, la vida sólo puede nacer de la disociación de la Luna y el Sol (o fuego) por lo cual durante los eclipses golpean una coa con una piedra, así como tambores u objetos de metal para tratar de impedir la conjunción de las fuerzas celestes antagónicas de ambos astros. La Luna tiene un aspecto doble, ya que es a un tiempo fuente de vida y amenaza de muerte. Por ello se busca ahuyentar a las fuerzas lunares que ponen en peligro la vida.


Refiere que los otomíes temen que las embarazadas expuestas durante los eclipses de Sol o de Luna tengan al nacer niños con labio leporino, un pie deforme, un brazo atrofiado o nazcan sordomudos. Por tal motivo, evitan orinar o defecar afuera durante la noche.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario