domingo, 31 de julio de 2011

CONTRALUZ por María del Carmen Maqueo Garza

¿DÓNDE PERDIMOS EL RUMBO?
La fotografía muestra una joven mujer  particularmente sonriente, ¡vaya! su gesto  pone de manifiesto que se alegra de aparecer en el periódico.  De primera intención el encabezado que la acompaña no parece  corresponder al  la imagen de una mujer tan contenta: “Homicidio culposo por la muerte de una niña de 6 años”…El contenido de la nota   señala que  ella reconoce haber provocado un accidente donde murió la pequeña que viajaba  con su padre   en una bicicleta…
   Carl F. Gauss es un matemático muy reconocido; seguramente su mayor aportación  ha sido la gráfica en forma de campana que inicialmente se utilizó en Astronomía, y posteriormente pasó a constituir una herramienta estadística de gran valor.   Mediante la misma logró hacerse la representación gráfica de diversos fenómenos  humanos, tanto de la rama médica, socioeconómica o antropológica, entre otras.  Imaginemos una  curva con forma de campana,  y visualicemos que la mayor parte  de la población se  encuentra justo en la porción media, en tanto las minorías se ubican  hacia los extremos derecho e izquierdo de la misma.   Así tenemos que la gran mayoría de ciudadanos vive de su trabajo y cubre sus necesidades elementales, lo que en la gráfica ocuparía la porción media más amplia,  que se va achicando progresivamente hacia derecha e izquierda.  Una pequeña proporción de ciudadanos que  posee gran riqueza se ubica  a un extremo de la campana;  otra es extremadamente pobre,  quedando en el extremo opuesto de la gráfica.   Algo similar sucede con el perfil psicológico,  tras haber provocado un accidente mortal  la mayor parte de la población reaccionaría de una manera parecida,   sintiendo gran angustia y culpa, lo   que se reflejaría en su gesto.  Una pequeña proporción a un extremo de la gráfica  podría morir de un infarto  al asumir que provocó  el accidente, y otra proporción en el extremo opuesto,  actuaría como si nada hubiera sucedido.
   Podemos decir entonces que los extremos son como la punta del iceberg, los casos muy marcados de fenómenos sociales que de hecho se dan en toda la  población.  Y nosotros, los de la porción central de la campana, de alguna manera contribuimos a  alimentar  esos casos extremos, y es justo aquí donde todos tenemos el deber ciudadano de revisar qué nos corresponde hacer para modificar las cosas.
   Javier Sicilia acaba de tener esta semana un importante encuentro a favor de la paz y la justicia; de nueva cuenta ha sido el Castillo de Chapultepec el marco de la reunión.   A lo largo de nueve horas se revisaron puntos de la agenda y se lanzó  un reclamo concreto  en contra de los legisladores,  responsabilizándolos de no haber cumplido con regular  la iniciativa personal  y muy costosa de Felipe Calderón de lanzarse  en contra del crimen organizado como lo ha hecho.   Los costos han sido muy elevados en lo económico, ameritando que se destinen grandes recursos a una guerra que no parece tener fin, pero sobre todo los costos han sido en vidas humanas, en huérfanos y viudas, en dolor y zozobra.   Algunos legisladores reconocieron su omisión; algunos otros con gran soberbia se negaron a hacerlo.
   El grueso de la población no hemos  sufrido el dolor de perder  un ser querido en esta lucha, pero sí hemos contribuido a lo que viene sucediendo, puesto que no  exigimos a nuestros representantes, por cierto con salarios y compensaciones de lujo, que cumplan su deber.  No los hemos presionado para que  cubran la asistencia a todas las sesiones, ni hemos estado pendientes de medir los resultados de su función pública.
    Frente a los hijos tal vez no hemos propiciado la comunicación  idónea; nos refugiamos en diferencias generacionales para decir que  nunca podremos entenderlos, y ya nos olvidamos del asunto.   No hemos hecho un doble esfuerzo por tratar de comprender cuáles son sus aspiraciones, sus proyectos, sus miedos.  
   Como ciudadanos no nos hemos ocupado a conciencia por entender a fondo los fenómenos que se suscitan en nuestro alrededor.   Suponemos que vamos a conocer problemas complejos como el narcotráfico mediante el noticiero o  la telenovela en turno, cuando la programación  masiva se acomoda a intereses  particulares que poco o nada tienen qué ver con llegar al fondo de las cosas.
   …Nos acomodamos en nuestra poltrona para decir que iglesia y estado deben de estar totalmente separados siempre, sin detenernos a reflexionar que esta división llevada al extremo ha dado al traste con los valores morales más elementales, y explica buena parte de la amoralidad vigente.
    ¿Dónde perdimos el rumbo?... ¿Dónde lo perdimos todos, y no nada más los sicarios o los traficantes de droga?... Sicilia nos invita hoy a  volvernos a nuestro fuero interno y revisar nuestras pequeñas acciones y omisiones de cada día, que alimentan a esta hidra social que crece de manera alarmante.

COSAS NUESTRAS por Jorge Villegas

Amigos
Usted se siente aislado, sin amigos, porque así lo ha decidido.
Pero tiene a unos pasos gente de lo más interesante para relacionarse, comunicarse.
Puede desayunar con Sócrates y Platón, echar novia con versos prestados por Neruda.
Pasar las vacaciones en el bucólico Macondo o en el París de Víctor Hugo.
Subirse a una barca con el Viejo de Hemingway, o con Darwin en las Galápagos.
Pedirle a Scherezada que le cuente historias, o al buen Quevedo.  Vaya, compartir chismes sobre las intimidades de María Antonieta.
Todo está en los libros, y los libros están en cualquier parte.
jvillega@rocketmail.com

VIDEO DE MÚSICA POPULAR: La canción cardenche

Éste es un estilo de música vocal a tres voces, autóctona de los estados de Coahuila y Durango, y que como tantos usos y costumbres, tiende a perderse.   Cuando conocemos este patrimonio cultural estamos en posibilidad de valorarlo, y por lo tanto de preservarlo.  Ésa es la idea.

CONTRATEXTOS de María del Carmen Maqueo Garza



IGUAL
A la memoria de Celia Catalina Cuevas Reyes,  funcionaria de Comercio Exterior de la Aduana, caída en el cumplimiento de su deber en esta guerra civil absurda.
Te levantas como cada mañana, te pones bonita, ensayas alguna nueva sonrisa en el espejo antes de salir de casa, y la repasas en el retrovisor mientras manejas.  Portas tu uniforme con orgullo, colocas en la solapa el “pin” de  grado que recibiste con tanto orgullo hace  apenas unos cuantos meses.
    Llegas a  la oficina con gesto divertido, traes el cabello aún húmedo, limpias  tu escritorio y  das una rápida  acomodada a los cajones.   El color  adusto del viejo y pesado mueble en el que habrá despachado el mismo Santoscoy,  contrasta con  tu   cara poblada de sonrisas.  Apuras los últimos sorbos de tu café del Oxxo, te sacudes de las manos las migajas que te delatan: “Mañana empiezo la dieta”.  En medio del recinto te  encuentras con una sonrisa cómplice de alguien que hace lo mismo en ese mismo instante, borrar con gesto travieso las evidencias del pecadillo mañanero…
   Buscas en tu bolso el lápiz labial; como cada mañana, el que te pusiste al salir de casa ha quedado repartido en todo  el borde del vaso de unicel.  Ese  color te queda bien, te han dicho varias compañeras.
   En lo que llega trabajo hojeas con desenfado el periódico del día: ¡Cuánta violencia!  Bueno, al menos las tiras cómicas son divertidas; recuerdas tu infancia.  Checas en la cartelera cuando estrenan la película que has estado esperando.  
   Detienes tu mirada en la foto de los novios en la sección de Sociales, quién sabe qué memorias vienen a tu cabeza. Sueñas con el futuro,  te ves instalada  en una casa  con amplios ventanales  con tu marido, y dos o tres niños; ésta es una frontera tranquila, después de todo, a lo mejor aquí me quedo.  Frente a tus ojos pasa una película  donde te  ves a ti misma con expresión de felicidad,  tanto  así, que  un gesto de alegría se te escapa cuando comienza el movimiento alrededor de tu escritorio,   obligándote a regresar a la realidad.
   Este miércoles se  presagia muy caliente, ni modo, estamos en canícula. Al cabo en un rato más encargamos las   sodas, te anima ese pensamiento.  Comienza el trabajo, sales al andén, tomas la tabla con papeles del escritorio, pero antes cuelgas  cuidadosamente, uno a uno los sueños  en el perchero,  para más tarde,  te dices mientras sales…Nadie te  avisó que aquella revisión que iniciabas sería la última.  Que  el maldito plomo cambiaría  el pulso alegre de tus venas por el frío metálico de la morgue.  Eso nadie te lo dijo… de haberlo sabido antes, tal vez habrías  vendido tu alma y no estarías muriendo en este instante.  Todo habría seguido igual,  te  hubieras salvado de ir a parar a la plancha del forense con los ojos vidriosos, la mirada  fija, el gesto mudo,  los sueños  en desorden sobre el piso, muertos para siempre…

   Hoy el cielo es plomizo, como de llanto contenido.  Las redes sociales  acordaron tomarse una merecida pausa después de una jornada de alarmantes reenvíos que comenzaron casi de inmediato: “Matan a funcionaria aduanera”, “Ejecutan a funcionaria”… 
   Desde temprana hora el espejo de tu casa  espera el acostumbrado ensayo de sonrisas; el perchero en la oficina  aguarda con los sueños colgando   a que vuelvas por ellos para seguir soñándolos.   Más allá el futuro no  parece dispuesto a resignarse a su cancelación, cuando apenas comenzabas a vivir.
   Pero la vida sigue, las redes sociales comienzan a desperezarse,  se alistan a mantenerse al filo de la  noticia para luego correr a informar, tratando cada una de ser siempre la primera.  Hoy  arriban al andén más cargamentos qué aprobar; las autorizaciones se amontonan sobre el viejo escritorio que ha quedado sin dueño; los  criminales urden nuevos planes, se  reabastecen, recargan sus armas. 
    La corrupción no duerme, nada más tú duermes en alguna cripta no anunciada (en el periódico la nota roja fue tan amplia, que  no dejó lugar para tu esquela). En  un sitio lejano cuyo nombre no sabemos, el llanto de una madre comienza a matarla  en vida a partir de hoy y para siempre.

Piedras Negras, Coahuila. Julio 27, 2011

VIDEO: El Principito y el zorro

"El Principito", obra cumbre de Saint Exupéry habla a ese niño interior que todos tenemos, pero que llevamos tan escondido, parapetado detrás de gestos, actitudes, palabras... Ese niño que en ratos tiembla de miedo, pero que la mayor parte del tiempo pretende alegrarnos la existencia, en tanto lo dejemos actuar, en tanto no lo sujetemos con nuestros prejuicios, con nuestros absurdos clichés sociales que nos aíslan de los demás.

Antoine Saint Exupéry, aniversario luctuoso: 31 julio


Antoine Marie Roger de Saint Exupéry,nació en la región de Lyon, Francia, el 29 de junio de 1900, y falleció habiendo salido de Córcega, alrededor del 31 de julio de 1944.
  Huérfano desde  temprana edad, pasó buena parte de su infancia en el hogar de sus abuelos maternos. Fue educado en  escuelas católicas, y sus estudios superiores los realizó  en la Universidad de Friburgo, en Suiza. Obsesionado con la aviación desde muy temprana edad,  realizó su   servicio militar  para  las Fuerzas Aéreas francesas en 1921.  Desde su juventud comenzó a desarrollar el gusto por la escritura, autor de varios libros entre los que se cuentan su obra universal "El principito", y la novela "Ciudadela" publicada en forma póstuma: 
Su segunda novela "Vuelo Nocturno",  lo hizo acreedor del premio de la Academia Francesa: Grand Prinx. 
   Su vida personal fue tormentosa; su obra literaria espléndida.   Después de un accidente de aviación que lo mantuvo sin volar por un buen tiempo, consigue reincorporarse al ejército en 1943. El 31 de julio de 1944, antes de despegar desde Corcega en una misión de reconocimiento, dejó escrito en su mesa de trabajo: "Si me derriban no extrañaré nada. El hormiguero del futuro me asusta y odio su virtud robótica. Yo nací para jardinero. Me despido, Antoine de Saint-Exupéry".
   Nunca regresó. Se especuló con relación a su trágico fin, no descartando la posibilidad de un suicidio.
 En su aniversario luctuoso lo recordamos con estas palabras: 

"Si al flanquear una montaña en la dirección de una estrella, 
el viajero se deja absorber demasiado por los problemas de la escalada, 
se arriesga a olvidar cual es la estrella que lo guía." 

Descanse en paz.  Por su obra viva para siempre.



Video de humor: LES LUTHIERS y los idiomas.