Cuanto más libre te concibes, es quizá cuanto más esclavo terminas siendo de tu soberbia.
El perdonar, responsabilizarse de sí mismo, el amar respetando la individualidad, sin querer apoderarse de la voluntad del otro, sin obsesiones, hacer del amor un sentimiento que nos dé certidumbre y no desasosiego.
No intelectualizar el amor... yo sigo dejándolo con residencia fija en el corazón.

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