domingo, 21 de diciembre de 2014

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez

Y aquí estamos ya a escasos días de la Nochebuena, inmersos en el ambiente navideño, nadando a veces contracorriente para no ahogarnos por el consumismo, por los excesos.

Así es la Navidad, mucho comer, mucho gastar, desvelarse, pero  ¿En verdad es así la Navidad?

Dejamos que nuestra Navidad la diseñe gente extraña y no precisamente a la medida ya que a la mayoría nos queda demasiado grande.


¡Cómo quisiera dosificar todo lo que se vive en estos pocos días durante todo el año!

Tener la versión propia de mi Navidad, sin que me haga sentir menos, desgraciado o un verdadero Grinch. 

Dejar de ser víctima del consumismo, poder hacer sentir mi afecto sincero con pequeños detalles, con grandes acciones. 
Quisiera que los niños sepan que si existe Santa Claus, pero que no los convirtamos en monstruitos exigentes que quieren que su "cartita" sea cumplida al pie de la letra para que no se frustren, para que no sufran. 

Los padres que satisfacen todas las exigencias, los deseos de los niños les están fabricando ideas erróneas de lo que es el mundo, haciendo de ellos seres que jamás están satisfechos. 

Navidad es oportunidad para agradecer lo que tenemos, materialmente, afectivamente, para recordar a nuestros seres queridos,a los que ya dejaron este mundo o que se encuentran en él pero lejanos, sin hacer de esto la edición más dramática del año. 

Navidad sin excesos, con alegría, Navidad con sabor a paz, a unidad, fraternidad que se prolongue mas allá de estas fechas y que no sea un adorno más que guardaremos al lado de las esferas al terminar la época.

¡Feliz Navidad!

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