domingo, 5 de marzo de 2023

CONFETI DE LETRAS por Eréndira Ramírez

 



Hay quien busca en la vida los motivos para ser feliz, por pocos que tenga a su alcance, a ello se aferra, siempre encuentra un porqué, un por quien sentir que cada día vale la pena. Afronta la adversidad, vence sus miedos y no se deja avasallar por ellos, porque ha aprendido que no se puede avanzar cuando el temor nos invade, nos paraliza, nos desmotiva.

Hay quien encuentra en la mayor obscuridad, una luz que lo guíe, es ser privilegiado cuyo espíritu ilumina sin necesidad de mayor artefacto los sombríos destinos que la vida le ofrece, no se pierde en la incertidumbre por mucho tiempo, porque tiene la fe suficiente para poder saltar los obstáculos, sabiendo que caer no es fracaso, mientras sea posible levantarse una y otra vez.

Gente optimista, positiva, que irradia a través de su mirada, de sus palabras, de sus acciones una fuente de energía a su alrededor, sin hacer alarde de ello, sin siquiera proponérselo. Son seres que han visto en la vida, no un reto en donde necesitan competir con los demás, sino con la vida misma en donde los enemigos a vencer, si es que hay que llamarlos de alguna manera, son los propios miedos, la apatía, la falta de empatía, el apego a lo material que va en proporción directa al vacío interno.

Vivir siempre en pos de la felicidad, dejando a un lado la ingenuidad de una utopía, sino en la consecución de sueños realizables acordes a nuestras posibilidades y quehaceres cotidianos. Sabernos parte de un universo, de un mundo, en donde la felicidad se encuentra más allá de las fronteras de nuestro ser, que compartida se multiplica. Aprender a vivir sabiendo que felicidad no es destino, sino parte del diario camino, efímero o duradero, pero al alcance de aquéllos que entienden y llevan impreso en su corazón el valor verdadero de nuestra existencia.

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