Hablar bien
No es fácil "hablar bien" de México como pide el Presidente.
En Europa, en Canadá o Australia, poco les importa el Seguro Popular.
Ellos leen y ven sobre la muerte de los grandes jefes del narco.
Sobre decapitados, y el secuestro impune de Fernández de Cevallos.
Donde sí podemos hablar bien del país es en el hogar, con los hijos.
Esmerarnos en contar las cosas buenas, las virtudes de su pueblo.
Limitar al mínimo la conversación sobre la podredumbre en torno.
Sin mentiras, pero no cancelarles la esperanza de un futuro mejor.
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