domingo, 12 de febrero de 2012

BELLA REFLEXIÓN DE Gabriel Badillo desde FREEDOM

Aprender a confiar en el Poder Superior es mi primer propósito;
abandonarme en la palma de su mano;
con la que extiende los universos y acomoda los cielos.
Es entregarme a la certeza de que tiene un plan maravilloso para el aquí y para el después...
pero sobre todo es aceptar que El, desea que sea feliz ahora.
El no podría desearme otra cosa.
Soltar Amarras y disipar el miedo, la incertidumbre… fiarme de la Providencia;
son objetivos para empezar ya, en este momento.
Soltar las Amarras de la tibieza implica entender que no se puede servir a dos amos...
Porque el que a dos amos sirve, con uno queda mal.
Por eso; si tienes fe, no existe espacio para la duda.
Tener miedo del futuro es no conocer a Dios.
Y cuando piensas en los pájaros del cielo y en los lirios del campo,
también es tiempo de que recuperes tu lugar en el universo;
de que despiertes a tu realidad original y sepas que no hay nada que temer.
La sombra de tus pasos es la Mano del Eterno.
Soltar amarras es despedirse de las cartas marcadas,
de los "por si acaso". Es emprender el viaje para hacer lo que amas, lo que siempre soñaste.
Y llevando como único equipaje tu fe.
La costumbre y el miedo a la soledad son maletas que pesan mucho;
un equipaje no permitido en el vuelo de la autenticidad.
Conformarte, es una conducta inapropiada en este avión.
Otro objetivo para este año que comienza,
es quitarle las ruedas de práctica a la bicicleta.
Las salvaguardas del corazón son un estorbo para la libertad.
"Por si acaso" es basura. Es creer que no mereces algo entero.
No puedes ir por la vida pidiéndole plenitud y actuando con parcialidad.
No puedes pedir un pan entero si solo repartes boronas del tuyo.
No puedes simple y sencillamente, "pasarte de listo" con la vida.
Soltar amarras es liberarte de la necesidad de perdonar;
el escalón más maravilloso del perdón, es darte cuenta que no tienes nada que perdonar.
Es no identificarte con el sufrimiento; decidir que el ego no es un pasajero grato.
No necesitas perdonar a la gente; sólo reconocer su inalienable derecho a ser distintos;
a no pensar igual que tú, a no estar obligados a comportarse segun tu libreto.
Es la libertad maravillosa que viene de no intentar controlarlo todo.
Soltar Amarras es reconocer que el único amor verdadero nace de la libertad;
la gente puede estar contigo por agradecimiento, por cariño, por miedo, por soledad...
Eso, es un amor "dormido". La pregunta es: ¿Tú quieres eso? ¿Te gusta que te quieran así?
En el Amor Despierto, la gente está contigo por una sola razón;
el inmenso gusto, el espontáneo placer de estar a tu lado.
La pregunta es: ¿quién rayos te dijo que merecías menos de eso?
En el Cielo y en la tierra,
ante Dios y ante la gente,
Soltar Amarras es Volver a Ser Tú Mismo.... ¿Te Imaginas?
Asociación de Psicología Humanista. Freedom.
Una publicación de Gabriel Rubio Badillo, para Icono de diciembre

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