Hoy por la tarde, de regreso de un día pesado, con la música que llena mi espíritu, me senté a meditar evocando los sencillos consejos de mis padres, que han sido los pilares de mi proceder.
Las expresiones de ellos, Julia y Rafael se convierten en un murmullo en mi mente: querer es poder; es bueno tener ideas, pero es mejor tener ideales; no te rajes; es bueno el estar correcto, pero es mejor el ser buena gente y su diario consejo a todos sus 10 hijos: se siente muy bien recibir, pero recuerden que es mejor el dar.
Así que hoy que recibo de ustedes bellos mensajes, me siento mejor si yo les regalo algo.
¿Qué les puedo regalar? Que tal si les hablo acerca de un río.
Que tal si les hablo sobre el hecho de que lo único que podemos controlar somos a nosotros mismos.
La gran mayoría de las penas que nos aquejan nos las causamos nosotros mismos.
Agaton, el filosofo griego, nos dejó un breve pero poderoso mensaje: ‘Ni siquiera Dios puede cambiar el pasado.’
Lo que ha sucedido ya ha sucedido. No podemos cambiarlo.
No podemos cambiar el pasado,
No podemos cambiar las circunstancias previas.
No podemos cambiar lo que la gente que nos rodea haya dicho o pensado de nosotros.
Lo único que podemos impactar es el mañana.
Podemos modular nuestro futuro si tan solo cambiáramos la actitud que tenemos en nuestra vida para enfrentar esos eventos desconocidos, esos problemas aun anónimos, esos hechos que nos acontecerán en el futuro.
Mi padre decía: ‘Hay mas tiempo que vida’.
No debemos de gastar ni un solo de nuestros limitados latidos cardíacos preocupándonos por lo que ha pasado.
Nuestra vida es muy corta.
Aun cuando vivamos un siglo, la vida es muy corta.
Para vivir los siguientes años de nuestra vida, debemos pensar que un año esta compuesto de días.
Un año es importante, pero mucho mas importante son los días que lo componen.
Un día, lo que llamamos hoy, es lo más importante en nuestra vida.
Emocionalmente, hoy es más importante que ayer.
Emocionalmente, hoy es más importante que mañana.
Si nos preocupamos por el ayer, relegamos el hoy.
Si nos preocupamos por el mañana, olvidamos vivir el hoy.
Y súbitamente, el hoy se ha convertido en ayer.
Y ese hoy jamás regresará.
Es como el río del que quiero hablarles.
Ese ‘hoy’ nuestro es igual que el río donde vamos a nadar todos los días. Aun cuando nademos siempre en el mismo lugar, no es el mismo río.
Ese río de hoy, que representa nuestro ‘hoy’, ya se ha ido para nunca jamás regresar.
Este hoy es el día mas importante de nuestra vida.
Así que hoy, sus bellos mensajes que me han hecho sentir bien me impulsan a regalarles estas líneas y, al dárselas, me siento mejor.
Son las líneas que me han acompañado desde que tengo uso de razón.
Son los pensamientos con los que me despido a mí mismo, todas las noches, al acostarme para dormir.
Hoy, traté lo mejor que pude.
No dije mentiras
Y traté de no lastimar a nadie.
Mañana trataré de ser mejor.
bello .... una gran filosofía
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