VOTO Y COMPROMISO
El tema obligado del día corresponde a las elecciones. El resultado esperado después de tres meses de campaña es que salgamos a votar, a manifestar nuestra voluntad ciudadana a favor del candidato que consideremos reúne el perfil más adecuado para dirigir los destinos del país durante los siguientes seis años.
Durante este tiempo cada partido ha hecho hasta lo imposible por ganar votos, utilizando estrategias de todo orden, de manera que cada candidato debe de estar satisfecho con el trabajo de campaña, y conforme al pacto de civilidad recién firmado por los cuatro contendientes, deberá admitir los resultados del conteo rápido que se dará a conocer hoy domingo en punto de la medianoche.
Encontraremos gestos de satisfacción y rictus de contrariedad, según le haya ido en dicho conteo al candidato de cada partido político. Los ciudadanos celebraremos, unos más, otros menos los resultados, y con toda seguridad la fiesta se prolongará hasta bien entrada la madrugada.
Lo que habrá qué preguntarnos entonces es qué nos corresponde hacer por nuestro México a los 78 millones de mexicanos mayores de dieciocho años a partir de mañana, al lado del que, confiamos, en buena lid haya resultado ganador. El país es de todos, los problemas nos afectan a todos, de suerte que todos estamos obligados a poner nuestro mejor esfuerzo en sacar adelante a nuestra patria.
Según la orientación política de cada votante nos referimos a setenta años de PRI o a doce del PAN como la razón por la cual México se encuentra en el estado en que se encuentra. Considero que éste es el momento político para comenzar a actuar con madurez, dar vuelta a la hoja de la historia de los últimos cien años, y entender que, o le entramos parejo, o la gran mayoría de los mexicanos nos hundimos hasta el fondo.
Sesudos especialistas han hecho importantes diagnósticos del estado que guarda nuestro país en distintas esferas. Cada uno de nosotros, sin ser un experto, alcanza a identificar una serie de problemas que han contribuido a que México se estanque como lo ha hecho:
Mal uso de los recursos naturales, ya sea por métodos inapropiados para su utilización, ya porque el usufructo de su explotación no se haya para el beneficio colectivo. Como un caso altamente ilustrativo tenemos el de PEMEX.
Sindicalismo ejercido como cotos de poder más que como un apoyo al sistema de gobierno, problema vigente en diversas instituciones. Una de las más evidentes corresponde al gremio magisterial, dentro del cual las tres cuartas partes del presupuesto destinado para educación se aplica a sueldos y salarios, con pobres resultados.
Corrupción rampante, desde el agente de tránsito que aplica multas que derivan en “mordidas”, hasta autoridades de nivel central que han logrado un enriquecimiento inexplicable mediante manejos de alta turbiedad. Un caso en proceso corresponde a los militares de alto rango recientemente presentados.
En un caldo de cultivo como éste la delincuencia organizada encuentra la mejor fórmula para actuar mediante la ley de “plata o plomo”, adueñándose de plazas, instancias, voluntades y vidas de ciudadanos que a fin de cuentas terminan por actuar para favorecerlos.
Tenemos una terrible tasa de muertos y desaparecidos, tan sólo en los últimos cuatro años. Le hemos perdido el respeto a la muerte, mediante un doloroso acostumbramiento al cual han contribuido de manera decisiva los medios de comunicación.
Dentro del hogar hallamos padres de familia angustiados por no completar para los gastos más necesarios, lo que no pocas veces deriva en violencia doméstica y alcoholismo.
La necesidad económica obliga a ambos padres a salir a trabajar, en ocasiones dejando a los hijos a la deriva, lo que con el tiempo cobra la factura en cuanto a hogares disfuncionales, embarazos en adolescentes, y elevación de los índices de drogadicción.
Los jovencitos abandonan la escuela y pasan a formar parte de los “ninis” cuya condición socio-económica los vuelve carne de cañón para los grupos delincuenciales, yendo a cerrar de este modo un círculo maligno que inició años atrás por una falla de todos nosotros como mexicanos.
Este día festejamos la ocasión ciudadana de salir a ejercer nuestro voto. Sólo baste recordar que no estamos eligiendo un legendario Tlatoani que venga a resolver con su poder todos los problemas de México. La figura que se elige es la de un líder que encauce el trabajo y la voluntad de todos los mexicanos.
No podemos quedarnos anclados en un tiempo que no es. A partir de mañana a todos nos corresponderá actuar con una sola consigna en mente, levantar a México, sacarlo adelante, salvarlo para nuestros hijos.
Votemos hoy para ser parte de ese cambio ciudadano. A partir de mañana pongámonos a trabajar como un todo, sin distingos partidistas, que la nave de todos hace agua.
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