En el aula
La autoridad del maestro en el aula era inapelable.
Podía castigar a sus alumnos hasta con un reglazo.
Enviarlo a un rincón o sancionarlo dejándolo a hacer el aseo del salón.
Los padres permitían que disciplinaran a sus hijos.
Y no había traumas ni protestas contra los maestros.
Ahora interviene hasta Derechos Humanos si se sanciona a un alumno.
Llegan con celular y pelilargos, y no vale llamarles la atención.
Mandan los alumnos y se entrometen los papás. Pero claro, culpamos al maestro.
jvillega@rocketmail.com
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